Muchas felicidades, hijo. Tus 19 ... me hacen mayor. Tú ya eres mayor. Creo que hace mucho tiempo que eres mayor... en ocasiones, el hombre de la casa.
Se amontonan los recuerdos siempre que os veo; más cuando sumáis años. No puedo evitar rememorar el momento del parto, la primera vez que te vi. Antes... sólo te sentía. "Un muñeco". Sí, es cierto que eras como si te hubieran lavado y peinado. Un muñeco de verdad.
El segundo hace menos ruido. Parece que intuías que mejor no armarla. Dormías de día, mucho. De noche, enseguida que tomaste biberón. Pobrón... sólo llorabas de hambre. A los nueve meses ya caminabas, como si quisieras no dar la lata. Hablaste pronto, leíste pronto, maduraste pronto.
Siempre con cuidado... Y tu mundo interior alimentándose de lo que te iba contando todo lo que observabas. Ni pedías... A veces, recordándolo, se me parte el alma.
Cuando llegó el momento de los porqués de la adolescencia me di cuenta de tus tragaderas. ¡Cuánto has tragado, cómo y con qué delicadeza has cedido!
Al contrario que con otros críos, tus profesores nos decían que te tapáramos los pequeños o grandes problemas ... porque sufrías en exceso y en silencio.
Corazón, mucho corazón... tantas veces roto. Y lo que te rondaré, moreno.
Una elegancia natural que has heredado de tu padre. Buen amigo de tus amigos, que son muchos. Hoy el teléfono y el móvil no han dejado de sonar. Se te quiere y no es porque sí. Algo habrás hecho.
Tus puntos de rebeldía ... siempre por los pelos. Ahora ya no importa que Xavier, tu profesor de muchas asignaturas de Bachillerato, sepa que tu lucha por llevar "curras" y perilla era sólo esa manifestación adolescente "de que voy así porque me da la gana". Que te quedaba de pena y lo sabes. Pero ahí te reafirmabas... luchando por unos pelillos. "Que soy más macho yo que los que se depilan". Todo un curso hablando de pelos. Que si los pelos hablados hubieran sido reales montábamos una tienda de pelucas.
Hace nada... unos meses... tu empecinamiento por ser poli de la escala básica... de estudiar lejos, muy lejos... Tampoco eso pudo ser, hijo. Lo siento en el alma. Al final has decidido entusiasmarte con lo que hay. Y llevas la Facultad en el portátil.
Tu madre te da las gracias. Por tu generosidad. Por tu cariño. Por tu empeño. Por estar. Por ser como eres... Por ser.
Y lo que siempre te digo... Ayer ya pasó. Mañana está por llegar. Vive, disfruta, trabaja, lucha, ama... HOY.
Me ha costado escribir este post. No quería que vieras que estaba escribiendo para ti.
¡Suerte con ese ramo de flores silvestres y con la destinataria! Te lo mereces.
7 comentarios:
ERES MUY GRANDE, SUNSI.
Ana, grande tú con tu Anina. Si ser grande es llorar tantas veces, sin que nadie te vea, cuando tu mirada se cruza con una fotografía antigua que te traslada a un hecho concreto; cuandolos ves de de lejos abriéndose camino a pesar de los obstáculos;
cuando se acercan espontáneamente a darte un beso y te dicen "te quiero, mamá","¿necesitas algo?"; cuando te crees que no quieren salir y en realidad no han salido porque saben que estás pachucha y lo hacen para hacerte compañía; cuando no piden para no ponerte en un aprieto y no forzarte a decir "ahora no puede ser"... somos grande porque ellos nos hacen grandes, ellos hacen que intentemos superarnos.
Lloro, Ana. Soy llorica. Pero lloro por sentimientos que no sé separar ni analizar ni falta que hace... A veces con los hijos me pasa que estoy sola... y desfilan muchas etapas de la vida que me enternecen ... y lloro. No sé exactamente por qué. Por todo...y por nada.
La maternidad es un hecho que ,conforme pasa el tiempo, se agarra más a las entrañas. Puede parecer ilógico, pero es así. En mi caso es así.
Gracia por pasarte, Anita. Hoy me sentía sola. El tono vital está por los suelos. Supongo que cuando me recupere el ánimo también subirá.
Besos a las dos
Pedazo de chico guapo, por Dios, y tiene novia ¿¿¿¿¿¿ya???????
Pero Sunsi, eso se avisa, que tenía yo una sobrina estupenda, íbamos a emparentar, y yo tan contenta.
Eso no se hace, Carlos. No se le hace a una amiga de tu madre.
Y además de guapo ¡buen tío! Oye tú... ¿Estás segura que lo de la novia va en serio? ¿Y si lo hacemos musulmán y puede con 2?
Otra cosa... ¿Y por qué no me has llamado que he estado todo el día en casa, por Dios, con mi madre y Josianne y las perras, y sólo una visita a comer? La próxima vez llama, hermana, !!!!
Muchas felicidades Carlos, por tu cumple, por la madre que tienes y por ser como eres ¡Enhorabuena!
SER GRANDE ES ESO MISMO QUE HAS DICHO. A ESO ME REFERÍA, SÍ.
Y NO, NO PODEMOS PRESCINDIR DE NUESTROS SENTIMIENTOS, NO... PORQUE ELLOS FORMAN LA TEXTURA DE NUESTRO SER.
ASÍ SOMOS, SUNSI.
un besote muy fuerte
Creedme, hedbannas, cuando os digo que, desde la distancia y sin conocerlo personalmente, se de las muchas virtudes que adornan a Carlos y las mejores no son las que se ven.
En este caso, la hedbanna rana se queda corta.
De veras.
Feliz Pascua de Resurrección ¡a todas!
Gracias, Aurora. Eres un cielo. Contaré con ello, de verdad.Supongo que lo de las novias, a estas edades, nunca se sabe. Mejor no meneallo.
Gracias a ti también, Mª Jesús. Muy buen chaval. Mucho.
Ana... nos entendemos con cuatro letras. Eso es. Como más se ama ,a veces, más se sufre. Esto también le pasa a este chaval...
Pepa. Muchas gracias por tu comentario, tan generoso. Creo que ayer Katt fue la amiga con la que necesitaba hablar. Son de ley...los dos.
Luisa... querida Luisa... ¡Feliz Pascua para ti!
Un beso a todas. ¡Todavía no hemos comidooo...!
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