lunes, 28 de julio de 2008

MICROCUENTO DE DRIVER

EL ARTE DE NAVEGAR ENTRE LOS ASTROS.




Conferencia de Pedro Duque, astronauta español, en la Universidad Politécnica de Madrid.


Escucho una compleja disertación sobre la técnica empleada por los humanos para navegar por el sistema solar. Una especie de partida de billar, donde las bolas son los astros, el tapete el espacio, las naves espaciales la bola negra y las leyes de la mecánica la explicación al movimiento.
Salgo al aparcamiento y me encuentro al conferenciante con una rueda pinchada.Le ayudo a cambiarla. Acabamos los dos con las manos llenas de grasa.


Le pregunto cómo se ve la Tierra desde el espacio.…


Se le iluminan los ojos.


Y me cuenta el momento más feliz de su vida.


A trescientos cincuenta kilómetros de altura. Orbitando. Escuchando a Vivaldi.


Me dice que la Tierra se ve como una burbuja azul que flota en el cosmos. Que el agua domina el conjunto. Que la desembocadura del Nilo es un cuadro impresionista. La costa este americana por la noche , un baile de luciérnagas. El Mediterráneo, verde y azul a la vez. Los Alpes reflejan luz. Arabia una manta amarilla con motas verdes. Amazonia un estallido.


Y no hay fronteras.…

Apretamos la última tuerca.


Pedro se marcha a su casa, feliz con sus recuerdos.


Yo sigo conduciendo.

Atentamente.

Driver.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

En el supuesto caso de que Dios lea este blog, que no lo sé, alguien debería dedicarle un cuento; al fin y al cabo es el jefe.

NO ES FACIL SER EL JEFE.

Estoy aquí en el cielo, despachando como todas las mañanas.
La mayor parte de los asuntos pendientes son quejas de usuarios.
Que si ha estallado una bombona de butano y la deflagración ha mandado a la mitad de mi familia al término municipal de Alpedrete.
Que si los políticos de mi pueblo se han largado con la pasta, y aquí no tenemos ya ni para tomarnos un cafelito.
Que si la Novena División del Señor Busch ha pasado con sus tanques por encima del cementerio del pueblo, y nos han pisado toditos nuestros muertos.
Que si un tifón en el sudeste asiático…

Soy el jefe y tengo un estrés que te rilas. Aquí, los arcángeles les dan entrada a las quejas, las archivan y cuando es su hora se piran a pasearse por su nube.

Yo me quedo trabajando hasta tarde, trato de solucionar algún asuntillo. Hay días que se me va la olla; empiezo a hablar sólo.

"¡Omnipotencia, omnipotencia; qué facilito ser omnipotente!".

Al atardecer ya no podía más. Creo que me hacen falta unas vacaciones.

Para distraerme he mirado hacia abajo. He visto en una playa a cuatro pardillos. Estaban solos. Así que me he dicho: "¿a ver como ando de colores?".

Miro la paleta y cojo el naranja. Dejo caer un poco sobre el atardecer. La cosa no queda mal. Cojo un poco más de rojo y lo derramo sobre el agua. Ahora queda de vicio.

Los pardillos se emocionan.
Y yo sonrío.
Sonrío después de un día difícil.

No es fácil ser el jefe.

Atentamente: Driver agradecido.

Mariana dijo...

Vaya,driver qué manera más original de agradecer las cosas!!!. A mi me encanta la rosada en los atardeceres...fantástica!!!
Te inserto esto que me avcaba de llegar,léelo atentamente, ok? y por supuesto trata de hay que aplicarlo.

Actualización sobre el Cáncer de John Hopkins

Esta información esta circulando en Walter Reed Army Medical Center también.
Por favor circúlela a todos los que conozca, Actualización sobre el Cáncer de John Hopkins

No poner contenedores de plástico en el microondas

No congelar botellas de agua .

No envolturas de plástico en el microondas...

Una dioxina química causa cáncer, especialmente cáncer de mama.

Las dioxinas son altamente venenosas para todas las células de nuestros cuerpos. No congele sus botellas de plástico con agua en ellas ya que esto libera dioxinas del plástico.

Recientemente, Edward Fujimoto, Gerente del Programa de Bienestar en el Hospital Castle , apareció en un programa de TV para explicar este peligro para la salud. El habló acerca de las dioxinas y que tan mal son para nosotros.
Dijo que no deberíamos calentar nuestros alimentos en el microondas usando recipientes de plástico.

Esto se aplica especialmente a alimentos que contienen grasa.

Dijo que la combinación de grasa, altas temperaturas y los plásticos, sueltan dioxinas en los alimentos y finalmente en las células del cuerpo.

En su lugar, él recomienda usar vidrio, tales como Utensilios Corning, Pyrex, o recipientes de cerámica para calentar alimentos…. Usted obtiene los mismos resultados sin la dioxina. Así que cosas tales como cenas en TV, ramen instantáneo y sopas, etc. Deberán removerse de su recipiente y calentarse en algo más
El papel no es malo pero usted no sabe que hay en el papel. Es solo más seguro usar vidrio templado, de la marca Corning Ware, tc.
El nos recordó que hace tiempo que algunos restaurantes de comida rápida cambiaron de recipientes de espuma plástica a papel. El problema de las dioxinas es una de las razones.

También señaló que las envolturas de plástico, tales como Saran, son tan peligrosas cuando se colocan sobre los alimentos para cocinarlos en el microondas. A medida que el alimento es bombardeado, las altas temperaturas ocasionan que toxinas venenosas realmente se fundan de la envoltura de plástico y goteen en el alimento. .
Mejor cubra los alimentos con toallas de papel.
Este es un artículo que debería ser enviado a cualquier persona importante en tu vida!

Anónimo dijo...

¡Madre mía!¡Más simple tirar el microondas por la borda!
¡Zas!
Y luego hacerse una pantumaca con anchoas de la Escala.
O un ali-oli con unas patatas al horno.
Y de postre, bola de turrón alicantino.
Cocina mediterránea.
El manjar de los dioses.
...
Y el brut, que no falte el brut.

Mariana dijo...

ji,ji,ji...pues sí!!! ji,ji,ji...mejor tirarlo y ale!!!...muerto el perrose acabó la rabia!!!

Anónimo dijo...

Brut nature, pa amb tomàquet i pernil.... anxoves de l´Escala... i escalivada ben freda.

Dios seguro que está contento de quien intenta descansar un poco y, a pesar de la crisis, de cuando en cuando ofrece una delicatesse a quien ama...
Dios lee este blog, Driver. Estoy segura. Detrás de él se fraguan muchas cosas tan... cotidianas y, a la vez, tan ...que no se pueden explicar en un blog... Envidio tu pluma. Es, como dicen "ellos", una pasada. No querría morirme sin pasar por una librería y comprar un libro tuyo. No dejes que suceda.

Mariana, has ganado un amigo que regala literatura auténtica, sin contaminar. Me alegro.

Hola, Jefe. Ya ves qe estás presente siempre,incluso en los comentarios. Acuérdate de todo lo que llevamos Tú y yo entre manos.
Te quiero.

Anónimo dijo...

Bien Sunsi.
Llegó el momento de contarte cómo nace el personaje de Driver.
Un amigo me pregunta: "¿Dónde encuentar un hombre su punto de apoyo?".
Como es mi mejor amigo, me esfuerzo en darle una respuesta.
Y se produjo el nacimiento del personaje.
En un cuento.

¿DONDE ENCUENTRA UN HOMBRE SU PUNTO DE APOYO?

A los niños nacidos en Alcázar de San Juan, la industria del ferrocarril les deja fácil la opción de la adopción. Sin moverte del pueblo, es relativamente cómodo convertirte en agujero (los que manejan las agujas), en gorrista (los que llevan gorra en los trenes) o mucho mejor en comodín (los que se sientan horas y horas tras un escritorio).
Mi padrino me preguntó un día que qué quería ser yo: agujero, gorrista o comodín.
No le contesté.
No tenía edad para saber lo que quería ser, pero sí la suficiente para comprender que aquella forma de plantear el tema, decía mucho sobre el futuro que me esperaba en aquel pequeño pueblo.

Yo sólo le hacía caso a mi padrino.
Su forma de hablar y sobre todo su forma de callar, me proporcionaba más información que la escuela.

Así que una de mis aficiones favoritas, en plena época de persecuciones de ranas y sapos, fue la de escucharle.

A los dieciocho años, justo antes de irme a la mili, ocurrió un encuentro que marcó mi vida.
Un joven sociólogo que llevaba a cabo una encuesta epidemiológica en nuestro pueblo le preguntó a mi padrino: “ ¿Cuál cree usted que es la tasa de mortalidad en esta zona?”.
Después de hacer una pausada reflexión, mi padrino le respondió con seguridad:
“ Yo diría que una muerte por persona”.

Esa lúcida respuesta me hizo levantar la mano en el cuartel de Leganés, cuando el sargento Ambrosiano preguntó: "¡¡voluntarios para conductores?".

Hay dos cosas que no se pueden hacer en la mili siendo conductor de ambulancias. La primera es saltarse el reglamento. La segunda es destrozar el vehículo. Yo conseguí hacer las dos cosas el mismo día.

Ya sabéis que eso de las maniobras es un juego que se supone que sirve para estar preparado para la guerra. Pero a decir verdad, nadie está preparado. Ni los sistemas, ni los reglamentos. De aquí el secreto militar.

Ya que la puedes cagar, lo mejor es que no se entere nadie.

Aquella mañana de marzo, los BMR de nuestra unidad estaban destripando terrones de tierra por un campo de entrenamiento. Algún cretino se había equivocado en algo, y uno de los muchachos pisó con su tanqueta de transporte una mina. El vehículo salió despedido por los aires, y fue a destriparse contra unas rocas.

Nos avisaron a los de las ambulancias.

El sargento Ambrosiano dijo aquello de "saquen a mis muchachos de allí".

Las dos ambulancias que fueron antes que yo, se vieron atrapadas por un terreno blando y hostil. Yo mantuve la radio encendida y escuché los pormenores : "cuarta, tres mil quinientas, cuidado con el olivo, esto patina , nos paramos; tercera, cuatro mil, el morro se unde, cuidado con el arbol, nos paramos".

Escuché la voz de mi padrino:”en caso de duda, poco equipaje y a recular”.

Así que me introduje en el camino a 120 en tercera, frené bruscamente antes de llegar al olivar, pero sin dejar de perder todo el impulso, reduje a segunda e hice subir el motor a seis mil, me planté en la loma subiéndola a base de motor y patinaje artístico,rocé el desequilibrio compensando los vaivenes con irresponsables giros de volante, logré acercarme a 15 metros del BMR, sacamos al pobre desgraciado de Alpedrete que sangraba abundantemente, me deslicé colina abajo reduciendo a base de motor, ya que los frenos hacía tiempo que no funcionaban, logré incorporarme al camino de tierra con tres ruedas reventadas, inventé la rodadura con llanta metálica, y logré depositar al accidentado en el puesto médico en tres minutos, treinta y cuatro segundos.

Pasé 3 meses en un calabozo. Después me licenciaron.No encontraron otra forma de resolver mi tema.

Así que eso es lo que soy. Un conductor.
Mi trabajo en la vida civil consiste en llevar gente accidentada de un sitio al otro.
Lucho contra el tráfico, las inclemencias del tiempo, el reglamento de la Comunidad Autónoma y la muerte.

Cada día me levanto con el deseo de ayudar a salvar vidas.
En algunos casos, con poco esfuerzo se consiguen grandes logros. Hay días en los que puedes destriparte, para al final transportar carnes sin vida. Ese es el juego.Y hay que saber jugarlo.
Trato de ser lo más profesional posible. Estudio recorridos. Estoy con un mapa mental permanente del tráfico en mi cabeza.

Desayuno adrenalina y me siento útil.

Hasta que un día...se me ocurrió dejar de ser profesional, y claro, la cagué bien.

¿Qué hacía aquel pescador de sesenta y cinco años en Madrid?
Parece ser que arreglaba unos papeles de su jubilación en el Ministerio.

¿Cuál fue el incidente?
Atropello por parte de un autobús urbano

¿Por qué la cagué?
Fuí el primero en llegar. El viejo estaba bien jodido. El médico le inmovilizó todo menos el brazo derecho. Antes de meterlo en la ambulancia me cogió con su brazo y me dijo que no quería morir allí, que lo llevara a Denia.
No fuí profesional, me salté el reglamento de La Comunidad Autónoma y me pillé la nacional III.
...
Me encanta conducir.
...
Mientras el viejo me hablaba sobre su juventud y sus aventuras en Marruecos, yo me deslizaba a ciento setenta por el término municipal de Motilla del Palancar.
...
Tal vez sea el viento, el bramido de la sirena, el desplazamiento progresivo del paisaje.
...
Me había saltado un reglamento autonómico, cuatro disposiciones ministeriales sobre transporte de heridos, el reglamento interno de la empresa. Me caería un buen paquete.
...
Pero qué pasa, yo llevo al viejo a Denia.
...
La alfombra de asfalto rodaba bajo el liviano peso de mi saeta.
...
Kilómetros.
...
Kilómetros

Al llegar a Denia, me dirigí directamente al Hospital.
Descargaron al abuelo.
Me dijo : “ gracias hijo”.

...
Me senté un rato en el capó a mirar el mar.
...
No sé dónde encuentra un hombre su punto de apoyo.
Sólo sé que se trata de vivir en libertad y de morir en paz.
...
O será tal vez vivir en paz y morir en libertad.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Driver.
Vivir en libertad y morir en paz...Vivir en paz y morir libre. Lo pienso y , en el fondo, es lo mismo. Si encuentras un punto de apoyo, creo que es lo mismo.
Como el conductor, el punto de apoyo no está en el reglamento. El reglamento lo escriben los otros y un buen día pueden romper el papel y se acabó el punto de apoyo.
Para hacer palanca y subir hasta donde uno cree que hay que subir, el punto se busca y se encuentra dentro. Con la ayuda del Jefe. Diría que es así.

En la ficción, Driver... ¿En la vida real trovador?.

Anónimo dijo...

En la vida real me pasa con el Jefe como cuando voy a comprar pescado.
Si lo compro en un local donde lo vende un comerciante, que a su vez lo ha comprado a un intermediario, que a su vez lo ha comprado a un mayorista, pues al final pago un alto precio y el pescado no me sabe muy bien.
Pero si me salto a todos los intermediarios y hablo directamente con el Jefe, tal vez use un lenguaje poco litúrgico,tal vez construya oraciones atropelladas...; pero tengo la sensación de comunicarme bien.
Y entonces sí, el pescado sabe fresco, es asequible, ha sido pescado en tu propio mar.
Puedes escribirle como el que lo hace a un amigo.
...
En la vida real soy un padre de familia, con dos hijas (7 y 9), dos hipotecas y un canario.
Construyo colegios.
Conduzco mucho.
Escribo algo.
...
Afortunadamente cuento con el JEFE y con Driver.
Mis amigos.