La Inmaculada Concepción

Hoy es fiesta. Fiesta con nombre largo para recordar la pureza de la Madre de Dios y Madre nuestra: su concepción inmaculada.

Ayer, en la Misa catequética del Santuario del Loreto, el P. Mario calentó motores.

"Una pregunta a los niños:¿qué celebramos mañana?" Todos, que son muchísimos, respondenn: "La Purísima".

"Bien, bien... ma... ¿qué significa la Purísima?" De cuando en cuando a los Padres del Loreto se les escapa una palabra en italiano. Apenas se nota porque el acento lo conservan intacto.

"¿Quién lo sabe?" Algunos adultos se miraron ... no lo sabrán contestar... Ni tiempo para pensar y ya hay muchas manos levantadas.

"A ver, tú, acércate..." P. Mario le deja el micro a una niña que me pareció pequeñísima. Las respuestas de los niños. Siempre el silencio se acentúa en el Santuario cuando un niño va a decir algo. Siempre sorprenden. La pequeña, con una seguridad que ya les hubiera gustado a muchos adultos, contesta: "La Purísima es una fiesta en la que celebramos que la Virgen nació sin pecado original". Y nos recordó el dogma... a todos.

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La Inmaculada Concepción de la Virgen. Esta fecha me devuelve recuerdos entrañables. La novena en San Francesc cuando todavía era una colegiala. Y las homilías de esos nueve días, repasando la vida de la Virgen. Cuando le dijo sí al Ángel, cuando guardaba muchas cosas en el corazón porque todavía no las entendía, la compañía incondicional de San José, el embarzo casi a término buscando un lugar donde el Niño Dios pudiera nacer...

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El último recuerdo... velando con mi cuñada Olga la agonía de mi suegro. El pulso débil... "La Virgen se lo lleva..." Y un rosario a media noche junto a su cama... "la Virgen está a tu lado, abuelito... tranquilo..." Pero la Virgen le hizo el regalo de poder estar unas cuantas horas más, pasar la fiesta de la Inmaculada plenamente consciente junto a su mujer, sus hijos, sus nueras y sus nietos.

Ese día de la Inmaculada notamos la presencia de Ella. Todos.

Y la Virgen se lo llevó, dos días más tarde. En otra de sus fiestas: Nuestra Señora del Loreto.

Pensaba que la Virgen es compañía entrañable en la infancia; un manto enorme donde dejar todas la preocupaciones cuando la edad adulta despunta y ya no es todo tan fácil; un camino más corto para llegar a Dios o volver de nuevo a Dios; para conseguir lo impensable como el milagro de las bodas de Caná; una mano suave y fuerte para abandonar en Ella los miedos de las últimas horas y cogerla y no soltarla y llegar con Ella al Paraíso.

(...)

Felicidades a todas las Inmaculadas, las Conchas, las Esther.

Inma, un beso desde la distancia; Conchas... os llamo dentro de un rato; Esther, supongo que hoy nos volveremos a ver en el Loreto.

Que se lo celebremos como Ella merece.