Me gusta conversar. En las conversaciones encuentras todo tipo de interlocutores. Siempre interesantes. No creo que exista nadie que no tenga un punto de interés o algo que aportar... o que completar a nuestra visión siempre limitada de cualquier aspecto de la vida y sus contornos.
Raras veces me siento incómoda... Eso creo que te lo regala los años. Pero los años no han conseguido que "aguante" los interrogatorios impertinentes ni la dictadura del devenir. Hablando surgen los porqué... y encantada de la vida de responder. No hay demasiados secretos en los motivos que te empujan a actuar así o asá. Tampoco en la forma de entender que algo te parece así o asá.
Pero últimamente percibo que no está bien visto apelar a los principios de uno, una en este caso. "¿Principios? ¡Pero dónde vas! " En principio y valga la redundancia, más o menos donde tú. Pero a menudo tengo que hacer un alto en el camino. Tomo exceso de velocidad y pierdo el equilibrio. Los principios son el abanico que me alivia del mareo y me ayudan a revisar el mapa de la ruta. "¿Ruta? Son contraproducentes la rutas... encorsetan... te roban espontaneidad..." No es de recibo ... o no es bien recibido argumentar con fundamentos éticos. "No eres libre" . Sí lo soy... Yo los he elegido y los reviso para que no se queden obsoletos, les saco el polvo, los sopeso... "¿Eres un poco complicada, ¿no?...AKUNA MATATA, hija... "
Tanto en HAKUNA como en MATATA... viviendo y dejando vivir... puedes caminar sobre tierra firme. La pega es que los problemas quizá nos hagan sufrir...Las arenas movedizas pueden parecer una aventura excitante... aunque me da que terminas sepultado, agonizando en el relativismo deliberado.
Del derecho o del revés... lo mires como lo mires... siempre hay un porqué y un para qué. Es la condición humana que no se conforma con ir tirando. Es la misma esencia del hombre que es mucho más que instinto y pasión. Un día u otro hay que pararse y buscar el sentido de lo que somos, pensamos y hacemos. Un día u otro. Nunca es tarde. Nunca es demasiado tarde para ganarle terreno a la tristeza. "¿Tristeza?" Tristeza, sí. La que provoca la sensación de percibirnos huecos.
36 comentarios:
Bueno, es que hay veces que no hay nada detrás y el hueco es un vacío infinitooooooooooooo
Los puentes se cruzan al llegar a ellos.
Nos ocupamos, no nos pre-ocupamos.
Vivimos, no proyectamos.
Las cosas, por sus partes.
Y siempre, como las vírgenes prudentes: el celmín encendido, con reservas suficientes, esperando la llegada del Señor.
Con Dios, hedbanna.
ACABA.
Principios, cuatro. Son pocos y muy concretos. Pero yo creo que no nos evitan las arenas movedizas, ufff... a pesar de ellos ahí estamos, en el complicado equilibrio del ahora.
Estoy con Pepa, aquí y ahora, y con el celmín encendido, por si acaso, el ahora se presenta sorpresivamente al lado de la Luz.
Y siempre, siempre, entre conversaciones, ante un interlocutor... ese es el camino: permanecer al lado de ese otro.
Bueno, hay veces que no existe con versación ni el interlocutor es interesante por una u otra cosa. Hay veces que el interlocutor está tan empeñado en su propia razón y valía que la conversación se torna monólogo, por un lado o por el otro. Y te acabas aburriendo de tus propias palabras o de los semi-argumentos (porque son de los prefabricados) del otro.
Pepa. Creo que siempre hay algo detrás. A veces ni uno mismo lo sabe. Para saber hay que utilizar el entendimiento. Detrás o dentro, la conciencia, que no es hueca. Igual está sepultada, eso sí. O mareada de tanto centrifugarla por la velocidad que nos impone nuestra civilización descivilizada.
OÍDO COCINA
Conversaciones¡¡,He llegado a la conclusión, quizá soy un poco drástica, de que hay gente con la que no merece la pena hablar, o es mejor no tocar, según que temas, porque sabes que la cosa puede acabar mal, y eso es lo que hago yo, por suerte son pocas personas.
En cambio con otras, puedo estar horas y horas, y no me aburro nunca.
Antes tenía mas paciencia, ahora vivo el momento y me doy cuenta que no vale la pena perder el tiempo con quien no se lo merece, y estoy con quien quiero estar y con quien lo necesita, pero sobre todo ser feliz ya hacer felices a los demás,.
Siempre habrá arenas movedizas, pero hay que saber esquivarlas, y si caemos en ellas, saber salir, y seguir andando por esos caminos pedregosos, pero con felicidad¡¡
Sigues con familia?, yo ya no, ya se han ido todos y ahora a descansar un poco más, que ya me toca
un beso.
Anita. Principios, pocos y bien asentados. La vida, sus avatares... qué duda cabe que nos zarandean. Pero no es lo mismo que caminar sobre arenas movedizas. Tú lo sabes muy bien. A veces lleva un tiempo encontrar esos puntales. Tiempo y esfuerzo. Entonces vives el hoy y el ahora no como algo que se desplaza por la inercia y va sorteando los obstáculos. Creo que la diferencia estriba entre vivirte y que te vivan. Sin principios no tienes asideros.
La vírgenes prudentes. Es el pasaje del evangelio que le encanta a Sarracena. Yo repaso bastante el del hijo pródigo... por aquello de que hay que volver tantas veces a la casa del Padre y al Padre no le importa recibirte tantas veces como sea necesario.
Un beso. Y enhorabuena por el nuevo blog. Que lo descubrí ayer...
Ahí le diste, Carmina. Evidentemente eso no es un diálogo. No hay emisor y receptor. Son dos emisores que son incapaces de convertirse en receptores. Saben descodificar pero su ombligo no se lo permite.
Podríamos redactar un principio que rezra, más o menos: ecucha antes de hablar. No impongas tu ley... sencillamente exponla. Y no juzgues qué hay detrás de cada expresión, de cada afirmación del que te enseña un pedazo de su intimidad.
Existo, luego pienso. ¿Es así, katt?
Besiños
Blanca... te imagino aporreando el teclado. Sólo te hace falta escribir...¡Anda ya y que me dejen tranquila! Eso es lo que viene a decir Katt: "el interlocutor está tan empeñado en su propia razón y valía..." Realmente hay conversaciones que acaban siendo estériles. Nadie se apea del burro, tampoco se concede la posibilidad de que el otro aporte algo... Entonces casi que no vale la pena gastar saliva.
Los Cachos de Badalona ya se han ido. Los echamos de menos, pero la vida sigue. Intentaré buscar un hueco para la visita que hemos pospuesto tanta veces. Parece mentira, con lo cerca que estamos...
Besos y descansa DE VERDAD
Cuando comencé a trabajar en un determinado destino me dijeron:
- "aquí nunca hablamos ni de política ni de religión".
- Y de qué se habla entonces...
- No sé, de lo demás... de futbol, sobre todo.
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¡Asco de teatro!
A mí me aburre cuando la gente habla por hablar. Con algunos de mis amigos de la Universidad he hablado sobre temas algo más transcendentales que lo que hemos hecho el finde, y me suelen decir que soy muy cerrada y que lo que pienso lo hago porque así me lo han enseñado mis padres, ya que de otro modo pensaría como ellos y en general como todo el mundo, y a mí me hace gracia que la gente hable sobre cosas que nunca se han parado a pensar y encima intenten convencerte. Por poner un ejemplo, el tema del aborto.
Por otro lado, yo creo que en realidad todo el mundo busca lo mismo que lo que buscamos los que tenemos unos principios, el sentido de lo que somos como dices, pero hay gente obsesionada con no seguir reglas, por guiarse por lo que en cada momento le apetece, y al final se tienen que dar cuenta de que es necesario saber cuáles son sus principios, sean cuales sean.
Lumroc...¡Cuánto tiempo...!
Sí, claro...aquí no se moja nadie, por si las moscas...por si acabo con una etiqueta colgada de por vida ¿no es eso?
Somos tan tolerantes... Fundamentalmente en una dirección.
Un saludo
Trucos.
Me encanta compartir trucos con mis amigos.
Ahí va uno, bien gordo.
Tal vez demasiado.
...
Cuando converso me esfuerzo en saber si el que tengo enfrente quiere intercambiar información de forma positiva (caso 1)o tan sólo quiere un titular (caso 2).
En el caso 1, poco frecuente, nos enriquecemos ambos.
En el caso 2, el más frecuente, le doy un gran titular, pero al revés.
Es un ejercicio de salud mental que aconsejo, pues ganas un montón de seguridad en tí mismo.
Ejemplo explicativo.
Cuando Isabel y yo intentamos ser padres y no lo conseguíamos, la tristeza afloraba en nosotros.
Algunos nos ayudaban.
Otros buscaban un titular.
-¿Pero Diego, en este caso quién a falla, ella o tú? (así, sin anestésia ni nada).
Al principio esa pregunta me bloqueaba las entendederas.
Hasta que un día..., les dí lo que querían, un titular.
-El que falla soy yo porque soy IMPOTENTE (sin pestañear hay que decirlo, y con la frente alta).
Por cierto, seguro que alguna vez te ha pasado algo así a tí, ¿cómo lo has solucionado?.
El lenguaje es lo que tiene, sirve para dialogar para devolver preguntas impertinentes.
Eso sí, hay que echarle un poco de cara.
Pero eso también se aprende.
Hace tiempo que no intervenía. Casi simepre he estado ahí ...
Un abrazo fuerte
Es que este tema me llama la atención. Incluso los que creemos ser "tolerantes" no lo somos. Lo ideal sería creer en las mejores partes para crear un todo. Pero se hace imposible.
Siempre pensamos que quizás no tenemos la razón pero que aparentemente sí la poseemos. Esa es la impresión que me da, al menos. Por poner un ejemplo:
Yo escucho al prójimo y no se puede conversar con él porque no te escucha, cree que tiene la razón.
Pero digo, ¿esta afirmación no implica la creencia de que la tenemos nosotros? Por poner otro ejemplo:
Hora de desayunar: queda una magdalena y un montón de galletas. Estamos mi hermano y yo. Yo quiero la magdalena, la cojo. Y mi hermano me dice: yo también la quiero, eres una egoísta, ¿porque tiene que ser para ti? Y yo pienso: y por qué para ti y no para mí. Los dos la queremos, si ninguno la quiere compartir los dos pensamos que tenemos razón y que el otro es egoísta.
Pues eso.
Caldo de cultivo típico de la Universidad. Observo que no ha cambiado demasiado, Aprendiz.
Una buena época para ejercitar el toma y daca...discusiones bizantinas ... peleas dialécticas en las que terminabas haciendo las paces.
Completamente de acuerdo... Las catedrales del pensamiento son el lugar propicio para romper con todo... porque sí y punto. De todas formas es el mejor lugar para "pelear" ...
(perdón; sigo luego... me espera una seión de lengua...)
(quise decir sesión)
Pues a mí me gusta hablar por hablar... por el simple placer de mantener una conversación. No me hace falta un tema trascendental, a veces surgen, a veces no... Hay gente con la que una conversación sin chicha ninguna se convierte en pura diversión.
Lo cual no quita que cuando hay que ponerse serios, se pone uno serio... faltaba más.
Y los principios... bueno... ya lo decía Groucho "Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros"... Yo creo que fundamentalmente hay que ser fiel a uno mismo. Y uno mismo no es siempre el mismo ni lo mismo. A veces los principios se te tambalean con algunas experiencias vitales... Y no pasa nada. No es un crimen.
Vamos, creo yo.
Un verano hortera y fin)
A finales de agosto el paisaje humano de nuestra playa hortera varía de forma sustancial. Muchos de los que tenían vacaciones se marchan y empieza a languidecer el ritmo de las furgonetas que anuncian los conciertos nocturnos y toros embolados que solían pasar a la hora de la siesta. También bajan y se agilizan las colas del pescado y las meloneras te regalan los melones sin pesarlos siquiera. En la biblioteca sólo tienes a dos delante e incluso te dejan quedarte a leer el periódico, si quieres. Baja el aire acondicionado de la farmacia y del estanco, y baja el precio de los apartamentos que se van quedando vacíos.
Pero en estos últimos días del verano hortera es cuando nos llega un acontecimiento único que vivimos cada año con ansiedad, premonitoria del otoño y la ciudad que nos espera. En estos días es cuando aparecen en nuestra playa unas cuantas familias de buen gusto que en su día eligieron este pueblo para veranear pero emigraron a consecuencia de la invasión de horteras. No han sabido acoplarse. Llegan con moreno marbellí, o con la piel tostadita del cantábrico. Y se te sientan al lado en la playa, sin madrugar ni nada para plantar su sombrilla, siempre de rayas, y cestas de mimbre y alpargatas viejas y la moda de Madrid en una pulsera que tú captas enseguida, pero te callas. Se te sientan y se quejan porque vienen de la compra y las sardinas eran pequeñas y la chica no se las limpió a su gusto. Y te hablan de la filipina o musulmana que no quieren bajar con los niños a la arena, y te rompen el encanto hortera. Te destrozan el mes y medio en que has sido libre, sin prejuicios, viviendo alegremente lo que el verano hortera te ofrece. Se quejan de los pocos planes que pueden hacerse y te preguntan si conoces alguna masajista que vaya a casa o a la playa. Se quejan y te hablan del horrible invierno que han pasado y te preguntan si conoces a alguien que quiera comprar su apartamento. Lo mismo preguntaron el año pasado, y el otro. Se quejan de que el tiempo ya no es tan bueno y se quejan cuando caen las primeras tormentas. Se quejan porque sus hijos no juegan con los tuyos y se quejan porque los melones no saben a nada. Y porque de repente, también este año, hace más que calor que nunca.
Para esos días guardamos nuestros mejores bañadores, los del mercadito, y las babuchas africanas y las alpargatas nuevas. Porque nos intimida un poco tanta queja, y tanto meterse con nuestro verano hortera. Es entonces cuando más valoramos las ventajas de cuando los vecinos de orilla se cambiaban cada día con una toalla de esas que tiene una goma arriba, y de los vecinos de apartamento que se duchaban con jabón en la manguera, mientras cantaban felices disfrutando de su verano hortera. Y de que las sardinas salieran tan buenas y del placer de limpiarlas, y de haber encontrado en el mercadillo esas alpargatas que te pregunta, la de abolengo, que si son francesas.
Un verano hortera y requetefin)
Pretenden apuntar a los niños a tenis para que se hagan amigos, a ver si cuela, pero los nuestros andan ya integrados entre la masa hortera y campan por sus respetos, y desaparecen para irse a pescar con unos moritos que conocieron en julio. Te preguntan si conoces alguien que depile bien y tú te tapas las piernas con los brazos porque ya no te acuerdas de cuándo y cómo lo hiciste. Te asomas a la terraza y las ves impecables a media tarde, ellas y los lazos de sus niñas, y das gracias por la camisola que te hizo pasar el verano tan ligera, y por la coleta que tanto favorece sin necesidad de llevar las mechas planchaditas. Y te preguntas dónde estarán los vestidos de tus hijas que ya ni te acuerdas si trajiste: la camiseta, el bañador y algún pantalón corto les solucionó el verano. Comieron pipas, y se chuparon los dedos de sardina, fueron al cine en la playa, se bañaron en la orilla, nadaron hasta las boyas, jugaron a palas, hicieron castillos, pescaron, comieron melón, montaron en bici, jugaron a tenis, durmieron la siesta, y aprendieron juegos de cartas y adivinanzas y canciones y nuevas modalidades del escondite, y bailes; hicieron pulseras y se enterraron en la arena, y la arena se les metió tanto tanto, que los bañadores quedaran irrecuperables y esa sensación de arena y agua les durará a ellos varios meses; y pelearon con sus primos, y un día de luna llena se bañaron de noche. Se desintoxicaron a fondo, en una cura desde adentro.
Los mayores fuimos a la compra, y aún nos dio tiempo de bañarnos en la playa, de nadar a lo hondo, de remar en piragua, de ir al mercadito, de leer unos cuantos libros, de dormir la siesta. Y de noche charlamos los de casa con estruendo de risas. No nos faltaron tampoco las tormentas, a las que recibimos con emoción cada año, ni el gran placer de ver caer los rayos a lo lejos. Y montamos un observatorio en la terraza para ver estrellas fugaces y deseos por cumplir, cumpliendo así deseos.
Digo todo esto porque es mentira que sólo me gusten las playas líricas y vacías. Porque lo que llaman hortera, vulgar y de mal gusto, es lo que muchos tenemos cuando hay vacaciones, y las vacaciones son un derecho de todos, seamos como seamos, y cuantos seamos, y no vale quejarse porque no sean un anuncio engañoso de la vida. Vulgar y de mal gusto no es una playa llena de gente, de carne como decía mi abuela, sino protestar por una cola y no poder reírse de un melón que sale malo. De mal gusto es creerse uno exclusivo y no admitir que a todos nos gusta lo bueno. Hortera es no disfrutar de las cervezas y la sepia, y no engordar ni un gramo a costa de sacrificios estúpidos. Es hortera que te masajeen en esta playa tan corriente. De mal gusto es querer ser siempre el primero y no aceptar que tu número, en el súper y en la vida, puede y suele ser el cincuenta y cuatro, por lo menos. Hortera es creer que los taxistas no merecen vacaciones.
Es una pena que se acabe este verano. El año que viene podremos disfrutarlo como éste. Y estar todos. Si Dios quiere.
@ Regalo todos los derechos a Sunsi, que soportó todo el verano mis incómodos anónimos, a la Asociación Española de Veraneantes Horteras y a los dignos empleados de comercio que arrastran tan mal nombre, en desagravio.
Lolo.
Rocio,
cuando digo hablar por hablar no me refiero a hablar de cualquier cosa, me refiero a cuando las personas debaten sobre temas de los que no tienen ni idea. Yo por ejemplo, que me llama la atención hablar de política, a veces hablo por hablar, porque realmente no tengo ni idea. Y no creo que sea malo, lo malo es cuando intentas convencer a los demás con vagos argumentos.
Yo no siempre que converso con alguien lo hago sobre temas transcendentales, de hecho con mis amigas siempre son temas de cachondeo.
"Vulgar y de mal gusto no es una playa llena de gente, de carne como decía mi abuela, sino protestar por una cola y no poder reírse de un melón que sale malo."
"De mal gusto es querer ser siempre el primero y no aceptar que tu número, en el súper y en la vida, puede y suele ser el cincuenta y cuatro, por lo menos."
Lolo... con tu permiso y el de la receptora de los derechos intelectuales... ¿me puedo quedar con esos dos párrafos?... ¿a raticos?...
Es que yo también soy de veraneo hortera, exactamente, veraneo de corral... _donde hemos comido melones y melones, sardinas y sardinas... (las limpiamos nosotros), y tortilla (esta siempre exquisita)..._ pues eso, nada de playas selectas, ni atuendos perfectos ni mucho menos masajista, eso sí, libros, los que quieras... y decía... que... que si puedo quedarme con estos dos párrafos, para poder soltarlos... con asiduidad... a diestro y sniestro.
QUÉ BIEN QUE YA ESTÁS POR AQUÍ!!!
SALUDOSSSSSSSSSSSS
Hedbannos todos, hay que tenr registros diferentes, en la conversación y en el lenguaje.
Observo que la hedbanna pardilla se lo ha pasado pipa todo el verano ¿hortera o ingeniosa?
Y que la hedbanna diminuta se manteniene inasequible al desaliento, entre lo intenso y lo pastoril.
Andad con Dios.............
Eso es sarracena... inasequible... totalmente irreductible...
... de morir, que sea con las bostas puestas...
... las del pastoreo intenso.
Eah!
¡Ehy Sarracena! ¿Y yo?, ¿tengo registros o no?.
Sé sincera, sarracenaaaaa.
Tu estás que te sales, hedbanno, que te sales de la escala, así que OJO ................................
Retomo... En la Facultad me lo pasé... no te lo imaginas.Unos años inolvidables. Estudié en la Central de Barcelona. Facultad de Filología. El patio de Letras... siempre concurrido. Tiempos en los que se estrenaba la democracia. Debates interminables. Un buen lugar para aprender, pegarte tortas, "hacer" amigos que piensan distinto, curtirte y ser capaz de no apearte de tus principios... ampliarlos, enriquecerte.
Parezco el abuelo cebolleta. Recuerdos... Cuántos y buenos recuerdos... Espero que tú también puedas disfrutarlos.
Besos
Driver. Oye... Me ha gustado esta forma de plantar cara a según qué impertinencias. Más que truco ... es un bofetón metafórico. ¡Bravo!
No sé si seré capaz... pero tomo nota.
Atenta la mente. Eso es...
¡Bien!
¡Tendré ojo!
A ver, lista de la compra para tener ojo:
Par de lentillas de repuesto (soy más miope que Rompetechos, mis lentillas son de astronauta).
Par de gafas de culo de vaso (son las que empleo por la noche, la Isabela cuando me ve con ellas sale gritando).
10 litros de Cristasol para las gafas, las lentillas,y el parabrisas.
150 kilos de zanahorias para mejorar la vista.
...
¡No si al final, por hacerle caso a Sarracena van ya 500 pavetes!
Todo sea por la causa.
¡A tener ojo! ;))
Ja, que viene la hedbbana rana,
sarracena, toledana,
repartiendo parabienes,
estocadas y mandobles,
nihil obstat a placer,
siempre que en mente,
cazallosa y algdonosa,
sea pertinente,
la picapleitos impenitente,
sarracena y valiente
Sunsi ¿por qué Sarracena y después Ana hablan de "celmín"? Con esta pandilla nunca sé si van totalmente en serio o solo a media palabra. Celemín, Pepa, que te gusta provocarme hasta en el blog de Sunsi.
Yo he sido educada en una serie de principios o valores que gobiernan mi vida y la llenan de luz y sentido.
Es bueno conversar pero a veces experimentas que si rascas buscando la profundidad de un tema, la gente vuelve a la superficialidad. A mí a veces me gusta callar y escuchar, fijate:)
Un beso Sunsi
Luisa
Bueno, Luisa... supongo que lo escribí por imitación, porque quería decir más o menos lo que quería decir Sarracena... ese saber ser prevenidos pero sabiendo que los puentes se cruzan al llegar a ellos.
Quería decir que intentaremos permanecer con el candil encendido... que intentaremos ser prudentes...
Y sí, yo suelo hablar en serio y en broma también... pero creo que se nota bien cuando algo se quiere apuntillar de verdad.
Saludos.
Lolo... Cachis la mar serena... ¡¡¡Eras tú!!! Cómo no imaginé que podías ser tú... Lo que has escrito hoy es de lo mejor que he leído en tiempo. Lo suscribo a pies juntillas. A eso le llamo yo tener enjundia... Que la categoría humana está en las entretelas de los homínidos sapiens sapiens. Un remate CUM LAUDE... ladrona. Y yo ... venga, pistas, por lo menos di dónde veraneas... Qué poca intución.
Oye.... Escribes y describes muy bien. Ahora no sé si llorar o reír. Has estado ahí todo el verano y yo sin enterarme. De cuando en cuando, donde Máster, diciendo que te echaba de menos...
Eres sencillamente genial. Gracias por los buenos ratos que me has hecho pasar... algunas veces un pelín mosqueada por la intriga.
Un beso, guapa.
Voy a recopilar todo el texto, desde el primer capítulo.
OKs, Rocío.Creo que he entendido lo que quieres decir. Siempre me ha hecho gracia la frase de Groucho Marx. Pero está claro que es una frase ingeniosa. Muy buena pero muy clásica del humor de Groucho M.
Igual habría que empezar por saber qué entiende cada cuál por principios.
Yo, Rocío, creo en la máxima "renovarse o morir", pienso que la vida está sujeta a las coordenadas del tiempo porque el tiempo es cambio, es riqueza. La riqueza de la gente, de las vivencias... Y todo ello conforma nuestro ser , lo alimenta y lo perfecciona. Creo que tener principios no es igual a inmovilismo. Es más, creo que los años apuntalan los básicos y los que no lo son se los lleva el viento.
No sé si he sabido explicarme, Rocío. Es ya tarde. Pero no quería dejar pasar esta jornada, que ha sido un poco atropellada, sin responder a tu comentario.
Un beso... Buenas noches, princesa.
Katt. Llevar la razón , tener razón, tener razones para... Son términos ditintos. Tu comentario es más profundo de lo que aparenta a simple vista. Como me caigo de sueño. ¿Puedo responderte mañana?. Empiezo a no hilar palabra con idea.
Besiños.
¿Te ha servido la referencia de la web?
Pepa... bravo por lo has lanzado como quien no quiere la cosa. Por una vez y sin que sirva de precedente (ya ves que te copio) estoy de acuerdo contigo. Es importante saber cambiar de registro. Culto, coloquial, estandar...Depende del contexto. Hay momentos para todo. A veces (mea culpa) una se pone intensa cuando el contexto pide a gritos un tono más coloqial... más desenfadado... O a la inversa. Es un arte saber qué registro es el que corresponde en cada momento. El dramatismo para los momentos dramáticos. Si no, podemos caer en un tono monocorde sin puntas ni clímax .
Igual no lo pretendías. Pero tu apunte es muy útil y acertado...
Con Dios.
Era celemín. Luisa lleva razón.
Callar y escuchar, Luisa. Menos mal que lo has puesto sobre el tapete. Dicen que por eso tenemos dos oídos. Mi asignatura pendiente. Muchas veces me adelanto y atropello a mi interlocutor. Quien me quiere bien me pega una patada por debajo de la mesa...Sé que significa :¡¡¡Cállate un rato!!!
Creo que he sido educada como tú. He pasado por muchas etapas... hasta que esos principios puedo decir, ya era hora ¡a esta alturas de mi ancianidad! que los he hecho míos. Por eso no son ninguna cortapisa a mi libertad. Todo lo contrario. Sin ellos iría dando tumbos y cualquier eventualiadad me haría tambalear... También es cierto que si me mantengo en equilibrio el mérito es prestado.
Ya... que hace rato que debería estar durmiendo.
Besos, Luisa.
Celemín, era celemín. Gracias...
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