sábado, 15 de octubre de 2011

Copia-pega ... El "enterao" y la prudencia.

Le he sacado jugo a este artículo de Alfonso Aguiló. Os lo paso por si os interesa el tema:

"Otra peligrosa barrera a la comunicación es la falta de capacidad para guardar secreto. Por eso una cualidad que todos valoramos mucho a la hora de hablar confiadamente con alguien es encontrar en él la necesaria lealtad.


Bien sabemos que no todas las personas son capaces de dejar de comunicar a otros las cosas que saben, sobre todo cuando vienen a colación en un momento dado, y quizá les parece que quedarían muy bien contándolo y así poder dárselas de enterados. En este punto, la vanidad de que los demás sepan que ellos conocen cuestiones confidenciales suele ser la principal causa por la que los desvelan. Son personas inmaduras e indiscretas, que se sienten obligadas a alardear de todo lo que saben, aun sabiendo que no deberían decirlo, y carecen de ese elemental sentido de la prudencia tan necesario en el mundo de la confianza.

Generalmente, cualquier padre o madre, cualquier educador, cualquier persona, conoce mucha más información de la que es conveniente comunicar a otros en un momento dado. Es algo que sucede en el ámbito profesional, en el de la amistad, en la familia, en todo.


Por ejemplo, los hijos suelen tener con sus padres determinadas confidencias o desahogos, que, aunque no les hayan solicitado formalmente que no las difundan, se entiende que no deben sacar esa información de su ámbito y darla a conocer a terceros. Hay que pensar, además, que los niños, por pequeños e infantiles que puedan parecernos, no suelen considerar que esos pensamientos, inquietudes, sentimientos, zozobras grandes o pequeñas, sean cosas triviales o insignificantes; y si no lo son para ellos, no deben serlo tampoco para quienes puedan escucharlas.


En cualquier confidencia hay una persona que hace partícipe de su intimidad a otra, y eso es siempre algo muy serio.


Otra posible barrera a la comunicación puede provenir de la falta de oportunidad o de discernimiento al decir las cosas. No tenemos por qué saberlo todo, pero sí debemos ser prudentes. Prudentes, por ejemplo, en la suposición, sobre todo cuando se trata de hablar sobre personas: a veces hablamos demasiado deprisa, o hacemos un uso algo ligero de la poca información que tenemos, y nos vemos obligados a suponer lo que no sabemos, y nos equivocamos con facilidad. Los rumores, los bulos, el se dice, no siempre tienen la garantía suficiente para darles crédito, y si son asuntos graves, será necesario, antes de repetirlos, confirmar que esas informaciones son verdaderas, y aún así considerar después si es conveniente su difusión.


Hay momentos para hablar y momentos para callar, igual que hay momentos para el valor y momentos para la prudencia. Y una persona inteligente debe aprender a distinguirlos."








21 comentarios:

Ana, princesa del guisante dijo...

Muy a menudo me ha avergonzado la diferencia entre la necesidad de intimidad de mi madre y la mía. Lo que para ella es algo que puede explicarse, para mí es algo que jamás diría a nadie. En cuanto lo descubrí, dejé de contarle casi nada. ES triste, pero es así. Por eso muchas cosas de los niños me cuestiono contarlas en el blog... Gracias por compartir el artículo, me parece muy intersante.

ana dijo...

A veces con los peques, nos equivocamos. No le damos la misma hondura a las cosas, por ello hemos de ser prudentes, analizar su mirada... para no herirlos. A veces no es fácil, porque algunas cosas son tan, tan graciosas.

En el mundo de los adultos ya no... todo rumor, conflicto o cotilleo, suele estar rodeado de mala intención. Vivir estas cosas me enfurece. Por eso quizá, afortunadamente, me entero de muy pocas cosas. Somos los mismos desde hace tiempo ya... y nos conocemos bastante bien. Afortunadamente, digo.


Un abrazo Sunseta... :)))))))))))

paterfamilias dijo...

Interesante artículo y para meditarlo. El otrk dí, sin ir más lejos, Q. Nos dejó una nota a A. y a mi. Al final de la misma me decía "no digas nada en tu blog". Y ves (ah, ni he desvelado lo que decía la nota ni lo he hecho en mi blog)

Marta piesdescalzos dijo...

Soy amante de la prudencia; pero ojo! a veces ser demasiado prudente es un arma de doble filo. Por no molestar, no llamo. Por no preguntar, parezco pasota... Ayyyyyy la búsqueda del equilibro, mi eterno sinó.

sunsi dijo...

Pesoleta... Me siento identificada con tu comentario. Ahora le digo..."pero no lo cuentes ¿eh?". Creo que eso sucede entre generaciones. La superior cree que los asuntos de la inferior son niñerías de poca importancia. Y no es así. Lo curioso es que mis hijos me dicen lo mismo... Supongo que ese es el motivo por el que me ha venido bien este artículo. Una confidencia lo es aunque no te lo digan formalmente .
Un petó, Princesa.

sunsi dijo...

Hedbana leonesaaaaaaa. Voy a enmarcar este comentario. Vamos...que es un lujo para la república que te hayas descolgado;-)

Lo que explicas sobre los peques tiene su enjundia. Sobre todo cuando los consideras peques y ya han dejado de serlo. Eso que nos hace taaanta gracia y contamos sin ninguna malicia a veces los ofende y se ponen rojos hasta las orejas. ¿Cuando dejan de ser peques? Diría, por la experiencia de sus enfados, que cuando empiezan a tener noción de intimidad, cuando son púberes. Mucho antes de la adolescencia.

Tu segunda parte...bfffffffff. Dios nos libre de pringarnos con comentarios que ni nos van ni nos vienen y , además, roban el honor o la fama de los demás.

Gracias por pasarte, Ana. Un beso grande como vos, leonesa.

sunsi dijo...

Esta sí que es buena, Pater. Los hijos temen se material de post jajajaja... Es lógico. Se suele escribir a menudo sobre la vida cotidiana. Y más cotidiano que ellos, con sus salidas tan jugosas. A veces se nos puede olvidar que a ellos les molesta ser TAN PROTAGONISTAS. De todas formas, tu pandilla es muy anónima.Solo empleas las iniciales. Sobresaliente para el Pater. Yo les tengo que pedir permiso...

Feliz domingo para ti y tu tropa.

sunsi dijo...

Marteta. Creo que mejor pasarse por ese extremo que tener que decir "Perdón. Quien mucho habla, mucho yerra..."

A veces te planteas por qué fulano o fulana sabe tanto de todo. Casi siempre es porque pregunta mucho. Si te colocas en la posición del interlocutor... te sientes incómodo porque hay asuntos muy tuyos que no quieres dar a conocer. ¿Qué haces con quien quiere saber tanto? ¿Cómo respondes sin pegar un corte?
La madre del jefe conoce un refrán que dice: "A quien mucho quiere saber, poco y al revés". Y pienso que poco... pues vale; ¿pero al revés no es mentir? No me acaba de convencer el tal refrán.

¿Tu pasota? No me parece. Si acaso, una buena confidente, Marta.
Un beso dominguero, morena.

paterfamilias dijo...

Sunsi, sigo sorprendido con tus "madrugones" (espero que sea eso y no un maldito insomnio).

No sé cómo pudiste entender mi mensaje, lo envié desde el móvil y faltaban muchas letras.

Buen domingo para vosotros también. Nosotros nos vamos a Alcanar (lo más al sur posible de tu provincia)

Ah, me olvidé decir que la nota que nos dejó Q. era en una reunión del cole (no desvelo el contenido)

sunsi dijo...

Domingo de excursión, Pater. Me alegro... En Alcanar no sé. En Tarraco luce el sol, pero las temperaturas han bajado. ¡Aleluya!

Sí se entendía. Está clarísimo que temen que al Paterblogero se le vaya la tecla con anécdotas divertidas... Pero no te preocupes. Este es un "temor" muy común entre la prole de los que escribimos en bitácoras.

En cuanto a la hora... ya me gustaría que fueran madrugones voluntarios. Dicen que cuando eres mayor necesitas menos tiempo de sueño. Pero yo creo que todavía no he entrado en la etapa de la vejez ... ¿O soy una vieja de 50?:)))

Que lo paséis bien. Muchos recuerdos a tu tropa y gracias por el comentario, Pater.

tomae dijo...

...Me has recordado ciertas anécdotas con una vecina de 6 a la que le cuesta hablar con migo, aveces me la encuentro con su madre y ésta me cuenta cosas suyas "hoy ha hecho los deberes" "hoy me ha contado esto" "hoy ha roto un plato..." Curiosamente mientras lo hace la niña se refugia abrazada a la pierna de su madre insistiendo que no cuente esas cosas, estoy convencido que son sus pequeñas batallas y no quiere que se aireen...

Buen Domingo Sunsi (Hoy toca visita a la Cala...)

sunsi dijo...

Es que las mamás-persianas son temibles, Tomae. Pobrecita la niña del 6º... Yo de ti le contaría tus trastadas juveniles, así...en plan compi... y se le pasará el complejo. Hombre. Y también las actuales, que son mucho más sofisticadas jajaja...

¿Toca Cala? ¿Café en casa de MO también? Con el permiso de la Bella Ragazza, si tenéis un hueco silba que voyyyyyy...

Que tengáis un Buen Domingo vosotros también. Pilláis un buen día, con solecito y sin demasiado calor.

Mariapi dijo...

Sunsi, es que no puedo con los enteraos...mercaderes, esbirros de lo íntimo. Siempre lo saben todo de todos, y conocen a todo el mundo. No comento más, porque ofendería.
Suelen decirme que ando en mi burbuja intelectual...será cierto, pero es que no me interesan nada las intimidades cotillas. Airear, manosear las confidencias o lo que roza la intimidad propia o ajena me parece tan inadmisible como la violencia física, en cualquiera de sus formas. Y si es con los niños...mata, destruye la confianza en la que se basa el amor.

Un abrazo, buen domingo, Sunsi. Gracias.

sunsi dijo...

Gracias a ti, Mariapi. Si te soy sincera... te esperaba. Ya ves. A menudo necesito tu visión de Mater.

La palabra burbuja, que en sí misma no me gusta, aquí le va ni que pintada. El "enterao" pregunta mucho. Es como un espiral que cada vez se atreve a ir más lejos y a escarbar más adentro, en el ámbito de lo personal... incluso de la intimidad más íntima.

"Y si es con los niños...mata, destruye la confianza en la que se basa el amor"

No sabes cómo te agradezco esta frase. Mil gracias, Mater.
Feliz Domingo y un beso.

El alegre "opinador" dijo...

Recuerdo, siendo adolescente, lo que me dolió que alguien al que tenía por un gran amigo publicase a los cuatro vientos una intimidad que para mí era vital en ese momento. Fui la mofa de muchos y él ni siquiera se disculpó. Aquel episodio me hizo en gran medida tan reservado como soy ahora.
¡Qué grande es la confianza y la prudencia y qué poco abundan!
Un saludo.

sunsi dijo...

Muchas gracias por el comentario, Opinador. Queda muy clara en qué se basa la confianza. Y lo mucho que ayuda la prudencia.

Tomo nota.
Feliz doomingo y muchas gracias por pasarte.

Susana dijo...

A veces, escribiendo en internet resulta más difícil distinguir el límite entre lo que se puede o no se puede contar. Ser anónimo te da ciertas libertades. Un beso.

lolo dijo...

Me gusta mucho este post, Sunsi.

Todos conocemos a gente que pregunta y pregunta (y se guardan mucho de hablar de lo suyo). Ante estos me cuesta a veces callar, tal es su maña, aunque mi reserva de intimidad la guardo bien cerrada.

Distingo entre discrección y prudencia. La discrección es finura de alma, la prudencia virtud de valentía muchas veces. No hace tanto me explicaron cómo es la prudencia, bien entendida, quien nos mueve a actuar hacia lo bueno, dejando de lado verdades a medias.

Y seguiría; he pecado a veces de contar algo de mis hijos que luego me han dicho que les ha molestado. Hay que estar muy muy cerca y conocerlos mucho para que no nos pueda la vanidad de presumir de ellos. O la juerga cuando han tenido mucha gracia, o el enfado cuando la trastada ha sido gorda. De todas formas hay un sexto sentido que distingue lo que puede o no contarse. Y con la intuición también se llega a Roma.

Incluso desde el anonimato hay veces que te planteas si no cruzas la raya porque hasta con otro nombre y sin datos puede meterse mucho la pata.

Feliz noche, Sunsi. Y gracias.

sunsi dijo...

Si me lo permites, Susana, estoy de acuerdo... en parte. Por varios motivos. He intentado abrir un blog anónimo... y lo he cerrado. No me siento cómoda ocultando mi identidad. Pero comprendo que esto es un asunto personal.
Tengo mucho que aprender... entre otras cosa, callar.Este post me ha ayudado a reflexionar. Y los límites los veo con más claridad a cara descubierta. Creo que deberían ser los mismos que escribir con un nick.

Gracias por tu opinión, Susana.
Un beso

sunsi dijo...

Lolo. Gracias. Un comentario que va a la raíz y me aplico al 100%.
Gracias por la explicación de la Prudencia, que no es-ni mucho menos- equiparable a la cobardía y mucho menos significa no "pringarse" cuando hay que hacerlo. A veces, parece que el prudente es un pusilánime. Qué bien lo has explicado...

Yo he metido mucho la pata por exceso de extroversión... Así que ahora pido permiso. A veces, como muy bien dices, podemos ponernos esa medalla que se la han ganado ellos... y lucirla y acabar con la baba hasta el suelo. La diferencia entre el orgullo sano y noble y la dosis de soberbia...

Gracias por este comentario tan completo. Buenos días, lolo.

sarracena infiel y lenguaraz dijo...

Se es que hedbanna pardilla lo explica tan bien ......

Yo he sido muy metepatas y, aveces, he herido por falta de atención, por exceso de extroversión, por ......

En resumen, he pecado de falta de prudencia y de discreción y he tenido que pedir perdón, por haber pecado contra el cielo y contra ellos ....

Ahora, auqnue la cabra tira al monte, antes de hablar, medito.

Tal vez por ello, en esta casa, solo hablo de mi; pasas por egotista, pero siempre es mejor que la indiscreción y la imprudencia se refiera a uno mismo.

Con Dios.