viernes, 27 de febrero de 2009

Un olvido imperdonable

Os he buscado un vídeo para todos... algunos me habéis dado pistas.

Pero me he olvidado de Meadow. Y aquí me pongo nostálgica. Compartimos el entusiasmo por una serie. Hace tantos años... Ella sigue siendo pastoril y sigue soñando con una "Little House of a Prairie".
Meadow. El tiempo no se detiene. Pasa inexorablemente. Y verás cómo no pasa en balde ni es negativo. El tiempo actualiza todas nuestras potencias. Sin tiempo no hay mejora.
¿Te lo demuestro? Difruta un rato...


Otra vez... Coca-Cola

Hacía tiempo que no me emocionaba con un anuncio. Dedicado, con especial cariño, a mi hija María.




Añado después de los comentarios. Ahí va, Ana





Y el tuyo, Driver. El que has propuesto no se puede insertar, pero supongo que éste sirve.



Máster, para ti... "Bailar pegados" ...No. Te parece cursi. A ver ésta







Y a ti, ¿qué te pongo, Pepa? (????¿¿¿¿) Ya está.

jueves, 26 de febrero de 2009

A propósito de Meadow


No os había hablado de ella. Meadow y yo somos amigas casi desde que nacimos, con la casualidad (¿o no?) de que ella también es del 18 de enero de 1961. Nuestras vidas son como afluentes ... de cuando en cuando se re-unen y nos pegamos una panzada de hablar, de intercambiar puntos de vista. A veces discutimos porque ella es más aventurera, se atreve... se lanza. Dice que nunca hay vacío. Utópica, pero feliz.


Su último descubrimiento es el movmiento Slow. No tiene ni remedio ni término medio. Cósmica. Su idea la expande y contamina todos sus pensamientos. Y luego me escribe y los mails surcan el Océano que nos separa. Estos días ha estado en Tarragona. Le he agradecido la visita. Estaba pocha. Es este estómago que no acaba de ponerse en su sitio.


Hoy cumplo la promesa que le he hecho y transcribo la fotocopia que me dejó en la mesilla de noche. "Créetelo", me ha dicho. "Te falta ese punto para arrancar; no me seas conformista. ¿Desde cuándo Sunsi se cruza de brazos y las ve venir sin arremangarse?" OK ,Meadow.



"A finales de 2002, Maurice Holt, profesor emérito de educación en la Universidad de Colorado, en Denver, publicó un manifiesto en el que pedía un movimiento de alcance mundial por una "Slow Schooling" [escolarizción lenta]. Como tantos otros, se ha inspirado en Slow Food. En opinión de Holt, volcar sobre los niños información con la mayor rapidez posible es tan nutritivo como engullir un Big Mac. Es mucho mejor estudiar a un ritmo más lento, tomarse tiempo para explorar los temas más a fondo, establecer relaciones, aprender a pensar y no a aprobar exámenes. SI COMER CON LENTITUD EXCITA EL PALADAR, EL APRENDIZAJE LENTO PUEDE ENSANCHAR Y VIGORIZAR LA MENTE.


Holt escribe:

"De golpe, la noción de escuela lenta destruye la idea de que la escolaridad consiste en almacenar apretadamente, poner a prueba y uniformar la experiencia.


El enfoque lento de la alimentación permite el descubrimiento, el desarrollo de la pericia. En los festivales de alimentación lenta aparecen platos y nuevos ingredientes.


De la misma manera, las escuelas lentas posibilitan la invención y la respuesta al cambio cultural, mientras que las escuelas rápidas se limitan a servir siempre las mismas hamburguesas".


Holt y quienes lo apoyan no son extremistas. No quieren que los niños aprendan menos o que se pasen la jornada escolar haciendo el tonto. El trabajo a conciencia tiene lugar en la escuela lenta, pero, en vez de estar obsesionados por los exámenes, los objetivos y los horarios, se proporciona a los niños la libertad de enamorarse del aprendizaje."
(Elogio a la lentitud, Carl Honoré)


La fotocopia de Meadow es demasiado larga para arrojarla en un solo post. La retomaré otro día. No es una cápsula. Hay que desgranarla y asimilarla a fuego lento.

Su lectura, precisamente hoy, me ha resultado reconfortante. A veces los árboles no me dejan ver el bosque... y el bosque no me permite ver el mar hasta que se funde con el horizonte.


Gracias, Meadow. He de reconocer que esta vez has dado en el clavo. Necesitaba una visión más esponjada, más abierta... para seguir creyendo en la posibilidad de que esta nueva generación tal vez tiene otras alternativas.



miércoles, 25 de febrero de 2009

Otro 25 de febrero... contigo.




¡FELICIDADES, JESÚS! ...Gracias. De nada... Por todo... por ayer, por hoy, por mañana. Por tanta vida vivida contigo... Por tus 48 tan bien cumplidos.

¿Bailamos?...

martes, 24 de febrero de 2009

Pepa Inquilina...

escribe enviando música. Gracias hedbana excavadora. Lo cuelgo. No lo he podido evitar. Arrebatador...



Stand By Me Song Around The World from Concord Music Group on Vimeo.

Mensaje adjunto del mail de Pepa:

"Por una vez la globalización sirve para algo bonito...
Parece ser que unos tipos han recorrido el mundo grabando a músicos callejeros diferentes versiones de la misma canción: Stand by me, aquella maravillosa canción que cantara Ben E. King y que el sólo oírla pone los pelos de punta. Una de las canciones que según la oyes apetece bailarla con tu costilla. Con lo que grabaron han hecho un "megamix", en el que han fundido parte de lo que grabó cada uno. Y el resultado es precioso. Hay aquí músicos de Santa Mónica, California; de Nueva Orleáns, de Ámsterdam; un grupo de percusionistas indios americanos de Nuevo México; un violonchelista ruso; un saxo italiano, un coro de mujeres sudafricanas. y más gente de Barcelona, Caracas, Congo y Río de Janeiro. " (Lucía)

lunes, 23 de febrero de 2009

La buena educación


Mireia, que es como una biblioteca ambulante, me prestó Bien educados, de Salvador Cardús. No me da la vida para leer todo lo que me presta... y a veces me salto capítulos y voy a lo que me interesa.


El colofón de este libro me parece digno de reflexión.


"Creo que la impaciencia, junto con la prisa que ésta suele comportar, la desmesura y la invasión del espacio que ocupan los demás así como el derroche de recursos -no exclusivamente materiales- son las tres principales cartas de visita de la mala educación".


"¡¡¡Es un maleducad@!!!! ¿Cuántas veces hemos hecho este comentario, con furia contenida o incontenida? Y si te paras a pensar, dices ¿qué será lo que transforma a una persona en una impresentable, borde y demás?, ¿qué tiene fulano o mengana que echa para atrás y como más lejos mejor?


No está nada mal cómo concreta Cardús.


La impaciencia. Comenta el autor que consiste en una mala combinación entre la persona y el tiempo. El impaciente no tiene sosiego para aprender, para establecer relaciones humanas consistentes y es incapaz de pararse para diseñar un futuro propio. Hasta ahí, lo que le suceda al impaciente revierte en él mismo. Pero obviamente el impaciente vive en sociedad. Llega siempre acelerado y rompe el clima armonioso de los que han llegado temprano. Porque otro problema del impaciente es que aquello del "vísteme despacio que llevo prisa" no... no le encaja, precisamente porque con las prisas siempre olvidamos algo y hay que echar marcha atrás. Y sus prisas acaparan la atención y generan malestar... y corriente de aire.


La desmesura y el exceso. En este caso es el espacio, en su sentido más amplio, el que no se lleva bien con la persona o, mejor dicho, la persona no sabe bien cómo o qué espacio ocupa. Desmesura, como concreta Cardús, "en el espacio físico, sí, pero también en el uso de la palabra, en la exhibición de la propia imagen, e incluso e una autoestima desbordada". Desde luego, sentirse el centro del universo o el ombligo del mundo no es falta de educación. Lo es sus conseciencias que saltan al ruedo con el excesivo exceso. Aquello que nos lleva a ser el muerto en el entierro, el niño en el bautizo, la novia en la boda... sumándole esa simpatía hueca que cansa a los diez minutos y ese optimismo "de pose" con empatía cero. Es esa jovilidad a toda costa y porque sí que te hace saltar de la silla al leer lo que escribió Chesterton al respecto: "Si alguna vez asesino a alguien, será a un optimista".

Esa mala educación se traduce en expresiones ( disculpen los caballeros) "Ay, chica, es que te lo montas mal" ... "Pues a mí, de cine... me da tiempo a todo... es cuestión de organizarse"... Y toda la retahíla que te hace sentir un gusano inútil y aplastado.


El derroche. Cuando el descontrol se traslada al entorno "va acompañado del maltrato de los bienes físicos" . Añadiría y el uso de estos bienes según nuestro antojo. Pienso en escenas tan cotidianas tipo el que se adueña del mando de la tele y cambia sin pedir opinión... o el que tiene frío y sube la calefacción sin darse cuenta de que el prójimo suda como un pollo... o al revés... cuando el calor aprieta y pone el aire acondicionado a tope a pesar de que el compañero ha ido a buscar un abrigo una bufanda y un gorro... Yo quiero ver... yo tengo frío o calor y los demás... A propósito ¿es que existen "los demás"? .


Quizá es éste el tema. Yo soy yo y mis circunstancias ( una frase de Ortega con mil aplicaciones) en las que se incluyen los que conviven conmigo: mi familia, los compañeros de trabajo, los vecinos. Si me sitúo en el tiempo, con el ritmo que no hace perder el compás al personal; en el espacio, sin avasallar con mis maneras ni mis discursos atronadores; en los bienes de los que disponemos, sin adueñarme de ellos, sin privatizarlos... salen como por arte de magia tres virtudes básicas que apunta Salvador Cardús: paciencia, templanza y sobriedad.
Mucho tema para sacarle punta.


sábado, 21 de febrero de 2009

Ana y Driver, segundo tándem con título: "Elogio a la tortilla"


No, no nos hemos vuelto majaras. A veces, la cosas suceden cuando menos lo esperas... y en esta casa la "culpa" casi siempre la suele tener el bueno de Driver.


Pelaba patatas mientras pensaba en un fundamento filosófico para contestar a Máster ( no, si al final la culpa va a ser tuya, amiga del Boalo). Se me ha escapado cuando lo he escrito, me refiero a que pelaba patatas mientras filosofaba para mis adentros. Y Driver, que si desde luego cómo se puede hacer un tortilla tomista o aristotélica. Y Ana, convencida de que la esencia de la tortilla es casi filosofía pura. Vale la pena tener un blog aunque sólo sea por estos ratos tan divertidos que pasamos .


Los he retado ... Soy ingenua. Claro que lo han hecho. Y en un pis-pas.


Estos son los relatos de Ana y Driver, respectivamente. Para que luego digan que los hombres y la mujeres somos iguales.



MI MUNDO ENTERO, POR UNA TORTILLA.


"A eso de las cuatro de la tarde, con el sol entrando a raudales por la ventana de la cocina, empezaba el momento mágico. Así era. Así es hoy en el recuerdo.


La casa toda permanece en recogimiento. El silencio de la siesta lo cubre todo. Es hora también de lectura para el que no duerma, y de tejer. Eran las cosas que podías hacer a las cuatro de la tarde para no romper el silencio de lo que comienza con aroma de eternidad; hora de siesta, hora de lectura… hora de punto… y de fondo el ruido leve de un plato, los pasos de mamá en la cocina, casi podías sentir el ruido al rasgar las patatas, saber que estaba ahí, con su silencio.


Recuerdo siempre a mi madre en la cocina, con el sol de la tarde a su mismo ladito, allí, en el silencio de su presencia. Me gustaba asomar entonces por la cocina, sin la intención de hacer nada más que ver su figura ligeramente encorvada sobre la trébede de la cocina, pelando patatas, cortando patatas… tiene unas manos preciosas. Su silencio era de eternidad. Estaba ausente, y sus manos delgadas, seguían el ritmo de las cosas que se hacen siempre con infinito cariño. Y yo me preguntaba en qué lugar de su vida descansaría su mirada, en qué lugar de su infancia, en qué momento se había parado su silencio. Yo pensaba entonces en mi abuela Ana, la imaginaba.Luego volvía a mi libro, o a mi madeja de punto… y me encantaba sentir el batir de huevos.

Era como un tamborileo en toda la casa, como un eco corto, vibrante. Para entonces el olor a tortilla lo cubría todo. Y de repente te dabas cuenta del silencio. La presencia de mi madre siempre ha sido de silencio: sólo en instantes muy fugaces, si estabas atenta, podías captar que su presencia es de infancia, de ruido de infancia. A veces creí ver toda su niñez en su mirada, justo en ese momento de la tarde en que ella elegía para hacer la tortilla, no sé si era la tarde, el silencio, el sol o las patatas, pero sé que era entonces cuando mi madre volvía a ser hija.

Luego… allí quedaba la tortilla esperando la hora de la cena, plantada en la cocina, amarilla como un sol, redondota. La cena estaba preparada. Le eternidad se había hecho tortilla.Cada vez que preparo una tortilla, no puedo evitar el recuerdo de mi madre, de todo su silencio, de toda su alma de infancia. Y soy consciente de que llegará un día en que daré todo mi mundo… todo lo que tengo… por una de aquellas tortillas… por verla esperar en mi cocina, la hora de la cena."


(Ana)


TORTILLAS DE NUESTROS PADRES.


Nos había tocado la china. Demasiado jóvenes para morir. Pero era seis de junio y los que estaban allí eran los hijos de nuestros padres. Con un miedo atroz.
...

Las órdenes eran claras. Tomar la playa a toda costa. Decían que la libertad del mundo dependía de nosotros.
...
La lancha de desembarco era un ataud flotante. Sólo le faltaba que se abriera la trampilla grande.Y justo eso fue lo siguiente que pasó. Nos ametrallaron. Y los aliados caíamos muertos. Sobre la playa.
...

Me acurruqué entre unas protecciones metálicas, completamente paralizado por el pánico.No puedo describir lo que me rodeaba.Después de más de cincuenta años sigo sin poder describirlo.La guerra es un sinsentido.
...
Corrí, disparé, vomité. Todo a la vez.
...
Después de cinco horas de batalla, perdí el oído. Y la cabeza. Un zumbido profundo se apoderó de mi alma. Mi inocencia se quedó rota en una duna. Corrí detrás del sargento e hice lo que me mandó. Más por instinto de supervivencia que por fidelidad castrense.
...

Cuando atardeció estábamos donde teníamos que estar. Y llegó el momento del descanso.
...

Yo estaba vivo. La intendencia nos repartió tortilla y agua. El rancho me recordó que tenía una familia. El nudo en el estómago, mi inocencia perdida. La bandera, las historias de la libertad.
...

Pero lo cierto es que no llegué a probar ese rancho. Porque al atardecer, busqué una trinchera y exploté a llorar.


Como un animal perdido."


(Driver)





Un inciso

El Diario de Sevilla ha publicado un artículo acertadísimo: "Educación en tiempos de cólera", de Juan Antonio González Romano. Aquí tenéis el enlace por si queréis votar. Yo ya lo he hecho.

http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/356367/educacion/tiempos/colera.html#opi

viernes, 20 de febrero de 2009

¿Un viejo artículo?


Terminaba la última página del El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl y, casi simultáneamente, se proyectaba “Mar adentro”. Un film y un libro con dos historias basadas en el límite del abismo humano. El del tetrapléjico, paralizado de cuello para abajo, postrado en la cama junto a dos ventanucos; y el del prisionero de Auschwitz, trabajando bajo cero con los pies desnudos y llagados, ignorando si aquél sería su último día...

¿Coincidencias?. Muchas. Todas las que significan Enfermedad y Tribulación. ¿Diferencias? Más. Sampedro, sin esperar ya nada de la vida; Frankl, dispuesto a dar lo que la vida espera todavía de él. Sampedro, con la obsesión por morir; Frankl, con la decisión de seguir viviendo. El marinero, con el sentimiento de la dignidad perdida, prisionero de su cuerpo; el psiquiatra judío, empeñado en seguir siendo útil, en seguir sirviendo a los demás con lo único que le queda: el sufrimiento.


La vida les lanza a los dos el mismo palo: Ramón Sampedro sujeta una punta y Viktor Frankl agarra el otro extremo. El misterioso “palo” del Dolor. O tiene sentido o no lo tiene. O dignifica al hombre o lo transforma en un guiñapo. Dos posturas antagónicas que parten de dos formas de mirar el horizonte de la existencia. Mar adentro... o buscamos la orilla a pesar de la marea o nos hundimos. Ya no se trata de valentía, de capacidad para resistir . Hay que bucear mucho más para entender dos rutas tan distintas. Frankl recoge en su libro una frase de Nietzsche más que elocuente: “Quien tiene un por qué para vivir puede soportar casi siempre cualquier cómo”. La dignidad queda al descubierto cuando se despoja al ser humano de todo asidero. Así, desnudo incluso de lo necesario, aunque el cuerpo no responda, sigue siendo digno de ser.


“¿Qué es en realidad, el hombre?”, se pregunta Viktor Frankl. “Es el ser que siempre decide lo que es. Es ese ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración”. Sampedro, tras 29 años leyendo, escribiendo para conseguir que el Estado le permitiera suicidarse, acabó con su vida el 12 de enero de 1998. Frankl murió un año antes, en 1997. En el campo, lo que lo mantuvo en pie fue el objetivo de otra liberación: salvar a los prisioneros de la desesperación. No sobrevivieron los más sanos...Salieron adelante los que descubrieron una meta, una intencionalidad en su vida. Sólo superaron la ignominia que los abocaban a la muerte o al suicidio, los que encontraron la razón por la que seguir viviendo.


“Su pregunta - la de mis camaradas- era : `¿Sobreviviremos a este campo? Pues sino, este sufrimiento no tiene sentido’. La pregunta que yo me planteaba era algo distinta: `¿Tienen todo este sufrimiento, estas muertes en torno mío, algún sentido? Porque si no, la supervivencia no tiene sentido, pues la vida cuyo significado depende de una casualidad –ya se sobreviva o se escape de ella- en último término no merece ser vivida” . Frankl salió de Auschwitz, pero no lo hizo de vacío. Elaboró a partir de sus experiencias la tercera escuela vienesa de psicoterapia: la Logoterapia.


En su caso, el cómo le empujó a buscar el porqué.

jueves, 19 de febrero de 2009

Paula.


Mireia L. me ha pasado esta carta. Tras su lectura una no sabe si es una mala noticia o buena. Supongo que según se mire y quien lo mire. Un coma nunca es un hecho fesivo ni agradable ni fácil de llevar. Por eso me han llamado la atención y -¿por qué no?- me han enternecido las palabras de Juan Antonio explicando qué supone para ellos Paula, la vida de Paula. También me ha sorprendido el tono respetuoso con el que trata el tema desde un inicio. Y, sobre todo, el cariño incondicional por una hija, esté como esté. Porque Paula, de eso no hay duda, sigue viva.


"La noticia y la polémica desatada en Italia, con la enfermedad de la joven Eluana Englaro, me ha inducido a escribirle estas líneas. Adelato que es sólo la opinión de un padre. No pretende polemizar ni menos dogmatizar sobre un tema delicado (quizá de conciencia), y respeto todas las decisiones familiares posibles. Tampoco quiero parangonar el caso de nuestra hija con ningún otro: ni todos los comas son iguales ni siquiera todas las gripes.


El coma de nuestra hija proviene de una enfermedad eminentemente social, una anorexia, que comenzó a los 15 años (5 años peregrinando por distintas clínicas) y que desembocó en tragedia. Lleva así 17 años; hoy ya tiene 37. No ve, no habla y se mantiene con una sonda nasal. Ha conservado parte de sus sentidos: oye música, la tranquiliza y le gusta. Huele el tomillo y la mejorana, que yo traigo del monte, y deshecha los olores fuertes , como la piel de mandarina. Tiene tacto y le gusta que la besemos, que juntemos nuestras caras con la suya y se establezca un flujo de calorcito; que rasquemos con suavidad su cabeza y peinemos su brillante pelo castaño. Le gusta oír nuestras voces a su alrededor, y vuelve sus brillantes ojos negros hacia las mismas. No le gusta sentirse sola. Eso lo sabemos seguro; pero no sabemos más, ni tampoco los neurólogos.


Nuestra economía nos ha permitido hasta ahora cuidarla en casa, sobre todo con la ayuda de su hermana, que la adora. Hace unos meses iniciamos expediente para acogernos a la Ley de Dependencia, hasta ahora sin resultados.


Le hacemos gimnasia, la sentamos en una silla de ruedas, la sacamos para que tome aire cuando el tiempo es bueno. Pero el caso de Eluana Englaro nos ha conmovido.


Nuestra familia jamás le quitaría la sonda a Paula y sólo de pensarlo se nos ponen los pelos de punta. No estoy hablando de religión ni de conciencia; estoy hablando de AMOR. Nuestra hija es la reina de la casa; la queremos con delirio, le cantamos villancicos en Navidad y le damos unas gotitas de champán. Este año un puñado de nieve recién recogida, para que siena frío en sus manos. Hemos tenido que prescindir de muchas cosas, pero ya no queremos recuperarlas, y menos a costa de nuestra "chiquilla". Nos ha enseñado a ser felices con menos.


Con mi respeto para todos"


Juan Antonio T.M.
Aquí os dejo un enlace. Estamos colgando en Sus manos. Y estas manos no nos sueltan ... jamás caemos en el vacío.



miércoles, 18 de febrero de 2009

La huelga


Estoy... pocha. Y llevo dos días reposando después de comer. Así que he tragado ratos de tele. Realmente la caja tonta. Porque te atonta. Igual sale una tontuna de post. Me refiero a deshilvanado, poco estructurado... En cualquier caso, disculpadme.


Hoy, fecha histórica. Los jueces de huelga. Y encima mezclado con la cacería de Bermejo con el súpermegajuez Garzón. Al final, Sus Señorías no han sido tan "responsables" como hubiera querido el Ministro. No está nada mal la cifra. Según las asociaciones convocantes la han secundado 2 200. Un poder del Estado en huelga. No me parece bien, aunque estoy de acuerdo con lo que reivindican. En este caso no creo que sea legítimo y tampoco está claro que sea legal.


Dicho esto... voy a la tele, que ha repasado unos cuantos despachos y salas de vistas. Los papeles llegan al techo, cubren los radiadores... y , como no hay más espacio, en el suelo. Literalmente desbordado todo y todos ellos. Asfixiante.


Los jueces trabajan a destajo. Por supuesto, cuando teóricamente termina la "jornada", empieza su jornada ... la suya personal. Es cuando el juez está solo frente al papel y debe fundamentar y dictar sentencia. Una tras otra. Hay que llevar el juzgado al día. Tarea de titanes. Por ello, la semana es de siete días laborables. Muy, pero que muy hartos tienen que estar para haber tomado una decisión sin precedentes. Tal vez la sociedad ha cargado sobre ellos las tintas ignorando en qué consiste su trabajo. Tal vez el ejecutivo no es consciente de que el buen funcionamiento de la democracia tiene tres patas... no dos y media... ¡tres!. La tercera pata es todos y cada uno de los jueces. A la vista está que ni el ejecutivo ni el legislativo caen en que esta tercera pata trabaja en inferioridad de condiciones respecto a las dos primeras. Inferioridad en todos los sentidos. También en el salario. El juez es un ser humano cuya labor está al servicio del ciudadano impartiendo justicia... No inventa las leyes: su tarea es que se cumplan, les guste o no la ley de turno. Tremenda responsabilidad.


Pero no, no me parece bien que que hayan reivindicado como lo han hecho. En eso sí tiene razón Bermejo, aunque el tal Bermejo me parezca un imprudente con su afición a la caza con determinadas compañías. No ha sido una acción responsable. Creo...




lunes, 16 de febrero de 2009

Los "Miguel"



No quería dejar pasar el día sin un recuerdo a Marta del Castillo. Marta, que no aparece, que no la encuentran, que no puede ser enterrada y su familia no puede dar el paso al duelo, necesario duelo.




Los creyentes hemos orado por ella, por su familia... y por el asesino y sus colaboradores. Incido en el asesino porque, probablemente, es el que más lo necesita. Si su declaración es cierta, tremendo panorama el de un chaval que es capaz de semejante brutalidad.




Es de suponer que se pedirá un recrudecimiento de las penas. Un asesinato u homicidio cercano al trsiste caso de Mari Luz. Su padre sigue en la brecha. Intuyo un movimiento que se expande y penetra en la sociedad. Hay miedo. No es para menos.




En estos momentos pienso en los "Miguel"... al margen de los sentimientos adversos que puedan producir. "Este chico no me gusta para mi hija", comentó un día el padre de Marta. No puso un pie en su casa... su madre no lo permitió. Habló con ella. Le expuso sus razones ... "No era por los pearcings. Era por él. ". Marta salió con Miguel un mes, sólo un mes. Lo dejó ella... porque era posesivo, celoso... o quizá encajó definitivamente las piezas y alguna resonancia de lo que habló con sus padres funcionó como un resorte.




Marta tenía unos padres, unos padres que ejercían de padres. No sé mucho más. Sólo sé que Miguel no. Huérfano de madre y un padre que los abandonó.




Unos padres que ejercen de padres hacen eso: preguntan, dialogan, exponen sus dudas, ayudan a razonar... se preocupan y se ocupan de sus hijos. Y también, si se da el caso, son capaces de poner a un hijo de patitas en la calle... incluso acudir al Juzgado de Menores para denunciar si una determinada actuación, aunque sea la de un hijo, llega a un extremo que merece denuncia. Eso es preocuparse y ocuparse.




Los "Miguel" se han hecho en la calle, dando tumbos hasta que meten la pata hasta el asesinato u homicidio. No se trata sólo... únicamente... de recrudecer las penas.




¿Y si dehilvanamos la madeja hasta llegar al punto de partida?.El caso de Marta parece ser ya la gota que colma el vaso. La visceralidad es lógica, es humana. Pero también pienso que tire la primera piedra el que no sienta una punzada en el centro de la conciencia. La de veces que nos lavamos las manos. Y la de veces que se puede prevenir y se mira hacia otro lado.




Completamente de acuerdo con Javier Urra. Esta es una guerra de valores. De quien tiene el deber moral de transmitirlos y de los que deben suplir cuando hay ausencias básicas. Lo demás... parches... tiritas...

Marta, descansa en paz.



sábado, 14 de febrero de 2009

San Valentín... una excusa para bailar.

Bueno. Aquí estoy para colgar lo que habéis pedido. Driver siempre con sus ideas geniales.

Empiezo contigo, el de la idea...




Y también ésta... la de tus 15 años.







Anita... ¿vuelve a tener pulso la vida? Para ti.



Máster...ahí va Ancora.



... y Lía




A ver si acierto, Pepa.



No me lo ha pedido, pero ésta va para Modestino. Gentileza de esta casa para el jurisconsulto.



Y este clásico para Jesús, mi marido. Con todo mi cariño.



Y la que colgué ayer...



Si pedís más, sigo colgando.

Que nos vaya bonito... a TODOS


jueves, 12 de febrero de 2009

Ana y Driver, un tándem perfecto.


Había pensado explicar una experiencia cercana el día mundial del enfermo, que coincide con la festividad de la Virgen de Lourdes. Llego tarde. Me estoy tomando en serio algunas conclusiones que saco del libro Elogio a la lentitud ... incluso canto a menudo aquello de la Mari de Chambao "que no vale la pena andar por andar"... y correr... menos todavía.

Y resulta que Máster ha desgranado en cuatro post muy completos el enfermo desde el punto de vista del cuidador. Y la gente se ha volcado con los comentarios. Me quedo con el de Ana y Driver... Con el de Ana porque da en el clavo... es cuidadora de profesión; con el de Driver porque es de Driver y, no sé si ha sido casualidad, toca de una forma delicada, respetuosa y real la figura de un enfermo mental.


“La enfermería, ciencia del cuidado, es un arte, y si se pretende que sea arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o escultor, pero… ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del Espíritu de Dios?(...)La enfermería es una de las Bellas Artes, casi diría, la más bella de las Artes”

Florence Nigthingale


"La enfermería es la Ciencia del Cuidado. Y de cuidados estábamos hablando...Hoy que es el día mundial del enfermo, no he podido evitar hacer un homenaje a todas aquellas personas que participan del arte de cuidar, profesionales o no. Esas personas que permanecen al pie del cañón, esos cuidadores principales ante los que la propia ciencia se quita el sombrero, que son incombustibles. Y a todas aquellas enfermeras que trabajan con tesón, conocimiento y que tienen en su bagaje profesional la maleta de la compasión.


Sí, Máster, yo apelo a la compasión por el otro, que sea la compasión por el otro la que nos mueva a ser los mejores en el arte de cuidar, pues ese otro que me conmueve no es yo, y sin embargo, sí es una parte de esencial de lo que yo soy.


Cuidar conlleva siempre la compasión, pero no es una compasión noña, sino esa otra que sabe que nada de lo que le suceda a la humanidad le puede ser ajeno.


Cuidar es poner en juego conocimientos, corazón, fortaleza, humanidad, exige una importante implicación de lo que cada cuidador sabe, siente, percibe, comprende y ama.


Cuidar es "ponerse a ser" todo lo que somos para que alguien pueda agarrarse a la esperanza.


Ante el cuidado nada de lo que somos queda ajeno. En el cuidado que ponemos va siempre implícito quienes somos. Y siempre, desde la compasión... desde ese sentimiento de tristeza que nos asola cuando vemos la mirada doliente del otro.


Sin los cuidadores la palabra enfermo sería totalmente aterradora. Gracias a ellos la palabra enfermo cuelga íntimamente de la palabra esperanza. Y en ese cuidar que muchas veces parte de la compasión, nos quedamos colgados hasta encontrar la sonrisa de la esperanza.


Es sencillo." (Ana)


No creo que deba añadir ningún comentario, Ana. He resaltado en negrita lo que a mí me ha llegado más adentro.


Colgada de la esperanza... Así está una cuidadora que vive al día, como puede, lo mejor que sabe, para que su joven enfermo algún día pueda valerse por sí mismo. Que pueda hacer cosas tan sencillas como llevar unas llaves para entrar y salir de casa, controlar aquello que parece que es incontrolable y se va cronificando, actuar sin estrepitosos fracasos que no son suyos... son su enfermedad.


Ella cuida de un chaval que, además de otros transtornos más conocidos, se le ha diagnosticado desde su infancia un TOC (Transtorno Obsesivo Compulsivo). La "locura cuerda", la imposibilidad de dejar de hacer rituales complejísimos que enlentecen su vida y la convierten en un infierno privado. Cuando el TOC llama a la puerta lo primero que se instala en el cerebro son obsesiones que atemorizan de tal forma a la persona que debe liberarse con compulsiones o tics repetitivos, todos ellos absurdos. Lo peor es que el enfermo es consciente de que son estúpidos, pero no puede reprimirlos.


"Otra vez he perdido el bus". Se veía venir. Ha salido de casa y ha comprobado cuatro veces si la Play Station seguía en su sitio... si la puerta del baño está cerrada, si la barra de pan está en cara y no en cruz... si se ha llevado las gafas que tocan en jueves. Después ha rozado cuatro veces cuatro el pomo de la puerta ... cuatro veces cuatro el pie derecho ha jugado a entrar y salir del umbral... ha golpeado la baranda de las escaleras cuatro veces cada cuatro tramos... "He perdido el bus... otra vez". De nuevo llegará tarde a clase tras golpear cuatro veces la puerta y preguntar si puede entrar. De nuevo el profesor mirará el reloj y no se lo permitirá. Otra vez . Mañana se levantará antes. Tal vez así todo será distinto. Pero tal vez surja del escondite del cerebro una obsesión distinta que le obligue a recolocar con otra numeración los jerseys del armario o deberá contar el goteo de la ducha hasta cuatro veces cuatro antes de darle presión.


Atrapado por los miedos y encarcelado por los ritos, el TOCado es un enfermo que , además, suele ser inteligente, lo que eleva su grado de ansiedad y de sufrimiento. Se conume él y consume al que tiene más cerca, que suele ser quien le ayuda a hacerle la vida más ágil... más fácil. Sin el cuidador muchas veces no llegaría nunca a ninguna parte. A veces el TOCado puede sumar más transtornos. La falta de serotonina es una de las causas del bipolar. En una fase aguda de euforia el ingreso suele ser obligado. Y ahí, el joven enfermo, vivirá lo que jamás imaginó vivir. TOCado para siempre de experiencias que hubiera sido mejor que no presenciara.


Por si tenéis tiempo y ganas:






Y ésta, la de Driver, podría ser una historia con final feliz. Sólo se necesitaba que alguien descubriera que, en su dicapacidad, el enfermo tenía una capacidad asombrosa. Pero para descubrir hay que escuchar, hay que mirar con compasión, creer y estar colgado de la esperanza.


"Ayer estuve en una residencia de "discapacitados mentales" en Carabanchel, Madrid, por temas de obras.


Los cuidadores a plena máquina.


Algunos "enfermos" en una sala, fumando como condenados.


Me siento en la sala con mi carpeta y comienzo a dibujar las ventanas que había que cambiar.


Cuarenta y siete ventanas, cada una de su padre y de su madre.


Distintas medidas, diferentes sistemas de apertura.


Se me acerca un "enfermo",mira mis croquis y me señala un fallo en una ventana de la planta tercera en la fachada posterior, situada exactamente donde San Pedro dio las tres voces."Es diez centímetros más ancha".


Compruebo y rectifico.


Me dice la cuidadora que es lo primero que ha dicho el "enfermo" en dos meses.


Tiene una memoria y una visión espacial que paquélasprisas.


...


Me marcho.


Me lo encuentro en un banco, junto al aparcamiento.


Saco mi lápiz de grafito, tres hojas en blanco, se las doy y le digo.


"Dentro de una semana vuelvo;dibuja el edificio".


...


Me mira desde tres mil millas de distancia y me hace un gesto afirmativo.


Ya se oía el sonido de su cerebro trabajando.


...


Arranco el coche y me quedo pensando.


Tal vez un lápiz y una hoja en blanco resuelven más problemas de los que nos pensamos.


Quiero pensar que es así." (Driver)

Yo también.

(...)

Una sugerencia. Conste que ha empezado Driver. Una canción para bailar... el día de San Valentín. Se admiten más propuestas... mejor dicho, proponed, por favor.



miércoles, 11 de febrero de 2009

Un artículo de Alberto Tarifa. Eluana, descansa en paz.


Gracias por mojarte, Alberto. "Clar i català", aunque residas en Granada.


"No he podido seguir con atención el "caso Eluana", sólo ahora que la hemos dejado morir me vienen a la cabeza imágenes desasosegadoras e inquietantes reflexiones. La imagen del niño detenido por la policía al intentar llevar un vaso de agua a Terri Schiavo, la imagen de la niña tragada por el barro ante las cámaras de televisión, la imagen del niño desnutrido vigilado de cerca por el ave carroñera.


¿Qué nos pasa? ¿Por qué estamos dejando de luchar por la vida y, en cambio, nos adormecemos alucinados por el hedor de muerte, acurrucados a la sombra de la guadaña? Parece que hemos vuelto a la noche de los tiempos, cuando algunos pueblos abandonaban a sus enfermos a la vera de los caminos, por si pasaba alguien capaz de curarlos, o cuando Esparta arrojaba al vacío a los recién nacidos débiles o con taras. Estamos recuperando los moritorios, los cementerios de elefantes.


¿Vamos a abandonar a nuestros prójimos a su suerte? ¿Vamos a ser abandonados? Eluana es un ejemplo diáfano de la pendiente resbaladiza de la cultura de la muerte: no había manifestado voluntad de morir, no se hallaba en estado terminal, no requería sobreesfuerzo terapéutico alguno..., y la hemos dejado morir.Me pregunto si a partir de ahora vamos a dejar morir a la gente; me pregunto si desde hoy nadie acudirá a tratar de convencer al que amenaza con suicidarse desde una azotea para que no se tire; me pregunto si aguardaremos a que mueran los accidentados en carretera entre un amasijo de metal, para retirar luego chatarra y huesos como la misma basura, que sirva mientras tanto como advertencia para otros conductores; me pregunto si deberíamos haber dejado morir entre el cemento a los inquilinos de la Torres Gemelas sin intervenir, hubiéramos salvado la vida de muchos bomberos y policías. De hecho, nuestros esfuerzos por combatir el hambre y sus causas están penetrados de palabrería y desgana, mientras despilfarramos en pirámides faraónicas y circos máximos para memoria de nuestras excrecencias culturales y solazamientos, respectivamente.


Y puestos a abdicar de un derogado deber de socorro, ¿dónde ponemos el límite? Quizá no debamos ya enseñar a las nuevas generaciones, ni reinsertar a los presos, ni perseguir el delito, ni, ya puestos, pagar a Hacienda: total, si llegado el momento nos van a dejar morir, ¿qué importa todo lo demás?


La ruina de los edificios no llama la atención hasta que arroja a la calle los primeros pedazos de cornisa; pero para entonces puede tener corroídos todos los cimientos. Nuestra oronda civilización presenta una bella fachada, aun cuando las aguas fecales llevan tiempo royendo los pilares y han empezado a desprenderse no ya las cornisas sino los balcones."


martes, 10 de febrero de 2009

"Bajo presión" (2)


Bajo la presión escolar. A este punto quería llegar (disculpad el pareado...).

Creo que fue anteayer... una madre angustiada porque su hija había suspendido con un 0 pelotero un examen sorpresa... "Con lo que se esfuerza... pobrecita... ¿Cómo no avisan?" La niña es brillante. Me huelo que tal vez es su primer suspenso y a ella le sabe a frustración. No ha estado a la altura, no ha saltado bien la valla, no ha superado el obstáculo. Me dio lástima... más la madre que la hija. Como tengo confianza suficiente, le dije: "Me alegro". "Que sí, que me alegro del suspenso. Tal vez gracias a esto se dé cuenta de que es humana, de que no está programada para ser un diez-en-todo". Creo que le largué una conferencia improvisada sobre los expedientes con puntas. Los expedientes con puntas, con un 5 en matemáticas, un 6 en plástica, un ¿9? en lengua y literatura... por poner un ejemplo… son expedientes en los que se puede leer. Se puede intuir el interés o la capacidad o incluso el entusiasmo de un alumno por algo. Este alumno está vivo. El diez-en-todo y a base de clases particulares y de miedo al fracaso tiene forma de encefalograma plano. "¿Qué asignatura te gusta?" "No sé". Respuesta de estudiantes con media de sobresaliente o notable. No saben porque estudian para obtener un resultado a corto plazo: el examen. De acuerdo. Prueba superada. ¿Y después? Después la vida con todo su colorido, sus contrastes, sus bofetones, sus éxitos. Después la vida, con claroscuros. ¿Cuándo pensamos prepararlos para afrontarla?


Bajo presión porque si reduzco la presión mi hijo fracasará. Bajo presión porque si no cargo las tintas en los deberes de mis alumnos... no llegarán al nivel. Ahí. Los deberes. Ocho horas diarias en el colegio y, además, deberes para casa. ¿Tiene sentido? Carl Honoré se plantea "si tanto esfuerzo, exámenes y comparaciones tiene un efecto positivo; si hace que los niños crezcan más sanos e inteligentes o si las notas mejores hacen que los niveles escolares estén mejorando”. Decía Platón que la clave “es conseguir que quieran saber lo que tienen que saber”. “Aprobar exámenes no los prepara para el futuro” Ya no sirve este sistema. “Un modelo rígido, un currículo impuesto desde fuera, todo hay que cuantificarlo, las notas cuentan para todo, los niños deben dar las respuestas correctas”. Tampoco vivimos ya en el siglo XIX en el que se precisaba “mano de obra obediente y eficiente” ¿De dónde saldrán personas creativas, con cintura, imaginativas, que sepan improvisar, que tengan reflejos, que intuyan cómo se puede salir de un atolladero, que sean comprensivas con los errores de prójimo…? ¿De estas escuelas para niños diez? ¿De esas familias que sólo aprecian los resultados ¡ya!… ¡ahora!?

Casi es obligado hacer referencia al modelo finlandés. Siento repetirme porque ya lo había mencionado más de una vez en el antiguo blog.

“Pasan menos horas en el colegio que cualquiera otro sistema en el mundo, tienen menos deberes y otra forma de evaluar el aprendizaje, basada en la autoevaluación y los informes de los profesores, que son muy elaborados.
Fuera del colegio no existe la industria de las clases particulares, por tanto los chicos tienen más tiempo para relajarse y también para procesar lo que han aprendido en el aula. (…)
(…) lo más importante es crear niños y luego adultos con pasión por aprender, por descubrir…SERES HUMANOS COMPLETOS.

PDTA. Tal vez sí… me equivoqué de mundo, de pradera, de siglo… Pero con estos bueyes hemos de arar.

domingo, 8 de febrero de 2009

"Bajo presión" (1)

Es el título del nuevo libro que ha escrito Carl Honoré, el autor de Elogio a la lentitud. Todavía no lo he comprado, pero he leído un extensa entrevista que es el mejor reclamo.
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La entevista... la he engullido. Y después la he leído. Pensaba... Dios mío, ¿se habrá colado este señor en mis pensamientos? ¿Tendrá el don de la empatía? Una de mis hijas, que está en plan "a mamá se le va la olla" (no ofende, os lo aseguro...pasa que es de ciencias...¡pobre!) me miraba con socarronería. Son estas miradas de adolescente que significan "te estás emocionando sola"... Sin ánimo de molestar...¿qué os emociona a las "cabezas cuadradas"? Es una incógnita que aún no he resuelto.
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A lo que iba. Honoré habla de la presión de los niños y puntualiza: "sobre todo en las clases sociales adineradas, la niñez se ha transformado en una carrera contra reloj, y la paternidad ha pasado a ser un cruce de desarrollo de un producto y deporte competitivo; eso implica una presión aplastante y sofocante. Es algo que parte de la cultura del consumo y de que tenemos muchos recursos financieros para invertir en nuestros pocos hijos que queremos convertir en niños alfa".
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Y me sorprende la expresión "nuestros pocos hijos", que no es mi caso y, tal vez por eso, las mil y una actividades programadas en una apretada agenda de niño no son posibles ni por infraestructura - no soy taxista- ni por recursos económicos. El tema de los pocos hijos tiene varias lecturas, varias causas, interprtaciones...
Carl Honoré, sin perder el enfoque educativo, a la pregunta "¿Qué pasa?", responde:
"Que cuantos menos hijos se tienen, más preciosos son y más se rechazan los riesgos; que los apretados programas que todos llevamos nos mantienen separados: cuanto más tiempo pasan juntos las familias, más fácil les resulta a los padres confiar en la capacidad de sus hijos de enfrentar riesgos".
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"Cuanto más tiempo pasan las familias juntas...". Es tan obvio que no precisa explicación. El roce, además de cariño, conlleva conocimiento mutuo, convivencia en la que todos nos manifestamos como somos, diálogo con el que expresamos nuestras alegrías y nuestros temores. Pero para eso hace falta ESO: pasar tiempo juntos. Si no, se substituye la vida natural, rica en matices, en la que se desarrollan las habilidades, las emociones, los conocimientos, los intereses de cada unos de los miembros de la familia ... por un sistema milimetrado, similar al de un ejecutivo, en el que han cabido muchas actividades pero el hogar no se abre hasta la noche.
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No queremos que se equivoquen, les queremos ahorrar cualquier obstáculo que remotamente comporte un mínimo de fracaso... Lo queremos todo atado y bien atado. Se ha llegado a extremos delirantes en los que algunos padres prohiben a los críos salidas en bici por si los frenos se estropean... prohiben excursiones por temor a una caída o "los siguen en coche para asegurarse de que el pequeño está bien"... Honoré comenta que en una escuela de Massachussets se prohibió el "corre que te pillo" porque suponía un riesgo para la salud y en escuelas de Canadá y Suecia ya no se juega con bolas de nieve "por cuestiones de seguridad".
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Al niño del siglo XXI se le cría en cautividad (..) se le encierra en espacios interiores y se les traslada de un sitio a otro en el asiento trasero de un coche".
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¿Habrá un punto medio?, le preguntan. Y casi cierro los ojos para no leer lo inevitable. "En nuestra cultura parece que sólo hay dos caminos: o nuestro hijo va a la mejor universidad, toca el piano y es seleccionado para el mejor club de deporte, o es un desgraciado. Es una filosofía que afecta a todo, el cuerpo tiene que ser perfecto, las vacaciones, los dientes..., es una presión feroz"
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¿Quién se desmarca? ¿Quién se rebela? Quien lo ha intentado conoce lo que significa - la expresión es muy catalana- "hacer piña". Pero también sabe que le tildarán de "incauto", "irresponsable" y demás lindezas de este estilo.
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Dejo para el próximo post el tema del sistema educativo. No tiene desperdicio.


Probablemente... lo que nos salga del pie.


Sin comentarios... o los que queráis. Me lo envía mi hermano. Una forma como otra de desdramatizar y , ya puestos, podríamos pintar en los buses tantas cosas. La imaginación al poder.
¿Qué escribirías tú?

sábado, 7 de febrero de 2009

Un artículo de Carlos Goñi.

Carlos Goñi es filósofo, fundamentalmente filósofo. Se dedica a la docencia. Suerte tienen tus alumnos, Carlos. Añado que es especialista en educación y que, en un tándem con Pilar Guembe -su mujer... psicóloga- ha escrito libros muy interesantes sobre la adolescencia... He tenido la suerte de asistir a una de sus conferencias, también un tándem Carlos/Pilar. Ideas claras, mensajes precisos. Daría para un artículo hablar de ellos.
Esta vez se trata de un artículo publicado en el periódico "El Segre" (Lleida) el 6 de enero. La nariz filosófica de Carlos examina ese fenómeno del bus ateo. Muy bueno. Gracias por enviármelo.
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El bus ateo
Durante quince días (del 5 al 18 de enero) dos autobuses de Barcelona llevarán publicidad ateísta. Con el lema: “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida”, los anunciantes quieren contrarrestar, según afirman, las proclamas religiosas que condenan “la buena vida”.
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La campaña ya se llevó a cabo en Londres (“There’s probably no God. Now stop worrying and enjoy your life”), pero desconocemos su resultado. No se ha dicho si aumentó el número de personas que dejó de preocuparse y se puso a disfrutar de la vida, y si Dios dejó de existir tras la cruzada publicitaria. De cualquier forma, no creo que un tal slogan lleve ni a una cosa ni a la otra.
A lo que a mí me ha llevado es a pensar: la primera parte del mensaje, en la existencia de Dios; la segunda, en la forma de vivir la vida.
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“Probablemente Dios no existe”. No sé si los publicistas han caído en la cuenta de que si es probable que Dios no exista lo es también que exista. En fin, que están poniendo sobre el tapete, mejor, sobre el lateral de un autobús, un tema lógico y metafísico de primer orden (lo cual, como filósofo, agradezco).
No sé si en la época de Blaise Pascal (1623-1662) había carros con este tipo de anuncios, lo que sí es cierto es que el pensador y matemático francés creó una prueba para demostrar la existencia de Dios basada justamente en la probabilidad. Se trata de su célebre “argumento de la apuesta” (Pensamientos, 233).
Según Pascal todos tenemos que hacer una apuesta sobre la probabilidad de la existencia de Dios. Querámoslo o no, lo hagamos de manera consciente o inconsciente, de forma explícita o implícita, todos jugamos y nos la jugamos en esa apuesta. Podemos apostar cara –y vivir como si Dios existiera–; o cruz –dando la espalda a Dios, como propone el anuncio–. Llegado el día en que se ponen las cartas boca arriba (el día de nuestra muerte), hacemos balance de pérdidas y ganancias: si habíamos apostado cara y ganamos, lo ganamos todo –la felicidad eterna–, pero si perdemos, no perdemos nada. Si habíamos apostado cruz y ganamos, no ganamos nada, pero si perdemos, lo perdemos todo –nada más y nada menos que la felicidad eterna–. Si probablemente Dios no existe –como se lee en los laterales de los dos autobuses–, nos enfrentaríamos en el futuro que a todos ha de llegar a no ganar nada o perderlo todo; si probablemente Dios existe, nos las tendremos con no perder nada o ganarlo todo. El ser humano no puede inhibirse y no apostar, debe hacerlo porque se trata de una apuesta en la que a uno le va la vida. La cuestión no es tanto si se ha jugado bien o no, sino que hay que tomarse muy en serio la apuesta. Quizá a eso nos está invitando esta sorprendente publicidad.

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“Deja de preocuparte y goza de la vida”. Suena a hedonismo barato. Parece decir: “No te preocupes por la crisis y sigue consumiendo”, “Deja que tus gobernantes se preocupen por cosas importantes y tú empapúzate a pan y circo”. El argumento es una falacia. Supone demostrado que no se puede gozar de la vida si uno se preocupa de cosas importantes como la existencia de Dios y entre líneas se lee que los creyentes no pueden disfrutar de la vida. Sin embargo, no es así, pues lo propio del ser humano es preocuparse por esas cosas, preguntarse por el sentido de la existencia, por el origen y fin de todo, lo que no quita gozar de la vida. Es más, justamente una vida que se sabe que no se acaba se goza con más intensidad que aquella que se considera definitiva. A muchos gladiadores romanos se les atragantaba la cena libera, la que tomaban antes del combate, justamente por pensar que era la última cena. Tener que disfrutar de algo porque se acaba irreversiblemente deja un regusto amargo, pesimista, que sólo se diluye con el desenfreno y la inconsciencia, como si se quisiera olvidar lo inevitable, como si se quisiera endulzar un veneno letal.
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La vida no se disfruta así, sino viviéndola con coherencia. Ni apostar cruz significa darse al rudo desenfreno, ni apostar cara, convertirse en un gazmoño retraído. ¿Has hecho tu apuesta?"


Carlos Goñi Zubieta
Filósofo y escritor

jueves, 5 de febrero de 2009

Para qué




"...no se deje engañar por las apariencias. ¿Sabe?, la gente vive muchos años, pero en realidad está verdaderamente viva sólo cuando consigue hacer aquello para lo que nació.(...)


Y usted, ¿ya ha hecho aquello para lo cual ha nacido?, me ha preguntado."


Fragemnto de "Esta historia".
Alessandro Baricco.



Lo escribe Ana en un comentario del post anterior. Muy propio de la finura de Ana es quedarse con estas citas. E , iremediablemente, a mí se me quedan rondando por las neuronas, bajan al corazón y laten hasta dar con alguna respuesta.

Le decía que me ha venido a la memoria el título del libro de Neruda que me regaló hace años mi amiga Miriam, "Para nacer he nacido". Un título sugerente. Sugiere porque se intuye que hay muchos nacimientos. Nos alumbramos muchas veces. Sólo uno te planta en el mundo y es un esfuerzo de nuestra madre y nuestro, no sé si a partes iguales porque no me acuerdo... .Los demás son partos continuos. Son partos sin epidural.

Aún recuerdo el día que se me ocurrió colgar un viejo artículo, "Atreverse a sufrir". La de tortas que me llevé. Pero es que es así... no hay parto sin dolor. Y no crecemos sin partos constantes en los que nos alumbramos para recorrer los tramos de la vida con un sentido, cada uno el suyo. Alumbrarse, estirarse o tirar de nosotros para arriba. Es muy respetable que haya personas que no quieran crecer o que no puedan porque lamen las heridas pasadas, que no quieran aplicar betadine al cordón umbilical. Pero no deja de ser triste. Renovarse o morir. Pues sí, Ana. Vivir y estar vivo parecen sinónimos... no obstante hay un matiz que impide usarlos indistintamente.

Miras en lugar de ver... estás vivo.
Te paras en lugar de transitar... estás vivo.
Escuchas para comprender... estás vivo.
Acudes en lugar quedarte sentado...estás vivo.
Alivias en lugar de sentenciar... estás vivo.


Estás vivo para seguir estando vivo hasta rozar con la punta de los dedos tu personal descubrimiento. Estoy vivo para... ¿Para qué? La pregunta del millón. Igual faltan unos cuantos partos más... duelen un poco... pero nos han enseñado a respirar...
Gracias, Ana








miércoles, 4 de febrero de 2009

Reflexiones de un fin de semana

Cuento con vuestra benevolencia. Porque a veces uno está en dique seco. No es que falten las palabras. Pasa que bullen sin orden ni concierto. En la cabeza, en el corazón ... incluso en las tripas. Es un dique seco aparente... porque si pudiéramos rebanar el cerebro saltarían como cuando se abre un cava que se ha agitado previamente.
...
Algunos sabéis que he estado unos días fuera de casa. Un distanciamiento necesario, muy parecido a lo que nos sucede cuando tenemos que alejar de la vista las letras para poder verlas mejor. Sumergidos en la vorágine diaria se nos escapan muchas cosas. El tiempo de silencio y de reflexión es mínimo y pasa como cuando una bolita pequeña de nieve, a medida que se desliza por la montaña, va engordando con el roce de la nieve sobre la nieve. Ni te acuerdas de la bolita. ¿Qué había dentro de la bolita?...
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Perpectiva... Para mí, necesaria. Descubrimientos que parece mentira... si lo había oído mil veces.
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Sosiego... para vaciar y llenar. Para sanear el agua estancada. A veces te das cuenta de que llevas mucho lastre ... pesa demasiado. Con el agobio diario ni te percatas de cómo se llama cada pieza que arrastras.
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Silencio... para que salgan fuera las resonancias internas que ahoga el ruido.
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Quietud... para poder pararse sin que nadie empuje por detrás, por delante, por arriba o por abajo. Pararse para reencontrarse. Tú ... desnudo de todo lo que te aprieta y a veces no te deja respirar.
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Tiempo... para afinar las notas de tu vida... para encontrar los acordes con los que bailar tu danza cotidiana... la tuya... muy distinta a las de las demás. Porque no hay nadie igual que tú.
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Con los años sabes que volverás a la vorágine del día a día, que todo está en el mismo sitio, que tu situación es la que es... tres días separado de donde estás ubicado no cambia nada, absolutamente nada. Y, a su vez, puede cambiarlo todo. Depende de las gafas. De cómo lo ves, de cómo lo enfocas. Y depende, fundamentalmente, de aceptarte como eres y de encontrar tu confianza donde no hay vértigo ni miedo a que te suelten.
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Reflexionaba sobre ello precisamente... la confianza. Confianza depositada en Quien te ama como eres ... si no, para rato te hubiera creado así. Así eres y así te quiere. Y saber que te quiere aunque hayas días, temporadas en que parece que todo te sale al revés es un alivo.
Más de una vez le he cantado a Dios esa parte de la letra de Baute : "Sabes que estoy colgando en Tus manos... así que no me dejes caer. (...) Sabes que estoy colgando en Tus manos ... (un leve cambio) cuídame".
...
Se me olvidaba deciros que también he colgado en Sus manos a los que entráis en esta casa y me hacéis pasar tan buenos ratos. ¡ Cuánto os lo agradezco!

martes, 3 de febrero de 2009

Driver Inquilino




Se llama de tantas formas que ya he perdido la cuenta. A mí me gusta Driver Inquilino, Socio literario. Buena gente que me ha dejado que le robara cuentos para algunos posts. Lo mejorcito de esta república independiente.




Palabra. Hombre de palabra; hombre con palabras; pluma empujada por la palabra; palabra recién alumbrada, recién nacida...; palabra fresca que se puede oler como huele el mar cuando azota la rocas; palabras con semilla, brotes de palabras o palabras recién cortadas en el punto preciso, cuando son más hermosas . Así recogidas son un ramo que alegra y refresca una estancia que parecía sombría.




El señor de las palabras que tantas veces busca la Palabra, la raíz que les da vida... cumple 48 años. Aquí, la que limpia la casa y la tenía un poco abandonada, hoy se pone frente al ordenador para felicitar al caballero que ha llenado de letras este blog. Son felicidades y agradecimiento.




Que cumplas todos los que tengas que cumplir... cada año con más solera, como el buen vino ... Driver Inquilino... Driver cuentacuentos ...




Muchas gracias por todo... y por haberme prestado una gaviota que me dejó volar con ella. Desde entonces pasa todos los días por mi ventana y nos damos una vuelta. Desde allí, desde arriba, un saludo especial para ti y para la peña.
(Pasa mi marido y Blanca... ahora Carlos ... y me dicen que te felicite de su parte)