lunes, 14 de julio de 2008

INDIFERENCIA CERO

Dios ¡que no me sea indiferente! Ni el dolor , ni la injusticia, ni los espaldas mojadas...! Pero yo le pido más a Dios. Unas manos pedigüeñas con las que poder agarrar su Amor para poder amar. Unas manos vacías de todo lo que no me ate demasiado para poder abrazar. Le pido a Dios esta noche que me dé tiempo para aprender a ser útil... aunque sea sólo un poco. Útil, con unos brazos laaaargos para arropar. Disculpad la confidencia. La noche tiene eso. Parece que no importe demasiado que te descubran.

No hay comentarios: