viernes, 23 de diciembre de 2011

23 de diciembre


"No parece Navidad"... "¡Qué fiestas más... extrañas!" Estos días suenan estas frases. Más, mucho más que los villancicos.

¿No parece Navidad o es que en años anteriores todo se "parecía" demasiado a una celebración centrada en lo que luce, sabe, huele...? Pensaba que lo que hace que "parezca" Navidad tal vez solo se asocia al trasiego desenfrenado, a la posibilidad de adquirir sin mesura, incluso al corre que nos pilla el toro y aún falta mucho por rematar hasta el mínimo detalle. 

No... quizá no parece Navidad. Las riadas de compradores han disminuido; probablemente el menú de Nochebuena o del día 25 sea más austero; es posible que la carta a Los Reyes Magos no pase de unas líneas o ni siquiera eso...  Hay más silencio. El tiempo transcurre lento. Hay más oportunidades de no tener que pasar  frente al Belén casi de espaldas, con estrés, con prisas. Y uno dice... ¡va...! me siento un poco. Contemplo el "Misterio". En el Pesebre solo hay una mula, un buey y mucha paja... y polvo. Y a uno le sabe mal que a la Virgen y a San José no se les haya ahorrado nada. Ella ya sale de cuentas... el Niño pesa y el cansancio del viaje pasa factura. En esta posada ... a ver si en la del final del callejón... No hay ni un rincón resguardado para que María dé a luz. Y José sufre; seguro que está pasando uno de los tragos más duros de su vida. En la oscuridad de la noche hay pastores alrededor de una hoguera. Calientan pucheros mientras se turnan para no perder al rebaño... No es una noche cualquiera aunque ellos todavía no lo saben. Nosotros les llevamos ventaja; conocemos cómo empezó la Historia del Amor más grande... en la pobreza más absoluta, deliberadamente despojados de todo.

23 de diciembre. Ha oscurecido. Ya podemos colocar en esa cueva de corcho o de madera a la Virgen y  a San José. Es un lugar destinado a mulas y bueyes y hay que adecentarlo. Así pasan los Esposos las horas previas al Nacimiento del Niño Dios. Y el que lleva sentado un buen rato recuerda el anuncio del Ángel: "Paz en la Tierra y a los hombres de buena voluntad". Claro que es Navidad. Igual no lo parece... porque lo que parece Navidad estaba en la antípodas de su sentido real. Con menos muchas veces  entendemos más. Y suena más fuerte que nunca el verdadero mensaje:  "Os ha nacido un Salvador; el Mesías, el Señor". 

Y al que sigue sentado frente al Belén le gustaría ser el Tamborilero. 

Os deseo una Feliz y Santa Navidad a todos los que entráis en este blog, a menudo o esporádicamente... y a toda la humanidad. Falta nos hace este regalo de Esperanza.  

miércoles, 14 de diciembre de 2011

No... si... en el fondo...


Y yo mimando la orquídea...

martes, 13 de diciembre de 2011

Voladuras o vuelos


Hace años esta república era nido de pájaros. La "culpa-culpita" la tuvo el camionero, que siempre ha querido volar alto. Entonces solo comentaban Driver y Mariana (¿dónde estás, colometa?). El colega se empecinó en que, por un día, intentara ser ave. Y salió de corrido. Gracias por esos retos, camarada. 

Hoy, un día nublado... casi cerrando 2011, parece que se presta a rescatar un recuerdo de una noche de septiembre de 2008. El jefe... "La Gaviota";  yo... "un gorrión".

"Ave de paso…
Todos somos aves de paso.
Aves de paso por un tiempo que toca no apearse.
No toca reposar.
Tal vez repostar lo necesario para seguir volando.
Infancia...
Adolescencia…
El ave de paso encuentra otra ave de paso.
Probamos un vuelo conjunto, a medias.
Un vuelo conjunto, compartido.
Y el vuelo de dos diseña unas líneas que no son paralelas.
Una leve desviación reclama un vuelo más apretado.
Y unimos como una sola ave nuestro vuelo nocturno.
Tú gaviota.
Tus círculos envuelven mi vuelo sin fronteras.
….
Y un día encontramos una frontera y un nido.
"Ahora soy gorrión", te dije.
Un gorrión de alas cortas.
Un gorrión de sangre caliente.
"Mira tus polluelos", te dije.
Y fui gorrión de plumas cálidas para mis polluelos.

Mi gaviota sigue dando círculos al anochecer.
Es su danza de amor.
Es su agradecimiento por su nido, su gorrión y sus polluelos.

Ayer los gorriones crecieron.
Todos menos uno.
Mis alas de gorrión anciano llevaban lastre.
No te podían alcanzar.
Y te extendiste, majestuoso.
Tu danza, cada vez más cercana, barrió el polvo de los años.
Aligeró mis alas cansadas.
El último polluelo emprendía el vuelo.
Qué tarde.

Siempre hay tiempo para un último sueño.
Aunque las alas lleven rasguños como cicatrices.

Y mi gaviota me llevó en su ala derecha.
Y después en la izquierda.
Un vuelo más lento, más dulce.
Un vuelo de dos.
...
En poco tiempo me presentó el Cantábrico, furioso.
El Mediterráneo, de noches templadas y olas suaves.
El Atlántico, rudo y frío.
Y el cielo ancho y profundo.
Y el cobijo de las nubes para descansar.

Siempre queda mañana.
Y mañana, un día es hoy.
Siempre queda tiempo para volar.
Para bailar en el vuelo.
Un vuelo de amor.
...
Al final del trayecto,
ni una frontera,
ningún nido.
...
Gaviota y gorrión."
 (Sunsi 20 de septiembre de 2008)

domingo, 11 de diciembre de 2011

TOCados.


Cómo cuesta escribir cuando se decide que lo harás desde el centro neurálgico donde arranca tu día a día. Me estoy alejando del blog "agradable" porque no es con este adjetivo con el que puedo definir muchos tramos de la existencia. Con ello no afirmo que haya estado mintiendo, pero sí es cierto que solo he enseñado pedazos de verdades, a veces certezas, pensamientos sueltos... que bordeaban apenas lo que realmente es la maquinaria de mi vida ordinaria. Pedazos... Sumados no configuran la realidad.

En el anterior post di un paso. En este ... enseño la palma de la mano que se agarra a la mía. Una mano buena, la que me hace reír y llorar, la que echo de menos cuando se aleja y me tensa hasta agarrotarme cuando está a mi lado... desde hace 11 años. Ya no se trata de abrir una puerta. Hoy atravieso una luna de un cristal.

Solo la abundancia de cariño atenúa el dolor de los que sufren la cuarta enfermedad neurológica más discapacitante. Quería mostrar un vídeo que clava una aspecto que posiblemente es desconocido para muchos. La pequeña/gran diferencia es que algunos aún no pueden expresarse como la protagonista;  se sienten guiñapos, los más estúpidos de "este lugar llamado mundo". Vallejo- Nájera definió el TOC como la "locura cuerda". Bfffffff. Y dio en el clavo.

¡Feliz domingo!




... casi se me olvida colgar LA canción. Repito.