Con alguna arruga,

que se me ha echado el tiempo encima, os deseo un feliz año. Me cuesta un poco escribir LA frase porque está demasiado manoseada y no huele a nueva. Me gustaría que se pareciera a ese momento indescriptible en el que te cuelas en la cama con sábanas limpias, de lino, bien planchadas, que  invitan a un sueño reparador. 

El año 2012 ha empezado con hechos corrientes. Si hay virus, pues los pillas. Moqueando unos, con la nariz taponada otros... hemos levantado la copa. "¡Que seáis buenos!" dijo el jefe. Alguien corrigió para cambiar la persona y número del verbo en primera del plural "¡Que seamos buenos"! La juventud bailó con el karaoke de Antena 3, los dos ciudadanos mayores se vistieron como gentelmans para seguir la fiesta  con los amigos después de las uvas. Los progenitores de Badalona y de Tarraco observamos cómo han crecido estos hijos en un año. A algunos se les nota más que a otros. Barullo, risas, música. Hubo algún momento de silencio interior que apenas se advirtió. Silencios que han quedado escritos en el alma y son ilegibles para los que comparten mesa y mantel. 

Los silencios del deseo no son mudos. Su eco dura y madura en un tiempo que los humanos limitamos porque no podemos escapar del movimiento circular. Deseos. Menos que antaño. No es que ya no sepa soñar. Probablemente es que ya hay más pasado que futuro y el futuro lo dejas en manos de Quien sabe qué más conviene. Pegas una ojeada a los tuyos ... alcanzas con el pensamiento a los que quieres... también a los que no conoces pero sabes que existen. 


2012. Para todos Paz... Paz, por favor. Solidaridad, que hará falta  en estos momentos duros en los que la pobreza, el hambre, la enfermedad... ha anidado en la Tierra y va ganando terreno. Empleo... no solo para paliar la miseria; también porque el hombre proyecta su dignidad en las manos curtidas por el trabajo. Amor... amor sin pijadas; amor del bueno, del que da... que hay que dar más; amor del que mira más allá del propio ombligo, que ya lo tenemos muy visto y sigue con la misma forma que el día que nacimos. Alegría con o sin risas... depende. Hay momentos que ni un chiste te arranca la carcajada. Nadie ha dicho que sea obligatorio desternillarse para afrontar lo que va llegando con buen ánimo. Y, ¿por qué no?, un poco de amnesia. Y una abuelita que nos de clases de encaje de bolillos... Y aprender que los recuerdos pueden pasar por el tamiz de la selección. Demasiadas veces son más que historias pasadas; nos aplastan como un alud y uno no sabe cuál es la ruta para sacar la nariz. Una mala memoria acompañada de esa salud que te permite tirar del carro. 


Esta noche llegan los Reyes Magos. Casi que puede mandarse la carta añadiendo también los deseos... porque , en el fondo, hemos sido bastante buenos. 


Para ti, que abres esta ventana y para quien no la conoce, que «El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz» (Nm 6,24-26)

Cuelgo el spot que me retiene frente al televisor cada vez que aparece. ¿Alguien conoce a un crío con estas cualidades? Madreeee...