viernes, 25 de julio de 2008

Don Bernabé Tierno:un clásico

Lo he leído en la revista "Padres y colegios". Es breve y puede dar alguna idea . Las vacaciones son muy largas y a veces necesitamos refrescar la memoria.


El decálogo que ofrezco a continuación puede ser una guía sencilla y eficaz, si somos capaces de aplicarlo. Está en línea con la psicología educativa positiva que practico desde hace tiempo.

1.-Jamás convertirse en otro adolescente, imitando sus actitudes desafiantes, su inmadurez, sus desplantes o sus malos modos. Hay que situarse en un nivel superior, dando a entender al educando que sólo le escucharemos si se comporta de la forma educada, respetuosa y tranquila con que nosotros lo hacemos.


2.-Al adolescente le tranquiliza saber que los educadores también fuimos adolescentes y cómo nos comportábamos, los problemas que teníamos y las discusiones que manteníamos con nuestros padres. Tener con ellos estas confidencias ayuda a que nos cuenten sus problemas y nos vean más cercanos.



3.-El adolescente necesita ejemplos vivos de calma, de autocontrol, de madurez y de capacidad de diálogo. Aprenderán a respetar y a ser coherentes de nuestro respeto y coherencia.



4.-Darle ejemplo de empatía, de comprensión y de buen entendimiento, poniéndonos en su lugar y dándoles la razón en algunas cosas es primordial. El adolescente necesita sentirse valioso y capaz y que se lo reconozcamos los adultos.



5.-Jamás se debe corregir en público a un adolescente, pues dado su gran sentido del ridículo, susceptibilidad e inmadurez y suspicacia no perdonaría jamás nuestra actitud. Mejor las reconvenciones en privado.



6.-Hay que dejar “la pelota” de la responsabilidad en su campo; que tome sus decisiones y cargue con las consecuencias de sus actos es fundamental para que no pueda librarse de responsabilidades. Añadir a esto el que nos vean limitados y con defectos y que sepan que también los adultos nos equivocamos.



7.-Dejarle claro al adolescente que le apreciamos y queremos incondicionalmente, pero que eso no significa que no le exijamos responsabilidad y autodisciplina. Tiene que aprender a hacer muchas cosas que no le gustan, pero son necesarias para su formación.



8.-Formar hábitos desde la infancia: ser ordenado, hacer amigos, saber respetar, organizarse, ser responsable, etc. Hacerse cargo de sí mismo y estar al mando “de su propia vida”.



9.-Enseñarle a buscar soluciones y alternativas, escucharles, ser dialogantes, llegar a pactos y acuerdos, encontrar siempre puntos de encuentro y jamás mostrarnos como en posesión de la verdad.



10.-Esperar siempre lo mejor del adolescente, creer y confiar en él. Admitir sus críticas y puntos de vista sin perder la calma y jamás perder con ellos el sentido del humor. Trabajar con ellos el contenido de mi último libro Los pilares de la felicidad, de la editorial Temas de Hoy.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!!
Los pilares de la felicidad, muy buen título…y qué profundo!!!
Hace buena pinta…creo que lo voy a leer.
Muchas felicidades por el libro.
Siento no haber escrito antes, lo siento.

Anónimo dijo...

¡¡¡Hila, Mariana!!! Cuánto tiempo. He ido pinchando en el blog y no me salía nada. ¿LO has eliminado?

No me felicites por el libro. Ojalá fuera mío... es de Bernabé Tierno. Estoy terminando desde hace dos años ¡calcula! una novela. Me queda tn poco.. pero me falta tiempo segudo, sin interrupciones, de soledad frente al ordenador. Complicado en mi actual situación. Además, elpunto de vista es algo complejo. No sé si te suena lo de narrador omnisciente relativo. Toda la acción transcure en una semana. Está narrado en tercera persona pero focalizado en un personaje. Sólo puedo narrar lo que se ve y se siente a través de él. Se titula "Los días más largos". Desde luego, el título le va ni que pintado porque desde que empecé la novela hasta hoy....

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola!
Pues sí hacía tiempo que no daba señales, totalmente deacuerdo. MMMmm...sí efectivamente borré el blog (es que la palabra eliminar no me gusta porque tiene connotaciones muy negativas para mi)... sobre lo que se borra se puede volver a escribir... lo eliminado es más difícil de reconstruir, seguro que ahora me entiendes,ji,ji,ji
Ya te había comentado que esto de escribir en blogs...creo que no es lo mio, lo miraba y pensaba...a ver...para qué? no sé.
Bueno,las cosas de palacio van despacio... no dicen esto? escribir una historia sólida con pies y cabeza no es tarea fácil! pero si te apetece podrías avanzar algo sobre el libro quizá incluso podría darte alguna idea!!!

Anónimo dijo...

Hablas de la juventud y de la adolescencia.
Aporto mi grano de arena.
No estoy cerca de ninguna playa, pero tengo la cabeza llena de algas, arena y oleaje.
Echo de menos mi mar.
Por eso escribo hoy.
También hoy.

SOY RESTAURADOR.

Mi trabajo consiste en reponer mediante resinas sintéticas las cornisas y las molduras de los monumentos antiguos.
En estos momentos estoy trabajando en París, en la iglesia de La Madelaine; se configura como un templo griego, emergiendo como un buque fantasma en medio de la ciudad de la luz.
Estoy colgado a 15 metros de altura, con mis arneses de seguridad y mi casco homologado, junto a dos compañeros.
Desde aquí arriba se ve París desde una perspectiva diferente.
Como no es fácil mantener el equilibrio, los tejados y las avenidas se mueven cadenciosamente al ritmo de una bella balada.
Este trabajo está muy mal pagado, pero a mí me compensa.
Estar tan cerca de estos monumentos me permite acariciarlos tiernamente cuando nadie mira.
Me emociona su tacto, imagino a los canteros que perfilaron las dovelas de los arcos, siento el olor a madera aserrada y resinosa de las cerchas que sustentan los entramados de las cubiertas, se me llenan los ojos con las sucesivas capas de encalados pigmentados que cubren las bóvedas.

Hoy, este curro de “colgados”, me ha regalado una perla.
Eran las seis de la tarde. La luz de París rielaba entre las nubes.
Era ese momento de la tarde, en el que las golondrinas se van a hacer la cena.
Me avisa mi compañero. Ha encontrado una extraña inscripción en la parte posterior de un alfeizar; un sitio inaccesible e invisible a los ojos de un mortal que se mueve a ras de suelo.
Pero nosotros estamos aquí arriba, y tenemos la oportunidad.
Limpiamos la piedra y leemos en un arcaico francés:

“Esta juventud está loca, no escucha a los dioses ni a los hombres. De seguir así, esta civilización pronto perecerá”

Praxímedes. 2.500 A.C.

Soy restaurador.
Un trabajo como otro cualquiera.

Anónimo dijo...

“Esta juventud está loca, no escucha a los dioses ni a los hombres. De seguir así, esta civilización pronto perecerá”
...connoto cierto escepticismo!Así como el que restaura mediante resinas sintéticas las cornisas y las molduras de los monumentos antiguos. Así como el escritor, el artista, el creador, el inventor, el científico...son profesiones como otras cualquiera pero todos con nexos de unión...ensayo y error...hasta que al final surgen las grandes obras!!!El camino es un aprendizaje y todos, inclusive los adolescentes, merecen su tiempo, su ritmo...el resultado final es la suma y la calidad del proceso.
Con cariño, ok?

Anónimo dijo...

Escepticismo? No.
Si te fijas la frasecita está datada en el 2.500 A.C.
La civilización no ha perecido.
Luego la frase se contradice con el paso del tiempo.
Es la juventud la que da fuerza a la civilización.
Pero hoy me apetecía decirlo con una contradicción.
¿Será que hace levante?
Bona nit e bona matinada (¿se escribe así?).

Anónimo dijo...

Bona matinada. El calor impide dormir. Corre la brisa pero hay levante y las bocanadas de aire son húmedas. Ya veis. Las calles no están todavía n el asfalto y yo frente al ordenador.

No sé si fue Aristóteles o Platón que escribió sobre la adolescencia algo parecido a Praxímedes. El adolescente tiene que pasar la adolescencia(valga la redundancia). Si no, malo. El entorno lo vive como si al sujeto en cuestión se le hubieran cruzado los cables. Gracias a Dios, es transitorio. Mis 4 hijos están en la plenitud de la etapa. 13, 15, 18 y 19. Igual es porque soy ( ahora no ejerzo) profesora de lengua de secundaria, pero esta época tiene su encanto. Es un tiempo de diálogo, discusiones interminables a veces, de toma y daca, de pactos, de tira y afloja, de conjugar libertad y responsabilidad. Miedo me dan los chavales grises, que no dan guerra, que no saben/no contestan.
A veces la casa es lo más parecido a un circo y me encanta. Porque hay debate, exponen sus opiniones sin miedo y, poco a poco, van formándose su propio concepto de la vida.

Me gusta la adolescencia.Un abrazo a los dos.

Anónimo dijo...

Un cuento para Mariana.
A ver si éste te parece más bonito.

EL ARETE DE NAVEGAR ENTRE LOS ASTROS.
Conferencia de Pedro Duque, astronauta español, en la Universidad Politécnica de Madrid.
Escucho una compleja disertación sobre la técnica empleada por los humanos para navegar por el sistema solar. Una especie de partida de billar, donde las bolas son los astros, el tapete el espacio, las naves espaciales la bola negra y las leyes de la mecánica la explicación al movimiento.
Salgo al aparcamiento y me encuentro al conferenciante con una rueda pinchada.
Le ayudo a cambiarla.
Acabamos los dos con las manos llenas de grasa. Le pregunto cómo se ve la Tierra desde el espacio.

Se le iluminan los ojos. Y me cuenta el momento más feliz de su vida.
A trescientos cincuenta kilómetros de altura. Orbitando. Escuchando a Vivaldi.
Me dice que la Tierra se ve como una burbuja azul que flota en el cosmos. Que el agua domina el conjunto. Que la desembocadura del Nilo es un cuadro impresionista. La costa este americana por la noche , un baile de luciérnagas. El Mediterráneo, verde y azul a la vez. Los Alpes reflejan luz. Arabia una manta amarilla con motas verdes. Amazonia un estallido.
Y no hay fronteras.

Apretamos la última tuerca. Pedro se marcha a su casa, feliz con sus recuerdos.
Yo sigo conduciendo.
Atentamente. Driver.

Anónimo dijo...

Mmmm, muchas gracias por el cuento, de verdad. Qué forma más especial de sentir la vida...
Además pocas veces uno se para a pensar "...el día más feliz de tu vida...". También me ha encantado el "y no hay fronteras"...
Por cierto, leí una vez que para ser astrionauta has de tener unas condiciones físicas absolutamente excepcionales (no tener miopía ni haberla tenido, no tener ni un solo empaste...). Esto también me hace recordar a la fantástica película de GATACA, no sé si la habéis visto os la recomiendo.