"...mas polvo enamorado"

"Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera

dejará la memoria, en donde ardía:

nadar sabe mi llama el agua fría,

y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,

venas, que humor a tanto fuego han dado,

médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado."

 

Francisco de Quevedo

 

Es EL POEMA de Quevedo. Me traslada a mi época de profesora de literatura. En los inicios. Nunca faltó. "Amor constante allá de la muerte" .Una obra de arte en la que el poeta pinta con palabras. Los recursos precisos para decir.

 

Observad el primer cuarteto. "Cerrar podrá (...) "podrá desatar" El juego del paralelismo de espejo para dar paso al paralelismo perfecto (adjetivo+sustantivo)... "la postrera sombra" que precede al "blanco día". La oscuridad frente a la luz...la antítesis... la muerte frente a la Vida.

Morimos ...sí. Irremediablmente llega el fin para volver a empezar. Morimos  "mas..."  la otra orilla no nos despoja. "nadar sabe mi llama el agua fría" . Es la paradoja. El fuego del amor resiste lo único que puede apagarlo. Acabó la fe...ya no necesitamos la esperanza... pero el amor es para siempre...siempre. Fuego de amor que sabe bucear sin consumirse... sin confundirse con la nada.

 

A veces los alumnos preguntan para qué sirve la sintaxis. Aunque sólo sea para contemplar la construcción de Quevedo, vale la pena. El primer terceto... Sujeto: alma, venas, médulas. Perfectamente distribuido con sus subordinadas adjetivas correspondientes. Fijaos, de nuevo, en el paralelismo de la construcción poética.

 

"Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,

venas, que humor a tanto fuego han dado,

médulas, que han gloriosamente ardido"

El poeta desgrana. Nos deja con ganas de conocer, de saber. Después de la vida ...¿dónde va el alma?, ¿qué va a suceder con el flujo sanguíneo que ha recorrido saneando el cuerpo alentado por el latido del corazón? ¿y las médulas, que han recorrido lo que nos ha sostenido en pie?  Una por una Quevedo resuelve las tres incógnitas con una belleza serena. Una por una, correlativamente con su predicado correspondiente.

¿El alma?... "Su cuerpo dejará, no su cuidado"

¿Las venas?... "serán ceniza, mas tendrá sentido"

¿Las médulas?... "polvo serán, mas polvo enamorado"

 

Un clímax  que pocos han podido superar.  "serán ceniza" / "polvo serán". De nuevo el paralelismo cruzado-el quiasmo- para llegar a la expresión más honda del amor. Tendrá sentido a pesar de las cenizas y del polvo que cualquiera puede pisar. Ahí está todavía y por siempre la esencia, el motor que da vida al hombre: el amor.

 

Y tenía que ser Aute -gracias, Marta O- quien rescatara ese final redondo, rotundo. El Aute que grita "¡que no!, ¡que no!...que el pensamiento no puede tomar asiento". El Aute que camina siempre entre las ideas y la ternura.