miércoles, 17 de diciembre de 2008

Cabreo, dolor y sufrimiento.


En un blog vecino he leído las diferencias que existen entre el cabreo, el dolor y el sufrimiento.


Distinguir el cabreo es bastante sencillo. Y también que no todos nos cabreamos por las mismas cosas. Y que también hay gente que se cabrea por todo y la hay que casi nada la altera. Cuestión de temperamento. El primario salta enseguida y enseguida se tranquiliza. El secundario aparentemente parece que no... y al cabo de una semana te recuerda que "aquello" le sentó como una patada y el primario con los ojos fuera de las órbitas porque no sabe de qué está hablando. Quizá también influyen los años... que hacen que relativices muchas cosas que antes te sulfuraban. Yo me cabreo con facilidad. Es el subidón del colérico que cuando inicia la espiral de adrenalina no hay manera de cortarla. Y luego a pedir disculpas porque va acompañado de un tono subido y más de un taco. En nada se me pasa. Y venga remordimientos que incluso llego a sudar del bochorno.


Lo que ya no tengo tan claro es la diferencia entre el dolor y el sufrimiento. Se dice que el dolor es objetivo y real ... y el sufrimiento opcional. En teoría, el dolor tiene dirección, viene de fuera y se lanza hacia el sujeto. Tiene nombre de persona, de enfermedad... aquí cada uno puede colocar su etiqueta personal. Hasta ahí. Porque a partir de ahí es el hombre , el receptor, el que interactúa con el dolor.


Y ésta es mi duda. Sole (nombre ficticio) llevaba cinco meses sin ver a su hijo. Está a miles de km. , en un "cenáculo" . El proceso de desintoxicación dura tres años. Ella lo podrá visitar cada seis meses ... tres horas. Un total de seis durante todo el año. Es el último cartucho. Sole es una mujer, pero una mujer grande, que aguanta lo que le echen. Llora a menudo. Siente añoranza. Es consciente de la lucha del hijo para liberarse de algo que lo ha tenido atrapado mucho tiempo. Y ella también lucha desde la distancia. Del final feliz depende la felicidad de su hijo. Felicidad indispensable para conseguir un lugar, aunque sea el último rincón, en la sociedad. Y empezar a sentirse útil...


El llanto de Sole ¿es dolor o es sufrimiento? ¿Es opcional? ¿Dónde está la frontera para discernirlo? ¿Qué parte de no sé dónde se encarga de inventar unas manos para arrojarlo de los tuétanos de su alma?


Y la tristeza patológica, cíclica, endógena, la ladrona de serotoninas y derivados...¿es dolor o es sufrimiento? Viene de fuera, se instala dentro y ya te pueden decir que lo vomites. No es posible.


Ni afirmo ni niego. Sólo pregunto, me lo pregunto y os lo pregunto. Y sí pienso que es infinitamente más complejo que realizar una disección y dividir el fiambre en tres trozos.
FOTOGRAFÍA: Albert Porta

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La tristeza patológica.
Sólo escribo de lo que conozco.
Eso es una mezcla de dolor y sufrimiento.
Dolor porque tiene un componente externo, que viene determinado por los genes, la educación, las malas formas que tu afectividad ha desarrollado, los conflictos provocados por agentes y gentes externos a tu mismidad.

Y sufrimiento porque parte del motivo por el que no sales del pozo de la tristeza es tu empecinamiento en no hacerlo. Es la ley de la mínima energía, simplemente es más cómodo.

¿Solución?: atacar los dos frentes.

El del dolor se suele atacar con medicamentos (por mojarme y ser sincero os diré que yo uso Depamide desde hace años). Si falla el medicamento, las defensas bajan, sobre todo en invierno.

El del sufrimiento es el más fácil de atacar. Sólo depende de tí. Con un buen profesional y mucha imaginación, es posible reeducar el mundo de las emociones para no atascarse continuamente en un círculo de culpas y miedos.

Os lo dice un amigo, que sólo escribe de lo que ha vivido.

Anónimo dijo...

Yo tampoco sabría definir cada concepto con exactitud.

Desde mi visión del mundo, el sufrimiento es mucho más profundo que el dolor.

El cabreo y el dolor, tienen un tiempo, una duración... se pueden mitigar, digamos que el dolor, el cabreo es cuestión de tiempo.

El sufrimiento no es cuestión de tiempo. El sufrimiento es algo sentido, responde a algo esencial, espiritual. No es tanto cuestión de tiempo. Es más cuestión de Fe, de amistad, de familia.

La existencia del sufrimiento escapa a la discusión. El sufrimiento es inherente a la propia condición humana... y por ello, por humano, es casi imposible definirlo.

Cuando la mirada de un hombre tiembla, sufre, cuando sus ojos miran un infinito que no comprende... tiene la forma de un grito silencioso, nunca no es indiferente, y aunque lo he visto, lo he presenciado, no podría definirlo. Es unos ojos, una mirada, unas manos, un gesto...

Pienso que el sufrimiento no entiende de tiempo, pues se queda para siempre con nosotros.
No es fácil saber sufrir y menos hacerlo con esperanza ante ese TODO desconocido.

El tiempo no lo cura, es más cuestión de alma. Quizá sea el alma la única capaz de dar un respiro, de hacer más llevadero ese desencuentro, esa soledad, que un día se nos quedó colgada.

Es muy complicado el sufrimiento. El cabreo y el dolor, no, no lo son.

sunsi dijo...

Driver. Estás tocando un tipo de tristeza patológica que es exógena. Depende de fuera aunque se incrusta dentro.Ésta puede reeducarse, como muy bien explicas.
La causa tiene nombre y con el tiempo, medicación, quizá terapia y ganas de luchar... muerto el perro, muerta la rabia.

Otro tema es la endógena. No es sólo psicológica sino neurológica. El campo de las neuronas tiene muchas parcelas desconocidas. Parece que "te toca" y no existe motivo alguno. Ahí la voluntad tiene poco que hacer. Dolor y sufrimiento pegado con cola y no hay forma de despegarlo. Puede atenuarse ... peropoco más.

Ana... hay mucho tema detrás de lo que has escrito. Mañana estaré más lúcida. Quiero releer tu comentario.

Gracias a los dos.

Anónimo dijo...

Entiendo.
Uno de los mejores neurocirujanos de este pais es hermano de una amiga.
Se apellida Calatayud, y lo último que se de él es que ejerce en Zaragoza.
El otro hermano de mi amiga es el juez de menores de Granada.
Los tres Calatayud.
Gente muy competente, y seria.

Máster en nubes dijo...

Uf.

No sé qué decir tras esta entrada tan buena y los comentarios... todos, auqnue quizás el de Ana es el que más cercano siento...

Respecto a las tristezas patológicas hablo también de lo que conozco un poquito, las depresiones, no por mí, por familia, muchíiiiiisimas. Es una tara familiar de la que me he librado por ahora, sólo un sustín hace 6 años.

Creo en la farmacopea, pero creo también en la terapia. Y en los cambios de vida, también creo mucho en ellos. Ni todo a una píldora ni todo a una charla con el psiquiatra y/o a un cambio de vida ... Ambas cosas a menudo.

Doctores tiene la Iglesia, quiero decir expertos en esto. Pero desde fuera mi opinión, Sunsi, es que es cierto que hay cosas endógenas, es cierto también que causas exógenas pueden disparar o incrementar esas endógenas. Y la pastilla bien, pero otras cosas también.

Conozco casos de gente empastillada durante siglos y ná más. ¿No séra cuestión de algo más que una pastilla? Me pregunto...

Yo tuve un ataque de ansiedad bestial hace ya 6 años. Fue un aviso. Me trataron mal, con pastillas, no pasa nada, la médico no acertó, santa paz.

Cambié de médico, fui a una psiquiatra, me quito las pastillinas que tomaba que eran nada casi. E hice algunos cambios vitales. Estaba ahí, no en algo químico.

Y sigo haciendo cambios, ha sido un proceso, Sunsi.

El cuerpo es a veces sabio, la mente también. Avisan, pero no les hacemos caso.

Sé que hay de todo, pero cuento lo que he experimentado y lo que veo.

Anónimo dijo...

Por una rendijilla me cuelo, pidiendo excusas.

De cabreos se mucho, me suben por entre las costillas, llegan al mediastino y salen arrrasando, con viento y fuego. Ira primitiva y primaria. Trato de controlarla.

De dolor, mucho menos; como a todos, me ha tocado lo mío en la vida y con frecuencia, he descubierto que tiene mucho más que ver con mi propia y falsa percepción de la realidad que con la "bondad" o "maldad" en sí misma del acontecimiento o persona desdencadenante.

Del sufrimiento, se aún menos; naturalmente que he sufrido, recuerdo una etapa especialmente dura, en la que se mezclaron muchas cosas (trabajo, hijos, persona......) Creo que fue más de crecimiento personal, de cambio, de madurez.

De ese otro sufrimiento del que habláis, afortunadamente para mí, no se nada. Lo he visto en otros, pero no es una experiencia personal. Y se lo difícil (imposible) que es ayudar al otro, la impotencia y, sí, también el cabreo que es un efecto rebote (¿por qué no haces nada? ¡haz algo!)

Al final, todo termina en que hay que vivir, con todo tu cuerpo, con toda tu alma, con todo tu espíritu. Con rabia, con dolor, con las uñas y los dientes, con sangre, sudor y lágrimas. Pero vivos. Con un par.

Dos gardenias para vosotros, hedbannoshhhhh; abrigaos, valor y al toro.








(+++ Mala influencia sois, casi pastoril me pongo, oye)

Anónimo dijo...

Como los hombres somos mononeuronales, es decir, nos funciona bien una sola neurona, hace tiempo que lo intuía, y al fin me ha encajado.

La vida.

Ese desembarco de Normandía con las balas raspándote las orejas.
Ese café antes de entrar al juico y vértelas con el abogado de la parte contraria.
Esos días grises.
Y tú, con tu cuerpo Danone, frente a la batalla diaria.

"Al final, todo termina en que hay que vivir, con todo tu cuerpo, con toda tu alma, con todo tu espíritu. Con rabia, con dolor, con las uñas y los dientes, con sangre, sudor y lágrimas. Pero vivos. Con un par."

Te debo un cuento, picapleitos.

El párrafo se lo merece.

Y no te echo flores porque si no me sale un bombo.

Y de todos es sabido, que un camionero embarazado no es de recibo.

Estamos pa conducir.

sunsi dijo...

Nunca imaginé (Pepa ...me voy a poner pastoril a tope...lo siento) que fuerais tan buena gente, tanto.. que abriríais en ésta,vuestra casa, vuestro corazón...así, a pelo, en primera persona. Gracias. De mi parte y de todos los que quizá lo lean y puedan apuntarse alguna experiencia vuestra que les sirva. Como dicen Driver y Máster, todos aprendemos de todos.

Como cada día, ésta es una hora punta y tengo que salir par llevar a las crías al cole. Luego aporto mi grano de arena. ...o mi playa entera. Prometo no ponerme intensa, pero también prometo ser realista.

Muchas gracias, amigos. Seguramente me tomaré un café con un corrillo (Ana... creo que he encontrado uno bastante bueno ... buena gente). Las puedo abrazar, darles la mano... pero vosotros estáis más cerca a pesar de la distancia.

Yo también os quiero

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el corrillo!!!

NO es fácil, pero ha sido posible.

Que lo disfrutes mucho, compartir cosillas de cole es importante si te sientes en el mismo lugar del mundo... a sí que, que vaya muy bien!.

... y que nadie lo estropee!.

Buenos días a todos.