Quería haber escrito el lunes y decidí reposarlo. Ayer el reposo fue forzoso; me quedé sin ordenador.
Por estas fechas toca papeleo. Si sabes el orden, mejor. Te ahorras el "vuelva usted mañana". Además de Impuestos, Rentas y etcéteras, los padres de familia numerosa con hijos mayores de 21 años debemos acreditar que siguen bajo nuestro techo y están estudiando. Es conveniente pasarse por el padrón... no vaya a ser que figuremos en ciudades distintas o domicilios distintos si la tal familia se ha movido un poco. ¡El jefe todavía en Ceuta...! Y un par de hijos en nuestra anterior vivienda... No es nada fácil tener todo en regla y actualizado.
Este trámite pasa por pasar la mañana en "Benestar social" hasta que te toca el turno. La estancia de "burocracias" es relativamente pequeña. Está comunicada con otra sala más espaciosa donde se lee: "Discapacitados". También ellos recalan en la primera zona de espera. Hay más vidas de las que creemos que penden de un papel.
Llegar a "Benestar social" obliga a una primera cola para coger número. El lunes no estaba el habitual de rostro afable. El papelito lo entregaba un señor de mediana edad, bien vestido, que preguntaba primero "a santo de qué tengo que soportar tu presencia" (traducción libre pero muy aproximada). Bufidos mientras indicaba a una anciana minusválida cómo debía rellenar un formulario... expresión airada si el interlocutor ¡el muy emigrante! no entendía cuál era la sala de espera que le correspondía... Y llegó mi turno; A-41.
-"¡¡¡Los mataría!!!" - me dice.
¿Debería haberme callado, como si fuera sorda, como si al no incluirme en sus sueños "asesinos" me tuviera que sentir halagada?
-¡Pooor favooor! ¡Que son enfermos...! Tenga paciencia, por Dios... Si para rellenar estos papeles se necesita el asesoramiento de un jurista... ¿No se da cuenta?
Me respondió con una sonrisa forzada.
A las personas habituales de "Benestar social" no les apetece pasearse por la Avda. de Andorra y salir a hacer fotocopias de certificados médicos, de defunción, de minusvalías acreditadas después de pasar por la "checa" del CRAM... Los usuarios de Benestar son los que menos "bien" están. Como Guillermo, el A-42, que pide a gritos que le retiren la pensión de 380 euros porque no le da para vivir y "¿¿¿alguien puede escucharme??? ¡¡¡que yo quiero trabajar!!!. No soy peligrosoooooo.... Lo juro... Hace años que no hago daño a nadieeeeeeee". O como el chico de la gorra, que está en la calle porque su madre llamó a la policía en pleno brote maníaco y después de su ingreso en Pera Mata no permite que vuelva a casa. Me lo contaron a la salida. Mi papeleo intrascendente fue bastante más largo que el de ellos... Resulta que somos FM de categoría especial y yo en la luna... (Gràcies, Carme!). Me los encontré sentados en las escaleras del edificio colindante. Charlamos un buen rato. Algún conocido se giró varias veces al verme con "semejante" compañía. Caigo que se habla poco de nuestros "semejantes". Mis "semejantes" Gabriel y el chico bipolar de la gorra se me antojam mucho más cercanos que ese conocido, hijo de tal y cual... Diseñamos estrategias entre los tres. Desde el Pera Mata podían hablar con la madre ... Gabriel podría volver a pasar por el CRAM...
"¿Eres médico?" ¡Qué va, Gabriel...! Lo único que nos distingue es algo muy gordo. Mucho. Tuve hambre y sed... Y me saciaron. Y me dieron de beber. Como a ti. Pero cuando empecé a preguntar, a querer saber... me dieron un LIBRO. Y luego otro y otro... Y he tenido la fortuna de poder apilar libros que me han abierto caminos desconocidos y he podido adentrarme en ellos.
El hambre y la sed no solo son de pan...
*Me despedí del "bienvestido": "¿Mejor? Hala pues... Mañana una tilita."