sábado, 24 de enero de 2009

Tarde de viernes

Ayer, viernes. Final de la semana para los escolares. Los viernes no son iguales. Depende de lo que se avecine o de si se ha concluido una tanda de exámenes.
En casa, a una estudiante que se le avecina una semana de exámenes. Una estudiante en pleno proceso de saber cómo organizarse, de percibir en qué momentos hay que darle un respiro a la cabeza y oxigenarse, de atinar hasta qué punto ha de exigirse.
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Tiene mucho que ver con aprender a vivir. Después de la tormenta viene la calma y después del desánimo una conversación relajada. Me doy cuenta de que dialogamos poco. Vamos a tiro hecho. Dialogar lleva consigo expresar, sacar fuera compartiendo temores reales y fantasmas que no existen. Con la conversación, lo que parecía un mundo es sólo un examen de tres temas y al día siguiente otro en el que vuelve a entrar todo pero mucho de ello es repaso... Se hace un mundo o un muro inaccesible porque todo se planta de vez en la mente ... y llega a asfixiar. Hablando se desgrana. El hielo se funde, se hace líquido y corre por un surco más lento.
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"Un tiempo para cada cosa", le dije. "No puedo", me contestó. "Sí puedes si haces lo que te propones sin pensar en lo que vendrá después". Todo de vez es inabarcable. Sólo somos capaces de resistir un instante. Después llegará otro instante y podremos plantarle cara.
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Pero ayer me di cuenta de algo que se está perdiendo. Una tarde sentados en el sofá, ¿sin hacer nada?... charlando. El hermano que ya ha pasado por eso explica las recetas que le sirvieron... complicidad, saber escuchar. Y la mamá con las batallitas de su época... que no estaba tan mal su época y que también tenía sus inconvenientes.
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Una tarde sin tele, sin ordenador, sin serie grabada. Hablando, como por arte de magia, llega el sosiego. En casa no hay que demostrar nada. Nadie espera heroicidades. En realidad, en casa, nos conocemos al dedillo ... pero hace mucha falta pararnos a menudo, "platicar"como dicen en aquellas tierras donde se vive más despacio, "perder el tiempo" en la sala de estar para reírnos, llorar , contar, escuchar, aprender, relajarnos, mirarnos, abrazarnos, calentarnos, remendarnos... sosegarnos... Si no, ¿qué es entonces una familia? Si en la carrera de obstáculos no podemos detenernos para contarlos... ¿Qué es entonces vivir? ¿Millones de seres, cada uno en su tajo, que comen , duermen y vuelta a empezar? .
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"En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad" (Gandhi)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues debe ser el tiempo; ayer Katt y yo estuvimos de charleta, pero luego ella fue a ponerse monísima (salía con su noviete, a cenar) y yo a trabajar un poco.

Dicho lo cual, hedbanna rana, hija, que poéticas nos ponemos......... frúnceseme el ceño, rezongona me pongo y casi deletérea..........

Schit, schit, schit..........

sunsi dijo...

Hoy Katt y Carlos creo que cenan con el grupo. Carlos va a negociar con el noviete de Katt el tema del seguro del coche. Ya se ha sacado el carnet... por fin.

Y Katt los deja K.O. Carlos siempre me dice que es tan filosófica y tan profunda que se pierde... él y todos. La verdad es que la aprecia mucho.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Otra intensa, anda que............

sunsi dijo...

Anda, que se te cae la baba. Y no es para menos. Intensa.Por eso me llevo de cine con ella.Más de un cigarrillo nos hemos fumado en zonas prohibidas del cole filosofando...

Máster en nubes dijo...

¿una profe fumando en el cole en zonas prohibidas? No puedo dar crédito ;-)...

Oye ¿desaparecerá el país con este viento?

Anónimo dijo...

No te preocupes Máster... si desaparece... nos quedarán las nubes... tus nubes.

Sí Sunsi... hablar... tranquilamente. Sin más intención que la de hablar por hablar. Y a lo tonto... ser.

Buen fin de semana... y a cuidarse del viento.