jueves, 30 de abril de 2009

Después del puente... la cuenta atrás.


La naturaleza sufre una profunda transformación; los días son más largos, la luz se muestra con una intensidad distinta, la vegetación parece despertarse de su letargo invernal. Es primavera. ¡Cuánto apetece dar un paseo o, simplemente, holgazanear! Pero el final de curso está a la vuelta de la esquina. Pronto llegan las notas ... definitivas. “¡Niño, estudia!”...,” “¿Qué examen tienes mañana?”...

Ahora nos entran las prisas. Y afloran dos identificaciones muy arraigadas: nuestros hijos son, por encima de todo, estudiantes; el buen estudiante saca buenas notas. ¿Me permiten un pseudosilogismo? Luego...un buen hijo es el que saca buenas notas. Expresado así, nos parece una aberración ¿verdad?. Pues no tanto. Seamos sinceros. ¿Cuántas veces premiamos sólo los éxitos académicos y olvidamos su esfuerzo diario?.¿O no es cierto que lo que valoramos es “el diez” en lugar de apoyarles, día a día, para que rindan al máximo según sus posibilidades?. En el fondo –y en la forma- el problema es esa tendencia al reduccionismo, que sólo se resuelve si tenemos claro lo que significa la familia.

La familia es el único ámbito de la sociedad donde deberíamos ser apreciados también con nuestros defectos. En la familia deberíamos “caber” todos; deberíamos sentirnos orgullosos por cada pequeña victoria de cualquiera de sus miembros y cerrar filas alrededor del que sufre un fracaso... porque nuestro vínculo es el amor. En la familia, en casa, nadie es más importante que nadie; nadie es el modelo de nadie; nadie se compara con nadie. En casa, todos triunfamos; y si no, siempre hay otra oportunidad. Nuestros hijos, además de estudiantes, son hermanos, nietos, amigos de... que comparten su tiempo libre, colaboran en casa, hacen deporte... Un hijo es mucho más que un “cerebro con patas”; es un ser irrepetible en el que se integran cuerpo, afectos, intelecto. El estudio no es un fin en sí mismo, es un medio para adquirir conocimientos y asimilarlos, para crecer en virtudes y ponerlas en juego, para ser mejor persona.

“Bien, como teoría está bien ; pero a la hora de la verdad lo que cuentan son las notas.” “¿O no?”...Pues sí y no. Las notas son la consecuencia lógica del trabajo bien hecho. No obstante, cabría hacer dos precisiones:


1.- El mismo listón no sirve para todos porque no todos están dotados del mismo potencial intelectual ni de las mismas destrezas en todas las asignaturas.

2.- A veces los resultados positivos se hacen esperar porque están aprendiendo el propio proceso de aprendizaje. Para poder estudiar, han de saber estudiar. Y eso lleva su tiempo. Y cada estudiante tiene el suyo.

Valdría la pena saber qué podemos exigir a nuestros hijos y esforzarnos por crear un clima de comprensión, sin el cual la propia exigencia se vacía de contenido para convertirse en disciplina de cuartel. Deberíamos transmitirles que lo que cuenta es el empeño y la constancia muy por encima de los resultados...y que los resultados llegan con empeño y constancia; que el estudio es un verdadero trabajo y no un simple trampolín para la fama.

Creo que aún podemos rescatarles de otro reduccionismo muy común en nuestra sociedad de consumo: Tanto tienes , tanto vales.


Este tema me toca el pie. Hay muchísimo más por añadir. Por hoy... ya es suficiente

19 comentarios:

sarracena infiel dijo...

Reconozco que he sido, más bien, del tono cuartelario.

Afortunadamente, ni el perro me hizo caso y, demos gracias a Dios por esas pequeñas cosas, hoy por hoy son razonablemente potables.

Lo cual no tiene nada que ver, ni de lejos, con que me gusten sus elecciones; más bien nada.

A ellos, las mías, tampoco.

Así que estamos en tablas, lo cual nos lleva a no criticar (bueno, yo menos, que para eso los parí con dolor)

Logran cabearme mucho, pero mucho, cuando toman la casa por asalto sin preguntar y son capaces de habitar en el caos.

Con Dios, hedbanna rana

sunsi dijo...

Pepa... hoy los tiros iban en otra dirección. Claro que cada uno interpreta según las gafas que lleva puestas.

Mi énfasis en lo docente. Pero hoy casi me coso la boca, que mi horno no está para bollos. Observo demasiados rebotes. Tanto se tira de la cuerda que al final se rompe. Tanto, tanto ... y te lo dice una persona que ha trabajado muchos años en la docencia... que provoca el efecto contrario.

Un puente para verlas venir, para tomar distancia y... decisiones.

Un saludo, hedbana Balboa.

Echo de menos a Driver... supongo que tú también.

Blancael dijo...

Hola, como te entiendo¡¡¡, hoy a la tarde hemos ido de tutoria de las 2 pequeñas, y son mundos diferentes¡¡¡, cada una con sus puntos débiles , parecen la noche y el dia,.
besos.

sunsi dijo...

No sé si es deformación profesional -aunque no ejerza- ... Me cuesta tomar distancia, Blanca. Últimamente se me pega todo en el corazón... me refiero a los hijos.

Me gustaría no tener esas gafas de aumento. Cómo me gustaría... Me gutaría no tener ni idea de lo que es dar una clase, llevar una asignatura... Y no haber mamado desde pequeña lo que significa ser MAESTRO.

No me hagas mucho caso. No tengo el día y se nota demasiado...

Un beso muy fuerte

sarracena con mal dia dijo...

Que sepas que tu entrada se entendió de sobra, la que tiró por donde le duele, yo.

De docentes y de de docencias, la biblioteca de Alejandría se podría escribir.

Y sí, hay momentos en los que parece que lo más importante es que saquen buenas notas, aunque sean unos impresentables.

A los padres nos tranquiliza y nos permite fingir que todo va bien.

Creo.

Tampoco tengo - he tenido - un buen dia.

ana dijo...

Mi hija es un corazón con patas, una sonrisa enorme, una mirada profunda y el cerebro, pues... en el cerebro tiene una luna preciosa.

Sus notas... bueno... pues regulín-regulán... pero su persona, por hoy, tiene una matrícula de honor.

Generosa, imaginativa, alegre, cariñosa y feliz.
Y muy leeeeeeenta...

Y en esas estamos... empezando el camino. Aún no he llegado a ese periodo en que como decía una amiga... yo, en estos momentos, la verdad es que la cambiaría por una lavadora...

A ver... a ver si no pierde ese corazón y esa sonrisa, a ver si no tengo que cambiarla por una lavadora...

Modestino dijo...

Cada niño es un mundo y hay que saber tratar a cada uno. Es peligroso comparar -con el hermano y con el "hijo de fulanito"-, pretender que sea médico o abogado por tradición familiar o ingeniero "porque yo no lo pude ser", ... y sobre todo, ¡que los mayores nos demos cuenta¡¡¡

Driver dijo...

A veces pasa.
Crees estar educando a los hijos, que corres por la playa,que la nota es un ocho, y no.
Y son los hijos los que te enseñan, y la playa la que se desliza bajo tus pies.

Los hijos te muestran el camino de la playa, donde no hay notas.

Al final del camino de la playa, solo hay arena, unas gaviotas volanderas y un infinito mar azul verdoso.

A veces pasa.

ana dijo...

Qué bien!
Ha llegado Driver!...

... hoy con una playa.

Se te echaba de menos... algo... no te lo vayas a creer demasiado.
;))

Máster en nubes dijo...

Yuju, que Driver está aquí ;-)
Y tu entrada Sunsi, pues sin saber porque hijos no tengo... yo creo como dice Pepa que hay padres a los que con que saques buenas notas les basta (aunque seas un impresentable) y padres a los que les toca un pie todo, y padres muy encima, mucho, o muy pendientes, muy alentadores, animadores. En fin, mi respeto por todos los padres y madres, en cualquier caso ;-)

Aurora

sunsi dijo...

Ahí, Modestino. El igualitarismo es nefasto. Como el "café para todos"... que decía el Che.

La justicia en casa no tiene que ver con "la otra".

Un saludo y gracias por pasarte. Eres caro de leer en esta República.

sunsi dijo...

A veces pasa, Driver, que una salta de la silla de alegría por encontrar un comentario del trovador más generoso que conozco.

Estoy muy contenta de esta playa, de estos niños que cuentas... que nos enseñan que quizá dos ceros pueden ser un ocho... o que un cero puede tener u uno a la izquierda que se lo hemos regalado... y es un diez. Para el resto del mundo no sé... pero par nsotros, los padres, siempre son un 10.

Gracias por pasarte por "tu casa"... porque sabes que es tu casa, Driver Inquilino.

Un saludo afectuoso

sunsi dijo...

Anita... que te he saltado. obre de ti que la cambies por una lavadora. Tú espera, ten paciencia... verás que Anita bis .

Un beso, guapa

sunsi dijo...

Driver... qué cara tiene Ana;) Se te echaba de menos MUCHO. Y créetelo ... sube la autoestima... y, además, es cierto.

ana dijo...

Sunsi... que luego se lo cree demasiado, el Driver...
... los piropos a cachitos.

Que no se note que le hemos echado tantísimo de menos... que no se nos note... demasiado.

ay
ay
ay

poética sarracena dijo...

Driver ha venido,
nadie sabe como ha sido.

Dejó las oscuras golondrinas
y las cambia por gaviotas
aguerridas.

Y su fan número uno,
feliz como un perdiz,
poque ha vuelto el seductor caballero del espacio virtual.

Con un ripio te saludo,
por genial, por corajudo
y por escribir sobre gaviotas
esos pájaros tan idiotas.

sunsi dijo...

Cómo te quiere la "parroquia", Driver...

Modestino dijo...

Lo siento Sunsi .... de verdad, no tengo tiempo para todo. Esto de los blogs te crea una de relaciones que luego no puedes cumplir con todo el mundo.

sunsi dijo...

Por favor... Modestino.. si es broma. ¿Tú crees que no sé cuánto trabajo tienen algunos? Y que la vida da para lo que da. Y que hay un orden de prioridades. Bastante haces con mantener un blog... que alucino pepinillos.

Por si te sirve. Yo soy fija... a diario ... de tres: El de Máster y el tuyo... y el de Antonio Azuaga cuando actualiza. Si me da tiempo... buceo. Si no, pues Máster y el Cajón de Sastre.

Un saludo.

Me voy a tomar el sol... a ver si cambio un poco el careto lechoso.