jueves, 16 de febrero de 2012

"MATRIMONIUM". Signo y confrontación.


Lo estudiamos tantas veces que, posiblemente, no lo hayamos interiorizado. Es lo que sucede cuando se empieza un curso académico con el mismo tema. Se memoriza y, por aburrimiento, se olvida.

Pregunta de examen: ¿Qué es el signo lingüístico? Respuesta de examen: La asociación inmotivada entre un concepto y una imagen acústica.  Lo que ya no entra en el examen es la reflexión. La asociación es inmotivada porque es convencional. Cuando pronunciamos "mesa" inmediatamente acude a nuestra mente una imagen; todos sabemos que consiste esencialmente en un tablero sostenido por una o varias patas. Pero no era necesario llamarla "mesa"; cualquier otro vocablo hubiera servido. Lo que sí es necesario es que todos los que formamos parte de la comunidad de hablantes sepamos a qué nos referimos cuando hablamos. El binomio expresión-contenido nos remite a un referente, a una realidad. Y el triángulo confeccionado por estos tres puntos -expresión, contenido y realidad- permite que nos entendamos, que cuando alguien nos indica que dejemos el  bolígrafo en la "mesa" no lo depositemos en el cubo de la basura.

Si me lo permitís, traslado la teoría al vocablo "matrimonio". En este caso hay una parada y fonda obligatoria: la etimología. Cualquiera puede acudir a un diccionario de latín y comprobar que el origen del término es la palabra "matrimonium". Si el diccionario es completo también se citan autores que la han empleado en diversos contextos.  -Marco Tulio Cicerón:"alicujus matrimonium tenere" (ser la esposa de alguno). 
-Plauto: "in matrimonium ere" (casarse, aludiendo a una mujer).
-M. Juniano Justino: "habere  aliquam in matrimonium" (tener por mujer).

"Matrimonium" es un término compuesto de otros dos términos latinos: "mater" (madre) y "munus" (cargo, oficio, deber...) Aunque las traducciones literales suelen chirriar, en este caso es esclarecedora. Matrimonio: oficio de madre, la que concibe y alumbra a otro ser. Empleando también una expresión latina, es obvio que la condición sine qua non es la existencia de varón. Desde tiempo inmemorial, una cadena de sonidos -/matrimonio/- evoca un concepto -la unión de un hombre y una mujer- . El asunto es que si nos tenemos que enfadar con alguien para reivindicar que este término implique todo tipo de unión, deberemos retroceder unos cuantos siglos. La "culpa" la tienen esos invasores romanos, que se instalaron en nuestra península y no pararon hasta que no nos legaron, entre otras muchas cosas, su lengua. 

De todos es sabido que no está en nuestras manos modificar a nuestro antojo este delicado equilibrio entre el plano de la expresión y del contenido...porque mataríamos el código. Y sin código moriría también la comunicación verbal. Aunque es evidente, no está mal recordar que cuando dos cosas no son lo mismo no utilizamos el mismo término. Y se busca otro. En español se suele recurrir al substrato latino, se acude a un préstamo lingüístico o se extrae de la propia lengua un conjunto de signos que configuran una expresión. 

La unión de un hombre y un hombre o de una mujer y una mujer requiere otro vocablo. Esta reivindicación es puramente lingüística, aséptica, desprovista de cualquier tinte ideológico o consideración moral. Quizá es que somos muy ... latinos y en los debates no conseguimos mantener las neuronas a una temperatura razonable.  En Suiza, el vínculo entre dos homosexuales se denomina "Pacto civil de solidaridad". Un poco largo... sí. Pero no tengo noticia de que esta distinción haya provocado movilizaciones ciudadanas. 


57 comentarios:

sarracena infiel dijo...

Uffff. Menudo debate.

Por otra parte, no es menos cierto que los conceptos cambian y se modifican, coforme esa misma comunidad de hablantes lo hace.

Y ya, mis esfuerzos en pro de la objetividad llegan hasta aquí. Pero tal vez deberíamos preguntarnos porqué nos sentimos tan intensamente ofendidos.


Si somos sincesros, igual nos sorprendemos.

sunsi dijo...

Querida Sarri. Antes de irme no quería dejar tu comentario en el aire. Es una cuestión delicada... la de los vocablos. Y más si son fruto de una raíz etimológica muy asentada a lo largo de siglos. Yo soy partidaria de la riqueza léxica.Creo que tú también. Recuerdo aquellos ejercicios en los que debíamos sustituir "cosa" por un término más preciso. Ese es el asunto. No tanto del concepto sino de la adecuación.

Ya sé. Tema espinoso. Pero quería exponerlo desde este punto de vista , que es el más objetivo que conozco.

Con Dios...

paterfamilias dijo...

Este argumento (de forma mucho más chapucera, claro está) lo utilicé en alguna ocasión para defender el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. A mí me parece impecable e irrefutable. Sin embargo, mi interlocutor casi siempre acababa diciendo "Ahh, ¿al final todo se reduce a un tema lingüístico?. ¡Pues para ti la perra gorda!"

Eso sí, como tú dices, es objetivo a más no poder.

Susana dijo...

El problema para mi no está en cómo se llame, sino en el derecho que les confiere de adoptar niños. Un hijo necesita un modelo masculino y otro femenino para definir su personalidad. Un beso.

Ana, princesa del guisante dijo...

Yo creo que son fuegos fatuos para que miremos hacia otro lado.

A mí me gusta llamar las cosas por su nombre, y los homosexuales quieren que se llame matrimonio, porque se quieren. Yo me reservo mi opinión para mis adentros, defender lo políticamente incorrecto me supone demasiado desgaste.

Driver dijo...

Y para complicarlo más aparece el tema del "contexto".
Si entras en un bar de mi pueblo y pides un "matrimonio", te sirven sobre una frágil rosquilla, una porción de ensaladilla rusa con varias anchoas.
Y si te aventuras a pedir una explicación sobre el apelativo, entras en terrenos peligrosos:
"Mireusté, el matrimonio se sostiene con fragilidad sobre la rosquilla; la ensaladilla, sosa, bruta y masculona, se adereza con la delicadeza y el sabor de la fémina anchoa, que en su justa proporción, le da gracia, salero y sabor. Cada una por su parte, alimenta pero no ensalza; pero juntas y regadas con cerveza, adquieren naturaleza divina".

Y te quedas mirando al camarero, adivinando su árbol genealógico, donde etruscos, fenicios, griegos y romanos, ya usaban las palabras de forma desordenada, pero no carentes de lógica e imaginación.

" ¡Póngame un matrimonio, y que sea lo que Dios quiera! ".

Y al final, tú entras en el juego de las palabras, bajo los toldos que dejan pasar tenuamente una potente luz mediterránea.

Marina dijo...

a veces las palabras y definiciones solo confunden los hechos. Llamemosle Matrimonio, como la unión libre entre dos personas que es.
Un abrazo guapa.

Colombine dijo...

La función de las palabras es contener la realidad, recoger un concepto. Las palabras no son una cuestión de marketing, son significado. Es cierto también que la lengua es dinámica, que no hablamos igual que hablaban lo romanos. Pero es necesario que cada porción de realidad tenga su palabra, que cada palabra tenga su significado concreto, que la variedad y riqueza de la realidad sea recogida por una vocabulario, cuanto más rico en definiciones mejor. Es preciso que los conceptos sean unívocos, y todo se consigue si la lengua es rica en definiciones.

Una lengua rica en vocablos es capaz de definit la realidad de una manera más exacta, con toda su riqueza y versatilidad. Una lengua rica siempre logrará mayor comprensión en el diálogo, una lengua rica tiene los conceptos bien delimitados.

Si la palabra que se usa para denominar algo es la precisa siempre gana la comunicación, y los desentendidos pasarán a ser menos posibles...

Pero está visto que en este mundo se prefiere el río revuelto, y nos sorprenderíamos mucho si supiéramos qué pescadores están detrás de la ganancia. Con el río revuelto es más fácil sostener aquello de que donde dije Diego, dije digo. Luego nos quejamos.

MO dijo...

En este mundo d Dios hay q "vivir y dejar vivir ....un poquito más"... Q más da la etimologia de la palabra?
Q más da q 4 progres quieran llamarlo así?
Lo realmente importante es q 2 personas se amen y quieran formar una familia...o no??? Q tengan los mismos derechos y obligaciones q nosotros heteros, me parece más q justo. Así lo dice nuestra constitución...
En cuanto a lo d procrear? Q harías pues con los q s'han casao x la iglesia y pasan d tener hijos??? Eso si es matrimonio?
Senti e guarda che tenera!
http://m.youtube.com/?rdm=4phc78bob&reload=3#/watch?desktop_uri=/watch?v=M7RY2fGS_pY&feature=youtu.be&feature=youtu.be&v=M7RY2fGS_pY&gl=ES&bmb=1

MO dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=M7RY2fGS_pY&sns=fb

mi móvil!! q no me lo ha dejado copiar bien!!!

sunsi dijo...

Hola, Pater. Para mí es importante que cada término remita a una idea y esta idea se ajuste a la realidad. No es un tema lingüístico exclusivamente, como te reprochó tu amigo. La lengua es el vehículo con el que compartimentamos la realidad. Y la realidad no es ideológica... simplemente es: existe. Y cada pedazo de esa realidad necesitamos acotarla con un término. Eso distingue a los seres humanos del resto de los seres vivos: la comunicación mediante signos lingüísticos.

Gracias por el comentario. Un saludo.

sunsi dijo...

Este es otro tema, Susana. Me gustaría tratarlo con rigor. Y juega un papel fundamental la supremacía del interés del menor. Espero tener la oportunidad. Gracias por el apunte.
Un beso.

sunsi dijo...

A mí también me gusta llamar las cosas por su nombre, Pesoleta. Y el matrimonio, pareja de hecho... tienen en común un elemento o sema: "unión". Recibe términos distintos porque no son uniones idénticas. Es, efectivamente, un debate que puede parecer conflictivo. Comprendo que te resulte cansado debatir sobre ello. Las argumentaciones suelen ser demasiado largas y a veces uno no está para escribir un pliego.

Un beso, Princesa. Y gracias por pasarte.

sarracena infiel dijo...

Me encanta comprobar la cantidad de buena gente que entra por aquí.

Solo una apostilla para Susana:

¿De verdad dices eso del modelo masculino y femenino? ¿de verdad? Porque, verás, yo creía que de lo que se trataba era de formar personas con valores sólidos, personas útiles para la sociedad y que sean capaces de desenvolverse con independencia, bondad y sentido de la justicia.

Y no creo que sea cuestión de sexo o de género la bondad, la generosidad, la sinceridad ni el sentido de la justicia.

sunsi dijo...

Marinilla. Con tu comentario me he acordado de la asignatura de lexicología. Me llamó la atención y comprendí por qué los campos semánticos son más o menos extensos en según qué civilizaciones cuando nos explicaron la cantidad de términos que existen en el Polo Norte para referirse a lo que nosotros nombramos con un solo vocablo: hielo.
Las palabras deberían remitirnos con la máxima exactitud a los hechos, afectos, realidades... Esa es... o debería ser... su función... Lo que creo que sucede es que a veces se confunde el significado denotativo con el connotativo...

Gracias, como siempre, por tu respeto. Un beso, Marina.

sunsi dijo...

No sé por qué, me temía que saldrías con un maridaje así, camarada Driver. Corcho, colega... Nunca te acostarás sin saber una cosa más. Yo, que ando con comidas muy raritas últimamente, he imaginado el "matrimonio" de tu tierra y me iba ahora mismo para Murcia...

Vete aprendiendo la receta, que este estiu no te libras;-)))

tomae dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
tomae dijo...

Punto 1. Lo de la reivindicación puramente lingüística, aséptica y la asociación inmotivada entre un concepto y una imagen acústica (pregunta de examen) Discrepo.

Porque a la pregunta de examen, si quien la contesta es un crupier, un estudiante opositor, un jugador de billar o el maitre de un restaurant... "mesa" lo que tu dices "mesa" seguro que no es lo mismo ...

PD. Para nuestra amiga lolo, seguro que ella pensaría en una mesa camilla :)

Punto 2. No desarrollado, pero introduzco alguna idea. Ya que hablas de Suiza, en el cantón francófono y aplicando la técnica del caso contrario /opuesto al matrimonio, me hace gracia el término francés del soltero-a :
"célibataire" ...que bien bien no sé que quiere decir, pero seguro que tiene una etimología de esas...

Puntos Suspensivos ...

sunsi dijo...

Bueno... Colombine... No sé qué has estudiado, pero se percibe una pasión filológica que te agradezco. Me siento muy acompañada con tu comentario. Yo no sabría explicarlo tan bien. Porque lo que quería transmitir es estrictamente lingüístico, con el enfoque que tú le has dado. Muchas gracias por echar un cable tan largo en cantidad y calidad.

un puntín ...puntín. dijo...

Si se trata de vocablos que se ajusten a una imagen, podríamos ajustar la imagen al vocablo, dejando a Matrimonio tal como está

y...

"declinar linguisticamente el concepto al género":

Así que ideamos el concepto de "Matrimonie" cuando se trate de unión entre hombre y hombre...

y "Matrimonia" cuando la unión se trate entre hembra
y hembra.

Os parecerá un sugerencia un tanto "puntillosa" pero creo que representa el concepto a la imagen de los sujetos que participan en ese concepto.

sunsi dijo...

MO...Mi Bella Ragazza... Entiendo el contenido de tu comentario. Comparto el fondo de esta expresión que me hace sonreír porque imagino tu carita de buena gente: "vivir y dejar vivir ....un poquito más". No soy demasiado tozuda, pero sí que me importa el tema de que las palabras se ajusten a las realidades. Precisamente porque la realidad es muy rica en matices.
Lo "progre" me parece que es, en palabras de Aute, "que el pensamiento no puede tomar asiento".

Martita. No me refería al amor... Igual no lo he sabido expresar bien.

Traes un tema que tela. Yo, con los que se casan por la Iglesia y deciden no tener hijos... no haría nada ¿Qué voy a hacer yo? Lo único que sí puedo hacer es trasladar aquí los requisitos del matrimonio como sacramento. Uno de ellos es estar abierto a la vida. Si los futuros esposos no quieren tener descendencia, es incoherente pasar por el altar. O una pérdida de tiempo porque el matrimonio es nulo.

¿Podemos seguir sin este cacharro que me está empezando a estorbar? ¡El cafelito! Cachis...

Un bacio, bella. Y mil gracias por entrar y guerrear.

sunsi dijo...

Tomae broder. Discrepo de tu primera discrepación. El concepto mesa, desprovisto de singularidades, es el mismo. Por eso es concepto... la idea de la esencia.

Sobre el punto dos... intuyo que te estás carcajeando de lo lindo y pensando a ver cómo salgo de esta;-). Un momento que me voy al Corominas... Ya está. Los de la zona francófona son rigurosísimos con la lengua mater. Resulta que "célibataire" tiene su raíz latina en el término CAELEBS y precisamente significa soltero. Bingo, broder. Un saludo con puntos suspensivos;-)))))))))))

sunsi dijo...

Perdona, Sarri, que te he saltado.
Hay mucha buena gente... Y lo que más aprecio es el respeto... algo que precisamente no abunda en este "lugar llamado mundo"...

Un abrazo.

pacita.. dijo...

me parece susana y sarri que no hablais del mismo concepto ,creo yo...

sunsi dijo...

puntín puntilloso/a... No sé si reír o tirarme por el suelo de agotamiento mental;-) Mañana será otro día, oye...

Gracias por tan "suculenta" sugerencia....

sunsi dijo...

Pacita peinadica... Tan maja como siempre, templando los ánimos.

¿Como estás? Me acordé mucho de los Soro este fin de semana pasado.

Bssssssss

Sara M. dijo...

Pues yo no puedo estar más de acuerdo contigo, Sunsi. Matrimonio, para mí, es la práctica del amor entre un hombre y una mujer, con fines (ya, no todas las veces) progenísticos. Hablamos también de amor fraternal, maternal, filial, de amistad, compañerismo... ¿Porqué han de enfadarse los homosexuales porque a su relación, reconocida civilmente, se le denimine de otra manera? Pienso que son caprichitos, pataletas de niño que quiere lo que tiene el de enfrente. Y claro, como en este país. Somos más papistas que el Papa, pues no les vamos a negar su derecho.

Katt dijo...

Es mi opinión que, en el fondo, les daba igual el término. Sólo querían poder amarse con libertad, como los heteros, en público y en privado. Y unirse legalmente y celebrar su unión. Como todos los que se unen con una intención de "de por vida". Siendo quizá no tanto desacertado sino impreciso en esta situación. (aunque quiero apuntar que de la función de dar a luz, se requiere ho bre solo para concebir, por lo tanto, matrimonio podria ser dos mujeres si una tiene hijo) yo me siento halagada. La palabra matrimonio, Sunsi, si me lo permites... ha sufrido una evolución, como tantas otras, en su significado. La etimología es fascinante y muy útil para descubrir, como si dijéramos, ese significado primero, natural, de la palabra. Pero como cualquier aspecto del lenguaje y todavía más profundamente, del habla, de un concepto se difieren otros significados, unos lógicos y otro más intuitivos que enriquecen el significado primario del término. Creo, por otra parte, que utilizar mesa como ejemplo es un poco desacertado puesto que no es una palabra que tenga un aspecto psicosocial, como es matrimonio, que históricamente se ha convertido en un abanico de matices. Además, si una palabra tiene distintas acepciones, no veo por qué matrimonio no puede ser una de ellas.

lolo dijo...

No leo todos los comentarios, lo siento, en diagonal:

1.- Tomae, eres tonto. Nunca pienso en una mesa camilla cuando digo "mesa".

2.- El punto de vista lingüistico no me convence, Sunsi. Ni siquiera coinciden las acepciones en latín. Y aunque sea el más objetivo a mano creo que hay que ir más allá, además de que como alguien decía el lenguaje y sus significados pueden cambiar.

3.- Jurídicamente se pretende la misma protección y de ahí el empeño en la nomenclatura. Creo que de ahí viene la reivindicación.

4.- Creo que ya nadie se plantea el hecho de que hombres y mujeres se pueden unir entre si y que esa unión merece un reconocimiento jurídico y social.

5.-En cuanto a la paternidad de parejas homosexuales creo que es algo en lo que nadie se puede inmiscuir. A partir de que la ley permite y regula la procreación asistida no hay nada que se pueda decir.

6.- En cuanto a la adopción, ésta no es sino otra forma de paternidad y si se admite la asistida no entiendo cuál sea el criterio para negarla.

7.- Otra cosa es lo que entendamos por matrimonio, por familia, por hijos y por sociedad. Me refiero a que moralmente puede haber, y los hay, argumentos de peso para promover y preferir un tipo determinado de conceptos que son los que procuro seguir.

A ver si vengo mañana y os leo despacio. No me quería callar.
Besos a gogó.

sarracena infiel dijo...

Pacita: por supuesto que no hablamos de lo mismo.

Mariapi dijo...

Las palabras sí importan, tienen poder.
Resulta chocante que una institución que jurídica y casi socialmente se ha quedado sin contenido, "matrimonio", sea tan solicitada, venda tando. Se ha convertido en el "logotipo" de amor verdadero, al mismo tiempo que ha perdido todo el contenido que significaba y que le daba precisamente ése marchamo de "autenticidad" a un amor.
Algunas parejas de hecho heterosexuales desean efectos matrimoniales para una unión que quieren expresamente que no sea matrimonial, otros -parte del colectivo homosexual- piden el nombre y el reconocimiento de realidad matrimonial a su forma de cohabitación.
Acudir a argumentos de igualdad, discriminación, libertad, me parece demagógico, al menos hoy.
Tan sólo se trata de llamar de distinto modo a realidades que son distintas.
Lo que se entiende por matrimonio, lo específico de lo que durante milenios se ha entendido como tal, es una unión que incluye tener en cuenta una realidad: la igualdad diversa de ser persona, como mujer y como varón, el carácter complementario de ésa diferencia. El amor "matrimonial" surge precisamente de ésa diferencia, es un amor y un compromiso específicamente centrado en esa diferenciación complementaria y la posibilidad de ser principio común de generación. A esta realidad se llama matrimonio. Y por eso es distinto que a otras relaciones y formas de amor y cohabitación.

Gracias, Sunsi, un beso.

Unknown dijo...

Venía a contaros algo pero... se me ha "adelantao" mi tocaya lolo...

Tema arduo complicado, querida profe, el que traes hoy a tu (nuestra) república...

"El concepto es el concepto"... ya lo decía Manquiña... jajajajaja
Está bien saber más sobre el "matrimonio", pero al final cada uno lo interpreta a su manera y nadie nos hará caer de nuestra burra.
Hombres con mujeres, mujeres con hombres, hombres con hombres y mujeres con mujeres... ¿qué es lo que los une?... el mutuo acuerdo, un cura y un juez. Dependiendo del interés de cada uno se irá con quién más le guste...

Así es la vida!! y, nos guste o no, todos tenemos el mismo derecho a "arrejuntarnos" como más nos plazca, eso sí, respetando siempre la elección de los demás.

Biquiñossss....

sunsi dijo...

Sara M., bienhallada... Si me lo permites, yo eliminaría incluso el "para mí". De hecho, solo en España se denomina "matrimonio" a todos los vínculos afectivos con dos personas "contratantes". Me sorprende la pulcritud lingüística para determinadas realidades y el rechazo generalizado a emplear el mismo rigor en el tema de este post.

Muchas gracias por asomarte y comentar, Sara. Un beso, bonica.

sunsi dijo...

Querida Carmina. Creo que he entendido lo que quieres reflejar en el comentario. Además, tu experiencia y vivencias sobre el tema avalan lo que expones. Voy a manducar. Por la tarde te contesto... y a lolo, a Mariapi y a leles. Me he metido en menudo jardín... Bueno. Yo me lo he buscado.
Un beso, corazón.

Katt dijo...

Quisiera añadir varias cuestiones:

Desde, que sepamos, el 4000a.C la unión más perfecta se daba entre dos hombres. Era la máxima realización del amor, y su máxima expresión. Me remito a Platón.

Freud estudió en su psicoanálisis los caracteres duales del individuo y su ambigüedad, que si bien se centraba en un ámbito sexual, se reflejaba en una forma de vida, con sus consecuentes opciones y decisiones.

Mariapi: Si el matrimonio es, específicamente, esa unión que en una realidad que defines (aunque me permito apuntar que la definición de Realidad varía según la época y el contexto, si nos atenemos a la historia, ya que lo mencionas)es complementaria entre hombre y mujer, bueno... me atrevería a decir que esa diferencia no surge precisamente del género. El amor que une a dos individuos, a fin de cuentas, no tiene que surgir de una diferenciación sexuada. Más abajo afirmas que es "un amor y un compromiso específicamente centrado en esa distinción complementaria y la posibilidad de ser principio común de generación". Y lo utilizas de argumento para sustentar la realidad "matrimonial". He estado pensando... que el amor y el compromiso surgen de la esencia de la persona, su género es, cuanto menos, irrelevante. La complementariedad proviene también de esa persona, no de ese hombre o mujer. Del neutro. De lo que subyace. Por lo tanto, me parece a mí que al final es la realidad la que define al concepto y no a la inversa. Matrimonio, a fin de cuentas no es más que un vocable que nos sirve, nos ayuda a definir una realidad, variable y variada, como en todos sus aspectos. No es el término la que la define.

sarracena infiel dijo...

Y eso por no mencionar la diferencia entre el sacramento y el contrato.

Supongo que, a estas alturas, la diferencia entre uno (en el creo, por cierto) y otro la tendremos todos clara.

lolo dijo...

Puede que de lo que hablemos sea de si el matrimonio es una institución de derecho natural.

Halaaaa, Sunsi, menudo berenjenal.

sarracena infiel dijo...

Pues si, se ha metido en un huerto, que p'a qué.

¡¡¡¡¡Y ella solita, sin ayuda!!!!!!




P.S.- Pardilla, estás sembrada.

Mariapi dijo...

Con tu permiso, Sunsi. No me gusta la polémica, y menos en estos temas, donde las simplificaciones y las medias verdades son peligrosas. Tan sólo quisiera comentarle a Kat que parto de un concepto de sexualidad distinto al suyo. Estoy convencida de que la sexualidad nos diferencia en profundidad, dos modos de ser persona, con la misma grandeza,pero de forma diferente. Es mucho más que la genitalidad y efectivamente, influida por la cultura, pero es un modo radical de ser: Hombres y mujeres.
Hay muchos modos de amar. Amar es lo propio de ser seres personales, más que materia. De entre estos modos, hay uno específico, el que se basa en esa diferencia hombre-mujer. Es un amor personal, propio de las personas y basado en esa distinción sexual.
En cuanto al concepto de realidad, también tengo otra visión. La realidad es. Efectivamente a través de la historia y las diferentes culturas tenemos distintas percepciones y perspectivas de la misma verdad. No comparto la visión relativista.
Kat, no pretendo ni polemizar ni convencer, mucho menos. Tan solo señalar que parto de conceptos distintos. Con eso le doy la razón a Sunsi...la importancia de las palabras. Gracias por la interesante aportación que me has hecho.

tomae dijo...

Sigo con el discurso lingüístico que nos propone Sunsi con este apasionante Post..

Si analizamos (descomponemos en partes) el término maTRImonio, me gustaría haceros notar la partícula TRI que expresamente he “mayusculado” pues tiene a ver con lo que os quiero exponer y puede que forme parte del término por alguna razón.

Una vez comenté a alguien que el maTRImonio y me perdonaréis que le de un enfoque teológico al asunto, podría (y ese podría lo tendría que “minuscular” miles, y millones de veces) ...digo que podría asimilarse al misterio de la Santísima Trinidad, donde se nos dice que existen tres personas distintas en un solo Dios... Todos tenemos una imagen de Dios Padre Creador, Dios Hijo Nuestro señor Jesucristo … de Dios Espíritu Santo la imagen es más difusa, por decir algo; pero me suena haber leído que la figura de la Tercera Persona “nace” (y ese nacer lo pongo entrecomillas porque la naturaleza de las tres personas es infinita en su origen …) como expresión del Amor Divino entre las dos primeras Padre e Hijo … Luego Trinidad.

Así que esa TRIlogía -salvando las distancias- también podríamos encontrarlas en el concepto de maTRImonio, cuando 2 personas forman una y fruto de su amor conciben a sus hijos como expresión del amor que se tienen.

Evidentemente, que una pareja no pueda tener, o tenga más o menos hijos no tiene que confundirnos con lo que estoy diciendo, simplemente pensad en la idea como concepto... Que Fulanito con Fulanita no tengan hijos o vinieran a su hogar de una forma es un factor accidental al margen de la situación. Pero de alguna forma tanto Fulanito y Fulanita cuando se conocieron ( y puede que antes de conocerse) pensaran el uno en el otro en esa idea, de dos personas que se unen y fruto de su amor podrian concebir otra tercera … que naciera o no no quita que en esa idea amor maTRImonial donde incluso podría equipararse al misterio de que porqué 1+1 = 3.

Desde luego, que esta analogía puede parecer imperfecta, de hecho el sexo es una “imperfección” (?) del ser humano -se necesita del contrario- para la concepción de otros seres semejantes (fruto de su amor) pero es la Natural que dispuso el Creador, para tal fin.

Driver dijo...

Bien, metidos en berenjenales, hagamos uso de las preguntas imposibles.
¿Y si sólo se tratara de buscar la felicidad, a pesar de los pesares?
¿Y si, al reconocer lo difícil de tal búsqueda, nos quedáramos sin derecho a definir los conceptos genéricos y sólo tuviéramos derecho a escuchar al otro, el que nos cuenta su arduo camino, e interiorizarlo como un camino más?
¿Y si reconociéramos que las palabras sólo nos sirven para encuadrar determinados conceptos, cuando partimos del hecho de que queremos, necesitamos encuadrarlos?
¿Y si realmente fuéramos más dichosos sin la necesidad imperiosa de tener que definir cada concepto hasta la extenuación?
¿Y si nos dejáramos llevar por el instinto más salvaje, lo sazonáramos de cierto sentido común, y expresáramos nuestros conceptos como objetos cambiantes cuya naturaleza se enraíza en los aspectos modulados de una precepción variable?
¿Y si no tuviéramos tanto miedo a los cambios, e interiorizáramos el devenir como un aspecto saludable de la realidad cambiante?
...
¿Y si nos amáramos de forma sincera y natural, y un tequiero, sólo significara un tequeiro?
En fin.

Puestos a sentir...

¿Dónde empieza a tener sentido una pregunta, y dónde empieza a dejar de tenerlo una respuesta?

Y ya, de perdidos al río...

¿A quién le interesan las respuestas, cuando lo realmente interesante son las preguntas?

Anónimo dijo...

Después de leer todas las aportaciones, me quedo con lo que se afirma en el post y con las intervenciones de colombine y de mariapi. Dejando de lado lo de la mejor unión (que vale que lo decía Platón, pero Homero, también griego, hablaba del matrimonio-)lo que me parece relevante es que solo la unión entre un hombre y una mujer puede llamarse matrimonio. Así era ya desde antes de Platón y así sido siempre hasta que llegó "el rompetodo" de Zapatero, que se le ocurrió tocar la institución y zas... la enmerdó... y aquí estamos. Ha querido ampliar el concepto ¿por qué? ¿para qué? ¿pioneros de la falsa progresía en el mundo? ¿Le comió el seso cerolo, le debía algo? Con todo el respeto a la orientación sexual de todo el mundo, que no tiene nada que ver con las etiquetas. Pero el matrimonio solo lo es entre un hombre y una mujer. Así está escrito en la constitución y en derecho civil... hasta que lo retorcieron.

Atentamente

MO dijo...

Madreeeee!
Contrato??? Sacramento???
Haz otro post para definir ambos conceptos.... Q yo a veces no se en cual estoy.... Y me callo q no es plan de ser vulgar en esta casa....

MO dijo...

Oyeeeee!!! El café, te vienes next week? Pero pasamos a algo más chic!!!! Hago un coktail con cava q te muereeeees...
Pa cuando una cena??
Tengo ganas de "verles" again. Me escuchaisssssssss????

MO dijo...

¿Y si nos dejáramos llevar por el instinto más salvaje, lo sazonáramos de cierto sentido común, y expresáramos nuestros conceptos como objetos cambiantes cuya naturaleza se enraíza en los aspectos modulados de una precepción variable?
Ecco!!!!

sunsi dijo...

Carmina. Para centrarme, me sitúo en la frase que has citado "como todos los que se unen con una intención de "de por vida"". Como sé que entre las materias que estudias en Humanidades te gusta especialmente la lingüística, vamos a centrarnos en ella...si te parece. Además del "sema" unión contemplas también el compromiso, la estabilidad que viene corroborada por un contrato que garantiza derechos y deberes. El Derecho catalán ya reflejó esa realidad y la denominó uep (unión estable de pareja). Fíjate que más que una evolución, porque la idea de matrimonio como unión entre hombre y mujer sigue existiendo, se trata de intentar reflejar otras realidades que pueden considerarse englobadas dentro de este Campo Semántico. Del mismo modo que copular no se denomina "apareamiento" a las relaciones sexuales propias de los seres humanos... porque precisamos otro término que nos remita al sujeto de la acción.

Creo que sabes por dónde voy. Gracias y un besito, Carmina.

sunsi dijo...

Bueno, lolo. Voy llegando que es gerundio... Un placer disentir... Es como aquello de las pelis ¡¡¡Debateeeeeee!!! Allá voy. Lo que pasa es que en esta ocasión "No me gusta la polémica, y menos en estos temas, donde las simplificaciones y las medias verdades son peligrosas" Mariapi dixit y lo comparto al 100%. Toda la culpa culpita es mía por meterme en estos berenjenales.

Me pica la curiosidad y me gustaría saber la pifia etimológica.¿Dónde he metido la gamba?

Dices que el punto de vista no te convence. Creo que no me he sabido explicar. El tema va al revés. He querido abordarlo precisamente desde este punto de vista, desde la forma de la que disponemos los humanos para señalar o nombrar lo que existe. El signo lingüístico funciona como el envoltorio del concepto. Y con los conceptos emitimos juicios. Y los juicios son el punto de partida del razonamiento humano. Los conceptos cambian...¿O la vida nos proporciona realidades que amplían conceptos limítrofes? Si es así, vamos a darle un nombre que nos remita a esa realidad sin ambigüedades. Me ha venido a la memoria los Sofistas. Empleaban la lengua como el arte de convencer. Fueron los primeros demagogos. Cuando se vacía de contenido el signo o se emplea sin rigor salimos perdiendo todos. No nos entendemos, no sabemos exactamente qué estamos nombrando.

Si me lo permites, transcribo el famoso poema de Juan Ramón Jiménez.

" ¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
... Que mi palabra sea
la cosa misma
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo
y suyo, y mío, de las cosas! "

Es el colmo del purismo... te diría que casi utópico... Pero ojalá no nos carguemos esta noble tarea de los gramáticos y lexicólogos.

Todo lo demás que has apuntado no tenía intención de sacarlo en el post. Es un tema que no he abordado desde el punto de vista antropológico ni moral... ni siquiera me he referido al Derecho natural. Demasiado vasto para no acotarlo. Ello no implica que no me interese ni que no tenga una idea formada sobre el tema desde estos otros prismas; todo lo contrario.

No sé si me he sabido explicar, lolo.

Considerando que estás hibernando, cómo será el día que despiertes del letargo...;-) Un beso y gracias, hedbanísima.

sunsi dijo...

Mariapi antropológica, Mater entre las Matersssss... "Tan sólo se trata de llamar de distinto modo a realidades que son distintas". Descanso un poco sobre la hamaca de tu comentario, sabiendo además que precisamente he tocado un tema que tú hubieras bordado. ¿Gracias, Sunsi? Pero qué buena eres... Gracias a ti por la enjundia de tu intervención. Impecable.

Creo que es tan importante la palabra, el nombre de las cosas, que me tiré 5 años metida en este asunto. Empecé filología con la idea de especializarme en literatura y finalmente opté por la gramática y la lingüística. Cuando estudias hiistoria del español, desde los primeros pobladores de la península ibérica, te das cuenta del esfuerzo secular de los gramáticos que han buscado en el sustrato latino el NOMBRE. Y lo que los hablantes adoptaron de los visigodos, los árabes... porque se ampliaba el espectro de realidades nuevas, tanto físicas como abstractas. Nuestra lengua es tan rica y gozamos de una cantidad de recursos... ¿Y el empeño de las academias de las lenguas españolas que ahora incluye también todas las variantes del continente americano?

Perdona que me haya salido un ratito del vocablo que nos ocupa. Necesitaba explayarme. Gracias. Muchas gracias, Mater. Un beso.

sunsi dijo...

leles... Si algo jamás tocaré, pero ni un pelo, es la libertad de la persona. Tengo mi personal concepto de libertad, de elección... pero solo me faltaría ahora entrar en este otro jardincito, querida galleguiña;-)
No quiero repetirme como el aliño de ajoaceite. Creo que me estoy haciendo pesada con el argumento del signo lingüístico. Pero es que ya me da la risa floja porque era mi único propósito.

Yo tampoco me caigo de mi burra. Estoy intentando mantener el tipo como puedo. Vete a saber qué soñaré esta noche... Se me están ocurriendo unas cosas a propósito del "arrejuntamiento" que mencionas... Me voy a poner el termómetro;-)))

Petonets, guapa. Gracias por entrar aunque no me apee de mi burra esta vez;-)

sunsi dijo...

Carmina y Mariapi. He leído despacio vuestro particular debate. Jamás me cansaré de decir que es de las cosas más enriquecedoras que me aporta el blog: la confrontación respetuosa. Que alguien pueda expresar sus opiniones y/o convicciones sin agredir verbalmente. En el caso de mi joven amiga, tiene mérito por su edad... y en el de Mater por un buen hacer que a veces se descuida con los años.

Muchas gracias a las dos. Chapó.

sunsi dijo...

Tomae. Eres indiscutiblemente LA IMAGINACIÓN AL PODER con patas. El TRI, que se explica por un jaleo de infijos generados por la evolución del español (tendría que repasarlo; ahora no lo recuerdo con exactitud)te ha dado de sí que alucino en tecnicolor. Madre mía la teoría que has desarrollado. No insisto en lo que te digo siempre porque puede parecer que te hago la pelota y no es verdad.

El final... Caray con el final, broder. Tirando del hilo (gracias, leonesa) de la mencionada "imperfección" deduces la complementariedad. Es tan, tan evidente que no hace falta demostrarlo. Es una obviedad, una tautología. Y , sin embargo, por no sé qué motivo parece una salida de olla afirmar que los seres humanos precisan de persona-hombre y persona-mujer para perpetuar la especie.

Muchas gracias, Tomás. Siempre es una alegría leerte. De verdad, broder.

sunsi dijo...

Driver... Voy a cenar que ya me miran como si me hubiera dado algo... Contesto mañana. Esos interrogantes no se despachan de cualquier manera. Además, no te mereces una respuesta- tópico.
Bona nit y muchas gracias, colega.

Hago extensible el saludo a Anónimo, MO... Mañana contesto. Mil gracias y buenas noches.

sarracena infiel y lenguaraz dijo...

Es que, precisamente, es una realidad no distinta.

Lo distinto es el sexo no el amor, ni la comprensión mutua, ni el compromiso de "de por vida".

Y de nuevo definimos la vida en función no de quiénes somos sino de con quién nos acostamos.

Y ya me callo, que me enfado y no quiero. Por una vez voy a pponer en práctica lo que predico.

sunsi dijo...

Hola, Diego...Desde épocas remotas, en las que aún no existía la escritura y se empleaban símbolos,el hombre siempre ha necesitado las palabras para encuadrar los conceptos... los sucesos cotidianos... ¿Y si es por aquello que decía Aristóteles que el hombre es un animal político (social)?

Pablo Aparicio Durán dijo...

Estoy de acuerdo. Por ejemplo, “casamiento (homosexual)” sería lo más propio. De todas formas, hay otros casos, como el del adjetivo “histérico, ca”, en que, si nos atenemos estrictamente a la etimología (lo cual no me parece nada mal, cuando se quiere precisar ciertas cosas), sólo es aplicable a la mujer. Y, sin embargo, nadie (ni la Academia) nos pide que hilemos tan fino; bueno, un profesor mío sí, pero, en fin… Muy interesantes los ejemplos de las autoridades latinas que, naturalmente, usaban el término con toda propiedad.

sunsi dijo...

¡Hola, Pablo! Ayer estuve con tus padres tomando unas copas para celebrar el cumpleaños de Luis A.

Perdona el retraso... Te agradezco mucho tu aportación. No se nos ha ocurrido a ninguno de los que hemos comentado;-) Sé que te ha marcado "El dardo en la palabra" de Lázaro Carreter. Me hace ilusión esta coincidencia. Aprendí mucho en su momento de esta lectura veraniega.

Es cierto que, tal vez, el exceso de purismo puede rozar al "fanatismo". No obstante, me parece que cuanto más se acerque el vocablo al referente sale ganando la comunicación.

Muchas gracias y un abrazo.

Pablo Aparicio Durán dijo...

Un placer. Abrazos.