Encantada de haberte conocido, María. Después de tanto tiempo de saber que existes, de conocer sólo de refilón tu buen hacer... sí, tu excelente buen hacer. Simpatía arrolladora, extrovertida... Te pregunto por una canción y optas por este tango. Lo escucho. Tienes buen gusto.
Espero verte de nuevo, con más calma. Un beso y... Carlos Gardel.
13 comentarios:
No elige en absoluto mal, María sabe. Me quedo tarareando un ratillo más la melodía...
Más me gustan las composiciones de Gardel que como las canta él mismo.En todo caso, al elegir un tango está en onda pues acaba de ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los tangos te recuerdan cómo eras cuando tenías veinte años y vivías en Buenos Aires.
Aunque nunca vivistes en Buenos Aires, y ya ni te acuerdes de cuando tenías veinte años.
"El día que me quieras" es otra debilidad: vas dando en el clavo.
Anita. Sí sabe. Lástima no haberla conocido antes.
No lo sabía, Ale. Pues a promocionar el tango... Sabor de esas tierras ... al otro lado del Atlántico
Dice mucho de las personas la música que eligen,¿verdad?. Te imagino bailando un tango con Isabel en un imaginario Buenos Aires...
María es de tu gremio, Modestino. Espero que se pase esta noche por la república...
Gracias Sunsi:
Desde luego que eres una mujer de palabra.
Me gustó que, al fin, nos encontráramos porque, como te dije, algo te conocía ya que te leo a menudo (aunque hasta ahora desde la mirilla). Qué buena bienvenida he tenido al encontrarme con esta canción que, efectivamente, me devuelve a los veinte años.
Un abrazo
Una de las más duras y satisfactorias experiencias de una vida es..., que tu anciano padre se vea envuelto en un litigio.
Y que tú salgas en su defensa.
Y que él te de las gracias.
...
Se lo deseo hasta al más cruel de mis enemigos.
Un chute de eternidad.
PADRE
"Puede que no te acuerdes.
Que tu mente lo haya olvidado en un momento determinado de la madurez.
Incluso pueda ser no que haya ocurrido.
Pero la sombra de un gigante siempre se proyecta sobre la llanura.
…
Un día tú eras pequeña.
Apenas dos o tres años.
Todo el universo, un descubrimiento diario.
Cada avatar, un castillo de fuegos artificiales.
Sorpresa sorpresiva.
Y allí estabas tú, pegada al latido de tu madre.
Unidas por un cordón invisible.
Y estaba él, que venía empujando.
Quería hacerse notar.
Pardillo total.
No pienses que fue fácil.
Le tuvo que dar vueltas a la cabeza durante varias madrugadas.
Hasta que encontró un truco.
Lo suficientemente potente para que no se te olvidara.
Te cogió de la mano y te llevó al coche familiar.
Solos tú y él.
Condujo un buen rato.
Aparcó lejos de las dunas, para no encallar el vehículo.
Dejó caer el sol.
Tu piel blanca no era la adecuada para el brillo intenso.
A eso de las cinco y media empezó a canturrear.
Era como una nana, pero en plan padre.
Un soniquete repetitivo y grave.
Agradable y fuerte.
Aquel hombretón no tenía vergüenza cuando veía cerca el oleaje.
Y se dio el gustazo de presentarte a su mejor amigo.
Te cogió en brazos y avanzó tranquilo por la duna, por el matorral, la arena húmeda.
Buscó la zona más tranquila de la bahía.
La bella bahía.
Tú estabas acostumbrada al ritmo pausado de la luz del dormitorio.
Al dominio de las distancias cortas.
Y de pronto, él lo hizo.
Te agarró por debajo de los brazos.
Elevándote sobre su cabeza te ofreció la mejor de las perspectivas.
Sin dejar de canturrear, lo hizo.
Con dos años vistes por primera vez el mar.
Él fue quien te lo enseñó.
Aquella avalancha de color azul se quedó prendida en tu mente.
Eternamente.
…
Puede que no te acuerdes.
Que tu mente lo haya olvidado en un momento determinado de la madurez.
Incluso pueda ser no que haya ocurrido.
Pero la sombra de un gigante siempre se proyecta sobre ti.
Así que felicítalo. Esté donde esté.
Es tu padre."
Hola, María. Te cuelgo un tango... y me quedo enganchada al tango. Gracias a ti... por muchas cosas... y por haber tenido la oportunidad de saborear "El día que me quieras".
Un beso
Driver. Anda... que me pillas el punto débil. Que en otoño lloro más de la cuenta. Te subo, Inquilino.
Gracias, Driver. Y feliz de que hayas hecho feliz a tu padre.
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