sábado, 12 de septiembre de 2009

"Si al menos pudiéramos perdonar olvidando..."


Esta es una frase de lolo (bienvenida... bienhallada...) en su comentario al post de ayer. Ya dije que quería escribir sobre el perdón.

El perdón. Cuando crees que has conseguido llenar la vasija resulta que tiene una grieta... y se va vaciando. La apañas y se vuelve a quebrar en otro punto. La vasija del perdón. Muy frágil. Cuando crees que el olvido ha allanado el camino, un acontecimiento trivial, sin sustancia es suficiente para que el recuerdo se presente "como decíamos ayer". Y se pone de pie el mismo sentimiento, que se ha ido cubriendo de capas añadidas por los años y ha cambiado el nombre : ahora se llama resentimiento.

Perdonar sin que no te hayan pedido perdón. El perdón gratuito. Al contrario de lo que se dice, considero que debo volver atrás en el tiempo y ponerme delante de aquello que me hizo daño. Delante, casi pegado, a medio metro... No es posible perdonar sin sanear el recuerdo. Esa actitud la aprendí de mi hermno pequeño (que no es tan pequeño). Original como él solo, se fue solo. "Necesito soledad para terminar el libro" A sas Illes... Además de terminar el trabajo, se trabajó en los andurriales del alma. "De este asunto no vamos a hablar más. Yo ya he perdonado. Y he arrancado esa página". Los hermanos pequeños dan lecciones a los mayores.


No creo que se trate tanto de olvido como de recolocar el recuerdo en su lugar. Algo que sucedió, que causó más o menos daño, que incluso ahora no entendemos y que se queda en su rincón. ¿Olvidar? No. Sería necesaria una lobotomía. Pero una pequeña incisión para vaciar la infección y que al cabo de los años no vuelva a supurar... Eso sí es posible.


El perdón no es automático. La voluntad de perdonar, sí. Con la voluntad de perdonar no abarcas de golpe todo el territorio, pero probablemente consigues algún Km. cada día. Pero hay que tomar esa decisión y procurar no hurgar en la herida. Vivir del pasado te coloca una soga en el cuello y no puedes dar ni un paso.


Perdono si quiero perdonar. Olvido el daño aunque exista el recuerdo... que ya no me hace daño. Porque he decidido que no.


Me ha gustado un artículo de José Mª Alimbau. Más o menos se puede resumir así, como una cadena que forma una escalera que baja hasta tocar fondo y deforma todo cuanto podríamos vivir apasionadamente.


Con resentimiento vives dolido y descontento.

El descontento te lleva a la amargura y la amargura al odio.

El odio te hace concebir y alumbrar sentimientos de venganza.

La venganza impide vivir en paz, busca el ajuste de cuentas y sale a la luz el rencor.

El rencor te impide olvidar y puede destruir la persona.


Inevitable la referencia a San Pablo. La persona que ama todo lo disculpa, todo lo tolera, no tiene en cuenta lo malo, lo perdona todo.


Añado... La persona que perdona no es un idiota. Es alguien que ama. Y el amor es más potente que el rencor.
Soy cristiana ...y para poder amar así necesito recurrir al Amor de mi Padre Dios. Tantas veces tengo que pedírselo... No me avergüenza decir que con mis fuerzas, con mis puños me es imposible.... amar y perdonar.
Rocío me recomienda esta canción para el post. Gracias, princesa

26 comentarios:

María dijo...

Yo creo que todo depende de lo que se trate...

No se olvida, aunque se perdone completamente y de corazón.Tú lo dices tan bien: "No creo que se trate tanto de olvido como de recolocar el recuerdo en su lugar".

Y cómo me ha gustado ese símil con la vasija... Algo que crees perdonado y hasta olvidado, un dia resurge en tu mente... y con ello resurge ese resentimiento...

Hablando de perdón y olvido me ha venido a la mente una canción de The Corrs: "Forgiven, not forgotten". Es bonita: http://www.youtube.com/watch?v=01mDVRSXY_w

sunsi dijo...

Es difícil, Rocío. Alguna veces parece que te va a ser imposible perdonar... Yo tengo fe. Soy católica y sé que hay tantas cosas no puedo sola... Pido al Amor la capacidd para amar lo suficiente y poder hacer borrón y cuenta nueva...Sería muy largo de contar... Porque tengo asuntos también que se ponen enfrente cuando menos lo espero.

Gracias por el comentario y la sugerencia.

Besos, princesa.

Blancael dijo...

El perdón¡¡, vaya palabra.Yo que he vivido durante 8 años, una situación realmente complicada,donde había personas que no se perdonaban, y yo me encontraba en medio, han sido años muy dificiles, pero con esperanza, y tiempo , con mucha paciencia y mucho amor, las cosas se han arreglado, se han perdonado y han olvidado, han vuelto a empezar de cero, borron y cuenta nueva, es lo mejor , que me ha podidio pasar, en mucho tiempo.
Y si hay qeu olvidar¡¡¡
un beso-

Rumbo fijo dijo...

"Añado... La persona que perdona no es idiota. Es alguien que ama porque sabe que todo lo ha recibido del Amor de su Padre Dios."

¿Y la persona que no cree en Dios, en que Dios es su padre, es idiota?

Almendrado dijo...

El perdón, para que sea perdón de verdad ha de ser puro. Puedes recordar, pero no has de tener nada contra esa persona o personas. Tu corazón, por más que acudan a él los recuerdos, ha de mantener siempre la misma actitud. Para los que creen, Jesucristo fue el ejemplo; para los que no creen, el Papa Juan Pablo II lo demostró perdonando a quien le disparó. El Papa era una persona, y nosotros también.

A los del 11 S y a los del 11 M ¿Somos capaces de perdonarlos?. Sólo un corazón puro puede.

¿Morirse odiando o con rencor?.

Saludos,

sunsi dijo...

Blanca. Me alegro. Hay familias que se rompen porque nadie da un primer paso. Cuesta empezar. No lo sé por experiencia propia pero sí por cercanía.

Alguien da un primer paso, dejando atrás cuentas pendientes, sin pasar factura, dede cero. Visto así parece sencillo. Por lo visto no lo es. El exceso de orgullo impide ver personas en lugar de afrentas...

Hau que olvidar. Yo no creo en esta palabra. Sólo olvidan del todo los amnésicos. Creo que lo que sucede es que el recuerdo duerme y se contempla como eso, un mal recuerdo que ya no está en presente y no quieres que vuelva al presente. Igual me equivoco...

Un beso.

Mañana cole. Parece mentira...

sunsi dijo...

Carmina. Gracias por la enmienda. Cuando te he leído he recordado esa mañana de selectividad en la que hablamos del salto filosófico de René Descartes para demostrar la existencia de Dios.

Lo he expreado mal. Y ya lo he corregido. Te agradezco la obervación.

Un beso.

sunsi dijo...

Hola, Almendrado.

Vamos a matizar, si te parece, lo que tú denominas corazón puro. Me parece que un corazón puro no nace, se hace. Por puro entendemos, supongo, libre de rencor. El rencor, como pasión que se desata ante una afrenta peronal o colectiva, puedes dejarla "libre" o o correr tras ella para atraparla. La primera premisa es saber que ese resentimiento te desboca, no te lleva a ninguna parte y, con el tiempo, te aprisiona. Digo primera premisa porque hay mucha gente que ni siquiera se lo plantea. De entrada hay que dar gracias por saber reconocer que el perdón nos libera.

Aquí, en la tierra, por definición,es humanamente imposible mantener impoluto el corazón. Lo importante es querer que sea así. Conservar intacto... el ojetivo. Porque la segunda premisa es que no somos perfectos.
Y entra dentro de los cálculos que, de cuando en cuando, el corazón se oscurece. Y hay que volver a limpiarlo y secarlo al sol.

Quieres tener un corazón libre de agravios. Quieres quererlo. Por tu comentario se desprende que eres católico. Yo también. El católico sabe que es como el común de los mortales. La diferencia es que también sabe que a Dios lo que le importa no es las veces que se muestra débil, iracundo, despechado... sino todas aquellas que dice: Contigo, vuelvo a empezar.

El perdón a los terroristas. Ahí le duele. Yo lo único que sé es
que jamás podré juzgarlos.

Quería decirte que este post es fruto de mi experiencia, que no he echado mano de ningún manual. Y que echo en falta que la gente que trata este tema explique cómo se las compone para anular los recuerdos.

Un saludo y gracias por tu comentario. Me ha dado pie a aclarar un poco más mi postura.

Driver dijo...

Supongo que para los creyentes el "motor" del perdón es "...y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores,...".
Y para los no creyentes, tal vez puedan servir los últimos descubrimientos de la ciencia.
"La Dra. Uvnas Moberg, una investigadora del Instituto Karolinska en Estocolmo no para de descubrir nuevas funciones de la oxitocina, no sólo como hormona que se libera en sangre y actúa a distancia, sino como neurotransmisor, es decir como molécula que actúa dentro del cerebro originando cambios a este nivel.
Los niños que son acariciados con frecuencia crecen más rápido y maduran mejor, ya que la oxitocina que se libera a través del tacto produce a su vez una liberación de la hormona del crecimiento.
La oxitocina inhibe la producción de cortisol que es una hormona que genera sensación de miedo, con lo cual la persona se siente más valñinte y audaz para explorar, algo que resulta esencial cuando se hace frente a un entorno marcado por la incertidumbre.
La oxitocina reduce el dolor porque genera liberación de endorfinas y además favorece la cicatrización de las heridas. Por eso, una mano amiga que nos conforta en un momento en el que nos sentimos heridos tiene tanto poder, no sólo en un plan metafórico, sino también físico.
Resulta a veces paradógico que se dediquen tantos recursos a encontrar algunas formas externas de alargar la vida y tan poca atención a comprender que tal vez dentro de nosotros tengamos algún elixir de la juventud, de la eficiencia y del bienestar, no solamente escasamente explorado, sino además profundamente desatendido."
(Dr. Mario Alonso Puig, especialista en Cirugía General).
...
Los creyentes tenemos motivos para perdonar. Que no pare la rueda. Yo perdono y el Padre me perdona. El mundo rueda buscando un equilibrio y las tensiones se aflojan.

Los no creyentes, por una simple razón de salud física, tienen motivos para perdonar.
El bienestar que produce la generación de oxitocina.

En ambos casos he buscado un motivo "egoista". La mejora de la calidad de vida.

Somos seres animados y racionales.
Necesitamos un premio para emprender una acción.

Perdonar es sumamente difícil.
Busquemos nuestra razón.
Parece ser que compensa.

sarracena infiel dijo...

Los que me conocéis (¡aaayyy!) me habréis oido citar al Dr. Rojas Marcos en más de una ocasión: para ser feliz, hay que tener mala memoria....

Pues eso es un ejercicio volitivo que, extreñamente, tan pronto lo practicas más fácil resulta.

Todo lo más te queda un regustillo añejo y un "ah, si, esoooo, es verdad, ¡ya no me acordaba! ¿cómo
fue?"

Claro que el camino, como acostumbra a ser el que merece la pena, es arduo y, a menudo, solitario.....


Con Dios, hedbannos....

Ahora

Máster en nubes dijo...

Supongo que lo conoces ya, no sé, a mí me ayudó mucho una cosa sobre el perdón de Jutta Bugraff creo que se llama. Pero en cualquier caso creo que tener una mala memoria es estupendo para muchas cosas, no llevar la contabilidad en la vida. La cofradía del santo reproche de la que habla Sabina ¿te acuerdas? No sé, hay ofensas muy duras en la vida, daños muy profundos que ni imaginamos. Y luego hay leyendas también, heridas ahí que se infectan porque en vez de seguir pa`lante nos podemos "enrocar" en un hecho, en una persona, en una nimiedad, y darle vueltas. Creo que dar vueltas a las cosas es a menudo muy malo, no digo pensar, que es bueno, sino estar reconcomido con qué te dijo, te hizo, y vino, y fue...

En fin, difícil y para pensar, intentaré aplicármelo, muchas gracias, guapa.

sunsi dijo...

Driver. Conozco las investigaciones sobre la oxitocina. No tanto como tú... pero algo sé. El beso cura, el abrazo cura (lo siento, Sarracena...¿tu asignatura pendiente?) Y es curioso. Algunos, cuando pedimos perdón y nos piden perdón, nos sale instintivo el abrazo. Parece que confluyen ambos enfoques.

En el fondo, aunque no lo busques, depués de perdonar o ser perdonado parece que te has liberado de una carga que hasta ese momento no sabías que se empezaba a hacer insoportable...

Gracias, Driver

sunsi dijo...

Sarracena. Te conozco, afortunadamente. Es cierto que citas muchas veces la frase del Dr. Rojas Marcos.

Estoy de acuerdo ... con un "pero".
¿La mala memoria o colocar los recuerdo en su lugar?. Los seres humanos nos vamos haciendo, en parte, a base de experiencias. Evidentemente no son todas buenas.Pero todas sirven.

Una precisión:no es lo mismo el recuerdo que recordar. El recuerdo puede llegar a ser estático hasta el punto de no agitar el ánimo. Está ahí. Desde el momento que sucedió forma parte de nuestro yo.La libertad hace posible que decidas no meneallo. Y cuanto menos lo meneas menos huele. Otro asunto es recordar... Es un verbo. Y ahí también interviene la voluntad. El entendimiento te dice..."¡ojo...te va a doler!" Pero puedes hacer caso omiso. El recuerdo continuo te ancla en el pasado e imposibilita el perdón. Porque no hay ni un solo recuerdo aséptico.

En el fondo,creo que estamos diciendo lo mismo.

Con Dios, Pepa

sunsi dijo...

Máster. Lo leí. Sobre el perdón he leído bastante. Pero el movimiento se demuestra andando. Ahí. Para obstaculizar el perdón hay unos cuanto palos que se pueden colocar en la rueda y no avanzar ni un palmo. El primero... la soberbia. Creer que nunca te equivocas... Y medir por este rasero a los demás. ¿Cuánto se equivocan los demás! ¡Parece mentira...! El segundo ya lo citas: hurgar en el pasado... que no es lo mismo que tener pasado. Por experiencia, y no me importa decirlo, sé lo doloroso que puede resultar adentrarte en los recuerdos, rescatarlos y ponerlos encima de la mesa. La diferencia es que este dolor es buscado. Es el empecinamiento en no querer que pase el tiempo, es echar el ancla en la orilla cuando podrías estar navegando lejos, tan lejos que desde la arena sólo se ve un puntito.

La voluntad de dejarlo estar... repercute directamente en la amplitud de miras, casi diría que el corazón aumenta unas cuantas tallas. Y luego te das cuenta de que caben muchos más de los que creíamos.

Besos guapa.

Setenta veces siete.

sarracena infiel dijo...

Otra precisión.

La mala memoria la entiendo como la capacidad para asumir las heridades de la vida, las ofensas reales o imaginarias, el dolor, en fin, de vivir, como algo que forma parte del juego: nos iguala - nos hermana - al resto d ela humanidad en lugar de hacernos diferentes, incluso, en nuestro dolor.

No se....... a veces es complicado, pero forma parte de, además de D.- con "perdónanos nuestras deudas....), con "hágase tu voluntad" y "dános el pan nuestro de cada día"

sunsi dijo...

Sarracena. Es que me parece que expresas de otra forma o con otro enfoque-el que a ti te sirve- una parte de lo que he escrito en el post. Por eso creo que cuando se habla de "olvido" yo necesito matizar. Entiendo por olvido algo que pasó , que te dejó huella y , en un ejercicio de irracionalidad, lo suprimes. A mí no me sirve. Lo que realmente me ha servido es volver al punto que quedó supendido en el aire. Frente a frente. Un análisis: dolió ...y no me interesa averiguar por qué sucedió (muy complicado) sino para qué. Introduzco el bisturí para sacarle el veneno ( todos pasamos por cosas parecidas... "nos iguala", dices tú) y una aguja para extraer de ahí lo que me puede servir en el futuro.

Se cura la herida, se aplican puntos de sutura y el paso del tiempo va diluyendo, achicando lo que en su momento parecía un cáncer.

Vale. Somos creyentes. El Padrenuestro es la única oración que Jesucristo nos dejó. "Cuando oréis decid:..." No va nada mal pensar si todos los días la podemos rezar. Y a veces se nos puede escapar un aspecto que nos invita a vivir el hoy y ahora: "Danos hoy nuestro pan de cada día" Hoy. Ayer ya pasó. Mañana... ya veremos.

Bueno... y si repasamos el versículo que dice "Amad a vuestros enemigos..." No dice perdonad... dice "amad".

Para el cristiano, el ABC está muy claro en el Evangelio.

Alfonso Carlos dijo...

Como me gusta esta cancion de los Corrs. Me recuerda a un viaje que hicimos cuando era residente, en el que no paraba de sonar ese LP que lleva el mismo nombre que su Hit principal.

Con respecto al perdon, hay cosas que son dificilmente perdonables, dificilmente olvidables.
Es posible que podamos perdonar a quien le duela haberte hecho algun daño.Es posible, aunque muchas veces no lo consigamos

Anónimo dijo...

Vale.

Mi experiencia es que cuando me han herido he sufrido a lo burro-porque soy muy exagerá-lo dará la tierra, no se.

Para recolocar ese dolor y tirar para adelante sin rencor me han servido dos cosas, ancladas por supuesto en la razón y en el amor de y a Dios:

1) El ejercicio mental de frenar el recuerdo. Por supuesto un muro de hormigón que no me lo traiga a la cabeza y no le de vueltas hasta volverme loca. No. Prohibido el paso.

2) Rezar por la persona que me ha hecho daño. Esto es de una eficacia increible. Y no digo que sea fácil. Cuesta.

Hubo una situación en mi vida en la que me hicieron daño a reventar. Fue algo que me descolocó totalmente. Me transtornó profundamente. Porque fue algo mantenido durante mucho tiempo.

Cuando conseguí razonar, puse en práctica el punto nº 1 e intenté el nº2. El 2 me fue imposible. Y yo hablaba con el Señor y le decía: no me pidas que encima rece por "X" porque no puedo, y por supuesto no quiero. Tardé un tiempo en doblegar-me y empecé a rezar por esa persona. Poco a poco remitió el rencor, remitió el dolor y sentí paz.

Esa es mi experiencia, que después he aplicado a cosas menores y me va bien.

Por supuesto que todavía me asaltan los recuerdos, pero no les dejo ni el más mínimo resquicio para entrar, porque volverían a apoderarse de mí y yo sería un pelele en manos del rencor. Y eso sí que no.

Besos y perdón por el rollo.

Luisa

sunsi dijo...

Alfonso. La música me la ha chivado Rocío.

En cuanto a lo que comentas del perdón... Piensa en alguien. Pruébalo...si quieres, claro. Y luego analiza cómo te sientes. Si lo haces... ¿contarás la experiencia?.

Un saludo (no me hagas caso si no quieres...era sólo un consejo de "anciana")

sunsi dijo...

Como ya me he enrollado bastante, te cuento ... Elaño pasado, con el grupo de catequesis estuvimos comentando un hecho. Hubo un atentado terrorista ese día y murieron no re cuerdo ahora si eran dos personas. Cada grupo se fue a su mini-aula. Nosotros nos quedamos en el Santuario. Un chaval insinuó que rezásemos por los asesinados. "¿Y ya está?" , comenté. "¿Por quién más podemos rezar?" No se les ocurrió. Ni se les pasó por la cabeza. "Por los terroristas", apunté. Una tarde de catequesis muy fructífera. En la siguiente sesión pasamos del perdón a la misericordia.

Besos, Luisa

lolo dijo...

Bueno, ahora sí que sí he vuelto para quedarme.

Volví para irme, me fui el fin de semana y ya está, se acabaron las merecidas vacaciones.
Qué maravilloso es Septiembre. Con mucho mi mes preferido, hedbannos.

El perdón y el olvido...

Mira, aunque no creas, es mucho mejor vivir con mala memoria. Hay a quienes se les regala y hay quien se la tiene que trabajar.

Pon que te dan un tirón por la calle y te roban el bolso...por ejemplo. Puedes pasarte muuuchos días dándole vueltas al tema y con la cara del quinqui de la moto en la cabeza y puedes negarte a volver a pensar en el tema. Cuando venga , lo aparto. Cuando te entrenas mucho en este tipo de cosas es más fácil luego olvidar una herida de verdad. Esas son las que de verdad cuestan, pero hay que intentarlo. Con el saco lleno de afrentas no se puede vivir.

Un amigo muy cercano vió cómo mataban a su padre desde el balcón de su casa. No dudo que les costaría pero su madre, viuda, empezó a comprar en la tienda de la madre del asesino...desde ese día, estaba poniendo por delante el perdón al rencor que lógicamente se hubiera instalado en el corazón de toda la familia. Una heroína del perdón, esa madre.

En nuestra vida de cada día es fácil encontrar miles de motivos para entrenarse en el olvido. Hasta que un día va y no te acuerdas de verdad. Y claro que pueden venirte como oleadas, Sunsi, recuerdos, pero ya lejanos...y como dice Sarracena forman parte de lo que nos iguala y hay que asumir.

Si paso ya al otro plano, no hay tema más bonito que el Perdón y la Misericordia. No hay tema más bonito, digo. Para mí, el que me hace comprender mejor el Amor. Así que por aquí vamos bien.

He venido yo muy...muy...muy de orates, no sé.

lolo dijo...

Ah! se me olvidaba: hoy cumplo una cantidad indecente de años. No invito porque me hallo sumida en el dolor.

Daros por besados.

No se recibe.
Gracias.

ana dijo...

Mala, malísima memoria, mucho afecto por la persona que te hirió y poca soberbia, saber que tú también metes la pata hasta el infinito y más allá... que no eres de ninguna supuesta casta superior y que otras tantas ocasiones a tí te han tenido que perdonar eso y otro tanto más.

Yo creo que un poco de todo esto junto dan forma a la base del perdón... y bueno, si la persona que te ha ofendido te ha dejado malherido y algo dolido, lo mejor es la distancia. Dejarlo estar sin más, hasta que llegue el olvido. Si pudiera ser... así todo, de fácil, nada.

Saludos a todos.

Lolo... ;)
(así, sin mucho ruido)

sunsi dijo...

Lolo... bienvenida, bienhallada...Felicidades. luego sigo con ello... que no te vas a ir de vacío. Ni lo sueñes.

Si te soy sincera, en este post he aprendido mucho. Vuestros comentarios son muy ricos. Y en algunos se nota que ahí hay "trabajo". Trabajo diario del tema que ,por cierto, sacaste tú.

De todo lo que habéis dicho hay algo que me gustaría resaltar: el "esfuerzo por"... el hábito, el ejercicio. Es, en definitiva, la voluntad de apartar de la mente el recuerdo que causó el daño. Resalto también el concepto de voluntad, un derivado del verbo latino `velle´ que significa querer. Y hay veces que no quieres, pero quieres querer...Ya es un buen comienzo. Hay veces que la afrenta te excede... y no quieres. Sin embargo algo -léase conciencia- te dice ojalá quisieras. A base de querer querer ... quieres. Y puede más la voluntad que el recuerdo.

Tengo una amiga que se pasa por aquí y comenta poco. Es un mago de los libros.Siempre tiene uno en la mano para cualquier tema. Una vez me prestó "Del Resentimiento al Perdón" de Francisco Ugarte Corcuera. En letra pequeña se puede leer: "Una puerta a la felicidad". Es muy corto. Muy práctico. Fácil de digerir porque no da demasiados rodeos.

Me ha encantado tu comentario. Es realista.

Gracias, Lolo.

sunsi dijo...

Así y todo, de fácil nada. Muy clara, Ana. Me sirvo del título de tu blog, Tirando del hilo... Porque tirando del hilo vas sacando todo lo que rodea a lo que impide perdonar:orgullo, juicio, crítica, murmuración. Así no hay forma humana de hacer borrón y cuenta nueva. Y sí, hay vces que lo mejor es correr un tupido velo para no ver. Porque tantas veces el reentimiento nos impide ser felices.

Un beso, Ana

sarracena infiel dijo...

Veamos, bonita:

1) No se trata de ser gilipollas o medio imbécil y saltar de alegría cuando nos hieren.

2) No se trta de la frivolidad en plan "ya lo pensaré mañana", así cual Scarlett O'Hara.

3) No se trata de, en plan meapilas, poner cara de estreñimiento y murmurar, con la boca pequeña y tono hedbanna "pongo la otra mejilla"

¿De qué se trata?

a) Madurar

b) Asumir

c) Aceptar

d) Pasar página

e) Seguir con tu vida

f) Con el tiempo, recordar sin rencor, sin amargura, casi como si se tratara de otra persona.

Hala, con Dios, hedbanna rana