Es fácil decir que vivimos en presente. Queda bien... cool... minimalista... esos adjetivos que se emplean , da igual que peguen o no.
Programas unas vacaciones, sencillitas... Ni siquiera te vas a mover de casa. Escapadas radiales, paseos por la orilla del mar, reuniones familiares, con amigos... cenas largas con sobremesas largas. Todo ello con una premisa... Por favor, que el reloj no marque las horas... O que las horas tengan cintura... Y que la cintura sea de unas espléndidas dimensiones.
Pero eso no es más que un linda teoría. Un día, el tiempo que vas a dedicar a dedicarte tiempo... a dedicarnos tiempo... te perfora las entrañas de un golpe seco... con un palo de punta afilada. Entonces dices de nuevo... dices sin escucharte a ti mismo: vivo el presente. Es que no conté que el mundo seguía girando... es que me olvidé de que en agosto también hay ancianos... y los ancianos enferman. En agosto hay gente que sigue cumpliendo demasiados años.
Volantazo y cambio de rumbo... de 180 grados.
Ahí.
Y es que en el fondo... yo tampoco quiero nada en concreto. Con vivir ahora sobra y basta... pero contigo.
6 comentarios:
Tal vez porque cuando decimos "vivir el presente" estemos pensando en vivir en la primera persona del singular, del presente indicativo.
Y, naturalmente, tendemos a olvidar que se conjugan más personas: tú, él, nosotros, vosotros, ellos ....
Y caemos en la cuenta ante los hechos consumados, generalmente, con tendencia a lo negativo, por más de que se trate de aquellas cosas que suelen pasar, además de a otros, a nuestro entorno.
Ya sabes, hedbanna rana, dónde encontrarme:
http://www.youtube.com/watch?v=IDmCtMT0ELg
Eres sabia, sarracena. En la diana, hija.
Por un lado es legítimo tener proyectos y poner ilusión en ellos. A veces ted iría que esos proyectos son necesarios... por la razones que sean.
Perooo. Nunca hay un sí sin un pero. Pero, sino, sin embargo. Conjunciones adversativas que nunca faltan cuando las fraes se ajustan a la realidad.
Sabia y buena gente.
Gracias, Sarracena.
Qué recuerdos me trae el vídeo. No olíamos ni la mitad de la mitad...
A veces no nos damos cuenta.
Pero vivimos rodeados de bellos rascacielos.
Azules.
LAS TORRES GEMELAS.
Érase una vez una ciudad repleta de rascacielos.
Esbeltos y elegantes, desafiaban la gravedad, rompiendo la línea del horizonte.
...
Mi nombre poco importa, tal sólo os diré que soy bajito.
Siempre me tocó mirar a los otRos hacia arriba.
Así que me hice piloto.
Ahora soy yo el que mira a los demás desde el cielo.
...
Soy el chico de la Cesna 380.
El chico que todos los veranos arrastra por las nubes el cartel de Port Aventura.
Si vas a la playa, seguro que me has visto.
Vuelo a unos cincuenta metros, y mi cartelón cimbreante hace que alces tu mirada.
Es un trabajo como otro cualquiera.
Gano lo justo, pero tengo suerte.
Por la noche, si me pago yo el combustible me dejan usar la Cesna.
...
Torre de Reus. Aquí Cesna 380. Permiso para despegar.
Aquí torre de Reus. Viento vector 652, fuerza diez nudos. Autorización afirmativa. Repito. A-FIR-MA-TI-VA.
Y vuelo.
...
Durante el último año he visto desde el aire como construían las torres gemelas.
Dos rascacielos esbeltos, en la gran manzana.
Su cimentación fue profunda, los arquitectos sólo tuvieron que poner sus genes de hormigón armado.
Sobre terreno firme.
...
Más tarde vi como se elevaba la esbelta estructura metálica.
Pilares y vigas de perfiles laminados en caliente.
Ligeros y con cierta flexibilidad, pues a una estructura tan alta, le conviene cierto grado de libertad.
Me explico.
El viento las va a azotar.
Y como las palmeras, les conviene cierta capacidad de cimbreo ante la adversidad.
Si te mueves un poco, si te dejas mecer un rato por el huracán, tu flexibilidad te ahorrará un disgusto.
Las palmeras son flexibles y no se caen.
Las farolas rígidas son tumbadas por el viento.
...
Los arquitectos de las dos torres conocían perfectamente estos mecanismos, así que dotaron a las dos bellas jovenzulas de la necesaria rigidez, la capacidad de pensar y la salvaguarda de tener capacidad elástica.
Un juego de equilibrios.
Una vez la estructura fue terminada, vino la parte más elegante.
La fachada.
Una subestructura de perfiles de aluminio soportaba un muro cortina.
Siendo éste una sofisticada obra de ingeniería del vidrio.
Para conseguir los objetivos de calidad, elegancia y ahorro, las dos torres gemelas fueron revestidas por fuera de un imaginativo juego de cristales de última generación.
Tenían que dejar pasar un cierto grado de luz, servir de cobijo calorífico en los duros meses de invierno.
Y con la llegada del verano, el objetivo era lucir tipito. Ser bellas, exigencia natural de la juventud.
Aquellas torres gemelas eran imponentes. Sabían ahorrar para no gastar más kilovatios de los necesarios. Tenían la capacidad de ser flexibles ante los fuertes vientos. No tenían complejo de ser las más altas de su clase. Con diferencia.
Y cuando llagaba el verano, lucían elegantes sus juveniles fachadas de cristal termoaislante.
...
Me gustaba sobrevolarlas.
Una o dos veces por semana.
Cuando llegaba a su posición, bajaba alerones y descendía para cruzarme con ellas de soslayo.
Me parecía mal abusar de la autoridad de mi motor.
Cuestión de respeto el voalr siempre un poco más bajo que ellas.
Habías sido bien construidas por la pareja de arquitectos que las trajeron a este mundo.
Ahora su misión era cumplir una función en la línea del cielo de la gran manzana.
La función de unas torres jóvenes y valerosas.
...
La última vez que volé al lado de las torres gemelas, el sol se estaba poniendo.
El resplandor de la estrella, sacaba el mejor de los reflejos en su fachada cristalina.
Y allí, a 250 m de altitud sobre el nivel medio del Mediterráneo en Alicante, lo ví con claridad.
El reflejo dorado del sol, me devolvió una imagen nítida.
Aquellas torres gemelas tenían en los últimos pisos, dos enormes y juveniles ojos.
Como el mar.
Azules.
Atentamente Driver para Blanca y María.
A veces madrugas.
El sol todavía no ha salido.
Ni las calles han puesto.
...
Y la vida te da una sorpresa.
http://www.youtube.com/watch?v=4-94JhLEiN0&eurl=http%3A%2F%2Fminimundomismamente%2Eblogspot%2Ecom%2F&feature=player_embedded
La vida es un regalo.
Tú solo tienes que ponerle un poco de papel celofán.
Y un lazo.
Driver... gracias por las torres gemelas.
Aquí al habla la diseñadora ...no sé si de interiores o de exteriores ¿o la aparejadora? Tú sabes de eso...que yo ni idea. La cuestión es que ahora nos convertimos en discretos vigilantes . La base ya está... los cimientos...que no se agrieten...
Los faros azules desprenden un aroma a salitre. Se puede bucear en ellos... son limpios, nítdos... Los vigilantes de estas playas azules intentan que no desemboquen ríos contaminantes... pero eso ... a saber. Los vigilantes no pueden desviar las aguas en el punto de su desembocadura... Las aguas son libres...
Gracias, Diego.
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