domingo, 20 de julio de 2008

La humillación tiene rostro de adolescente.

El artículo no se refiere a una escuela española, pero les aseguro que es absolutamente extrapolable. Si se deciden a leerlo, háganlo desde una perpectiva autocrítica. Me estoy refiriendo a los padres, claro está. A padres con adolescentes que les hace "mucha gracia" las "graciosidades" de sus hijos en el aula.
Ojalá podamos llegar a conclusiones del tipo :
-Todos (los profes también) tienen derecho a la presunción de inocencia.
-Los chavales explican la versión que más les conviene y es necesario oír las dos partes.
-Una hora de clase no es, ni de lejos, una hora de oficina.
-Los profesores son la autoridad en el aula. No somos quién para arrebatársela.
-ETC.
¡Humille, tarambana, humille!
La dictadura adolescente avanza sin diques en las escuelas secundarias. En Buenos Aires y en Mendoza hubo esta semana dos casos para estudiar en detalle.
>A Fondo 07.07.2008
Salvaje. Con un celular fue filmada esta tristísima secuencia que transmitieron los canales porteños. En él una profesora es sometida a todo tipo de humillaciones y agresiones por un estudiante desatado.

http://www.diariouno.com.ar/contenidos/2008/07/07/noticia_0034.html



Ese video que sirvió para expulsar en Buenos Aires a un alumno de secundaria debería ser de visión obligatoria en todo el país. En esa filmación, obtenida con un teléfono celular, un muchachón de 1,90 de estatura humilla y agrede de las maneras más lamentables a una profesora durante varios minutos. Es tal el grado de violencia que el estudiante ejerce sobre la docente, que llega un momento en que la visión se torna insoportable para el espectador desprevenido.
Pegue, que es gratis.
La primera pregunta que surge al ver las imágenes es: ¿se animaría el tontón ése a hacerle lo mismo a un profesor varón? Uno también inquiere: ¿soportaría tal lapidación esa docente si supiera que puede denunciar con éxito estos atropellos ante sus directivos y sus supervisores?
Punto de inflexión, se busca.
El video ha generado un debate que debería ser muy bienvenido si realmente sirviera para hacer un click en la historia de la educación argentina. Pero, conociendo el paño, mucho me temo que todo vuelva a quedar en la mera indignación momentánea. Más que los gobiernos, los que tendrían que empezar a cambiar son los padres de los alumnos, sobre todo los que tienen hijos en la secundaria. Hace rato que la mayoría de estos han desertado del ejercicio de la patria potestad en lo relativo a la educación de sus hijos. Son los padres de este crápula del video los que deberían hacerse cargo de la conducta antisocial de su hijo.
Es la casa, chambón.
Hay que repetir hasta el cansancio que los aspectos educativos básicos, sobre todo los que tienen que ver con el respeto hacia el otro, hacia los mayores o hacia nuestros maestros, se aprenden en la casa. En la escuela se recibe instrucción sobre diversos temas y, con mucha suerte, se refuerzan los valores esenciales aprendidos en la familia.
Incubadora de ideas.
Junto con la difusión del polémico video ya han vuelto a aparecer las explicaciones de supuestos sabiohondos marca FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) o similares que tratan de suavizar el accionar del tarambana en cuestión. Esas “criaturitas de Dios” que zamarrean a profesoras, que las gritonean, que les hace todo tipo de insinuaciones sexuales ante 30 compañeros, son las que, según nuestros ideólogos educativos, hay que mantener a toda costa en el sistema educativo para no “desmoralizarlos” ni “ estigmatizarlos”.
Pobrecito, sólo copia.
Algunos de esos especialistas ya han salido a recitar que el chico del video debe haber actuado así porque no hace más que copiar el mundo de los mayores. Sobre todo, aseguran los sabelotodos, en un país como el nuestro acostumbrado a una Presidenta que vive crispada, a un ex presidente que insiste en seguir en ejercicio, y a piqueteros, ruralistas y transportistas que cortan rutas y cercenan derechos a mansalva, como el de desabastecer de alimentos.
Gracias, ya compré.
¿Saben qué? Cada vez me cuesta más comprar esas “revelaciones” que traspolan tan fácil y groseramente los hechos. La educación argentina, en verdad, viene en picada desde mucho antes de que Cristina se crispara e, incluso, de que existieran los piqueteros. Son más de 20 o 30 años en los que se viene minando la educación con tonteras como esas de que el alumno aprende solo, que hay dejarlo escribir con errores, que el maestro es poco menos que un actor secundario que sólo debe ayudar a que el chico “saque” o “elija” su propio forma de aprehender los conocimientos.
Made in Mendoza.
Lo ocurrido con ese triste video porteño debería ser el inicio para cambiar muchas cosas en la escuela secundaria. Al igual que en Mendoza donde, por fin, un director de escuela secundaria se animó a dejar libre a un alumno por haber amenazado con “hacer mierda” a una profesora. La primera reacción de las autoridades educativas, y sobre todo de la corporación de los supervisores (quienes tienden a tapar cualquier problema para sacarse el fardo de encima) fue la de no avalar la decisión del director Alberto Spinello, de la escuela Scalabrini Ortiz, de Godoy Cruz.Este directivo había decidido dejar libre al alumno agresor, quien ya cargaba con un cúmulo de amonestaciones. Enterado del caso, fue el propio gobernador Jaque el que le pidió a la directora general de Escuelas, Iris María Lima, que se ocupara personalmente de estudiar la situación. Con toda la información en la mano, el Gobierno decidió avalar al director, a todas luces un tipo valiente.
¿Y si...?
Nadie niega el valor del diálogo y de la convivencia. Pero está visto que esas armas no son la panacea. Por el contrario, usar sólo esas herramientas hasta ahora no ha solucionado mucho. ¿Y si probáramos con un poco de rigor? De lógico y sensato rigor. ¿Y si los mayores volviéramos a no tener miedo a fijar las normas y los alumnos a saber que tienen que cumplirlas? ¿Es tan difícil entender que la escuela no es un ámbito democrático sino un espacio donde se aprenden los valores democráticos pero en el que para aprender hay que respetar un régimen jerárquico? ¿Volverán alguna vez los doctos en educación a tener criterio y sentido común?
Ejercicio ciudadano.
Tómese, si gusta lector, el trabajo de ingresar a la página web de la mencionada FLACSO. Trate de informarse de las diversas tecnicaturas, diplomaturas, posgrados y licenciaturas en educación que se allí se venden. Es tal el palabrerío vacuo y apolillado con que se venden esos cursos, que da vergüenza. Es tan reiterativo y poco original el discurso que utilizan, hay tanto lugar común, tanta reiteración grandilocuente, que no es difícil descubrir que detrás de todos esos supuestos expertos hay (para mi gusto, claro) un extendido y potente chanterío. Uno no puede entender cómo aún existen docentes que se encandilen con tanta nadería. Nadería que no sólo ha desjerarquizado la educación argentina sino que ha tirado al bombo a los propios docentes.
Manuel de Paz

2 comentarios:

maria dijo...

SUNSI, BUENOS DÍAS....
¡LA EDUCACIÓN! YA SABES CUÁL HA SIDO SIEMPRE MI FIJACIÓN. LA IMPRESIÓN ES QUE LAS PERSONAS EN GENERAL HEMOS PERDIDO LA NOCIÓN DE LOS LÍMITES, Y LAS GENERACIONES QUE VIENEN NO LOS TIENEN, NO SE LOS SABEMOS PONER. POR OTRO LADO EN LA ENSEÑANZA PROPIAMENTE DICHA, EN ESPECIAL AQUÍ, SE HAN AÑADIDO SITUACIONES COMPLEJÍSIMAS. ¿EN DÓNDE ESTÁ LA LLAGA PARA PONERLE EL DEDO ENCIMA?
¿QUÉ PODEMOS HACER? CON JUZGAR Y PREGUNTARNOS DÓNDE ESTAMOS, NO SE AVANZA. NO QUEDA MÁS REMEDIO QUE PONERSE A TRABAJAR ARDUAMENTE ¡TODOS! LOS IMPLICADOS EN LA FORMACIÓN DE LAS NUEVAS GENERACIONES.....
¡¡¡ANIMO!!! UN ABRAZO MUY FUERTE.
GUADALUPE

Anónimo dijo...

Hola, Guadalupe. Creo que esto está a punto de tocar fondo. Gracias a Dios el fondo tiene un tope. Y hay que volver a subir, con el ejemplo, ayudando a las conciencias mudas para que hablen. En definitiva es lo de siempre: ser testimonios.

Igual la llaga está en la conciencia de los chavales. A veces se le habla demasiado tarde. No tienen criterios, están desorientados o no encuentran referentes.

Un tema peliagudo.

Un abrazo:
Sunsi