viernes, 23 de diciembre de 2011

23 de diciembre


"No parece Navidad"... "¡Qué fiestas más... extrañas!" Estos días suenan estas frases. Más, mucho más que los villancicos.

¿No parece Navidad o es que en años anteriores todo se "parecía" demasiado a una celebración centrada en lo que luce, sabe, huele...? Pensaba que lo que hace que "parezca" Navidad tal vez solo se asocia al trasiego desenfrenado, a la posibilidad de adquirir sin mesura, incluso al corre que nos pilla el toro y aún falta mucho por rematar hasta el mínimo detalle. 

No... quizá no parece Navidad. Las riadas de compradores han disminuido; probablemente el menú de Nochebuena o del día 25 sea más austero; es posible que la carta a Los Reyes Magos no pase de unas líneas o ni siquiera eso...  Hay más silencio. El tiempo transcurre lento. Hay más oportunidades de no tener que pasar  frente al Belén casi de espaldas, con estrés, con prisas. Y uno dice... ¡va...! me siento un poco. Contemplo el "Misterio". En el Pesebre solo hay una mula, un buey y mucha paja... y polvo. Y a uno le sabe mal que a la Virgen y a San José no se les haya ahorrado nada. Ella ya sale de cuentas... el Niño pesa y el cansancio del viaje pasa factura. En esta posada ... a ver si en la del final del callejón... No hay ni un rincón resguardado para que María dé a luz. Y José sufre; seguro que está pasando uno de los tragos más duros de su vida. En la oscuridad de la noche hay pastores alrededor de una hoguera. Calientan pucheros mientras se turnan para no perder al rebaño... No es una noche cualquiera aunque ellos todavía no lo saben. Nosotros les llevamos ventaja; conocemos cómo empezó la Historia del Amor más grande... en la pobreza más absoluta, deliberadamente despojados de todo.

23 de diciembre. Ha oscurecido. Ya podemos colocar en esa cueva de corcho o de madera a la Virgen y  a San José. Es un lugar destinado a mulas y bueyes y hay que adecentarlo. Así pasan los Esposos las horas previas al Nacimiento del Niño Dios. Y el que lleva sentado un buen rato recuerda el anuncio del Ángel: "Paz en la Tierra y a los hombres de buena voluntad". Claro que es Navidad. Igual no lo parece... porque lo que parece Navidad estaba en la antípodas de su sentido real. Con menos muchas veces  entendemos más. Y suena más fuerte que nunca el verdadero mensaje:  "Os ha nacido un Salvador; el Mesías, el Señor". 

Y al que sigue sentado frente al Belén le gustaría ser el Tamborilero. 

Os deseo una Feliz y Santa Navidad a todos los que entráis en este blog, a menudo o esporádicamente... y a toda la humanidad. Falta nos hace este regalo de Esperanza.  

miércoles, 14 de diciembre de 2011

No... si... en el fondo...


Y yo mimando la orquídea...

martes, 13 de diciembre de 2011

Voladuras o vuelos


Hace años esta república era nido de pájaros. La "culpa-culpita" la tuvo el camionero, que siempre ha querido volar alto. Entonces solo comentaban Driver y Mariana (¿dónde estás, colometa?). El colega se empecinó en que, por un día, intentara ser ave. Y salió de corrido. Gracias por esos retos, camarada. 

Hoy, un día nublado... casi cerrando 2011, parece que se presta a rescatar un recuerdo de una noche de septiembre de 2008. El jefe... "La Gaviota";  yo... "un gorrión".

"Ave de paso…
Todos somos aves de paso.
Aves de paso por un tiempo que toca no apearse.
No toca reposar.
Tal vez repostar lo necesario para seguir volando.
Infancia...
Adolescencia…
El ave de paso encuentra otra ave de paso.
Probamos un vuelo conjunto, a medias.
Un vuelo conjunto, compartido.
Y el vuelo de dos diseña unas líneas que no son paralelas.
Una leve desviación reclama un vuelo más apretado.
Y unimos como una sola ave nuestro vuelo nocturno.
Tú gaviota.
Tus círculos envuelven mi vuelo sin fronteras.
….
Y un día encontramos una frontera y un nido.
"Ahora soy gorrión", te dije.
Un gorrión de alas cortas.
Un gorrión de sangre caliente.
"Mira tus polluelos", te dije.
Y fui gorrión de plumas cálidas para mis polluelos.

Mi gaviota sigue dando círculos al anochecer.
Es su danza de amor.
Es su agradecimiento por su nido, su gorrión y sus polluelos.

Ayer los gorriones crecieron.
Todos menos uno.
Mis alas de gorrión anciano llevaban lastre.
No te podían alcanzar.
Y te extendiste, majestuoso.
Tu danza, cada vez más cercana, barrió el polvo de los años.
Aligeró mis alas cansadas.
El último polluelo emprendía el vuelo.
Qué tarde.

Siempre hay tiempo para un último sueño.
Aunque las alas lleven rasguños como cicatrices.

Y mi gaviota me llevó en su ala derecha.
Y después en la izquierda.
Un vuelo más lento, más dulce.
Un vuelo de dos.
...
En poco tiempo me presentó el Cantábrico, furioso.
El Mediterráneo, de noches templadas y olas suaves.
El Atlántico, rudo y frío.
Y el cielo ancho y profundo.
Y el cobijo de las nubes para descansar.

Siempre queda mañana.
Y mañana, un día es hoy.
Siempre queda tiempo para volar.
Para bailar en el vuelo.
Un vuelo de amor.
...
Al final del trayecto,
ni una frontera,
ningún nido.
...
Gaviota y gorrión."
 (Sunsi 20 de septiembre de 2008)

domingo, 11 de diciembre de 2011

TOCados.


Cómo cuesta escribir cuando se decide que lo harás desde el centro neurálgico donde arranca tu día a día. Me estoy alejando del blog "agradable" porque no es con este adjetivo con el que puedo definir muchos tramos de la existencia. Con ello no afirmo que haya estado mintiendo, pero sí es cierto que solo he enseñado pedazos de verdades, a veces certezas, pensamientos sueltos... que bordeaban apenas lo que realmente es la maquinaria de mi vida ordinaria. Pedazos... Sumados no configuran la realidad.

En el anterior post di un paso. En este ... enseño la palma de la mano que se agarra a la mía. Una mano buena, la que me hace reír y llorar, la que echo de menos cuando se aleja y me tensa hasta agarrotarme cuando está a mi lado... desde hace 11 años. Ya no se trata de abrir una puerta. Hoy atravieso una luna de un cristal.

Solo la abundancia de cariño atenúa el dolor de los que sufren la cuarta enfermedad neurológica más discapacitante. Quería mostrar un vídeo que clava una aspecto que posiblemente es desconocido para muchos. La pequeña/gran diferencia es que algunos aún no pueden expresarse como la protagonista;  se sienten guiñapos, los más estúpidos de "este lugar llamado mundo". Vallejo- Nájera definió el TOC como la "locura cuerda". Bfffffff. Y dio en el clavo.

¡Feliz domingo!




... casi se me olvida colgar LA canción. Repito.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Volver, volver, volver...


Fotografía: Albert Porta
Todo está bien. Incluso luce el sol. Incluso hay silencio que solo interrumpe el pitido de la lavadora; avisa que ya está la colada. Mi lavadora pita... como la cafetera... Todo está bien pero los ojos del alma no pueden verlo. No... no digo no saben; digo no pueden. No es lo mismo. A saber se aprende. Pero en la esencia del no poder hay una ausencia volitiva.

Así, igual que las hojas caídas de un árbol, está salpicado el suelo de este lugar llamado mundo. No hacen ruido porque apenas hablan durante el día. La noche concede una leve tregua. La tristeza patológica es la única enfermedad que da un respiro con la ausencia de luz. Cuando el día se acaba, el dolor se atenúa. A los "depres" no se nos ha muerto nadie, no nos han dado un susto a traición... El derrumbe no sabe de colores, abundancia, buenas noticias... El tiempo se convierte en una masa oscura, densa, lenta... muy lenta. No fluye. Son trombos secuenciales con calendario fijo. "Este año quizá no... "Sí. Este año también."

Existe una sustancia; es un líquido vital para poder caminar, hacer una cama, hablar sin que se quiebre la voz, coger una sartén y batir un huevo, esbozar una sonrisa, leer más de dos líneas seguidas, escribir lo que estoy redactando.... Se evapora todos los otoños y las primaveras ... todos los años... Me parece que es la primera vez que lo escribo en primera persona. Esta vez he sido capaz y las palabras no se han atascado. Mi intención es que deje de ser intocable, innombrable... Un paso más.

"Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia."
(Gerardo Diego)


PD. Afortunadamente, nadie muere por depresión endógena o transtorno bipolar; pero, probablemente, estas enfermedades crónicas mueran el mismo día del adiós definitivo.



Hay gestos que son como un verano entero, regalado de golpe, con mar, arena y brisa. Cuando los recibes no vale decir que no era necesario. Solo cabe una palabra: "gracias". Ciudadana tecnitas... querida María...

viernes, 25 de noviembre de 2011

La cuestión del millón.


Como ya viene siendo habitual, el otoño no es precisamente una estación que se me dé bien. He llegado incluso a cerrar el blog temporalmente. La de 2011 bate todos los récords. Tanto criticar a Platón... con los argumentos aristotélicos en el bolsillo ... y ahora busco un papel para firmar sin duda alguna que hay épocas en las que el "cuerpo es la cárcel del alma". Pero ya me he ido haciendo a la idea y tampoco pasa nada porque uno publique cosillas aunque esté chof. A pesar de que  se note un poco, creo que incluso es una buena fórmula para ir tragando sin ahogarse. Escribo menos, más corto ... y no pierdo el contacto con vosotros, mis amigos de la bloguería. (fin del preámbulo;-)

Hoy leía una entrevista que hace tiempo le hicieron a Enrique Rojas. Me ha gustado esta afirmación y os la transcribo:

"Educar es convertir a alguien en persona, es seducir por encantamiento y ejemplaridad; educar es enseñarle al hombre lo que es la vida." 

Me chirría un poco el verbo convertir. Lo tonto del asunto es que sé por qué, aunque me resulta difícil explicar el matiz. ¿Quizá porque para convertir hay que manosear demasiado?, ¿porque la mano tal vez debería compaginar dos acciones paralelas ...  de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro...? Espero que no lo tome mal el Dr. Rojas, que luego lo arregla muy bien:

"La palabra educación tiene dos etimologías muy interesantes: educare, que en latín significa extraer o sacar fuera, y educere, de latín moderno, que significa acompañar." 

"Acompañar", que no comparte el mismo significado que - por ejemplo y con toda la intención-  dirigir, forzar, manejar...

Puede parecer una sutileza. Pienso que no lo es. Entre el primer vocablo  y los otros tres hay miles de millas que los distinguen y distancian:

-El respeto sagrado a un bien absoluto: la persona, el ser humano, imago Dei ... como lo define  Mariapi con tanto acierto.

-La Libertad ...  ¡por Dios!, Santa Rita-Rita, que  lo que se da no se quita. Por eso, no. ¿"Convertir"? La libertad del hombre es, junto a la vida, el regalo más precioso... tanto que sin ella nos amputan los brazos para abrazar, los labios para besar, las manos para agarrar, el corazón para AMAR.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Al bloguero más prolífico. ¡FELICIDADES!


No sé qué va a salir de esto, pero lo que sí sé es que después de tantos años entrando en su "casa" hoy no voy de vacío. Nunca le he dedicado un post de aniversario. Y se merece un "Tú sí que vales".

Unos preliminares para que averigüéis quién es el que cumple años... y no lo ha dicho. Estoy convencida de que su blog va a ser como una wikipedia con firma de  autor. Lectura... mucha lectura con especial hincapié en la novela negra; Cine y actores; Canciones para nostálgicos y Melodías que son hallazgos; Rincones con descripciones detalladas después de un viaje y Rincones que han desaparecido y se han quedado en su memoria;  ¡Fútbol!; Programas de una televisión en blanco y negro que dan ganas de retroceder en el tiempo; Necrológicas que, al menos, sabes quién es el que ha pasado a mejor vida; Personajes de actualidad donde la objetividad y las apreciaciones subjetivas andan equilibradas y Personas anónimas que rescata del anonimato; Pitanzas...;-))); Temas de actualidad tratados con una exquisita objetividad... Zaragoza, Tarraco y Huesca... Me dejo mucho. Es imposible recopilar las huellas de un bloguero que publica TODOS LOS DÍAS. Dejo para el final algunos posts que he leído varias veces y que él etiqueta con una construcción en gerundio: "Contemplando la vida". Las entradas en las que trata la libertad, el tufillo de la hipocresía y el encorsetamiento, la magnanimidad, la prudencia, la amabilidad, la sencillez... Hoy reconozco que los tengo copia-pegados y archivados.


Este post, amigo Modestino, es un pequeño regalo -muy pequeño- que no equilibra la balanza de los buenos momentos que he pasado cada vez que entro en tu Cajón de Sastre.Hoy huele a galletas. Casa muy bien con un buen "vi ranci" de Tarraco;-)


Buscaba una canción. Sé que no voy a ser nada original, pero es que quiero acertar. Y en lugar de una serán dos. Espero que las disfrutes y que celebres este nuevo cumpleaños con todo lo bueno que trae tener un año más. ¡Muchísimas felicidades, jurisconsulto!


...y la inevitable:





jueves, 17 de noviembre de 2011

DISCULPAS

He suprimido la última entrada...espesa y críptica. Gracias a los que habéis pasado y habéis intentado comentar. Perdón a todos.

martes, 15 de noviembre de 2011

"Para que no me (te) olvides..."


Dicen que una de las condiciones de la perseguida, ansiada... felicidad es tener mala memoria. No creo que pueda ser aplicable a todos los terrenos. En la vida personal, esta capacidad de olvidar agravios de ida y vuelta se asemeja a quien intenta subir a un ático y en el segundo piso se da cuenta de que hay ascensor.  ¿Para qué recordar fallos superados, dejaditas liftadas que nos produjeron moratones, momentos especialmente duros que calaron en el alma? Distancia y que corra el aire. Aunque de vez en cuando la brisa nos venga de cara y el pasado se levante como si fuera ayer sin que medie la voluntad. Este es un tema que no sé si sería capaz de abordar en una ventana tan pública... Algún día, tal vez...

Pero otro asunto bien distinto es la memoria histórica. Personalmente, no me da la gana olvidar cómo se nos ha mentido durante la casi ya pasada legislatura.  No... Porque quien olvida repite bache y vuelve a caer  con los puntos de la frente aún tiernos. Este vídeo corto no sé si provoca llanto o risa... o las dos cosas a la vez. Pero aquí lo dejo por si alguien le quiere echar un vistazo.






Pues eso... Supongo que no es necesario que añada nada...
Perdón. Sí añado. Además de la delicadeza literaria tan conocida y en la que nos recuerda que "la tierra no pertenece a nadie, salvo al viento", Zapatero se ha ido y nos obsequia con una guinda:
Con una pensión vitalicia y el sueldo de miembro del Consejo de Estado, cualquiera se dedicaría a supervisar nubes durante el día, estrellas por la noche... incluso echarle el ojo al pluviómetro...  Si tuviera un mínimo de decencia, si este país no fuera o fuese este país, debería comparecer ante los Tribunales de Justicia y "cantar"... y asumir sus responsabilidades...

También es de Don Ramón Gómez de la Serna esta frase:
"Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte."

O esta, que enmienda la plana a ese soplo de la naturaleza que parece que posee una tierra que, si acaso, es de quien la cultiva:
"Las espigas hacen cosquillas al viento"

Quién fuera gota de agua para evaporarse y sentarse en la punta de la nube y saltar de algodón en algodón  y dirigir la circulación de la brisa que amenaza con apropiarse de la tierra que pertenece al labrador...

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Y lo que queda ...?


Hoy es EL lunes. Si ahora estoy mosca, lo que me falta todavía hasta el cierre de la semana con la carta de ajuste. Y no va por Tomae, que no tiene ninguna culpa. Iba a emplear la muletilla "el pobre"... pero no, que de pobre no tiene nada y lo bien que lo pasa escribiendo estos posts tan surrealistas; en la república lloramos de risa... Al asunto, que me voy del tema.

Si soy yo la que exagero, ruego se me corrija. Desde el debate de la semana pasada entre los dos líderes de las formaciones políticas que pueden llevarse más gatos al agua (tampoco va por el programa de Intereconomía), el "aspirante" hace promesas; lo normal en estos casos. La más machacona es  la de crear empleo. No deja de ser una sana intención que supongo que va respaldada de unas medidas previstas. Digo supongo porque en política no existen los actos de fe. Me gustaría tanto creerlo... En un país que más del 20% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, escuchar esto es como para cantar "ojalá que llueva café en el campo" de noche y con velas.

Creo que un aspirante a la Presidencia del Gobierno  "puede prometer... y promete", como cualquiera que esté convencido de que hay cambios viables. Lo que no acabo de entender -por insidioso- , y si alguien lo entiende estoy abierta a cualquier explicación,  es un dedo acusador que acompaña sus frases con verbos en futuro simple del indicativo ... ni siquiera condicionales o con perífrasis verbales modales : "Usted subirá el IVA y no lo dice", "Usted bajará las prestaciones por desempleo y se lo calla", "Usted...". Hay una razón que me parece de perogrullo... y otra que implica un mínimo de ética:

- Si a alguien se le pueden pedir explicaciones es a quien ha lidiado el toro en el ruedo. Explicaciones porque en España, como en cualquier otro país democrático, el poder emana del pueblo; luego el pueblo puede y debe preguntar el porqué de las medidas adoptadas. Pero al torero que los ha visto desde la barrera... como mucho podemos imaginar que igual hubiera podido tener una buena tarde o podría haber sido embestido; no obstante, lo normal no es formar un juicio sobre fantasías o futuribles.

- En campaña electoral no todo vale. No vale decir que se ha hecho algo que justamente ha brillado por su ausencia. Tampoco vale la calumnia.  Y estas calumnias son de difícil reparación: de ellas se hacen eco los medios de comunicación, las redes sociales... Y "calumnia que algo queda", por desgracia, es cierto.

Es una campaña ... rara. Al cruce de acusaciones ya estamos acostumbrados. Pero a las acusaciones sobre "realidades" que no son reales ...  ¿Soy yo, que estoy susceptible, o hay alguien más que lo percibe así? 

Y quedan aún cinco días... A la espera de nuevas artimañas, os deseo un buen comienzo de semana.

Ayer me reí con este monólogo. No tiene ninguna relación con el tema del post.



lunes, 7 de noviembre de 2011

Una orquídea.


Los catalanes contamos las horas con un crono que empieza a moverse desde el mismo instante que algo empieza, se descubre,  se une, se aleja. Un año se destapa cuando comienza el primer segundo de su recorrido. Un día culmina a las 24h, pero se inicia en la hora uno. Cuesta al principio entender que "el debat serà a tres quarts de deu" ... a las 9'45h.

Con una orquídea y "un sorbito de champán", hoy celebramos que ha transcurrido un día del año 25.  Hoy nos hemos mirado y aún queda mucho de aquel par de flacuchos con cara de críos que nos dirigimos al altar; de aquel día 7 de noviembre que nos preguntaron si estábamos dispuestos a querernos siempre, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y la enfermedad, todos los días de nuestra vida. "Yo te acepto..." Y yo también. 

Hoy... tan canoso y hay que ver lo bien que te sienta el pelo blanco... te acepto un día más, otro año más... Hoy ... empezamos un viaje a lomos de la luna, una luna de miel improvisada y sin destino fijo; hoy, con bastante más carga que aquellos tiempos de comidas medio hechas o quemadas, paritorios, vicisitudes,  distancia, reencuentros, mucho estudio...  "yo te acepto" . Yo... te quiero.
Gracias por la sugerencia, Sarri.

No me resisto a colgar un spot. Al principio pensé que se trataba de una historia de amor... ¡y resulta que es un anuncio de Movistar!

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Desaprender...

para aprender?

Cuando crees que tienes el cupo lleno, sucede algo o escuchas a alguien o lees un texto revelador. Toda la estructura que creías tan bien cimentada tiembla y se caen algunos mitos, algunas rotundidades excesivamente redondas y perfectas.  No das por bueno o válido algunas certidumbres en las que te apoyabas pensando que eran de hierro forjado. Y eran de chicle.... Es posible que durante un tiempo cruces varios semáforos sin saber si están en rojo, verde o ámbar... Vas a ciegas, a tientas. Supongo que es el precio que hay que pagar para barrer los cascotes que se han derrumbado y los cristales de muchas ventanas por los que no se filtraba la luz.

Desaprender duele. Se parece a la poda. Produce el vértigo de no disponer de ramas largas para asirse. Desaparece la frondosidad y el cobijo que te proporcionaban las hojas. Pero desaprender te despoja de falsos ropajes y te invita a ver de nuevo y con nuevos ojos... si quieres o si te atreves a asomarte sin el prejuicio de que quizá vas a perder el equilibrio. ¡Ese miedo a las alturas...!

A veces hay que volver a la edad en la que se forja la personalidad y averiguar qué es tuyo y qué es prestado. Y calibrar  si lo prestado embadurna de tal modo que te complica la existencia. Empleo el verbo complicar deliberadamente, enfrentándolo con un familiar que comparte la misma raíz y que precisa el reflexivo: implicarse.

Desaprender para aprender. Nada que ver con la duda que lleva al escepticismo o el tsunami interior que arrastra los cimientos hasta abocarte a un nihilismo.

Desaprender "tics" asumidos que se adelantan para formular juicios sin disponer de todos los elementos... y aprender que solo Dios conoce el fondo y la intención del corazón humano.

Desaprender confusiones entre envoltorio y contenido para aprender a dar el justo valor a la persona, sin discriminación de ideologías, formas de expresión, y rutas para llegar a Dios.

Desaprender fronteras que dividen para aprender a aunar sin perder la propia identidad.

Desaprender corsés y posturas políticamente correctas que aíslan para aprender de nuevo la transparencia y la sencillez que te acerca a lo más precioso y perfecto de la creación: el hombre.

Y porque he tenido que desaprender... me importa mucho lo que aprenden mis ciudadanos y cómo lo aprenden. Y si es cuestión de prestar, me quedo con este estribillo: "Ama y haz lo que quieras"(San Agustín) 




miércoles, 2 de noviembre de 2011

Versos y preguntas


"A mí, en rigor, me han hecho como soy los que amé" (Luis Rosales)

Y aquí me he quedado, sin poder avanzar ni retroceder. Aquí me he quedado, mirando a un punto fijo e incierto... preguntándome cómo funciona esto de la dirección. Los que amé o los que me han amado. O los que amé y me han amado. Como si el amor pudiera solidificarse y envasarlo al vacío para estar un rato observándolo.

Yo, en rigor, no encuentro el rigor necesario para averiguar quiénes son exactamente los que  me han hecho. ¿Debería saberlo? ¿Es obligatorio conocer la respuesta?




sábado, 29 de octubre de 2011

Mientras...

No quiero dejar la pantalla vacía. Un trabajo urgente me impedirá escribir durante estos días de fiesta. Y he descubierto una canción. Parece mentira cuánto dicen algunas melodías de compositor con nombre propio.

Mientras, la dejo colgada. ¡Feliz puente de Todos los santos  a los que tienen la fortuna de disfrutarlo!


jueves, 27 de octubre de 2011

Jordi...


¿Os acordáis de Jordi, el hijo de una amiga del alma? Ha estado diez días en su casa, con su familia... Lleva ya más de tres años en la Comunidad Cenáculo. Está...¡tan bien! Con mucho bueno acumulado y empezando a trazar proyectos. Supongo que estos diez días le han sabido a poco. De nuevo en Medjugorje.

La tieta Ana, periodista de carrera y profesión, lo entrevistó en un periódico digital: http://www.teinteresa.es/ La cuelgo... Se me han caído las lágrimas leyendo las respuestas de este chaval-coraje.

"Jordi Llorens, (Tarragona, 25 años) se fumó el primer cigarrillo a las 12, tomó su primera copa a los 14 y a los 15 probó el primer porro. De los 18 a los 21 cae en la droga dura y llega a robar a sus hermanos para comprar cocaína y a vender droga a menores. Cuatro años después, su ilusión es trabajar “para poder formar una familia y que no le falte nada”.

Entre el principio de esta tortuosa vida y la esperanza del final está el Cenáculo, una comunidad fundada en 1983 en Saluzzo (Italia) por Sor Elvira Petrozzi “como respuesta de la ternura de Dios Padre, al grito de desesperación de muchos jóvenes cansados, desilusionados, desesperados, adictos a las drogas y personas en general que buscaban la alegría y el sentido verdadero de la vida”, según reza en su web (www.comunitacenacolo.it). Tiene 60 comunidades por todo el mundo y hace 7 meses llegaron por primera vez a España; han instalado el primer centro en Cataluña.


P.- ¿Te gustó el primer porro?

R: No, pero la curiosidad pudo más. Eso hizo que le perdiera el miedo, rompiera las barreras y fui a más. Pronto sobrepasé el límite que –ingenuamente- me auto impuse; cuando me ofrecieron una raya de coca mi primera reacción fue decir no pero duró sólo unos minutos…

P: Además de la curiosidad, ¿tenías algún otro motivo para consumir?

R: Tenía una gran falta de autoestima y sentía soledad, a pesar de ser el mayor de seis hermanos de una familia maravillosa. ¡Lo tenía todo! A los 18 años intenté acabar el bachillerato pero ya no pude. Mis padres me enfrentaron a mi problema pero yo lo negaba una y otra vez. Ahí me refugié en vida de noche, fiestas, discotecas…

P: ¿Cuál fue la etapa más dura?

R: De los 18 a los 21 años caí en la droga fuerte y todo lo que comporta: mentiras, doble vida y una doble personalidad. Sabía que me equivocaba pero podía más el placer que me daban.

P: ¿Cómo conseguías el dinero?

R: Llegué a robar a mis padres y a mis propios hermanos y eso es lo que me hizo sentir peor porque tenía que volver a mirarles a los ojos. Hice de camello, llegué a vender incluso a menores… Me volví frío, calculador y enterré mis sentimientos porque sólo tenía un objetivo: conseguir droga.

P: ¿Qué hicieron tus padres?

R: Me llevaron a una comunidad terapéutica de pago basada en la medicación, en tener un horario y hacer terapia hablando del problema; nos permitían además fumar tabaco. A los 4 meses de volver a casa recaí. Me llevaron a otro centro parecido al anterior y al regresar a casa tardé aún menos tiempo en recaer.

P: ¿No te sirvió para nada?

R: Para algo sí pues fue como un paso previo que me ayudó cuando entré meses más tarde en el Cenáculo; creo que en esos centros que estuve el problema de fondo se tapaba.

P: La sede del Cenáculo está en Italia y en España aún no había llegado, ¿cómo conociste esta comunidad?

R: Por una tía mía que estuvo en el centro que hay en Medjugorje (Bosnia-Herzegovina). Le impresionó mucho la luz en la mirada de los jóvenes y la alegría y serenidad con que contaban su vida. Al volver lo contó a mis padres y me llevaron al centro que tienen en Lourdes (Francia).

P: ¿Y te gustó?

R: ¡Duré 9 días! Me escapé y conseguí coger un tren hasta casa; no llevaba dinero, sólo el macuto a mi espalda.

P: ¿Por qué no aguantaste?

R: Cuando me dijeron que allí tenía que rezar, trabajar duramente y vivir y compartir todo en comunidad me dije, ¡esto no es para mi!, es imposible que esto me ayude a salir de la droga.

P: ¿Cómo fue el regreso a casa?

R: Estuve cuatro meses yendo cada vez a peor y llegué a tal límite que por primera vez pedí ayuda a mis padres. Les dije que si me quedaba un poco de conciencia, debía de regresar al Cenáculo pues de todos los sitios donde había estado, era en el único lugar donde podía realmente cambiar, aunque hubiera estado tan poco. Sabía que me esperaba una etapa muy dura pero que era lo justo porque veía un camino muy largo con frutos esperándome al final.

P: Cuando regresaste por segunda vez, ¿qué fue lo que más te costó? ¿rezar, trabajar en el huerto o con los animales…?

R: ¡No! Lo más duro fue tener un ángel custodio que la comunidad pone a todos los recién llegados. Es un joven como tú, que ha pasado por lo mismo y que te ayuda en los primeros meses. Fue horrible porque iba conmigo a todas partes, ¡hasta al baño! Cuando muchos meses después me tocó hacer de ángel, me dí cuenta de que era muy duro también para el custodio y no sólo para el custodiado.

P: ¿Vino a verte enseguida tu familia para darte ánimos?

R: No fue hasta el quinto mes de estar allí porque la Comunidad no lo permite antes. Cuando vi a mis padres y a mis hermanos quise regresar con ellos a casa, pero al mismo tiempo me dieron fuerza para seguir. Era la primera vez en mi vida que no me quería escapar; sabía que si lo hacía, no habría ya retroceso.

P: Después de Lourdes vino Saluzzo y ahora Medjugorje. Han pasado tres años desde que llegaste, ¿qué ha cambiado dentro de ti?

R: En Italia cortaba leña a menos 18 grados con nieve hasta la rodilla. Había días que no podía más. Ahí vi que tenía una fuerza que no era mía, que venía como de fuera; era Dios que me decía “vas bien”, mientras caminaba por la oscuridad. Empecé a confiar sin ver… Me equivocaba, caía en tentaciones, pero volvía a levantarme con constancia pidiendo perdón.

P: ¿Te estás curando por medio de la conversión a Dios?

R: Así es, además de trabajar la parte humana, estoy haciendo un camino de fe, de oración, de entrar dentro de mí y ver que el problema no es la droga en sí sino yo mismo. Y es Dios quien me da esa conciencia que me avisa del mal, que no había tenido antes.

P: ¿Es posible la curación sin Dios?

R: Creo que no porque sólo Él es amor y da un sentido a mi vida. Gracias a la oración, he encontrado a la persona auténtica que soy, me acepto y veo un futuro a través de las pequeñas cosas de la vida. Tengo la esperanza de una vida mejor.

P: ¿Y para el que no cree?

R: También porque descubren que todo lo que hacemos tiene sentido y los frutos no tardan en llegar.

P: ¿En qué sueñas?

R: En trabajar mucho cuando salga para recuperar el tiempo perdido y crearme un futuro para formar una familia y hacer feliz a mi futura mujer y a mis hijos. Sueño en ser feliz y en hacer felices a los que me rodean.

No añado nada... Lo estropearía.




martes, 25 de octubre de 2011

y simplificando.


No vale aquello que se dice: "Si volviera atrás no haría, no diría..." Es absurdo porque ya sabemos que el tiempo no recula. El crono nunca se detiene. Y aquí sí digo...AFORTUNADAMENTE. Desde la atalaya del número redondo, la perspectiva es mucho más diáfana. Desde arriba, las piezas encajan mucho mejor que cuando las teníamos pegadas a la nariz. Y precisamente esta claridad que nos ha costado un aprendizaje es la que a veces nos empuja a sentarnos en una suerte de cátedra dogmática... Y nos atrevemos a juzgar a los que todavía tienen que recorrer el camino que uno ya ha superado. Por las mismas que no podemos volver atrás, tampoco podemos adelantar el reloj biológico, anímico e intelectual de los que caminan por sendas que nos son muy familiares. "Pero si es muy sencillo... Yo hacía, yo decía... " Yo … ¡me callo! Porque yo tampoco veía tres en un burro y se fue abriendo el horizonte a medida que paseaba por la niebla.

La niebla... Se confundían los matorrales espinosos con el prado y con los desniveles de la tierra. Buscaba fórmulas para no tropezar y resulta que no existían. El aprendizaje no se encontraba transcrito en ningún manual. Así que solo podía recurrir a un cuaderno de bitácora en el que anotar lo que era bueno para mi objetivo personal y "nuestro" proyecto familiar.

Un día hice trampas y, con nocturnidad y alevosía, robé el cuaderno de quien pensé que era una chica 10. Y resulta que empecé a tachar... "Esto no porque mis facultades no coinciden con las suyas; esto tampoco... mi marido no tiene nada que ver con el señor del cuaderno, gracias a Dios... ; y los hijos son más pequeños o más mayores... el entorno difiere radicalmente del mío..." Finalmente concluyes que la chica 10 no existe... es un mito... O una carcasa que se basa fundamentalmente en una imagen que quiere venderse; como si lo más importante fuera la imagen que se proyecta, o ese escaparate tan atractivo, pero luego… luego entras en la tienda y concluyes que te han timado.

Hasta que no llegas a este punto, discurre un tiempo en el que pasas del deslumbramiento a tener como prioridad tu propia luz; aunque no deslumbra, cumple el papel fundamental: alumbra y da calor en distancias cortas.

Y en el tramo que nos ocupa, con ese número redondo que va acompañado de achaques y algunas cicatrices maquilladas, sabes que no tienes por qué demostrar nada... Vale con ser... Lo que vale es lo que su abundancia muestra (y el prefijo "de-" se evapora poco a poco). Piensas que no es tu problema lo que piensen quienes te rodean... El pensamiento es libre y los juicios también; basta centrar tu vida en lo que depende de ti: tus pensamientos, tus afectos en mayúscula y en minúscula, y la ecuanimidad benevolente de tus juicios. Eres consciente de que llegas hasta donde llegas... y lo que aporta la edad es la paz del que sabe que quien hace lo que puede no está obligado a más. Con un poco de suerte... -esto ya es más complicado- sabes evitar los futuribles y la angustia que conlleva pensar en futuro. Ya ha quedado más que demostrado que jamás hubieras ni soñado lo que te ha deparado la vida hasta la fecha. Por las mismas ¿para qué agitarse por situaciones que no sabes siquiera si llegarán? Esa experiencia de tragar agua y no ahogarse sigue siendo una realidad de rabiosa actualidad.

Y un regalo que no tiene precio es comprobar personalmente que la adolescencia se supera. A veces la edad te concede esta experiencia. Solo entonces sabes que es una etapa que no se perpetúa. Que de eso también se sale. Que el pulso no dura toda la vida. Y que las vidas a las que has dado vida tienen la suya propia. Te embobas ante el espectáculo de unos planteamientos tan de “ellos” que nadie te puede arrebatar la prueba fehaciente de que el ser humano es irrepetible.

… buscas un cobijo… compruebas que no eres observado… y como en Chapala, el alma puede hablar de tú con Dios.


"Ya tengo una edad ... que todo o nada..." ????!!!!















domingo, 23 de octubre de 2011

Desmitificando...


Buenos días de domingo. Digo buenos porque supongo que serán buenos. En Tarraco suele salir el sol el día del Señor.

Antes de recrearme en  bellas imágenes del post anterior, empecé a escribir... y borré.  Luego las colgué y hoy redacto lo que ya está un poco madurado. Tampoco  demasiado, no vaya a ser que se pudra la fruta en el árbol.

Los números redondos. Eso venía yo pensando desde hace días. Para ser exactos, desde el medio siglo de Marta "piesdescalzos". El post del jurisconsulto Modestino me ha ayudado a dar el paso definitivo.

Me cansan los mitos creados a golpe de "convenios" para atenuar la realidad. Como si en la vida caminásemos zigzagueando, alternando entre lo "estupendo" y la "desgracia", ambulando en un infinito maniqueísmo existencial.  Me sorprendí a mí misma diciéndole a Marta: "Ahora viene lo mejor..." Pues no. O depende... Los 50 caen. Y cuando caen, uno da gracias por seguir vivo, por todo lo que aún tienes oportunidad de proyectar.

No obstante... esta fecha tan redonda tiene su asunto. Bueno o malo, según se mire. Si el espejo aún no se había desprendido del vaho, desaparece definitivamente. Te guste o no, te devuelve una imagen más nítida. Aquello que creíste pasajero se perpetra. Percute y no entiendes qué hace instalado en tu organismo. Aquí que cada cuál añada su caso. El mío y ya creo que definitivo es el insomnio. Te preguntan "¿qué hay?"... y tal vez se te ocurra responder, cansado de tanto miramiento... "¿Te contesto la verdad o un topicazo?" Porque si contestas al interrogante, mejor le dices al presunto interesado por tu persona que se siente un rato... Y enseguida te das cuenta de que la pregunta era sincera o simplemente una frase que se emite por decir algo... , que tiene la misma dimensión que esas situaciones en las que se habla del tiempo.

Cuando traspasas esa barrera -año abajo, año arriba- la vitalidad mengua, tal vez también la memoria, un catarro se eterniza y si aparece una dolencia... ya te puedes ir haciendo a la idea que tocará visita al facultativo de por vida. Llevas años oyendo hablar de limitaciones... y ahora se presentan sin ropajes de seda fina. Las imaginabas  "perfumaditas de brea" y resulta que no tienen nada de bucólicas. Te das cuenta ya la primera vez que tropiezas y te caes con todo el equipo. Posiblemente a la tercera, cuando dicen que va la vencida, te paras a considerar seriamente que vas a tener que contar con ellas cada vez que hagas planes, cuando te embarques en una empresa ... Sabes bien que eso sí, pero de aquello...  va a tener que encargarse otro porque tú no llegas.

Si tienes hijos, resulta que ya han crecido y piensas que te pareces a ellos... Y el tema va al revés. Te descubres en sus idealismos, en sus proyectos, en su personalidad... y te dan ganas de explicarles que no dejen pasar el tiempo. Que a cierta edad la línea ascendente se para, tocas techo ... y si eres tozudo incluso es posible que te des un fuerte golpe en la frente y te deban aplicar puntos de sutura. Ellos se sorprenden de que seas tan lento para algunas cosas y tan rápido en algunas respuestas que precisan un recorrido que empieza en el corazón , se apea unos minutos en la mente e inmediatamente las verbalizas. "No estamos locos... sabemos lo que queremos". Cada vez menos cosas ... pocas pero claras. Y en ello sí sabes que te va la vida. Posiblemente es el momento en el que ya no aspiras arreglar el mundo -quien te recuerda "cósmico" se ha quedado en el Pleistoceno de tu evolución-  porque percibes que el mundo se distribuye a cachos y a ti te corresponde una porción más o menos pequeña.

Cuando empecé a tropezarme con mi segundo hijo, el que estudia cuando todos duermen... y me decía "buenas noches" y yo respondía con un "buenos días", se hizo evidente... claro como  la luz de una mañana nítida... que había llegado a ese estadio, que algunos prefieren no revelar,  con un número redondo colgado en el dorsal.  
Me falta explicar la parte jugosa de lo que supone cumplir años. Pero considero imprescindible tener primero los pies bien situados en el asfalto.

Gracias por la paciencia.



Se me olvidaba. Una sonrisa para empezar bien el Domingo. Que lo disfrutéis:

sábado, 22 de octubre de 2011

jueves, 20 de octubre de 2011

Prudencia:-)

y Presunción de inocencia:-) + "secreto de sumario":-).... en estado puro. Cacao maracuyao y empanadico de calabaza mental el que llevo. Hasta que me aclare creo que voy a hablar, escribir o expresarme así. Nadie entenderá nada peeero ... peeeeeero... casi que lo dejo en el aire, por aquello de la discreción;-)))


martes, 18 de octubre de 2011

Compartiendo recuerdos. Aura 40 aniversario (IV)

 
El comedor "compartido"


Pilar Caldú...




No existía en las escuelas españolas y era impensable en la etapa escolar. Oí hablar de ello por primera vez a mi padre antes de pisar Aura; me sonó a película americana. Además de la tutora - la profesora que coordinaba una clase- cada alumna tenía una preceptora. No era obligatorio que coincidiera con la encargada del curso. Era (es) una docente que te daba clase y, por tanto, te conocía lo suficiente (salió un pareado...). De la preceptoría hay mucha teoría escrita. Es el canal que unifica la escuela, los padres y el alumno. Me voy a limitar a relatar mi experiencia personal y algunas conclusiones que me sirvieron cuando tuve la oportunidad de preceptuar.

Cuando llegaba el reparto, tocaba corrillo. “¿A quién tienes?” “Qué morro. Yo prefiero la tuya…” “¿Puedo cambiar?”…Como si se tratara del número de una rifa. En la “tómbola” de 1º de BUP, con una edad de esas que ya se sabe que hay conflictos… adolescentes perdidas todas… me adjudicaron a una profesora que me siguió preceptuando en momentos concretos de mi vida. Actualmente, Pilar Caldú es una buena amiga. Aprovecho la oportunidad para pedir oraciones por su madre; está muy enferma.

La primera entrevista tenía ese punto de intriga, tanto para la preceptuada como para el resto de las compañeras… “¡Qué…! ¿Es guay? A mí todavía no me ha llamado…”

Pilar, la filóloga a la que adjudiqué las licenciaturas de Historia, Geografía y Filosofía… y no acerté ni una (daba de todo con una profesionalidad envidiable…), tenía todas las virtudes de las que yo carecía. Unas escuchaderas que no me las explico sin la posibilidad de poder recargarse con pilas Duracell. Tiendo a la exageración, pero esta vez no exagero. Escuchaderas pacientes e incombustibles. Uno puede pensar que con desconectar de cuando en cuando… es llevadero. Pues no es el caso. Hay que sumarle también la empatía; difícil ejercicio cuando la preceptuada es el anverso de tu moneda. Podría escribir una oda a Pilar. Si lo hago, ya avisaré. De momento, este es un retrato fiel.

Tuve mucha suerte… O mejor dicho, la Providencia quiso que fuera Pili y no otra la que me acompañara durante esos años de idealismo y contradicciones internas, de búsqueda y encontronazos. Idealismo… mucho idealismo. 1975 fue un año que no hace falta explicar por qué ha pasado a la Historia. Por lo que he podido constatar, a los jóvenes de la transición nos bullía más la sangre que a los del siglo XXI. Si nos hervía demasiado, queríamos cambiar el mundo pintándolo con tintes revolucionarios. Si además eras clasificada como “trasto” y con razón, enarbolabas una bandera muy molesta en la que se ejercía una implacable oposición con el lema “de qué se trata que me opongo”. Ese olfato quinceañero tendía a captar las injusticias engordándolas de forma desproporcionada y a expresarlas con radicalidad: blanco o negro; todo o nada; siempre o nunca. ¿Cómo se canaliza la lava de un volcán adolescente en erupción sin ahogar la personalidad? ¿Con qué armas cuenta el docente para que el alumno encauce sus legítimas opciones en libertad sin que caiga una bomba en la escuela? Ahí… Sí. Ahí estuvo Pilar con sus métodos originales que me salvaron el pellejo.

Un colegio no es un pabellón deportivo preparado para un mitin diario. Las escaleras de una escuela tampoco es el recorrido de una manifestación con bandera incluida. Vivía con apasionamiento  la frase de Aristóteles en la que afirma que “el hombre es un animal político”. Quizá fue por eso que enseguida me cayó tan bien el filósofo griego… Pero se me olvidó que, además, desarrolló una teoría de las virtudes entre la que se encuentra la Prudencia.

“Entra en el despacho”. “Vamos a ver… ¿Qué es eso tan injusto?”.

Mggggghhhhhfffffffffffffff

“¿Por qué te enfadaste el día X…?

Mgggggghhhhhhffffffffffffffffff ….

“Y ahora grita, desahógate el rato que necesites…”

Solté la papilla acumulada y del tirón. Lloré hasta quedarme afónica. Pilar dejaba que sacara todos los sapos y culebras que se me amontonaban en el corazón. Cuando terminé, me quedé extenuada pero liberada.

“¿Estás mejor?... Tú y yo vamos a hacer un pacto. Cada vez que necesites vomitar, me llamas. Nos encerramos en el despacho y me cuentas todo lo que quieras, aunque sea una barbaridad…Y si lo necesitas, gritas… Pero hazlo aquí, conmigo, entre estas cuatro paredes”.

Si las cuatro paredes tuvieran memoria y pudieran hablar… necesitarían una “katharsis”.

El ideario de Aura incide en la “Enseñanza personalizada”. A veces, hablando sobre el tema, parece que se interpreta como “clases particulares”. No es este el concepto. La raíz del calificativo “personalizada” hay que buscarla en la figura de la preceptora. En el ámbito de esa confianza que depositas en ella, sabiendo que tus confidencias son lo más parecido al “secreto de sumario”. Con Pilar -disculpad el tópico- hablábamos de lo divino y lo humano… Problemas para entender una asignatura… cómo confeccionar un horario… la importancia del esfuerzo más allá de los resultados… amoríos y Amor… aspectos del carácter y de la falta de carácter… el enfoque trascendente de la amistad… esa Prudencia que no, no había manera… profes que tampoco había manera… Allí, en ese reducto del colegio, se desplegaba todo un potencial que todavía se estaba “haciendo”, que todavía no había perfilado los fundamentos de una personalidad… Confidencias a quien se había ganado mi confianza. No siempre es así; a veces es necesario un cambio de preceptora porque no hay ¿”feeling”? ...

La tutora coordinaba una clase; la preceptora coordinaba, canalizaba asuntos delicados, complejos, personales… como compleja y delicada es el alma y los afectos de la persona en la etapa y el entorno escolar.

Esta mañana he acompañado a mi padre al Nàstic y hemos estado un buen rato contando batallitas en casa. Le he preguntado: “Papá ¿cómo definirías tú al preceptor?” Se ha quitado las gafas… ha entornado los ojos… “Preceptor es el “instrumento” que unifica los conocimientos y la educación -en su sentido más amplio- que recibe el alumno en el colegio… Una figura esencial para la formación integral del educando”. Gracias, papá. Gracias, Pilar.


Mi agradecimiento a Carmina, que ha elegido la canción.