sábado, 31 de octubre de 2009

Mutismo forzoso y monólogos interiores



Bien... Por fin... Durante unas horas mi hermano Artur me ha prestado su ventana. Que corra el aire, aunque sea sólo durante unas horas. Necesitaba mandaros un saludo desde esta república.

Parece mentira las necesidades ocultasque asoman cuando careces de algo. ¿Quién dice que escribes para ti mismo? Pensaba que es impensable. La necesidad de comunicarse es vital en el hombre. La de escribir ... poderosa, imperante. Dale, dale a la tecla... Cuando sabes que el mensaje -tontería a veces de mensaje- se va a estrellar contra la pared porque te han robado el canal, le das a una tecla inventada que no transmite. Me preguntaba por qué esa necesidad de transmitir. También me cuestionaba si transmitir "tus cosas" tiene algún interés. Son "tus cosas". Y, sin embargo, o lo escribes o revientas.

Estos días que no he podido escribir desde el "pensar de  oficio" caía en la cuenta de que pasamos la mayor parte del día hablando. Muchas veces sin mover los labios. En ninguna situación ordinaria podemos mantener  la mente en blanco. No es posible. Callarse es otro tema. Es colocarse al otro lado de la  línea y Escuchar o escuchar.

Hay días que el habla son monólogos. Como las  norias; te reconcentran hasta que llega alguien que te saca del espiral descendente. Norias de ego . Éstas marean. Complican. Te hacen la vida difícil construyendo vallas que no existen.

Pero hay norias que no son tuyas. Tienen  nombre y  dos apellidos. Norias de loba que enseña los dientes cuando coincide  algún sustantivo ..."propio", como decíamos en las clases de lengua . Ojo con la loba que abandona el monólogo para pasar al diálogo real. Y además de los dientes también enseña las garras y afila los colmillos. No sólo protege su territorio. Que nadie le diga que le da vueltas sin sentido. Esa noria es de donde saca el agua para dar de beber a la prole. Proteger entonces es un despliegue de toda la fortaleza que tiene, la que guardaba en la reserva y la que , si es necesario, toma prestada. Es defender, preservar, cuidar, salvaguardar ...Es clavar un escudo. Hasta ahí.

Decir "hasta ahí" no es cerrar...ni siquiera inmunizar. Tampoco crear un microcosmos cerrado con olor a húmedo y a humanidad.  Es ¿filtrar? . No sé si atino con la palabra. Pero sí creo que tenemos derecho algunas vecesa decir: Escucha ... presta atención que es la última vez que lo digo. Basta de injerencias. Este espacio no es tierra de nadie ni una servidumbre de paso. "Hasta ahí".








Con especial cariño para Sarracena.

Pido de antemano disculpas si no contesto en unos días. Me encomendaré a la Virgen del Carmen. Me parece que es la patrona de los navegantes.

24 comentarios:

ana dijo...

La necesidad de comunicarse es vital en el hombre. La de escribir ... poderosa, imperante.

Yo creo que es así, que cuando uno necesita escribir, necesita también la presencia de ese otro. Escribir es salir al encuentro del interlocutor. Si no, no se escribiría en ningún medio público. Escribir para sí mismo necesita de otros medios, de otro contexto...

... aquí, en le blogosfera, se necesita al otro. Saber quién permanece al otro lado, leyendo lo que nosotros un día dejamos en el aire. Y nos gustaría saber siempre un algo de ese otro... que al menos dejara constancia de su presencia con una sola palabra.

Y tus interlocutores te hemos echado de menos, te estamos echando de menos. Un beso.

Driver dijo...

LA LLUVIA

¿Recuerdas la primera vez?
La mejor con diferencia.

Tú eras un ser inocente, nuevo en el barrio.
Tus padres te llevaron de paseo.
Los árboles se elevaban poderosos, como pilares que sostuvieran la cúpula celeste.
El olor a verano impregnaba tu ropa de principiante.
Tu mundo, un carrito, una teta y el acompasado reflejo de la luz en el iris.
Esa luz que te indicaba la existencia de un mundo nuevo.
Todo por descubrir.
El transcurrir del tiempo, los cambios de intensidad de los reflejos dorados.
El sol, ardiente compaña, tu primera estrella.
Cuando de repente.
Siempre se te presentaba todo de repente.
Tu estrella se aflojó, igual que tu frecuente risa infantil.

Ocurrió algo inesperado.
Del cielo empezaron a deslizarse gotas de plata, sobre un fondo gris y azulado.
Sorpresa.
Tu inocente mirada se elevó, tratando de escudriñar el porqué del meteoro.

¿Era una señal del cielo, o tal vez alguien se había dejado un grifo abierto?.

Caía sobre el mundo una lluvia inesperada y bulliciosa.
Todo lo absorbía la tierra.
Aquel inexplicable teatro todo se lo tragaba.
Una inmensa perspectiva de color consiguió que tu momento estuviera colmado de novedades.
Todo era nuevo para tí. Aunque realmente, lo más nuevo que allí había, eras tú.

La lluvia limpió la tarde.
Mojó las calles de Sevilla y también las avenidas de Copacabana.

Tanta agua, tanta agua, que hasta el mar mojaba.

¿Recuerdas la primera vez?

Modestino dijo...

Un saludo y un Viva Tarraco. Hasta pronto¡¡¡

Inés dijo...

Se acabó...pero no consigo cumplir la promesa...y sigo
Un abrazo

sarracena infiel dijo...

Porque yo me lo propuse, se acabó y ahora mi mundo es otro.............

¿no es genial?

Gracias hedbanna

lolo dijo...

Sunsi, si a mí me da mucha alegría que estés ahí y que mandes mensajes en una botella de naranjada, sí...

Pero lo de María Jiménez y esas fijaciones con el "se acabó" y "mi mundo es otro", pues qué quieres, me hacen como dudar un poco de, no sé, de la filosofía que subyace a todo esto y no entiendo nada, estaré espesa, aunque a mí la que me parece espesa es la que canta, no sé.

Que me tienes desconcertada o estoy torpe yo y acuso el no pensar...de oficio.

Que vuelvas, hombre ya, que me hago un lío.

María dijo...

Pues, como a Lolo, a mí también me produce un poco de confusión esta entrada, Hada Madrina...

Besos y abrazos fuertes!

Driver pirata I dijo...

Mientras que le ponen el ADSL a Sunsi, aquí dejo un cuento.
Para leer mientras bebes un chupito de ron.

CAMINO DEL INFIERNO

"...desde que le llegaron noticias de su paradero, se mantenía andando. Caminaba por la pradera. Reptaba por la llanura. Avanzaba por el páramo.
Le dijeron que ella vivía en una lejana ciudad con puerto.
Se mantenía lo más erguido posible. Su pierna izquierda le fallaba algunos días.
Caminar. Caminar. Sólo pensaba en caminar, verla y decírselo...
...
Caminaba de noche. Solamente de noche.
Hasta el amanecer.
Sin parar un instante, ignorando el dolor de su pierna maltrecha.
Recorriendo caminos solitarios, evitaba encontrarse con nadie.
Si vislumbraba una luz que se acercaba, se escondía entre la maleza.
Si llegaba a sus oídos alguna voz humana, corría a refugiarse entre los árboles.

Caminaba de noche. Hasta el amanecer.
Cuando el sol comenzaba a despuntar en el horizonte buscaba un lugar recogido, un recóndito espacio que le permitiera descansar, oculto.
No podía correr el riesgo de ser descubierto.
No podía correr el riesgo de que alguien le viera.
No después de todo aquello.

Caminar. Caminar.
...
Su instinto le decía que quedaba poco tiempo.
Así que se dejó de medias tintas y caminó todo un día, toda una tarde, toda una noche.
Su pierna izquierda era un clamor. Le dolía cada vez más.
"Vamos, chico, vamos."
...
Al atardecer llegó a la ciudad costera y se dirigió directamente al puerto.
Tenía que encontrarla, decirle lo que le tenía que decir.
Preguntó por ella en tabernas, comercios y navieras.
Alguien tenía que saber algo de ella.
¿Se habría casado?, ¿embarcaría para Europa?, ¿estaría enferma?.
Una chica tan bella como ella tenía que llamar la atención.
...
Su pierna izquierda le dolía cada vez más. El salto que dio en la tapia de la penitenciaría se la dejó magullada. Por eso le perseguían.

Era un prófugo del amor.


....
Nadie supo darle razón de su paradero. “Quizás viva en la parte alta de la ciudad” “Puede que haya marchado”

La noche le encontró en el puerto. Cansado, sucio y solo.
Encontró refugio entre un montón de sogas enrolladas, cuerdas de amarre y trozos de vela que le servirían para descansar.

Tenía que encontrarla.
Tenía que decírselo.
Decirle que aquello lo hizo por ella.
Por salvarla.
Aunque fuera mentira. O aunque no fuera exactamente toda la verdad.

...
Se despertó con el movimiento ruidoso de los estibadores que acudían a la faena.
Apenas amanecía.
La humedad había hecho mella en su pierna.
Le costó levantarse.

Pero el ansia, la curiosidad, la necesidad, le empujaron a ponerse en pie.
Tomó el camino que salía del puerto.
Caminó por callejuelas estrechas de olor a pescado y salitre.
Llegó al mercado de las flores.

Caminó entre los puestos recién instalados.
Saboreó mil aromas.
Respiró cientos de colores.

Pero su mirada se detuvo en una única visión.

Era ella.
Ella.

....

...
Estaba asomada al ventanuco de un carruaje de caballos.
Era una despedida, frente a una casa de piedra.
El profugo se quedó observando tras una columna. Su condición de perseguido le obligaba a ser prudente.
El carruaje arrancó, empujado por dos potentes percherones, y se perdió en el laberinto de callejuelas.
En dirección al puerto.
Ella no pudo verle.
...
Desde la parte alta de la ciudad, el puerto era un bullicio de actividad.
Veleros enormes que atravesaban el océano. Mercadería transportada en carruajes de roble. Velas recién azotadas por los vientos atlánticos.
...
Destacaba un velero.
"Princesa del Atlántico".
La embarcación más rápida del mundo en ese momento.

Bella como una sirena.
...

Driver pirata II dijo...

Corrió cuesta abajo, hasta el puerto.
Vio como Ana subía al bello velero.
Preguntó cuanto faltaba para zarpar.
Media hora.
Intentó subir abordo, pero un fuerte marinero que custodiaba la pasarela se lo impidió.
...
Su alma ardía.
La iba a perder para siempre.
Para siempre.
...
Preguntó. Dirigió sus pasos a las oficinas de la naviera.
Tenía que detener el velero.
Como fuera.
...
"Lo recuerdo bien. Era un hombre sucio. La pernera izquierda de su pantalón estaba manchada de sangre seca.
Cojeaba mucho.

Tenía yo por entonces 10 años.
Acostumbraba a pasar los días de verano en la oficina donde trabajaba mi abuelo.
Me acuerdo muy bien.
De todas y cada una de sus palabras"
-"Necesito que detenga el Princesa del Atlántico".
-Mi abuelo-marino retirado- le respondió: "Deme una razón y dígame cómo lo hago".
-"Tengo que hablar con una pasajera de nombre Ana, es urgente".
-¿Ana, qué?.
-"No sé su apellido".
-"¿Se le ocurre una forma de detener un velero de 450 toneladas?"
-"Tampoco lo sé".
"Veamos, usted necesita un milagro, lo que pide es imposible"
-"Entonces cruzaré el Atlántico a nado, tras el velero".
-"Seguro que moriría, este mar es como el diablo, te manda al infierno".
-"Si he de elegir entre el diablo y el infierno, elijo el infierno. Allí somos más."

El prófugo le arrancó de un manotazo al niño, un flotador con el que jugaba.
"¡Devuelva usted eso, es propiedad de la compañía!", - le gritó mi abuelo-.

"¡Lo siento, lo necesito!, ¡No se nadar!"

Driver pirata III y fin dijo...

Le pregunté a mi abuelo quien era ese hombre.
"Un loco, un enamorado, o seguramente, ambas cosas".
Le pregunté a mi abuelo que porqué la gente que se quiere no puede estar junta.
"No lo se".
Ya puestos le pregunté a mi abuelo que porqué nunca conocí a mi abuela.
Ya no me respondió.
Me lanzó una zapatilla, abrió una botella de ron y me dijo que me acercara a la bocana del puerto y viere lo que pasaba.
...
El Princesa había zarpado. El prófugo saltó al mar y braceaba aferrado al flotador de la compañía.
Directo a la muerte.
...
Volví y se lo conté al abuelo.
Estaba sentado con los pies sobre la mesa, leía con mucha rapidez un manual de la compañía. La botella estaba medio llena o medio vacía. Depende.
...
Dejé al abuelo leer y beber en silencio.
Empezó a canturrear una de marineros.
"Y si vuelves, hoy mi amooor, si te vuelvo a encontraaaar, sería capaz de bebeeerme toooodo el maaaar".

Entonces, por primera vez en su vida, mi abuelo me habló como si yo fuera un hombre mayor.

Elevó su dedo índice, y fue dibujando cada una de las letras que me dijo, en el aire. Sin dejar de beber ni un solo momento.

"Mira chaval, hay una razón por la que nunca conociste a tu abuela, y es que cuando yo era como el señor sucio que está ahora persiguiendo al Princesa, no se tropezó a uno como yo. Esa es la verda, hijo".

Me miró a los ojos y como pagando una deuda con el destino me dijo:
"Saca el cajón de banderas y vente al mástil del acantilado".

Arrastré como pude el cajón de banderas y fui al mástil del acantilado.

"Voy a parar el Princesa".
"Dame las banderas en el orden que yo te diga".

Ahora mi abuelo no era mi abuelo.
Ahora era un marino de veinte años.
Izaba e izaba. Una bandera tras otra. Una y otra vez. Y se reía. Mi condenado abuelo se reía.
Se reía , tomaba ron e izaba las banderas, todo a la vez.

Al rato, el Princesa recogió trapo.
El puntito blanco a una milla del velero, era el prófugo batallando una ola, y el viejo que estaba en el suelo riendo es un gigante.

"Le pregunté que qué había hecho".

"Mentir, hijo, mentir"

"¿Mentir, abuelo?"

"Si, chico. Esta vida es una completa sucesión de mentiras. Una más no creo que se note. Ya has escuchado a ese loco a punto de matarse. Entre el diablo y el infierno, es mejor el camino del infierno"

"¿Qué mensaje mandaste al Princesa?".

Mi abuelo se incorporó con cierta dificultad, se apoyó en el mástil, y antes de caer redondo tras consumir tres botellas de ron en media hota, me lo dijo.

"Urgente. Desembarquen a la pasajera de nombre Ana. Tiene tifus."
...
Corrí como una bala a la bocana.
Vi como desembarcaban en una chalupa a una pasajera desde el Princesa.
La misma barca recogió al prófugo, que agarrado a mi flotador, langidecía.
Tras media hora de remo los dejaron a ambos en la playa.
La chalupa volvió al Princesa.
Soltaron trapo y se fueron al Viejo Continente.
Vi como el hombre y la mujer salían corriendo.
En dirección contraria a la ciudad.
Hacia el oeste.
El hombre cojeaba.
...
Volví a la ciudad.
Mi abuelo estaba durmiendo la borrachera.
Así que me fui a casa, jugando a que mi pierna izquierda cojeba, empecé a canturrear: "Y si vuelves, hoy mi amooor, si te vuelvo a encontraaaar, sería capaz de bebeeerme toooodo el maaaar".
...
Aquel día que mi abuelo me habló por primera vez como un hombre, aprendí algo importante.

"Es mejor el camino del infierno.

Al fin y al cabo...

Allí somos más."

lolo dijo...

Dos tipos con zapatos de suela de goma y camiseta llamando a la puerta de tu casa. Llevan dos cajas; una grande y otra algo más pequeña. Te empiezan a hacer preguntas difíciles de contestar; códigos, contraseñas...y preguntan por datos que ni siquiera sabes que alguna vez existieran. No pasa nada. Enchufan a tu portátil un cable que los pone en contacto con otros tipos que están en otro sitio, y se mandan señales también a través del móvil. Dejan las cajas abiertas en el suelo y dicen que se van, que ya funciona.

Tú te quedas mirando la libreria, el enchufe y la clavija del teléfono, pensando que te lo han revuelto todo, aunque parecían buenas personas, no quisieron tomar un café. Te quedas mirando la pantalla que te vuelve a poner delante tu espacio, y el mundo más allá de tu espacio. Pero nada cambia tu mirada. Es la misma aunque nadie te escuche. Ahora sólo será más compartida.
Abres y tu blog y...


Esos tipos con los zapatos de suela de goma ¡cuándo piensan venir!

Sunsi dijo...

Esos tipos, creemos, que vendrán el día trece como muy tarde, pero lo que no saben es que tengo un hermano que me irá prestando su ordenador. Prometo no hacer larga la espera, y explicar un poco cada botellita naranja así, entrando a cachos...

... os echo muchísimo de menos. Pero que muchísimo.

Para quien se haya descolocado con María Jimemez, sólo deciros que era un guiño a la Sarracena... que la pobre tiene muy mal gusto y le encanta la dichosa María.

Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Sunsi yo también te echo muchísimo de menos en tu blog... y si quieres mi portátil te lo presto cuando quieras, ven cuando quieras, tu casa es mi casa!
Petons.
Eulàlia

Smile_inlove dijo...

Hola. Pues...aunque no ha sido fácil yo también me atrevo a escribir, los motivos: la presencia del otro es importante... saber un algo de ese otro que permanece al otro lado, totalmente deacuerdo, para mi obvio aunque las palabras a veces no salen facilmente. Con cariño.

Bego dijo...

Mecachis en la mar!! A ver cuando te conectan a la red los de esa compañía...Sunsi guapa que se te echa de menos. Te digo lo mismo que Eulàlia vienes a casa, tomamos un algo y te dejo mi portátil...tolojoro, tolojoro.
Besitos
Bego

Driver dijo...

Como mi casera sigue desconectada, os dejo un cuento lunero.
Y así se ameniza la espera.
Mirando la Luna.



LA LUNA



Una señora de ciento tres años me contó una historia increíble.
Si la escribo, me va a parecer más increíble si cabe.
Me contó un cuento de algo que le pasó de mozuela.
Un cuento de meteoritos, ondas gaseosas, perturbaciones atmosféricas y viajes.
Me aseguró que había viajado a la Luna.
Y digo yo, ¿con ciento tres años, qué razón tendría para mentir?
Creo que ninguna.
...
Recuerdo su narración más o menos así:

Veamos, la anciana me contó que cuenta era mozuela (30 años o así), vivía en la fría Siberia.
Era campesina y le gustaba mirar la Luna en las noches que estaba llena.
Un gran estampido se oyó a media noche.
Salió corriendo y se encontró con un enorme cráter en medio de la estepa rusa.
Un torbellino ventoso remolineaba alrededor.
Y se vio atrapada por él.
Una fuerza misteriosa que resultó ser un estampido de oxígeno rodeado de selenio traslúcido.
Esta especie de globo revoltoso la atrapó, lanzándola hacia el zénit en una loca carrera hacia la estratosfera.
Se elevó a unos tres mil metros, viendo la costa norte de Siberia y los hielos árticos, como si de un mapa se tratase.
Luego el selenio traslúcido entró en contacto con las capas altas de la atmósfera. Se engendró una enorme fuerza de escape, dirigiendo el globo de gas, con la jovenzula dentro, hacia el espacio infinito.
La trayectoria era lineal, la velocidad enorme.
Vio a Marte alineado con Júpiter.
Pasó a menos de quinientos kilómetros de un cometa incandescente.
Y al rato, se vio atrapada por la fuerza gravitacional de la Luna.
Como dentro de la masa de selenio traslúcido habían unos cincuenta metros cúbicos de aire, la jovenzuela respiró.
...
Lo mejor del viaje fueron las dos vueltas completas que dio a la Luna.
Pudo observar con detenimiento su superficie.

Un cráter por aquí, un montículo por allá, llanuras, depresiones y montañas, bañadas por la luz tangencial del Sol lejano.
Un espectáculo.
Placentero.
...
Una vez dio dos vueltas, alcanzó la velocidad de escape y salió disparada de retorno a la Tierra.
...
El Planeta azul, visto desde ciento cincuenta mil kilómetros, es como una Luna Azul, llena de vida.

La anciana me contó que aterrizó en una isla griega, donde aprendió a bailar alrededor del fuego, en las noches de Luna llena.
...
Tal vez mañana te encuentres con una anciana que te cogerá de la mano y te contará una historia increíble.

Escúchala.

Igual, a media noche, oyes un estampido enorme, cae un meteorito cerca de casa y te ves envuelta por una fuerza misteriosa que te empuja hacia el zénit.

Y vuelas alrededor de la Luna lunera, cascabelera.

Si es un sueño, no te preocupes por comprobar su veracidad.

La verdad suele ser aburrida.
Pero la atracción por la Luna es...

Eterna.




Orbitar la Luna a ciento cincuenta metros por segundo, es como observar todas y cada uno de los centímetros de piel de tu amante.
Un cráter por aquí, un montículo por allá, llanuras, depresiones y montañas, bañadas por la luz tangencial del Sol lejano.
Un espectáculo.
Placentero.
...
Una vez dio dos vueltas, alcanzó la velocidad de escape y salió disparada de retorno a la Tierra.
...
El Planeta azul, visto desde ciento cincuenta mil kilómetros, es como una Luna Azul, llena de vida.

La anciana me contó que aterrizó en una isla griega, donde aprendió a bailar alrededor del fuego, en las noches de Luna llena.
...
Tal vez mañana te encuentres con una anciana que te cogerá de la mano y te contará una historia increible.

Escúchala.

Igual, a media noche, oyes un estampido enorme, cae un meteorito cerca de casa y te ves envuelta por una fuerza misteriosa que te empuja hacia el zenit.

Y vuelas alrededor de la Luna lunera, cascabelera.

Si es un sueño, no te preocupes por comprobar su veracidad.

La verdad suele ser aburrida.
Pero la atracción por la Luna es...

Eterna.

María dijo...

¡Sunsi!

lolo dijo...

Y el trece, más o menos, vuelves ¿eh?, pero vuelves.

Un beso, Sunsi.

sunsi dijo...

Estoy de OKUPA otra vez... ¡Qué remedio! No doy crédito. ¿Tanto cuesta aterrizar en telefónica...?

Muchas gracias a todos. A Ana, porque ni el correo del zar es más eficaz. A Driver Inquilino por no dejar sin agua la república... A lolo y a Rocío... aunque observo que no supe transmitir con claridad lo que quería decir en el post. A Eulàlia y a Bego...que las tengo cerca y que me han ofrecido su ordenador. A Modestino... por pasarse, que es un hombre muy ocupado.A Sarracena muy poco infiel últimamente y que sé que le gustó el toquecillo final con María Jiménez.
Y dar la bienvenida a Inés y a Smile_Inlove.

Estoy que vivo sin vivir en mí...por dos razones. Hoy cumplimos 22 años de casados. ¡Y puedo teclear! "Gracias a la vida que me ha dado tanto..."

Y gracias a vosotros, que llenáis una parte muy importante de mi vida. No es un decir.

Un saludo a todos y gracias también por recordar que existo a pesar de estas ausencias forzosas y prolongadas

Driver dijo...

¡Enhorabuena Jesús y Sunsi!
¡Dentro de una semana lo podremos celebrar juntos en Madrid!

No olvidéis parar en Zaragoza y echar un rezo a la Pilarica.

Buena consejera.
Buen manto de protección.
Buena advocación.

...
"Todo lo bueno de la vida es gratis".

Atentamente. Driver.

sunsi dijo...

Lolo y Rocío. Para vosotras dos va el comentario y para quien igual se ha quedado a medias.

Explico un poco el post... La idea primitiva era otra...pero las teclas, a veces, te conducen hacia un objetivo que no estaba previsto. La semana pasada escribía sobre monólogos interiores. No sé si sabré transmitiros lo que pretendía trasladar desde la pantalla. Para mí, hay monólogos destructivos: los que giran en torno a uno mismo. Son repetitivos y , al final, un problema menudo termina siendo una montaña. Pero hay monólogos en los que das vueltas alrededor de preocupaciones reales; la mayoría tienen que ver con los tuyos, los de tu sangre. Preocupaciones reales que deben dejar de ser monólogos para poder actuar. Es difícil, en momentos clave, saber discernir de los buenos consejos y de lo que son "allanamientos de morada". Hay momentos difíciles en los que la familia hace piña , cierra filas para sacar adelante al más débil. Y sí. A veces hay que pegar un golpe sobre la mesa y decir : "Hasta ahí". La familia de cada unos ha de tener cierta intimidad para solucionar los temas a su manera, con criterios propios. Y cuesta decir : Gracias, pero esto es cosa nuestra.
No sé si ahora me he explicado mejor. De nuestra noria sacamos el agua que nos da de beber. Es el agua de casa, con un sabor característico... Era sólo eso.

Perdonad. Las explicaderas, cuando se pierde el hábito de escribir a diario, se oxidan un poco.

Un abrazo a las dos.
A ver si posteo algo que se digiera más fácil. ¡Ah! Y lo bien que lo voy a pasar dando una vuelta por las casas habituales...

sunsi dijo...

Gracias, Driver, Diego, Inquilino. Por supuesto que lo vamos a celebrar...con vosotros también. Lazaremos la propuesta a Capitán.

Voy a postear. Tengo tantas cosas que decir que me da que me voy a bloquear...

Gracias por todo, Driver.

lolo dijo...

Gracias por aclarar, Sunsi.
Muy bien. Se acabó.
Nada como el agua de casa.

Requetemuá.

sunsi dijo...

Pues sí, lolo. A saber qué había pasado por tu cabecita tan pensante...que te va como anillo al dedo lo del oficio en cuestión, tan digno...

Muchos besos para ti.

Estas intermitencias... no poder escribir cuabdo quieres o puedes...no poder entrar a ver qué habéis escrito... me está empezando a cargar. Qué le vamos a hacer...

Fiesta gorda el día que me devuelvan la conexión. "tolojoro"