martes, 9 de diciembre de 2008

Cuando llueve




Cuando llueve hay un punto de nostalgia que es difícil que aflore con el sol. El sol lo seca todo.
Cuando llueve parece que los recuerdos que se evaporaron vuelven a chorrear. Supongo que es por eso que no me gustan los paraguas, por eso será que me gusta mojarme.
Irremediablemente cuando llueve recuerdo días de lluvia y los recuerdos que esos días de lluvia me calaron. Y la nueva lluvia mezcla las lluvias pasadas con las de hoy.
Hoy llueve, la casa está más oscura y los muebles no proyectan sombras. Se ven mucho más sus astillas, los desconchados, el barniz que les ha robado el paso del tiempo y los sitúa en aquel tiempo que fue real, en aquella otra casa que tenía dueño. Hacía tiempo que no me paraba a pensarlo.

Serrat canta al azar. No creo en el azar. Aunque la canción es preciosa creo que, antes de los chaparrones, el abuelo tenía que encontrarse con la abuela del tocador francés desde donde escribo, allá... lejos... en Caracas. Ellos no lo sabían, pero estaba previsto. Estaba previsto que tuvieran descendientes ... muchos descendientes ...y sus descendientes, descendientes. Y que mi abuela, que dormía en la cama donde duermo, no se refugiara en París cuando estalló la guerra civil. Estaba previsto que mi padre no se criara en Francia y que fuera profesor de los hermanos de mi madre y que conociera a mi madre... Y que un día, lejos de casa, visitáramos a mi hermano y yo me reencontrara con un chaval que se estaba dejando barba y que pretendía ir de excursión y no fue. Cambió de planes. No fue casualidad que cambiara de idea ni que aquel lugar fuera espacioso, rodeado de jardines... ni que nos sentáramos en una escalinata larga y amplia... ni que empezáramos una conversación tan larga y amplia como esa escalinata de piedra.
Nunca nada pasa porque sí. Aunque , a veces, demasiados días de sol resequen los recuerdos engarzados, uno tras otro, y falte la lluvia para que se liberen de la nube donde están condensados.

Cuando llueve todo es igual, pero el pensamiento camina hacia atrás. Y caes. Increible cadena de encuentros, de situaciones que propiciaron una espera para que aquello fuese así y no de otra forma.

Lástima que cuando llueve la ropa no se seca. No todo iba a ser perfecto.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Te he dejado algo de lluvia en el correo...
... espero te guste.

En lo único que discrepo de tu post es en eso de que el sol lo seca todo...
... yo creo que no, que no lo seca, sino que lo ilumina todo, llena cualquier rincón de alegría.

Saludos y que sea un buen día.

Anónimo dijo...

Estoy subiendo el Puerto de los Leones, camino del Norte.
Llueve con violencia. Fuerte y vertical. A plomo.

A la derecha el terraplén de roca. A la izquierda el guardarrail y el vacío.
Te la juegas. Quitas la música, el móvil y el GPS.
Silencio.
Sólo el rasgar de los neumáticos sobre el asfalto, el bramido del agua y el acompasado rugir del motor.

Si lo piensas es peor.

Así que usas el hipotálamo para la función diseñada desde el Génesis.

Volar.

Te vas a Río de Janeiro y la ves. Lluvia fina y tropical. Libera calor. La tierra se abre. Generosa.

Un salto y aterrizas en el Polo Norte. Allí no llueve, pero los glaciares al desgajarse salpican trozos de diamantes azules.

La estepa siberiana. Cuando llueve, el barro se extiende tan generoso que detiene hasta a los ejércitos de Napoleón.

París. Si estás en la Torre Eiffel, observas a los barcos fluviales arrumbarse en los muelles, y al fondo la cúpula del Sagrado Corazón se empapa. Brillante.

En el Circo Máximo, en Roma, los gladiadores corren a las tribunas y dejan la gloria para un día seco.

Y en el banco ballenero de Tierra de Fuego, un capitán católico, en plena noche aprovecha para leerle a su segundo un pasaje sagrado, El Diluvio Universal.
Y el oyente escucha las escrituras rodeado de truenos y relámpagos.

Llueve en el Puerto de los Leones.

Y en la esfera regida por las leyes de la mecánica humana.

Y de las Leyes Divinas.

Leyes acuáticas.

Que te permiten volar.

Libre.

sunsi dijo...

Ana... es cierto. Por supuesto... lo ilumina todo. Yo no podría vivir en un lugar donde no luciera el sol. El Lleida no aguanté ni un año. Niebla y niebla. El sol es salud, vitalidad... alegría. Y también seca...):

Se acepta de corazón su enmienda))):
Besos

sunsi dijo...

La lluvia, de cuando en cuando Driver. Demasiada... inunda. Si escasea... la tierra muere de sed.
En los dos casos, quién fuera ave. Para despegar y huir de la tempestad. O despegar para reventar una nube y saciar.

Pero de cuando en cuando, cuando toca, no por azar, la lluvia empapa y limpia.

Anónimo dijo...

Driver... desde aquí (el lugar de Sunsi)te deseo una estupenda ruta rumbo al norte.

Que el norte te trate bien... y si en tu ruta necesitaras de alguien por aquí... pide ayuda desde este espacio.

Que tengas muy buen viaje.

Anónimo dijo...

Las gaviotas en Tarragona
saben volar muy bonito,
son las que mejor rezan
entre nubes
muy altito.

Aves valerosas,
amanece y se cruzan,
con las nubes,
muy hermosas.

Atraviesan las tormentas,
desvanecen los temores
nunca, nunca escarmientan
te acompañan, con amores.

Desplegando el plumón,
planeando hacia levante,
aterrizan en Mahón,
con el alma por delante.

Las gaviotas de Tarraco,
saben a diario rezar,
y su alma blanca y pura
te regala
sin querer
...
un arrumaco.

Las gaviotas de Tarraco
son las que mejor rezan,
saben volar
...
en lo alto.

sunsi dijo...

Gaviotas de Tarraco (hay muchas...) agradecen a Driver el poema.

Y las gaviotas de Tarraco están en deuda con el poeta.

Se convoca reunión de gaviotas en la Plaza Imperial Tarraco... donde los estorninos... para escribir un poema al camionero trovador.

Se concretará día y hora.

Anónimo dijo...

Yo no nací en el mediterráneo, nací en una tierra de brumas y lluvia, verde, verde y húmeda, húmeda.

Para los bucólicos ornitólogos:

Cuando llueve mucho, has de tener calzado especial; en las aldeas se usan las madreñas, calzado de madera con tacos, que cubren los escarpinos, zapatillas o lo que sea que uses en casa. Son muy encesarias, con tanta agua, suele estar todo embarrado.

También has de contar con ropa de lluvia: impermeables, chubasqueros, paraguas. Siempre un poco amplia, pues has de usar ropa debajo, está habitualmente muy húmedo y eso da sensación de frío.

Además, caminar es bastante complicado, pues se forman grandes charcos que, a veces, no puedes sortear; o el enlosado de la calle está flojo y, al pisar, el barrillo y el agua (sucia) te llega hasta el cuello .... por dentro de la ropa. O el coche de turno te salpica amablemente o la señora del paraguas verde te mete la varilla en un ojo y, además, te moja enterita.

También ocurre que, como quiera que las gaviotas y los estorninos y las palomas suelen dejar sus cagadillas por las calles, la ecuación lluvia+cagadilla ornitológica+suela de zapato = cebollazo al canto; para las jóvenes ¡ay, que me manché!Para las de mediana edad ¡menos mal que sólo me manché! Para las entradas en años ¡me he roto la cadera!

Otra de las delicias de vivir entre lluvias y brumas, es que llegas a junio vestida exactamente igual que en octubre y, además, con artosis, reúma y bronquitis, que se agudiza cuando te vas, por ejemplo, a Torimbia a tomar un poco el sol, porque ya es junio señores, y resulta que sopla el nordeste y "fa'i un cutu del carallu" y te has quitado la chaqueta y las medias. Y, claro, como estás en la playa, llega la aguerrida gaviota, con su majestuoso vuelo, y valeroso, y te dejan arreglada.

¿Os he dicho alguna vez que me encanta el mediterráneo?

Atentamente

Anónimo dijo...

Tanto en Torimbia como en el Mediterráneo se suele practicar un rito iniciático cuyos orígenes se remontan a varios siglos antes del nacimiento del Derecho Romano.
Tú lo sabes, yo lo sé.
Una mañana desnudas el alma y el cuerpo, y te lanzas al mar.

Y allí, junto a las olas y sólo con tu alma desnuda, eres más persona que ciudadano.

Más agua que tierra.

Más libre que esclavo.

Tú lo sabes y yo lo sé.

¿Verdad Pepa?

sunsi dijo...

Mi querida excavadora... que no nació en el Mediterráneo. Una descripción de la lluvia del Atlántico de realismo puro y duro.

Y yo que quería ir a Asturias y pasar una temporadita, a ver si se me pega algo de de tu forma de pisar el suelo, la hierba o lo que se tercie...
Que me quedo en el Mediterráneo. Que sólo me gusta la lluvia de cuando en cuando...

Una pregunta indiscreta. ¿Cuándo te da a ti la morriña, Pepa?

Hoy presentaste tesina...

Anónimo dijo...

¡A mi que me entusiasma la poesía realista de Pepa!
Por cierto. Me encanta la lluvia

sunsi dijo...

A mí también me gusta este realismo desgarrao. Las descripciones son fantásticas.
Además me río mucho ...

Anónimo dijo...

En honor a Pepa y a su poesía realista aqui os dejo la explicación del porqué las chicas vais al baño juntas.

En argentino, por cierto.

LAS MUJERES Y EL BAÑO.

¿Por qué las mujeres estamos tanto tiempo en un baño?
(a ver si dejan de preguntar!)OK! ACÁ VA:

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños
es que de chiquita tu mamá te llevaba al baño,
te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico
y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza.
Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público'
Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte
sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo
haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña,
súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante
el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos,
'la posición' es dolorosamente difícil de mantener
cuando tu vejiga está a punto de reventar.

Cuando TENÉS que ir a un baño público,
te encontrás con una cola de mujeres que te hace pensar
que dentro está Brad Pitt. Así que te resignas a esperar,
sonriendo amablemente a las demás mujeres
que también están discretamente cruzando piernas y brazos
en la posición oficial de 'me estoy meando'.
Finalmente te toca a vos,
si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'.
Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas.
Todos están ocupados. Finalmente uno se abre
y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo.
Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona);
no importa... Colgás el bolso del gancho que hay en la puerta,
y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionás la zona,
el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atrevés a dejarlo ahí,
así que te lo colgás del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo,
sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de pelotudeces
que fuiste metiendo dentro,
la mayoría de las cuales no usás, pero que las tenés por si acaso...

Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte,
la unica opción es sostenerla con una mano,
mientras que con la otra de un tirón te bajas la bombacha
y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh....por fin...
Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar....
Por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas,
los calzones cortándote la circulación de los muslos,
el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta
y un bolso de 5 Kg. Colgando de tu cuello.
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza .
ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada
pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza
'jamás te sientes en un inodoro público!!',
así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas...
Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro
te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!!!
Con suerte no te mojas tus propios zapatos,
y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia,
buscas el rollo de papel higiénico peroooo, FAEEEEEEEENA...!
El rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos
de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex,
pero para buscar en tu bolso tenés que soltar la puerta,
dudas un momento, pero no hay más remedio...
Y en cuanto la soltás, alguien la empuja
y vos tenés que frenar con un movimiento rápido y brusco,
mientras gritas OCUPAAADOOOO!!!
ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior
escucharon tu mensaje y ya podes soltar la puerta sin miedo,
nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho)
y te pones a buscar tu kleenex sin agobios, te gustaría usar todos
pero sabes lo valiosos que son en casos similares
y te guardas uno por si acaso.
Ahí ya vas contando los segundos que te quedan para salir de ahí,
transpirando porque llevas el abrigo puesto ya que no hay perchero,
y es increible el calor que hace en esos sitios tan pequeños
y en esa posición de fuerza en la que seguis,
con los gemelos a punto de estallar.
Sin contar el garron del portazo, el desnuque con la correa del bolso,
el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas...
El recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así;
porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público,
porque francamente, 'vos no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'.


...estás exhausta, cuando te paras ya no sentis las piernas,
te acomodas la ropa rápidisimo y tiras la cadena ¡sobretodo!.
Entonces vas al lavamanos.
Todo esta lleno de agua así que no podes soltar el bolso ni un segundo,
te lo colgás al hombro, no sabes cómo funciona la canilla
con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca,
y conseguis jabón, te lavas en una posición de jorobado de Notredame
para que no se resbale el bolso y quede abajo del chorro...
El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos
en tus pantalones, por que no pensás gastar tu kleenex para eso y salís...


Tendrás suerte si no se te pego un pedazo de papel higiénico al zapato
y lo vas arrastrando, o peor, con la falda arremangada enganchada por las medias
que te subiste a la velocidad de la luz y mostrando todo el culo!
En este momento ves a tu chico que entro y salio del baño de hombres
y encima le quedo tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
'¿Por qué tardaste tanto?' te pregunta el idiota.
'Había mucha cola' te limitás a decir.

Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño,
por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo,
la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta
y así es mucho más sencillo y rápido
ya que una solo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad.

Gracias a Todas por Haberme Acompañado alguna vez al Baño y servirme d Perchero o tenedora d Puerta!!!!...

Máster en nubes dijo...

Pero bueno, Driver ¿de dónde has sacado esto? ¿De Maitena, de Quino, de quién?

Efectivamente, no hay que sentarse jamás en un inodoro público e incluso en ninguno que no sea el de tu casa o de las de tu familia y amigos pero muy muy amigos. Por si acaso. Y todavía mejor si no vas y te evitas todo lo que Driver ha relatado, sea a solas o acompañada de otra.

Y luego nos preguntan por qué llegamos a casa y ni saludamos al llegar: porque no puedo más que ir al baño directamente, por Dios.

Anónimo dijo...

D., confiesa, en el fondo eres una de las nuestras, me parto de risa, LA REALIDAD DE LA VIDA, en dos palabras. En ralidad ¡la patoril soy yo!

S., hedbanna, morriña, no; nostalgia d el ainocencia perdida, tal vez; la Arcadia feliz (sea cual sea) de los nervios me pone, aunque, en el fondo, envidio vuestra capacidad para ver el mundo como si cada vez fuera nuevo.
Yo soy la de la tapa de wáter, sudada como un pollo, con el bolso colgando e inasequible al desaliento ¡la vida es milicia! que decía (y dice) mi madre.

D., de verdad, gracias; mi seductor caballero, gran hedbanno.

Anónimo dijo...

Y sí, hedbannos, cuando llegas a la playa, por ejemplo Torimbia o la Larga o cualquier otra, y nadas, nadas como si volaras ......... ¡ballena me siento, oye!

S, sí deposité, ahora só,o me queda deponer.......... lo que sea

Anónimo dijo...

¡Pepa, mira que eres lista!
¡Al final me has pillado!
Soy una chica.
Tanto Driver y tanto camionero...y tú eres la única hermana que has descubierto mi secreto.
En realidad soy una miembra de la Real Academia de la Lengua, que cansada y aburrida de un mundo tan serio y oficial he recalado por aquí para encontrar amigas.
Los Académicos, sus hipérboles, etimologías y estudios comparados, ¡son aburridísimos!.
Yo lo que quiero es ¡irme a tomar unas cervecitas con vosotras!
Destino cruel el de la Académica solitaria.
En fin, mejor me quedo por aquí.
Es más divertido.

Anónimo dijo...

Master, una vez descubierto mi secreto femenino, te pido públicamente disculpas por haber mandado a mi vecino del tercero a comer a tu casa, en vez de ir yo misma.
¡Y encima era tímido!
Te mando dos besos para compensarte del engaño.
¡Muach, muach!

Anónimo dijo...

Sunsi.
Buenas noticias.
Nuestro cuento sobre pinguinos voladores ha dado resultado.
¡Los de la BBC, nos lo han comprado!
En los próximos días te llegará a tu domicilio en Tarraco un talón por el 50% del valor del contrato.
¡Cómo nos vamos a poner de turrón y cava esta Navidad!

Te dejo el enlace con el anuncio de la BBC: http://www.youtube.com/watch?v=9dfWzp7rYR4

Como esto siga así, nos forramos.
Fijo, chiquilla.

Anónimo dijo...

D., cuando quieras unas cañitas, gaviota incluida.

sunsi dijo...

Gente... sois tod@s lo mejor.. cada cual a su manera... Gaviotas, estorninos, tapas de WC...
Los que pisan fuerte, los que sólo rozan el suelo... No sé ya qué haría sin vosotr@s.

Gracias por pasar por aquí y dejar vuestros comentarios. Esto es la alegría de la huerta.

Anónimo dijo...

Lagarteranas somos de Lagartera de Lagarteraaaaaaaaaaaaaa ¡que trabajos nos manda el Señor!