jueves, 27 de octubre de 2011

Jordi...


¿Os acordáis de Jordi, el hijo de una amiga del alma? Ha estado diez días en su casa, con su familia... Lleva ya más de tres años en la Comunidad Cenáculo. Está...¡tan bien! Con mucho bueno acumulado y empezando a trazar proyectos. Supongo que estos diez días le han sabido a poco. De nuevo en Medjugorje.

La tieta Ana, periodista de carrera y profesión, lo entrevistó en un periódico digital: http://www.teinteresa.es/ La cuelgo... Se me han caído las lágrimas leyendo las respuestas de este chaval-coraje.

"Jordi Llorens, (Tarragona, 25 años) se fumó el primer cigarrillo a las 12, tomó su primera copa a los 14 y a los 15 probó el primer porro. De los 18 a los 21 cae en la droga dura y llega a robar a sus hermanos para comprar cocaína y a vender droga a menores. Cuatro años después, su ilusión es trabajar “para poder formar una familia y que no le falte nada”.

Entre el principio de esta tortuosa vida y la esperanza del final está el Cenáculo, una comunidad fundada en 1983 en Saluzzo (Italia) por Sor Elvira Petrozzi “como respuesta de la ternura de Dios Padre, al grito de desesperación de muchos jóvenes cansados, desilusionados, desesperados, adictos a las drogas y personas en general que buscaban la alegría y el sentido verdadero de la vida”, según reza en su web (www.comunitacenacolo.it). Tiene 60 comunidades por todo el mundo y hace 7 meses llegaron por primera vez a España; han instalado el primer centro en Cataluña.


P.- ¿Te gustó el primer porro?

R: No, pero la curiosidad pudo más. Eso hizo que le perdiera el miedo, rompiera las barreras y fui a más. Pronto sobrepasé el límite que –ingenuamente- me auto impuse; cuando me ofrecieron una raya de coca mi primera reacción fue decir no pero duró sólo unos minutos…

P: Además de la curiosidad, ¿tenías algún otro motivo para consumir?

R: Tenía una gran falta de autoestima y sentía soledad, a pesar de ser el mayor de seis hermanos de una familia maravillosa. ¡Lo tenía todo! A los 18 años intenté acabar el bachillerato pero ya no pude. Mis padres me enfrentaron a mi problema pero yo lo negaba una y otra vez. Ahí me refugié en vida de noche, fiestas, discotecas…

P: ¿Cuál fue la etapa más dura?

R: De los 18 a los 21 años caí en la droga fuerte y todo lo que comporta: mentiras, doble vida y una doble personalidad. Sabía que me equivocaba pero podía más el placer que me daban.

P: ¿Cómo conseguías el dinero?

R: Llegué a robar a mis padres y a mis propios hermanos y eso es lo que me hizo sentir peor porque tenía que volver a mirarles a los ojos. Hice de camello, llegué a vender incluso a menores… Me volví frío, calculador y enterré mis sentimientos porque sólo tenía un objetivo: conseguir droga.

P: ¿Qué hicieron tus padres?

R: Me llevaron a una comunidad terapéutica de pago basada en la medicación, en tener un horario y hacer terapia hablando del problema; nos permitían además fumar tabaco. A los 4 meses de volver a casa recaí. Me llevaron a otro centro parecido al anterior y al regresar a casa tardé aún menos tiempo en recaer.

P: ¿No te sirvió para nada?

R: Para algo sí pues fue como un paso previo que me ayudó cuando entré meses más tarde en el Cenáculo; creo que en esos centros que estuve el problema de fondo se tapaba.

P: La sede del Cenáculo está en Italia y en España aún no había llegado, ¿cómo conociste esta comunidad?

R: Por una tía mía que estuvo en el centro que hay en Medjugorje (Bosnia-Herzegovina). Le impresionó mucho la luz en la mirada de los jóvenes y la alegría y serenidad con que contaban su vida. Al volver lo contó a mis padres y me llevaron al centro que tienen en Lourdes (Francia).

P: ¿Y te gustó?

R: ¡Duré 9 días! Me escapé y conseguí coger un tren hasta casa; no llevaba dinero, sólo el macuto a mi espalda.

P: ¿Por qué no aguantaste?

R: Cuando me dijeron que allí tenía que rezar, trabajar duramente y vivir y compartir todo en comunidad me dije, ¡esto no es para mi!, es imposible que esto me ayude a salir de la droga.

P: ¿Cómo fue el regreso a casa?

R: Estuve cuatro meses yendo cada vez a peor y llegué a tal límite que por primera vez pedí ayuda a mis padres. Les dije que si me quedaba un poco de conciencia, debía de regresar al Cenáculo pues de todos los sitios donde había estado, era en el único lugar donde podía realmente cambiar, aunque hubiera estado tan poco. Sabía que me esperaba una etapa muy dura pero que era lo justo porque veía un camino muy largo con frutos esperándome al final.

P: Cuando regresaste por segunda vez, ¿qué fue lo que más te costó? ¿rezar, trabajar en el huerto o con los animales…?

R: ¡No! Lo más duro fue tener un ángel custodio que la comunidad pone a todos los recién llegados. Es un joven como tú, que ha pasado por lo mismo y que te ayuda en los primeros meses. Fue horrible porque iba conmigo a todas partes, ¡hasta al baño! Cuando muchos meses después me tocó hacer de ángel, me dí cuenta de que era muy duro también para el custodio y no sólo para el custodiado.

P: ¿Vino a verte enseguida tu familia para darte ánimos?

R: No fue hasta el quinto mes de estar allí porque la Comunidad no lo permite antes. Cuando vi a mis padres y a mis hermanos quise regresar con ellos a casa, pero al mismo tiempo me dieron fuerza para seguir. Era la primera vez en mi vida que no me quería escapar; sabía que si lo hacía, no habría ya retroceso.

P: Después de Lourdes vino Saluzzo y ahora Medjugorje. Han pasado tres años desde que llegaste, ¿qué ha cambiado dentro de ti?

R: En Italia cortaba leña a menos 18 grados con nieve hasta la rodilla. Había días que no podía más. Ahí vi que tenía una fuerza que no era mía, que venía como de fuera; era Dios que me decía “vas bien”, mientras caminaba por la oscuridad. Empecé a confiar sin ver… Me equivocaba, caía en tentaciones, pero volvía a levantarme con constancia pidiendo perdón.

P: ¿Te estás curando por medio de la conversión a Dios?

R: Así es, además de trabajar la parte humana, estoy haciendo un camino de fe, de oración, de entrar dentro de mí y ver que el problema no es la droga en sí sino yo mismo. Y es Dios quien me da esa conciencia que me avisa del mal, que no había tenido antes.

P: ¿Es posible la curación sin Dios?

R: Creo que no porque sólo Él es amor y da un sentido a mi vida. Gracias a la oración, he encontrado a la persona auténtica que soy, me acepto y veo un futuro a través de las pequeñas cosas de la vida. Tengo la esperanza de una vida mejor.

P: ¿Y para el que no cree?

R: También porque descubren que todo lo que hacemos tiene sentido y los frutos no tardan en llegar.

P: ¿En qué sueñas?

R: En trabajar mucho cuando salga para recuperar el tiempo perdido y crearme un futuro para formar una familia y hacer feliz a mi futura mujer y a mis hijos. Sueño en ser feliz y en hacer felices a los que me rodean.

No añado nada... Lo estropearía.




14 comentarios:

lolo dijo...

Es que no puede añadirse nada.
Me ha conmovido leer a Jordi, tanto tiempo ahí al lado de tu blog, sonriéndonos... una maravilla de chico.
Gracias por hacernos llegar tan buenas noticias.

Sarracena infiel dijo...

Sin palabras. Hoy es un buen día: vuelvo a ver que los milagros existen, solo es que no sabemos verlos o miramos en la dirección equivocada.

Con Dios

Driver breve y conciso dijo...

Supongo que en chicos como estos se basa la esperanza de que algún día recobremos el sentido común como sociedad.
Son muy importantes por lo que representan para el futuro.

tomae dijo...

...ho faràs Jordi, jo ja m'imagino la noia que t'acompanyarà...

qué bé que ho fareu!

Felicitats!

Mariapi dijo...

¡Gracias, Sunsi! Estoy conmovida. Muchas gracias.

Susana dijo...

Ojalá todas estas historias tuvieran un final feliz. Un beso.

MO dijo...

Cierto q nos acordamos, muy emotivo Sunsi.
Nient' altro d'aggiungere.
Besos

Sara M. dijo...

Todas estas personas tienen mi más profunda admiración; salir de una adicción como esa no debe ser precisamente fácil. Enhorabuena por lo que llevas hecho.

sunsi dijo...

Muchísimas gracias por vuestros comentarios, por la generosidad de haber entrado y haber dejado vuestra sonrisa: lolo,sarracena, Driver,Tomae, Mariapi, Susana, MO y Sara M. Tienen más valor de lo que os imagináis. Son la respuesta de la gente con corazón como vosotros, que sabe ver en estas historias la Esperanza. Intentaré hacérselos llegar vía correo ordinario. Lo va a agradecer muchísimo. Allí están aislados. Los ánimos que llegan del exterior son espaldarazos...

Gracias de nuevo.Sois de ley. Él... ellos lo valen. Su lucha lo vale.

Un beso con todo mi cariño.

Zambullida dijo...

Recuerdo la historia de Jordi. Tengo un hno., el peque, con el mismo problema. Lucha, pero se cansa y vuelve a las andadas. Tuvo una conversión, pero lo mezcla con el budismo y se lía. Ha hecho muchas experiencias en monasterios y dice que hay días que reza Rosarios sin parar. Soy la única de la familia que cree que acabará saliendo de ese infierno.

Lo empaqueté a una peregrinación a Roma a ver al Papa, entonces Juan Pablo II, y de camino paró en donde yo me convertí, en Francia, en Paray-Le-Monial. De momento, nada. Lleva metido en esto desde los 16 y tiene 38. Es bueno, sensible, inteligente y muy guapo. Se me saltan las lágrimas, sunsi.

Os pido a todos que recéis por él.

¡Tengo unas ganas locas de ir a Medjugorje!

sunsi dijo...

Querida Zambu... ¡Madre mía! Las oraciones ya las tienes, por supuesto. Si quieres más información para tu hermano... yo te pongo en contacto con mi amiga Carmen y su marido. Pronto se abre un Cenáculo en España, en concreto en Sant Celoni (Cataluña)

Un beso muy fuerte...
Te caen todas, "pequeña saltamontes" Bfffffffff.

Zambullida dijo...

Pásamela por si acaso; me suena bien todo lo que cuentas. De momento, hay un sacerdote que trata de sacarlo adelante, pero mi hermano no accede a irse a vivir con él (siempre que lo ha hecho, no ha consumido; luego se envalentona y como le gusta a ir a su aire, lo deja). En el fondo, tiene miedo a una vida sin drogas. Pásamela. Tienes mi correo y si no, en mi blog, pincha en dirección de contacto.

Gracias, Sunsi. Dios te lo pague.

P.D.: Me gustó mucho la canción de Juan Pardo; hacía siglos que no la escuchaba.

mOnTy @holasomos7 dijo...

Sunsi!!! La historia de un héroe. Gracias a Dios que sus padres vieron cómo, dónde y cuándo! Conmovida estoy!

Anónimo dijo...

Yo... flipo. U are great.