martes, 9 de junio de 2009

Semana de lucha contra el racismo


Corre por internet, también de boca a boca. Me lo ha enviado Mireia desde el Congo. Probablemente conozcáis esta historia. Si no, aquí la cuelgo.

"En un avión, iniciado el vuelo, una "señora" oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata

-¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata

-¿Es que no lo ve? - Responde la dama- Me colocaron junto a un sucio indígena. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¿¿¡¡No tiene otro asiento!!??

-Por favor, cálmese… -dice la azafata- Casi todos los asientos están ocupados. Pero, voy a ver si hay un lugar disponible.

La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:

-Sra., como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.

Antes de que la dama pudiera hacer el menor comentario, la azafata sigue:

-Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.

Todos los pasajeros alrededor, observaban la escena, indignados.

Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dice:

-Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.

Y los pasajeros, que sorprendidos, presenciaban la escena, se levantaron y aplaudieron..."


UN APLAUSO. Y DOS... Y TRES...
¿Recordáis "Viva la gente"? La rescato de un posible olvido...


25 comentarios:

Driver dijo...

Madrid tiene una población inmigrante del 15%.
El jueves pasado fuí con mi esposa a ver una obra de teatro."Edipo", en la Sala EL MATADERO, en el Paseo de la Chopera. Se llamá así porque el antiguo matadero de Madrid, un robusto edificio de ladrillo cara vista y verdugadas de piedra caliza, ha sido rehabilitado como un espacio multicultural. Allí se expone de todo. Teatro, música, conciertos,fotografía, libros. Un gustazo.

LLegué muy pronto y me metí en el bar de enfrente.
Tropical, se llama.
Todos inmigrantes.
La dueña, una dominicana me hizo un café expreso y espumoso que pa qué las prisas.
Junto a mí una apasionante partida de dominó entre cuatro cubanos.
La Bandera Dominicana desplegada sobre la barra.
Allí no se hablaba, se platicaba, yo me entiendo.
Al pagar el café platico con la dueña.
Una señora de unos 55 años.
Sale la conversación del café, de Cuba, del bloqueo cubano, casi sin querer.
Le pregunto por su pais.
Se le iluminan los ojos a la señora y me deja muy claro que SU REPÚBLICA es independiente, y que la libertad de expresión es total en su pais.
Llevaba siete años en Madrid.
...
Le pregunto qué le parece mi pais.
Está bien, hay trabajo, pero el mío me gusta más.
Le pregunto cómo le han tratado en mi ciudad.
Me dice que se relaciona solo con dominicanos y cu¡banos, pero que no ha tenido ningún problema con los españoles.
Le pido otro café, no sin antes explicarle que sólo puedo pagarle el importe de la consumición, que el arte que le pone a la cafetera no se lo puedo pagar.
Sonrisa amplia.
...
Viene Isabel.
La llaman continuamente al móvil debido al accidente del avión de Air France en el Atlántico.

La señora le pone el café, no sin aantes decir:"Pero ya, mi niña, deja el celular y descansa".

Los cubanos acaban su partida y se están riendo.

Salgo del local y entro en el teatro, donde me espera el Sr. Poncela en su papel de Edipo Rey.

Miro a mi alrededor. Un señor de raza negra está a mi lado.
Junto a su hija, negrita apenas de diez años.

En el descanso escucho a la niña decirle a su padre:" ¿Y el Rey ése dónde vivía?".

"En Grecia, hija mía".

La niña tiene unos enormes ojos inquisidores.
Se está comiendo la vida.

Está en mi ciudad, y se está comiendo la vida.

Al fondo se escuchan alegres conversaciones que provienen del bar.

Los cubanos han vuelto al dominó.

El juego donde las blancas y las negras...

Tienen el mismo color.

lolo dijo...

Lo tuyo, precioso, Driver.
Gracias por tu mirada de todos los colores.

ana dijo...

Lo diferente nos asusta, lo sencillo nos pone nerviosos... es como si con su sola presencia, se cayera todo lo que falsamente somos. Es miedo ante lo esencial, a ese saber que nosotros no somos ni mucho menos los mejores... miedo porque a su lado nos encontraremos con que no somos esa maravilla que pretendemos hacer creer al otro, sino que lo nuestro sólo es pura apariencia. Que nuestra presencia es aire. Que sólo somos el traje que llevamos puesto, el que nos construimos todos los días.

Al lado de algunos desheredados, ante su inmensa sencillez y pobreza nos damos cuenta de que no le llegamos a la altura de los zapatos. Si los tuviera.

Miedo a darnos cuenta que no somos más que eso... el traje que esa misma mañana nos pusimos para salir al encuentro de los otros. No hay nada más.

ana dijo...

Lolo... esas cosas no sólo ocurren en los aviones. Yo trabajo en un hospital y ves de todo... pero siempre gana el humilde, eso te lo aseguro. En el hospital sí... siempre el humilde... tenga la raza que tenga... que de todo hay en todos los colores...

... ains... si no fuera tan largo contar, echaríais unas estupendas risas...

ana dijo...

... ainsssss... me matas con estas músicas...
(se me olvidaba ser sarracena)

ay
ay
ay

D dijo...

Sunsi.
Tienes un e-mail.
Para el Sr. Juan.
Gussssssssssssssssto me he quedado.

lolo dijo...

No, me he confundido.

Es una anécdota lo que cuentas. Pero en realidad es la dama la que debe levantarse y quedarse la indita en la clase que eligió.

¿Por qué pasarla a preferente? Sólo como desagravio lo entendería.

Y así en muchas cosas.
¿Por qué ganar siempre el "humilde"?
¿Llamamos humilde al diferente?
Porque si es así le estamos haciendo distinto. Y no es mejor ni peor que los otros, los iguales.
Y además, ¿tan iguales nos creemos?
Poco originales es lo que somos.
Pero diferentes, mucho.

Lo que nos asusta es que se note que no somos mejores.


PD: Esto después de dos comentario suprimidos y un buen rato.
PD: Se lo iba a dedicar a Sarracena, pero ahora ya lo veo menos...menos infiel. Otro día.

sunsi dijo...

PERDÓN POR EL RETRASO. ÚLTIMAMENTE LA MORFOSINTAXIS ES MI ÍNTIMA AMIGA.
AHORA OS LEO. GRACIAS POR COMENTAR...

sunsi dijo...

Driver. Las historias reales son las mejores. Qué bonito escribes. Pero antes hay otra cosa más importante. Cómo observas y desde qué prisma observas.

Viva la gente... toda la gente

sunsi dijo...

Y tu mirada, Ana, también es distinta a la de la mayoría. Qué haríamos muchos sin esos avalorios. La seguridad nos la da todo lo que nos colgamos encima. Ellos van a pelo. Su dignidad es ellos mismos, nada más que ellos.

Ya sé, Ana, ya sé. Esta vez "Viva la gente" era una mirada atrás, un recuerdo de un movimiento que surgió y que aglutinó a muchos jóvenes "Viva la gente" era un himno. Perdón. ¿Te duelen aún los oídos?

ana dijo...

Ay... Lolo, que me tengo que ir y no puedo entrar a discrepar... o a no discrepar...

El humilde no es siempre el diferente, el otro, el que lo aparenta... por supuesto que hay falsas humildades vestidas de pobre... las diferencias o la diversidad de personas nada tienen que ver con la actitud humilde ante el mundo... no, no siempre el diferente es el humilde. Hay trajes elegantes de una humildad suprema. Y hay soberbias muy disfrazadas...

Y es precisamente eso... lo que tú bien dices, Lolo... eso de que "nos asusta es que se note que no somos mejores".

Por eso no nos mezclamos... de ahí los guetos... para que no se note demasiado el traje que decidimos ponernos. Por si pudiera estar sujeto simplemente con hilvanes...

... que me voyyyyyyyyyyyyy

... que descanséis mucho esta noche... privilegiados... que sois unos privilegiados...

;))

ana dijo...

Y que conste que hay avalorios que me pierden... bolsos, zapatos... ainsssssss

sunsi dijo...

Lolo. Intresantísimo tu comentario. Mucho. Estás tocando un tema que tiene que ver con las discriminaciones positivas. Y abarca más ámbitos. Tienes un cerebro, maja...

No me lo había planteado. Igual sí que ellos quieren que no se les trate ni mejor ni peor. Simplemente que se les trate bien, haciendo abstracción del color, la etnia, la raza, la cultura, la posición...

¿Es una utopía perseguir eso? ¿Se ha conseguido alguna vez a lo largo de la historia de la humanidad? Sí es una utopía, lolo. Creo que sí. Creo que es más fácil una quijotada aislada que sentar las bases de una sociedad que no discrimine , ni por arriba ni por abajo.

Quizá esta quijotada sea una fórmula paternalista...

Me has dejado tocada.

Gracias, lolo.

sarracena infiel dijo...

La hedbanna pardilla,
se está ganando una colleja,
su comentario me hace cosquillas,
por algo soy sarracena vieja

De discriminación no opino,
en el tema no me meto
fácil es sin vivir en guetos,
hablar con mucho tino.

Así pues, hedbannas mias,
descansad, hablad, piad,
pastoriles bailad,
al ritmo de ese compás.

sunsi dijo...

Sarracena... Yo te entiendo mejor sin letrillas.

Descansa tú también. Yo con la cabeza a pájaros por intentar que la criatura de una amiga distinga un nombre de un adverbio y de un determinante y de un pronombre...

Le he dicho que rece al Espíritu Santo... que antes del examen le pida el don de la sabiduría... así... flas... de repente...

lolo dijo...

Pues será una utopía, pero hasta que no nos tratemos como iguales (ni como humildes, ni como diferentes) no podremos convivir bien.

Los guetos son barreras para sentirnos iguales.
Todos queremos ser iguales, a mi que no me lo vendan de otra forma. Está en el corazón del hombre porque es su esencia; iguales e hijos del mismo Dios.

Luego ya cada uno se pone abalorios, zapatos, o lo que le guste o pueda. Y la cultura y todas las cosas. Pero somos iguales.

En mi casa todos tenemos los ojos oscuros, pero si te fijas van desde la miel pura hasta la noche sin luna.

Yo sé que así, mezclados, somos más valientes y estamos más seguros. Porque somos iguales.

Porque somos diferentes por dentro, pero muy diferentes. Y muy poco originales. A ver qué os creíais.

Sarracena que te veo en bajísima forma, hija. Que así no hay quien te dedique un comentario, que no das pie.

ana dijo...

Aclaración por si me expliqué mal. Y es que de algunas cosas discrepo... pero sé que sólo es una opinión.

La humildad nos hace ver al otro como un igual... esa es la gran hazaña. Seamos humildes para no ser soberbios. Y es que cuando nos sentimos diferentes lamentablemente es porque nos creemos mejores, la soberbia está detrás.

Buscar la igualdad es saber ser humilde y no sentirse mejor que los otros... la igualdad a veces pudiera ser una utopía... menudo mundo nos ha tocado como escenario!!... donde si no brillas pareciera que no existes. Vivimos a veces en un mundo en el que se ha de ser la guinda siempre... ahí nos dejamos todo el empeño. Una de las causas que anula la convivencia es la soberbia... aunque hay tantas causas...

Los guetos buscan diferenciación, nos juntamos los iguales porque somos mejores que los del otro gueto. Hay primera clase, segunda, tercera... y los desclasificados. Y sin embargo todos somos todo.

Es verdad que el ser humano es ilimitado, pero aunque seamos tan variados somos esencialmente lo mismo. Es complejo el ser humano. Todo un misterio.

sunsi dijo...

"El jardinero ha contratado a un morito"... No sabe dónde se mete". "Una asistenta... necesito una asistenta, que la filipina se me ha ido... pero no quiero rumanas..." "El sudaca ése .., que a ver si no va a ser un latin king" Y etc, etc, etc... A eso me refiero, lolo.

Para utópica yo, te lo aseguro. Y no me atreví a colgar "De qué color es la piel de Dios" porque a Ana seguro que la mato y sarracena fijo que pasa definitivamente de mí. Ganas no me han faltado. Y "angelitos negros" de Machín. Carroza que es una...

Quería decir que es más fácil tener un gesto así,como elde la anécdota... muy rimbombante... para que se note que uno no es racista, que vivir cada día, ir a la compra, pasear por una Rambla multicolor, compartir mesa ...con ellos. Qué digo ellos. Ellos...¿Por qué hablo de ellos?
La primera persona del plural: Nosotros. No sé cuántas décadas deberán pasar para que , por fin, digamos nosotros.

Ese punto de desconfianza. Es ese punto. O ese puntazo. Por eso digo utópico. Porque existe un personal que no y no. Con cabezas cuadradas y corazón de hormigón.

Y la globalización no les llega.

Un abrazo

sarracena infiel dijo...

¿Racista? En principio, no. Ahora bien, reconozco que tal que no lo sea porque no he tenido oportunidad para serlo o no.

Este es el punto en el que nos ponemos poéticos y comenzamos a soltar cosas como "pero si yo tengo un amigo , un conocido, un..... que es ¿?"

O sea, siente un pobre a su mesa en navidad.

Si soy racista en cuanto a la miseria, enfermedades, falta de de educiación, analfabetismo; esto es, las lacras de nuestra sociedad.

Es decir, soy como la mayoría de nosotros: no nos gusta que nos recuerden que el prójimo es nuestro vecino, el camarero que nos atiende, la señora que limpia etc......

Y ahí, debo decir, sí que no hago distinciones: me desagradan por igual y me sale lo mejor o lo peor, sin reparar en el color de la piel, creencia, etc.-

Pues eso, me encantaría ser mejor persona, pero la realidad es muy distinta: me repele el olor d eun tío que se ha pasado dos o tres días enchironado. Ni me acerco cuando el detenido puede tener alguna enfermedad infecciosa. Me pone de muy mal humor determinada clase de gente, generalmente de ascendencia magrebí, cuando lloriquean constantemente por sus mil y una desgracias y, encima, te tratan con absoluto desprecio por ser mujer, aunque les defiendas.

Así que ¿qué queréis que os diga? Poesías pocas, admiro a Madre Teresa, pero de santa no tengo ni una gota.

Al infierno de cabeza, supongo.

Driver sarraceno dijo...

Economía de mercado.
Vivimos en una parte del mundo donde los movimientos sociales se rigen por la economía de mercado.
Me explico.
Me rompo las meninges para consegir trabajo.
Una vez conseguido acudo al mercado laboral.
Contrato albañiles.
Les entrevisto, les leo la cartilla, les contrato, les estimulo, como con ellos, les pago, les depsido si no hay curro, les vuelvo a llamar cuando lo tengo.
Una larga cadena de acontecimientos que me han enseñado a leer el alma humana.
Igual me da que me da lo mismo su nacionalidad. A todos les digo lo mismo. Me he roto las meninges (realmente cito otra parte de la anatomía), para conseguir curro. No me falles tú ahora.

No sé lo que pasará por ahí, solo hablo de lo que conozco.
El mercado laboral de la construcción en Madrid.

Mi experiencia es que los inmigrantes buscavidas son los mejores.

Ponte en su lugar. Cruzas el Atlántico y dejas atrá a tu familia. Tratas de trabajar, cuanto más mejor, pues de tí pueden depender hasta tres familias. Ya que estás a nosecuantos miles de kilómetros de tu familia,¿qué hace la mayoría que conozco personalmente?.
Hablar claro.
Quiero mandar dinero a mi familia, y en cuanto pueda traérmelos aquí. Lógico.

Y curran, se ganan tu confianza, y siempre que puedes les llamas.

Y siempre te dicen que sí.
Ellos cumplen y yo cumplo.
...
No sé lo que harán los sábados por la noche.
Ni me importa.

Sólo sé que rinden y son honrados. Yo les estimulo y ganan pasta conmigo.

Los pocos vagos que se me cuelan no duran ni dos telediarios.

Todos somos buscavidas.

Yo el primero. Y claro.
Al final los de la misma condición, "duermen" en el mismo colchón.

Como dice Sarracena, sangre, sudor y lágrimas.
Currele y dinerete, digo yo.

Economái de mercado, dicen los tertulianos.

Sentido común, dicen los abuelos.

Integración social, dicen los tontarras de los políticos.

Compañero o socio.

En mis obras, compañero o socio.

Lo demás me suena a humo que nos venden.

¿La verdad? No la poseo.

Sólo sé que sudano juntos se ve el mundo igual, desde el mismo lado.

Mis socios lo saben bien.
Saben que cuando les llamó así, han ganado mi respeto.

Y espero que ellos el mío.

sunsi dijo...

Yo sí he tenido la oportunidad, Pepa. Alguna temporada en Ceuta, con Perejil incluído. Yo me he sentado en su mesa. Me dijo Mina que no hacía falta que me descalzara. Jesús probó la jarera en sus casas, una sopa contundente que preparan para el Ramadán. El día previo a una boda me invitaron para que viera cómo se pintan los pies y las manos con henna.Yo no me pinté, pero las niñas sí. Abarrotado de musulmanes.

En Ceuta he conocido libaneses, hindúes, judíos... de todo. Aún ahora seguimos en contacto. Creo que allí me vacuné.

Escribí en su día un artículo. Tú tendrás que ponerlo en cuarentena. Eres realista y tu análisis también. Gente como tú es necesaria.

Yo no soy racista. Y tampoco elitista...Lo último saca lo peor de mí... que hay mucho. Y sé que la maldad y la bondad va más allá de la frontera del Tarajal. No tiene raza.

Lo aprendí en Ceuta cuando los españoles miraron de reojo a María y a Blanca porque llevaban las manos pintadas con henna. "¿pero estas niñas dónde han estado?".

Es un tema largo. A mí me sirvió pasar por Ceuta, a pesar de casi dos años de batallar sola con los cuatro.

Cuelgo el artículo.

lolo dijo...

Por aquí vamos bien.
No hago poesía, creo que no.
Yo soy racista, claro.
O mejor, supongo.

Los veo, a los magrebíes, hablando en las esquinas y sus mujeres encerradas o comprando con los niños mientras ellos miran descaradamente a las extranjeras...¿soy racista? No. Me caen mal. No comparto sus ideas.

Veo a un negro guapo y limpio que defiende a tooodos los americanos, aunque diga burradas, y ¿no soy racista? Bueno, no sé. A lo mejor también soy racista. Está bien que Obama sea presidente. El primer negro, ya era hora.

Veo a un chino que trabaja 25 horas al día y no escolariza a sus hijos porque tienen que descargar el camión. ¿No soy racista? No sé, me parece injusto.

Veo a una filipina, ecuatoriana, colombiana o rusa empujando una sillita de ruedas con la abuelita de la del quinto a cuestas y ¿no soy racista? No, me alegro por la abuelita y me da pena por su hija, que se lo pierde, o no llega.

Veo a un moldavo que baja colchones y restos de muebles de una casa, por una propina y ¿no soy racista?
Me parece que está dando de comer a sus hijos.

Veo a mis hijos y mato si les insultan...no no mato, eso nos hace más fuertes, más seguros.

La raza es un orgullo.
La sociedad es injusta.
Terriblemente.

sunsi dijo...

Driver, el curro para el que curra y la guita para el que se lo gana. Sea de la raza que sea. Así de sencillo, ¿no?

Lolo. Lo injusto no tiene color, tampoco el insulto, menos la buena o mala gente, la riqueza y la pobreza ... eso ya es otro asunto.

Los magrebíes apoyados en un muro mientras sus mujeres van cargadas como burras de bultos y con los niños a cuestas. Esa imagen es que no se me borra. Una minoría no es así... la minoría que tiene cultura. Es triste decirlo, pero eso también lo he visto.

He colgado un artículo a raíz de unas conversaciones con Mina, una amiga musulmana de pies a cabeza. Y conocí a los suyos. De veras que todos no son como lo que vemos.

katt. dijo...

Es evidente que tendemos a generalizar. No son malos todos, no son buenos todos, etc. Pero lo cierto es que cuando salgo a sacar el perro por mi pueblo no puedo ir por ciertos lugares, y menos aún si es de noche. No porque sean extrangeros, sino porque a veces sólo te miran, pero otras te siguen, y no es agradable. Así que, no sé si soy racista o no. No lo sé. Pero me da miedo.

sunsi dijo...

Carmina... esto no es racismo. Aquí llega lo peor de cada casa... a veces... Esto es miedo a que te hagan daño.

Tengo ganas de verte... de charlar contigo... ¿Todavía fumas? Un café cargado... en casa. Cuando quieras.

Besiños