jueves, 17 de septiembre de 2009

Más de lo mismo. El profesor (1)


No puedo empezar un post sobre el PROFESOR sin decir qué significa esta figura. No me sirve una definición de diccionario. El docente no merece que se le describa de una forma tan aséptica. Intento concentrarme y recordar (desfilan muchos profesionales… mi padre el primero, también mi hermano…y tú, sí, tú, que sé que me vas a leer y no quiero defraudarte)y dejo que fluyan la ideas…


Profesores…

-Hombres, mujeres… a quienes se les asigna uno o dos o tres… grupos de chicos que deberán aprender su asignatura durante nueve meses. Llevan la materia preparada… diseñada… incluso perfilada para darle la vuelta a la clase si llueve o si el horario es a primera hora de la tarde o a última (no sé qué es peor). Tal vez, incluso, hayan hecho fotocopias por si la clase explicativa decididamente no… va a ser imposible. No está el horno para bollos.

-La mayoría quieren enseñar. Quieren que los alumnos entiendan y asimilen unos contenidos.

-Algunos van más allá y piensan que de alguna forma esos conceptos pueden acompañar a los chavales durante toda la vida. Quieren enseñar y que sus enseñanzas les sirva en un futuro.

-Muchos, muchísimos… intentan conocer, uno por uno, a todos sus alumnos. “Esa mirada perdida…” “Atiende y no aprueba… ¿por qué?” “Cada día la veo más delgada. ¿Y si no come?”… “Está siempre solo…Observaré a la hora del descaso si…”

-Muchos, muchísimos despliegan todas sus destrezas para que se inicie un diálogo personal. Y se llevan los deberes a casa. Se acuestan y aún recuerdan esa mirada perdida, esos suspensos, esa delgadez, esa soledad…

-Todos saben(o deberían saber) que para enseñar es indispensable conocer a los alumnos que están sentados en el aula. Enseñar en abstracto es abstracto… Enseñar es enseñarles. A ellos y a ellas. A 33 + 33 + 33 +33…

-Algunos llegan a la escuela mucho antes de que entren los alumnos. Últimamente el tema no está como para echar cohetes y quieren situarse. Repasan el horario, reorganizan el material…

-De los que llegan a la escuela mucho antes hay un grupo que ha hecho un cursillo de relajación y visualización. El año pasado no pudieron terminar el curso. Su hemisferio derecho trabaja antes de trabajar. Entrará en clase y acto seguido repartirá esa hoja y se colocará en esa esquina para que X sepa que está cerca y pueda consultar sus dudas.

-Muchos están ahí por vocación y su desilusión es proporcional al grado de implicación. Cada año la renuevan pero también es cierto que dura menos.


Un año y otro y otro. Fracaso estrepitoso. Se salvan muy pocos. “¿Qué estoy haciendo mal?”… “¿Qué sucede?”

Hace tiempo que sucede. El largo periodo en el que ha estado vigente la promoción automática ya no es una semilla. Se ha convertido en un árbol frondoso que no deja pasar la luz del sol. Como mucho se puede podar. ¿Arrancar? ¿Es posible? Vamos a recordar...

-Cuando un cero dejó de ser un cero porque la asignatura se aprobaba sí o sí.

-Cuando después del cero llegaron respuestas tipo “Me da igual, profe. Mi padre me ha dicho que paso de curso”.

-Cuando el “me da igual” se sustituyó por “me importa una mierda”.

-Cuando después de la mierda hubo bronca y la última palabra la tuvo el de los excrementos, que apostilló “A mí no me manda ni mi padre... Tú menos, imbécil”.

-Cuando el profesor le invitó a salir de clase por faltar al respeto y la bronca entonces cambió de personajes: el docente fue sancionado por la dirección del centro. "Está prohibido tomar esas medidas. Que sea la última vez"

-Cuando la prohibición de no expulsar a un niño de clase ante una falta grave empezó a socavar la autoridad y la autoestima –a partes iguales- del docente.

-Cuando los alumnos se dieron cuenta de que valían más sus derechos que sus deberes.

-Cuando dar clases empezó a parecerse a un combate...

-y después un circo... romano...

-y ahora un infierno.


Se intenta recuperar la autoridad del profesor. Dejémoslo en autoridad, a secas, que ya es mucho. Es que ahora caemos en la cuenta de que el docente es el que ha de vertebrar los conocimientos, aptitudes y valores de los alumnos. Y los alumnos de hoy son los ciudadanos de la sociedad del mañana. A los docentes nos los hemos cargado entre todos. Y los "pensantes" de las políticas educativas no se salvan. Y sin profesores no hay enseñanza. Ahora... que han de entrar en el aula con escafandra ... que la situación es insostenible, decimos que tienen que tener autoridad. Ahora.. que el que quiere aprender no puede ...y , a veces, el que puede no quiere.


PS. No creí que el post saldría tan largo. Mañana : autoridad, profes de a pie... y otros.
Cuelgo el vídeo que ha sugerido Ana en su comentario:

34 comentarios:

ana dijo...

Mira Sunsi, a raíz de tu pos he recordado esto:

http://www.youtube.com/watch?v=4O8s3gaIUbc&feature=related

Joostein Gardeer es el autor del libro "El enigma y el espejo", ese libro que leía a mi peque a cachos. Tus palabras me han recordado la figura del profesor como un buen narrador de historias.

Aprovecho para recomendarle ese libro a Driver (me temo que se te acumulan las recomendaciones, Driver).

lolo dijo...

Menudo cacho post te ha salido, Sunsi.
Cómo se nota la sangre que corre por tus venas y la lucidez de tu cerebro.

Y más te diría, que te diré mañana.

Anónimo dijo...

Debe ser lo de la extensión por aquello de zapatero-sin connotaciones políticas-a tus zapatos:)

Yo te voy a hablar con el corazón, que la didáctica se te da a tí mejor.

A mí los profesores me emocionan hasta el llanto. Un llanto que nadie ve y que nunca traduzco en palabras. Pero me emocionan. Son las personas que más tiempo pasan con mis hijos. Personas que les quieren, que les cuidan, que les enseñan, que procuran enseñarles sobretodo a vivir. Hablo de profesores que persiguen una formación completa, no impartir una teoría sobre cualquier materia, cobrar y a casita. Hablo de gente implicada, gente que se deja la piel en las aulas, gente a la que admiro y quiero, aunque nunca se lo diga. A veces sí lo hago, pero menos de las que debiera.

Luego están los otros...pero eso es como todo. De esos, como de los malos fiscales, o los malos funcionarios, no vamos a decir más¿o sí?

Un beso Sunsi y felicidades a Lolo, aunque sea con retraso. Como para Dios el tiempo no existe, pues eso...

Luisa

Anónimo dijo...

Y disculpa las faltas de ortografías...las prisas:)

Luisa

Alfonso Carlos dijo...

Durisimo curro el de la docencia.Vive dios que si. Os admiro por la paciencia, por el espiritu de lucha, por la capacidad de levantarse tras los fracasos, por ser una profesion abocada al desgaste ( burn-out version anglosajona )y muchas veces infravalorada por los demas. Yo que soy hijo de maestra, he recordado a mi madre comentando muchas de las cosas que enumeras en tu post. Mucho tenemos que agradecer al profesorado.

Inmenso post Sunsi

un abrazo

Driver dijo...

LA PRUEBA DEL NUEVE.

Mi nombre es Pietro.
Nací en la isla de Sicilia.
De pequeño viví tres años en Barcelona.
Nunca lo olvidaré.

Mi padre era capataz de una empresa de construcciones civiles en Milán.
Cuando los españoles se decidieron a construir la actual A-7, mi padre tendría unos 45 años.
Su empresa fue la encargada de construir los túneles de la Autovía entre Barcelona y Tarragona.
Mis padres se trasladaron a Tarragona. Tres años, dos meses y catorce días.
Nos llevaron a mis hermanas mayores y a mí.
Aunque el idioma fue una dificultad inicial, muy pronto mis hermanas, mi padre y yo nos defendíamos en español. Mi madre no. Ella sólo hablaba, pensaba y amaba en italiano.
Menuda era mi madre.

Llegué a mitad de curso, justo cuando era tarde para incorporarse y tarde para retroceder.

Me aproveché de las circunstancias y me adapté, eso sí, al estilo siciliano.

Aprendí la lengua escrita con los tebeos.
Cursé clases de español en el casco viejo de la ciudad, donde habían más billares.
Literatura en los corrillos, con los obreros que mi padre manejaba.
Ciencias Naturales en la playa.
Física y astronomía en las noches estrelladas.

Y por más que me hice el simpático en clase, suspendí todo. Todo.

Mi padre me miraba desesperado. No sabía qué hacer conmigo.

Entre ponerme a trabajar de peón, arrojarme al vacío en la curva 67 e inscribirme en una academia particular, optó por esta última opción. Mas por influencia de mi madre que por convencimiento.

El primer día que lo vi, no sabía la importancia que tendría en mi vida.

Era un profesor grande. Su mirada abarcaba la clase y el Mediterráneo. A la vez.

Lo primero que me dijo fue que escribiera mi nombre.
La primera en la frente.

No sabe usted coger un lápiz. ¿Qué quiere ser de mayor?

Ingeniero, le dije. Más por frenarle que por propia convicción.

Bien, empecemos por el principio. Un lápiz se coge así.

Durante dos largos veranos, el profesor me ayudó.
Logré coger el ritmo normal.
No perdí curso.

Vivía feliz, hasta que un buen día aparecieron.

Las matemáticas. Las malditas matemáticas. Aquello era superior a mis fuerzas.
Un ininteligible mundo de signos, operaciones y malabarismos mentales.

El profesor se acercó a mí y me dijo si seguía queriendo ser ingeniero de mayor.
Como buen siciliano, defendí mi honor y mi palabra, asintiendo con seguridad.

Está bien, empecemos por el principio. Definamos número.

A él le parecía todo fácil. Empezaba por el principio y acababa por el final.

Así que me pasé otro verano dale que te pega a las matemáticas.

El profesor era muy exigente.
Si ni sabes corregir tú mismo tus ejercicios, es que no has comprendido nada.

Y se quedaba tan ancho.
¡Mira tú que fácil!

Otro verano dándome coscorrones con las tablas de multiplicar, con el llevando.

Con el máximo común divisor y el mínimo común múltiplo, que vaya tela marinera.
Y encima me enseñó la prueba del nueve.

Y me decía, sólo hay una solución correcta.
Si es correcta es correcta, si no es correcta no es correcta.
Y luego se iba a cenar tan ancho con su mujer y sus hijas.

Le presenté una queja formal a mi padre.
No quería seguir con aquel señor tan…meticuloso.
Mi padre, ante mis quejas señaló a mi madre.
Y mi madre, ante la señal de mi padre señalo su puño siciliano.

Castigo divino.
Seguí con el profesor y sus reglas del nueve para comprobar las multiplicaciones.

Una vez finalizadas las obras, los españoles ya podían correr desde La Junquera hasta Alicante.
Y nosotros hicimos lo mismo, hacia Florencia, donde la red viaria italiana se estaba desarrollando.

Driver dijo...

Recuerdo que mi padre fue a despedirse del profesor.
Pero sobre todo recuerdo a mi madre.

Fue la única vez que pronunció una palabra en español.
Se cuidó muy mucho de que nadie la oyera.
Se tapó la mano y le dijo algo en el oído al profesor.

Lo que fuera, no lo sé.
Quedó entre ellos.

Una vez establecidos en Florencia, mi vida transcurrió sin pena ni gloria.
Al cumplir veinte años me matriculé en el Politécnico.
A los veinticuatro años me gradué como ingeniero civil.
Tenía novia formal. Los tiempos de Barcelona eran agua pasada.
Ahora lo que más pitaba era el silbido de la informática.
Me introduje en ese mundo, acabando por convertirse en mi afición.

Trabajé en la empresa de mi padre, más por tradición que por convicción.

Y entonces pasó un acontecimiento extraordinario.
El gobierno italiano, en su afán de congratularse con el pueblo siciliano, sacó a concurso una maravilla. El puente.

Un imponente tablero iba a atravesar el mar con el fin de unir la península itálica y la isla.

Y allí fuimos a trabajar todas las empresas punteras.
Con las mejores ingenierías del país. De la mano.

Obra divina, faraónica.
Propia de héroes etruscos.

Para mi padre fue su última obra.
Se quería retirar con gloria.


Hace una semana fuimos a montar un tramo de tablero, de setecientos metros.
Una estructura metálica de ciento veinte toneladas.
La maniobra era delicada.
Los cálculos precisos.
La coordinación exigente.

Desde temprano noté a mi padre nervioso.
Normalmente su presencia me transmite seguridad.
Pero su mirada, aquella mañana se perdía en el horizonte.
No sé muy bien donde miraba, pero lo hacía muy lejos.

Me preguntó varias veces por los cálculos.
Espiaba mis ojos, buscando destellos de luz.
Sólo encontró la mirada fría de un ingeniero, que apoyaba sus cálculos en un flamante ordenador IBM.


Y de pronto lo dijo.
Si está bien está bien, si está mal, está mal.
Repitió, como último recurso argumental, la frase del profesor de Barcelona.

Una luz roja se encendió en mi cerebro.
Paramos la operación.
Tres mil euros de jornales y materiales cada quince minutos.
Pero paramos.

Mi padre cerró mi IBM.
Cogió papel y lápiz y me hizo subir a lo alto de la colina.

Donde todo se veía.

Ahora vuélvetelo a calcular desde el principio.
No quiero acabar mi carrera con un fracaso.
Hay algo que falla, lo intuyo.

Hacía diez años que no calculaba a mano.
Me acordé de lo que me enseñó aquel profesor español.
Estuve concentrado durante cuarenta y cinco minutos.
Cada multiplicación, comprobada con la regla del nueve.

Si ni sabes corregir tus ejercicios, es que no has entendido nada.

Encontré el fallo. La mirada de mi padre me dio la pista.

El viento. Una fuerza más a considerar.

Por debajo de los treinta kilómetros a la hora, la operación de montaje era segura.

Por encima, inestable.

Comprobamos el anemómetro. Treinta y cinco a la hora.
Mandamos abortar.

Le acabábamos de ahorrar al Estado Italiano, la friolera de dos millones de euros.
A mi padre la deshonra de un estrepitoso fracaso.
A mi madre un disgusto.
Y la vida de tres o cuatro peones.

Mi nombre es Pietro.
Nací en la isla de Sicilia.
De pequeño viví tres años en Barcelona.

Allí conocí a un profesor.

Nunca lo olvidaré.

María dijo...

Sunsi... ya sabes qué opino del tema. Gracias por compartir la propia visión del prestidigitador.


Tres preguntas: cuando se elaboran las reformas educativas de modo que se crea la promoción automática... ¿no se cuenta con la opinión del profesorado? ¿Sigue vigente la promoción automática? Y tercera... ¿de verdad está prohibido expulsar a un alumno de clase?

Besos

Rumbo fijo dijo...

A mí me da una pena. De verdad. Suena absurdo, incluso infantil. Pero es que es una pena y me da pena.

He encontrado buenos y malos profesores. Estos últimos, normalmente, creo que sólo eran malos porque no tenían vocación. O porque les obsesionaba sólo una meta y no era la de Enseñar.

Lo que me lleva a pensar que la culpa no es sólo de los alumnos, ni de los padres, ni de los profesores. Nadie debería dedicarse a algo que no hace por vocación, y menos si ese algo no vocacional es la docencia. No eres peor profesor si no es lo tuyo, pero sí lo eres.

Con lo que quiero decir que sí, la sociedad va mal. Parte de la culpa la tienen los padres. Parte de la culpa los alumnos. La sociedad, la carencia de valores. La falta de respeto (no a la autoridad sino hacia uno mismo y hacia los demás). La disparidad que genera. También los profesores.

Qué le vamos a hacer. Me da pena. Yo no querría ser profesora. A pesar de que admiro esa profesión. No es que los niños de hoy en día no sean "ayudables" pero... mi corta experiencia en el área clases particulares me indica lo cerca que tiene uno que estar del alumno para re-enseñarle: la materia y educación.

Sí, lo sé. Educadores son los padres. Pero me da a mí que todos deberíamos ser reeducados. Y a los pobres profesores les toca esa tarea. Toda ésa.

Conclusión: no me meto a profe ni de coña.

Máster en nubes dijo...

yo solo digo que de mis profesores de universidad me acuerdo de 1 o de 2, y de las del colegio me acuerdo de 15 o más. Y también digo que la labor de los profesores de colegio, de instituto, es directamente impagable. Quizás yo tuve una suerte excepcional, no sé, es hasta posible. Quizás estoy rodeada también de gente que se dedica a la enseñanza y me influyen. Pero mira, el que se dedica a la enseñanza salvo excepciones -que las habrá, no digo que no- tiene que tener mucho corazón, cabeza también, pero corazón un rato. Y a mí me gusta el corazón que es lo que quizás hoy falta más por todos lados, corazón de verdad, hondo y fuerte.

PS Yo me eduqué en un cole del 66 al 79, quizás entonces había más vocación, no sé, mis recuerdos son INMEJORABLES.

sarracena infiel dijo...

Pues yo no digo nada ¡hala!

sunsi dijo...

Lo he colgado, Ana. Muy interesante. Mil gracias.
Besos.

sunsi dijo...

Lolo... Es un tema que da para mucho. He intentado ser objetiva. No es cuestión de escribir un panegírico. Pero sí de ser justo y mostrar la realidad, aunque sea sólo un cacho...

Besos

sunsi dijo...

Luisa... hasta el llanto. A veces, topar con un profesor te da la vuelta como un calcetín. Hay PROFESORES. Lo escribocon mayúscula porque ésos son los que te dejan una huella que no borra la marea. Pasan los años y sigues echando mano de aquel consejo, de esa conversación en la que hablamos y él oella te dijo unas cuantas verdades difíciles de escuchar. Pero había cariño. Si no, para qué iba a molestarse...

Por eso, en la fotografía que encabeza el post se lee Gracias.

Gracias a ti por valorarlos.

Beso al Sur, patos y demás...

sunsi dijo...

Hijo de maestra, Alfonso. Eso ... dicen que marca...para bien, por supuesto. Espero que entre todos consigamos que se les mire con el respeto y el agradecimientoque merecen. También va por tu madre.
Gracias,Alfonso.

sunsi dijo...

Driver...El cuento. El regalo que le hiciste a mi padre y se lo di el día de San Juan. Se quedó sorprendido. Creo que no entendió cómo alguien que no lo conocía había dedicado su tiempo en escribirle una historia. Todo lo importante, el fundamento de lo que significa ser educador se lo debo a él.El me enseñó a dar los primeros pasos a creer en los alumnos, en todos... Hacía tutorías incluso a la 11 de la noche, en casa, si los padres no podían durante el día.

Su autoridad en el aula era indiscutible. Bastaba con rozar la mano en la mesa y oír el ruido del contacto con el anillo para que se hiciera el silencio. Autoridad basada en el respeto.El mismo respeto que él tenía hacia sus alumnos. Lo llamaban papá Estil-les. Bueno... que se me cae la baba...

Gracias Driver

sunsi dijo...

Rocío. Sí... prestidigitadores como tan bien explicaste en tu post de ayer. Ahora falta que ese arte vaya acompañado del prestigio.

Gracias a Dios, no sigue vigente la promoción automática. Pasas de curso con dos asignaturas. Con tres, repites curso. En bachillerato es distinto. Hay varias opciones... que son un lío de no te menees. Me lo contaba ayer mi hermano.
No he encontrado la normativa escrita sobre el tema concreto de la expulsión del aula. Pero te puedo decir que ayer también comentábamos la jugada con Artur (mi hermano). Me decía que se insite mucho en el tema. Al alumno no se le expulsa de clase. Distinto es que se acumulen faltas leves que dan lugar a una falta grave. Y con X faltas graves se reúne el Consejo Escolar del centro y se decide una expulsión temporal (3...4 días). De todas formas, lo buscaré con más calma en la página oficial del MEC. Me he metido pero para encontrar lo que buscas no es sencillo.

Esta tarde me pongo.

Un beso, princesa

María dijo...

No, Sunsi, no hace falta, de verdad. No me refería a la expulsión del colegio, entiendo que eso tiene que estar regulado y no es una decisión sólo del profesor. Leyendo el post había entendido que estaba prohibido sacar al alumno de la clase si alborotaba... Vamos, el "al pasillo" o "a ver al jefe de estudios" de toda la vida...

En cuanto a la promoción automática, menos mal. Porque me parecía una auténtica aberración. Que un crío pasara de curso con más de la mitad de asignaturas suspensas. Y lo que es peor... que los padres lo permitieran!

Gracias, Sunsi. Besos

sunsi dijo...

Carmina... No, hija, no... Si no te va el tema puedes llegar a ser muy infeliz...Contando los días que faltan para que llegue el viernes. Mirando con lupa el calendario para saber qué puentes hay este curso...

El planteamiento que haces es muy objetivo... toda la sociedad está implicada... o debería implicarse. Si no, más de lo mismo. No me parece mal que el profesor sea autoridad pública... pero reconozco que es triste haber tenido que llegar a este extremo. Determinadas accione serán delito. Y ya se sabe dónde van los menores delincuentes. La pelota en otro tejado... La Fiscalía y los Juzgados de menores. Bueno... vamos a ver en qué acaba esto. La propueta de Eperanza Aguirre tiene muchos adeptos.

Beso... y a verlas venir.

sunsi dijo...

Máster... Cómo se nota que de una generación a la actual parece que hayan transcurrido siglos.Fui muy feliz en mi colegio. Aprendí. El profesorado... vocacional, exigente y bueno, muy bueno. Desde aquí les doy las gracias.

El profesorado actual... si es bueno, que no lo dudo... no pueden demostrarlo. Si hay que estar más atento a la disciplina que a los contenido... si una clase se para una y dos y tres veces... porque no hay manera...

Ojalá se pueda recuperar todo lo bueno de nuestras escuelas... fundamentalmente ese respeto por quien enseña. Me viene a la memoria el tratamiento de la eneñanza en Finlandia. Y también viven en el siglo XXI.

Tiempos, Aurora...Bueno tiempos que forman parte de nuestra historia y de nuetros recuerdos. Todo eso que tenemos y los pipiolos que llenan ahora la aulas se lo están perdiendo.

Besos, guapa.

sunsi dijo...

Rocío... que sí... que lo has entendido bien. Si alborotan...sigue en clase. No se les puede expulsar. Al meno, en mi pueblo, no. Lo que quería es encontrar un "papel" donde lo diga explícitamente.

Ahora que nadie me oye... Yo me he llegado a expulsar a mí misma. Comprenderás que ante una falta grave de repeto o el chaval o yo. Si el chaval no puede salir... salgo yo aunque sea con la nariz pegada al cristal para que no haya diturbios, mesas voladoras...etc...

En fin...

sunsi dijo...

Sarracena... te veo de pica-pleitos con menores. Digo que habrá mucho de eso si el tema prospera. Y doy por sentado que la primera que le echará la bronca al o a la susodich@ serás tú. En tu salsa, vamos...

Con Dios

D para P dijo...

¿La Sarracena de pica-pleitos con menores?
No nos dura ni un telediario.

1 Bronca al acusado.
2 Broncazo al ministerio fiscal.
3 Amonestación pública al abogado de la defensa.
4 Pregunta no procedente a su Señoría.
5 Carta de protesta al colegio de Abogados.
6 Artículo de opinión en la Vanguardia. Dos, no, tres páginas.
7 Nos la sacan en el Dominical. Título del artículo: "La sarrazanería penal".
8 Minuto de protesta ennmedio del concierto de Año Nuevo. En directo.
9 Reportaje en el Informe Semanal.
"Nuevos aires en nuestra caduca judicatura".
y 10 La acabamos viendo firmando libros en el nuevo Corte Inglés de Tarraco.

Como es consciente de que la puede armar, creo que no se meterá en tamaña empresa.

Lo tengo claro, cuando me pillen mi abogada va a ser ella.

Estoy por delinquir un poco, con tal de verla en acción.

Lo que yo daría...

Bego dijo...

Sunsi no puede abrir el enlace que me mandaste, algo haré mal...
Cómo está dando de sí tu post!!Todas las opiniones interesantísimas y el cuento de Driver no tiene desperdicio.
Sunsi te recordaré siempre como MI PROFESORA despejabas mis dudas sintácticas como nadie y se me caía la baba cuando empezabas a diseccionar el comentario de texto de turno.
Guardo mucho cariño de sesa tardes...
Besitos
Bego

sarracena infiel dijo...

Mc.- d., mi seductor caballero, gracia por la confianza y..... razón tienes, los menores .... para su padre de usted, gracias.

Yo ya he educado a tres y .... acabaría con una denuncia en el Colegio.

Por tratar de educar a papá y a mamá, digo .....

María dijo...

Pensé que lo había leído mal... Pues que quieres que te diga, me parece increíble, Sunsi. Tienes un chaval alborotando, distrayendo al resto y ¿no se puede enviar al pasillo?

Normal que a veces tengas que salirte tú. Vamos, normal no... pero que lo entiendo.

Tranquila, no busques papeles. Me vale con eso. Era simple curiosidad.

Besos

mireia dijo...

El tema de los profesores da de sí para todo el año.
Yo reestrené mis clases hace una semana y me parecieron unos grupos que se les puede sacar partido pero no puedo contar experiencias propias porque se acercan poco a las de mis colegas.
Noto a mi alrededor inseguridad y miedo y no es precisamente a los alumnos. El hecho de estar pendiente de la minuciosidad de los reglamentos escolares y el régimen disciplinario es algo que a mi me aburre porque el sentido común hace que tus actos coincidan casi siempre con la ley. Pero yo estoy con un pie fuera de la profesión y quizás eso me de una libertad que no se pueden permitir otros

Creo que se disfruta en clase cuando uno consigue hacer trabajar y nota que van comprendiendo el asunto, cuando compruebas que tienen constancia en el trabajo, cuando discurren mejor que tú , cuando triunfan en la vida entendiendo por triunfar el tener agallas para salir adelante a pesar de los pesares , cuando ves la evolución propia de esta etapa y notas cómo van templando su carácter , cuando...Vamos a dejarlo ahí.
Claro que para esta hermosura se necesita orden y una cierta disposición

Conste que no tengo una visión de cine de lo que es un profesor. Me irritan esas pelis americanas en las que leyendo en clase una canción de Bob Dylan todos quedan abocados a una solidaridad universal o que interpretando una obra de teatro.....Oh, una comunión cósmica entre los seres humanos
Paparruchas. La peli que más se acerca a la realidad es “La clase”. Os la recomiendo. El profesor es un buen profesional y quiere a sus alumnos. Tiene dificultades y ha de tomar decisiones impopulares. Pero la vida es eso: unas veces va bien y otras mal. Termina el curso y adiós, muy buenas

sunsi dijo...

Rocío... tengo que aclarar que ya no me dedico a la enseñanza. Empecé muy pronto. Tenía 15 años cuando di mis primeras clases particulares... de lengua. Intenté aportar económicamente todo lo que pude para ayudar a mis padres mientras estudiaba la carrera en Barcelona con clases lo fines de semana en Tarraco. Después llegó la Academia Estil-les, de mi padre. Allí me vacuné y me dio una visión que me ha acompañdo siempre. Dar clases a los que no entendían en clase. Ves el tema desde el suelo. Te bajas de la tarima y tu objetivo ya no sólo es explicar...es que ademá te entiendan. Durante el invierno,por las tardes. En verano, todo el día y con una versión grupal. Filosofía, morfo-sintaxis, comentarios de texto... Luego sustituciones en un colegio concertado + Academia + clases particulares siempre. Saqué las oposiciones al Cuerpo de Secundaria. Y llegó el Intituto.

Ya no estoy en activo por motivos que no vienen al caso, aunque sigo dando clases en casa... siempre para amigos de mi hijos o hijos de mis amigos... sin afán de lucro... En este periodo también monté talleres de escritura... No sabes cómo disfruté. Por eso pienso que sigo siendo docente. Moriré docente... como los profes jubilados que siguen aunque sea dando clases a sus nietos.

La enseñanza es una pasión... no es broma. Aunque ahora no pueda estar a pie de aula.

Me pilló de lleno la promoción automática. Hasta entonces jamás tuve problemas de disciplina. El docente de cuna nace con chistera. No es mérito propio... lo llevas en lo genes.

Vaya , Rocío, que se me olvida que estoy en el blog... Todo eso te cuento... Perdona. Un poco largo...
Pero quería que supieras que ahora estoy fuera de circulación aunque procuro no perder el punto.

Besos de nuevo, princesa

sunsi dijo...

Bego... Recuerdo perfectamente esas clases. Y las frases tan largas que ocupaban un folio apaisado con letra pequeña. Tú ya en Magisterio. Era un reto aquello, ¿verdad?... Lengua con el hueso de profe que tenías. Madre mía si me acuerdo...

A pesar de todo, pasábamos unos buenos ratos, ¿verdad?

Besos, MAESTRA

sunsi dijo...

Ahí le diste, Driver...ahí. Mejor no.

Por cierto, Sarracena... y yo que te veo más de Jueza que de pica-pleitos...¡qué cosas!

sunsi dijo...

Mireia. El post no ha dado para más porque se alargaba mucho. Quisiera haber llegado a lo que tú apuntas. El reglamento... Creo que en esto la pública lleva mucho más rodaje y es necesario por el volumen de alumnado. Ahí, ves, sí he echado de menos que realmente se considerase que teníamos autoridsd y responsabilidad suficiente para hacer una excepción a la regla. Recuerdo a una chica con un apuro gordo... necesitaba ir al baño con urgencia. Y no podía dejarla salir de clase. Y era evidente que o salía o se hubiera montado un número. Es en esos momentos ... te pones por montera el reglamento. "Si te dicen algo... enseña este papel".

Me hago con la peli...

Gracias por todo. Mi segundo referente... aunque no te he citado en el post por si me mandabas a gorrazos a esa capital del Norte donde suele mandar tú a quien sea cuando te enfadas...

Una abraçada.

El siguiente lo escribo mañana.
Por hoy ya hay suficiente...

sunsi dijo...

He recibido un comentario en Educar de oficio.: "Sé que esta entrada es de hace mucho tiempo pero me he visto muy reflejada en tu descripción de novata...estoy empezando como profesora en un instituto y tengo un grupo que es insufrible. Los profes, como consejo de novata sólo me dicen que tengo que imponerme..que como no me haga respetar me comerán...claro..¿pero cómo?..esa es la pregunta...ojalá lo consiga..antes daba clase de español en un cole privado con pocos chicos, ahora estoy en lo mio, inglés, en un insti público con proyecto bilingüe por lo que no se nos permite hablar español..por lo que los chicos flipan y siento que no llego a ellos..."

Una profesora joven... que ha montado un blog para contar su experiencias de una "profe novata". Y empieza con un post donde cuestiona su vocación. Que sepas, novelteacher, que aquí tienes un rincón para aportar lo que quieras. Incluo para reírte un rato.

Saludos, novelteacher. Epero que entres.

http://aventurasydesventurasdeunaprofenovata.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hoy solo tengo cuadrito, asi que sintetizare como me ensenaron en el cole. 1. No recuerdo lo que me ensenaron pero si como y quien lo hizo. 2.Tal vez lo mas importante que aprendi fue a conocer mis limitaciones. 3.Y despues, a sacar partido a mis capacidades. 4. De los que ensenan ahora, se que estan, como dices, Sunsi, desanimados proporcionalmente a su implicacion. 4. A los que ensenan mis hijos, beso por donde pisan. 5. Cuando enseno yo soy anarquica total, solo quiero que algo, aunque sea poco, de lo que les digo les llegue el corazon. Lolo

Anónimo dijo...

Sintetizo por tres. Es por mis limitaciones, no por lo que me ensenaron, claro...