domingo, 17 de julio de 2011

Cambio de actividad...


Me ha costado verlo claro. No tengo "alter ego"; no puedo discutir con él. Sí tengo un partenaire prudente, ecuánime, que ve los toros desde la barrera. Definitivamente le voy a dar vacaciones a la República. Una temporada para cerrar la ventana de esa neurona que siempre está pendiente de actualizar con un nuevo post. La viñeta de Bonas viene como anillo al dedo.  

El descanso estival... más que un lugar alejado es un estado. Si hay ubicación distinta, mejor. Pero si no, es beneficioso cambiar el objetivo de la actividad: cerrar frentes que siguen abiertos, bricolages que ya no soportan una demora de otro año, lecturas sin terminar... Y algo importante: el tiempo que en verano se focaliza más que nunca en la familia.

Desde este rincón de Tarraco, os deseo a todos un feliz descanso.

jueves, 14 de julio de 2011

Calor... y otras cosas.


Definitivamente no acabo (2). Debería pensar y hace demasiado calor. Ya sé que es lo que toca... Si no hace calor en verano, ¿cuándo pues? ... y la cuestión es quejarnos, bla, bla, bla... Lamentablemente y para mi vergüenza he de reconocer que en verano me quejo más de la cuenta. Y lo ideal es mantener el tipo y hacer como si fueras muy sensata. Pero para eso hay que ser "ideal de la muerte" y  llevar de serie ese talante que algunos definen como "ni mucho ni poco ni todo lo contrario...". Pero "qué le voy a hacer si yooooooooooo nací en el Mediterráneo" Y vivo tan cerca del mar que a los grados hay que sumarles el alto nivel de humedad que te hace sudar como un pollo.

Hay una edad en el que la mujer tiene calor siempre. Da igual si los cristales se impregnan de vaho o se congelan las gotas del rocío mañanero. Y esa fantástica estación propicia para las vacaciones estivales te acogota a medida que se instala en el calendario. Ves los anuncios y acude a tu mente el monotema... ¿pero es que esta gente no se achicharra igual que yo? ¡Tongo...! El lemon sin... o una cerveza con... no son pócimas milagrosas, que el año pasado lo probé y el tema va en aumento.

Así que me refugio en un punto estratégico de la mesa del comedor donde el aire acondicionado recuerda a Siberia ...Los ciudadanos y el jefe huyen del radio de acción donde se sienten los efectos del frío. Dicen algo así como "hoy corre una brisa fantástica". ¿Qué brisa? Están enfermos. Y resulta que no... Igual la enferma soy yo.

Los efectos colaterales se etiquetan con el vocablo "insomnio". No sabes qué postura adoptar... y al final te levantas de la cama cuando aún no ha amanecido. Un día, vale... dos, pues bueno... Cuando llevas ya unas semanas el careto te delata y cae la pregunta tópica: "¿Tú cuando duermes?". Dormir... Algo que parece tan normal, a ciertas edades se convierte en una pesadilla... o en una obsesión. La respuesta: "cuando puedo".

Ahora mismo, si he de ser sincera, escribiría con mayúsculas (lo hago): NO ME SIENTA BIEN EL VERANO. Durante el día arrastro los pies, la falta de sueño hace mella e, inevitablemente, el paisaje colorido... con ese maravilloso contraste de azul y verde y las tonalidades de las flores de temporada... los capto en gamas de gris. Y no soy daltónica. El pelo se me pega al cráneo y no me he zambullido en la playa y/o piscina.

Intentaré ir actualizando el blog y pasarme por los del barrio que no han cerrado por vacaciones. Si no lo hago, perdonadme. La culpa la tienen las neuronas que sufren una transformación denominada fusión.

domingo, 10 de julio de 2011

Paréntesis. Va por ti...abuelica.


Dejo suspedido en el aire el post (2). Una prueba más de que no conocemos el guión del futuro. No puedo escribir sobre otra cosa. Mariapi, la Mater antisistema, antropológica, ontológica y ...lógica ha sido abuela. Lleva solo algo más de un día de experiencia y ya la ha sustantivizado : "Abuelidad"  No se puede dibujar algo que no se ha visto, que no se ha vivido. Incluso la fantasía está confeccionada con retazos de  realidad. No creamos; recreamos. Un duro por tus pensamientos, Mariapi.

No sé si atino... pero yo lo he imaginado así, Mater. Una llamada inesperada. El bebé llega antes de lo previsto. Se ha cansado de moverse en tan poco espacio... o igual es que quiere ver lo que su madre le cuenta mientras lo acaricia desde su barriguita de primeriza. Igual es que ha intuido que ahí afuera le espera esta gran familia y, como en la peli, él va a ser uno más y ya estaba cansado de perderse las celebraciones. Coges los mínimos indispensables... corres... el hospital cae hacia la derecha y giras el volante hacia la izquierda... No atinas porque se te agolpan todos los "trabajos" de los partos vividos en primera persona... sobre todo el del nacimiento de la hija que va a ser madre... Parece que fue ayer. Y no es ayer. Si tuvieras un patinete te deslizarías por el pasillo para llegar unos minutos antes a la habitación donde la han ingresado. Las entrañas -tanto tiempo sin notarlas- se despiertan del letargo y sin querer respiras al mismo ritmo que lo hace tu niña. Aunque no le ahorras nada, es instintivo. Ya se la llevan a la sala de partos y cada minuto es una eternidad. ¿Saldrá bien? Son instantes en los que la vida te coloca en una atalaya donde el horizonte da vértigo. Instantes en que tu hija será la artífice y la espectadora del milagro de la vida. Una nueva vida que a ti te ha regalado una forma nueva de amar. Esto no lo intuyo; lo sé. Se está gestando el milagro y rezas. Tantas cosas que pedirle a Dios que al final te abandonas... y cuando lo ves por primera vez, los ojos se multiplican porque no quieres dejar de mirarla ni de mirarlo.

Un bebé, un nuevo ser, una PERSONA ... Y sacas conclusiones al mismo tiempo que le pides permiso a la mamá para tenerlo en tu regazo, "sobre el pecho de la abuela hecho de canela"

Tal vez en algún momento  creíste oportuno retirarte para que los jóvenes padres disfrutaran de su intimidad... Y entonces te has pellizcado y en la soledad del baño de este "nido" improvisado... quizá has llorado. A-B-U-E-L-A. Como tú has dicho, (siempre dando en el clavo...), "no es maternidad duplicada, es reflejo aumentado".

Cuando leía el Evangelio de este domingo, La parábola del Sembrador, me he detenido aquí: "Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta". Empiezan a abonar... y sembrarán después como han aprendido. ¡Qué buena cosecha, Mater!

Va por ti, abuelica...

viernes, 8 de julio de 2011

El mejor amigo...(1)


En la entrada Sin Título y a propósito de un comentario me quedé con una incógnita sin resolver.  ¿El mejor amigo de uno es uno mismo? El argumento de quien así lo contempla (un beso, MO) se refería a esas confidencias que empiezan y acaban en la misma persona. No van más lejos del lugar de donde salieron. Y "con venir de mí mismo no puedo venir más lejos", como escribió Lope.

Si no te importa, MO, lo saco de tu contexto y lo extiendo a otros aspectos. La necesidad de comunicar. Está tan manoseado el término que suena a tópico. Igual es porque desde pequeños hemos tenido que empollar cada año los elementos de la comunicación y te quedabas rumiando en el examen: "me falta uno... ¿cuál me dejo? Emisor, receptor, mensaje, canal... " Con los años te das cuenta de que una parte importante de tu vida son esos receptores con los que sintonizas porque hablas el mismo código, porque sus contextos son afines. Tus mensajes son recibidos y descodificados sin apenas esfuerzo tanto cuando eres emisor como en el momento casi inmediato en la que te conviertes en receptor.  

Lo que a veces se denomina "química" podría definirse como la armonía de todos los factores que intervienen en el acto comunicativo. Lo sabes cuando tienes esa sensación  de confort que te hace caer en la cuenta de que "tú y yo nos entendemos". Y todos los músculos del alma se relajan.  Conectar no tiene relación con la voluntad. Sucede. Pasa. Y quizá más adelante lo puedes racionalizar y descubres los motivos.

El "encuentro" es el mejor obsequio. Un hombre que se regala a sí mismo con acuso de recibo. Cartas a vuelta de correo. Lo de menos es el color del sobre y su tamaño. 


miércoles, 6 de julio de 2011

365 días



"nasciturus" de 13 semanas
 Con el "bombazo" de la SGAE puede haber pasado de puntillas la fecha de ayer, 5 de julio: 365 días conviviendo con la nueva ley del aborto.

Parece una broma de mal gusto emplear el término convivir. El aborto es lo más parecido a "desvivir", deshacer vidas que se etiquetan con el vocablo nasciturus... ("[el que] ha de nacer", participio de futuro en latín), término jurídico que designa al ser humano desde que es concebido hasta su nacimiento. El que ha de nacer con un aborto no nace.  Se han lanzado cifras... números de no nacidos. La muerte reducida a la estadística.

¿En qué trocito de cielo se acuna a los que pudieron ser bebés y no lo han sido? ¿Quién alarga el brazo para mecerlos? ¿Qué voz  les canta todas la nanas que no han oído?

Hoy quiero dejar un espacio en el blog para que lloren como si hubiesen sido alumbrados; para que se escuche el corazón que retratan las ecografías ... pum-pum, pum-pum...; para que quien quiera pueda rezar un responso en memoria de los que no tienen nombre...

Allí, en los algodones pintados, los "nasciturus" que no han visto nunca la luz duermen y quizá velan por el valor absoluto de la vida.


domingo, 3 de julio de 2011

Sin título.


Está el patio de mi casa bastante particular y con poca inspiración. Pensaba que quizá de tanto bombardeo de noticias de última hora. A veces no sé si prefiero una buena borrasca, una tromba de agua y que escampe...  que el chirimiri que no cesa y empapa y no te da tiempo a secarte que vuelve a gotear. Como vivo donde vivo, no tengo impermeable.

Iba a regar esta mañana y ha amanecido como si tuviera que llover. Ahora el sol ya quema. Tendré que posponerlo para la noche. También quizá deba posponer las noticias para poder colarlas por el chino. Bien chafadas hasta que suelten el agua sucia ... El día que algún ciudadano me diga "mamá, hablas sola", no filtraré. De momento todavía se aguanta sin desbordarse.

¿Alguna vez habéis pensado por qué hablan solos los que hablan solos? Estoy aún perfilando la teoría. Apunta en dos direcciones: a una cabeza llena de asuntos que hay que verbalizar para no perder el hilo o a otra que no sabe cómo ni con quién desahogarlos. O las dos cosas a la vez. O ninguna de las dos, que igual me ha fallado la puntería...

Tontada de post...

Aprovecho para desearos Feliz Domingo y colgar este vídeo. Un buen spot para los tiempos que corren (no... no voy a decir "con la que está cayendo"... )

viernes, 1 de julio de 2011

Hambre y sed (2)

Son pocas las peticiones que me hacen... En el anterior post me llegó una de la Gran Fetuccina, La Bella Ragazza. "Sí, capitán, mi capitán". No sé si sabré interpretar la sugerencia... Ya me dirás.

El "habitual" del organismo autonómico al que me refería en la anterior entrada... es un señor de ROSTRO AFABLE. Y he caído de cuatro patas en la misma piedra con la que tropiezan los medios de comunicación: resaltar lo que es noticia por ser la excepción que confirma la regla; lo que es noticia por no ser una buena noticia. Se quedan por el camino, sin que nadie los inmortalice con una instantánea, la buena gente, el buen hacer... el esfuerzo por no volcar en el trabajo las cuitas personales o el estreñimiento matutino. A pocos les sale de natural... La mayoría realizan una abstracción mental para dejar aparcadas las preocupaciones y hacer bien su trabajo. El del señor de ROSTRO AFABLE, el que da el numerito para la cola, a primera vista parece poco relevante. A primera vista...

Me gusta la frase de Mario Conde: "No somos ni siquiera nuestros actos; somos nuestra conducta". Los actos pueden ser puro mimetismo. La conducta tiene raíces: voluntad por ser... que se manifiesta en mirar en lugar de ver, escuchar en lugar de oír...

Ilustrativa la viñeta de Quino:
Mafaldas y Susanitas. Si nos da por ser Mafalda... somos intensos, cósmicos... Si el tiempo te convierte en Susanita... hay callo. Tal vez sea una división maniquea: buenos y malos. No es eso o, al menos, no lo pretendía. A Mafalda a veces le pasa lo que advierte Rabindranath Tagore: "si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas". Y sí hay estrellas. Y el que llora las puede ver. Basta con coger un kleenex y secarse las lágrimas.

De Tagore me quedo con esta sentencia que completa la anterior. Se aproxima bastante a lo que distingue al señor de "cara afable" del "bienvestido":

"Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría"