jueves, 2 de octubre de 2008

2 de Octubre


El dibujo se lo he pillado a Don Enrique Monasterio. Es una fecha y una fecha con redondel de fiesta en el calendario para los que pertenecemos a la Prelatura del Opus Dei. Hoy cumple 80 años. Hace 80 años, nació un camino nuevo y viejo como el Evangelio para encontrar a Cristo en cualquier tarea. La vida cotidiana, las cosas aparentemente más simples, más escondidas, hechas por Amor, hacen de nuestro camino un surco divino , un lugar de encuentro con nuestro Dios.


Hoy tengo la ocasión de oro para explicar algo que siempre me ha enternecido. Mis padres... Yo crecí en una familia cristiana. Cuando daba mis primeros pasos mis padres eran ya del Opus Dei. Viví en el seno de mi hogar muchos aspectos de la espiritualidad de la Obra sin saberlo. "Por sus obras los conoceréis". El amor a la Eucaristía, la importancia de la Confesión, el cariño a la Virgen, los ratos de oración ... me lo enseñaron ellos con su vida.


Por aquel entonces en Tarragona no había ningún lugar donde poder dar charlas de formación y muchas veces se hacía en una sala pequeña de mi casa. Con los años me contaron que aquel sacerdote tan alto, que a mí me daba por contar los botones de su sotana, era un sacerdote del Opus Dei.


Un día se grabó en mi alma una frase del Evangelio que anoté en el reverso de una estampa de la Virgen . Aún la guardo : "Sed, pues, perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto". Un programa para toda una vida, pensé. Y a partir de ahí ...


Hoy es un día de fiesta para mí. Para mí y para todos aquellos que celebramos que San Josemaría, un 2 de octubre, vio el Opus Dei.
No quiero acabar sin un recuerdo a mis padres, de quienes aprendí sin ninguna etiqueta en qué consiste eso de ser del Opus Dei. A Dios (quizá lo tendría que haber colocado en primer lugar) que me quiere tanto, que me echa una mano todos los días para que le quiera más y sea feliz. Y a todas esas personas buenas del Opus Dei que he ido encontrando a lo largo de los años, que me han escuchado, que me han querido, que me han enseñado... sobre todo a entender que lo importante no es no caer nunca sino levantarse siempre, ...¡qué paciencia...!


Si queréis, echad un vistazo al la entrada de Luisa, mucho más simpática que la mía y , a mi juicio, muy acertada.
PDTA: Ahora caigo que es la primera vez que escribo una entrada así. Como dice Luisa, no se trata de ir pregonando a los cuatro vientos lo más íntimo de la vida de uno. Pero tampoco tengo ningún motivo para esconderlo.
Un saludo a todos.


15 comentarios:

Anónimo dijo...

Mamiii!!Ahora estoy en casa malita y tu estas hablando por teléfono.Y como me has dado el gusto de leer esta entrada,pues te comentooo!!

Me encanta la canción de John Lenon i sobretodo la entrada del opus Dei.¿Enserio que le contabas los botones al sacerdote?jejeje
y luego dices de mi....:P
Pues le doy gracias a los abuelos, que gracias a que ellos són del opus Dei, lo has podido ser tu y al serlo tu, yo puedo tener esta formación que tengo!!:)))

Bueno que como ya e dicho estoy malita y me voy a sacar el termómetro,para variar tengo fiebre 37 y algo como siempre!!:S

Bueno mamá muchos besos WAPISIMA!!(por algo abreviado que escrivooo...xD)

Siento las faltas mamá(I'm sorry I can't be perfect...jijiji)

Adiós!tQ*

de tu hija blankaaaa!!*

Ángel dijo...

Felicidades y gracias por los enlaces de citasyfrases

sunsi dijo...

Blanca, guapa, lo de las faltas ya lo arreglaremos. ¿Un dictado de 5 minutos cada día? Sólo 5 minutos.

Le contaba los botones y, como no sabía cómo se llamaba decía "el capellà del botons". Sobre todo, da gracias por ser cristiana y porque sabes lo mucho que te quiere Nuestro Señor. Eso es lo importante. Yo, además, doy gracias porque el Señor quiere, a pesar de lo "broncas" que soy (ya nos entendemos...), que le quiera a través de esta vocación. Bueno, en realidad hemos de dar gracias por tantas cosas... Pero, sí, hoy es un día especial y estoy muy contenta de que me hayas escrito un comentario. Y de que valores la formación que recibes y que también quieras al Opus Dei.

Un beso, reina...
Mamá

sunsi dijo...

Gracias, Ángel. Las gracias a ti. Las repaso a menudo. Están muy bien elegidas.

Saludos cordiales y felicidades por la parte que te toca.

sunsi dijo...

Querid Luisa:
Tú ve robando... que luego ya sabes, chirona (si hay prueba del delito).

Oye, ahora en serio, "esta señora" te da las gracias por tu simpatía.
A celebrarlo con todo lo que dijo San Josemaría ... y cava catalán.

Besos

Militos dijo...

Querida hermana Sunsi: vengo del blog de Luisa a felicitarte y que me felicites tú a mí, que también soy hermana vuestra, aunque mayor.
Me ha gustado mucho todo lo que dices y el logo de D. Enrique es fantástico, qué pena no haberlo pillado antes.
Sois geniales Luisa y tú, tú y Luisa.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Me gusta verte feliz.
¡Así que te ha caído un cuento!
¡Plash!

GALILEA.

Me hubiera gustado ser pescador en Galilea.
Remar con mis compañeros en el mar y pescar.
Tal vez un día nos habría sorprendido una tormenta.
Sentiríamos miedo de morir ahogados.
Miedo de dejar solas a nuestras familias.
La inmensidad del mar atemorizaría nuestros corazones.
Y tal vez, en nuestra barca, nos acompañaría un joven carpintero, reconvertido en pescador.
Y me imagino que la tripulación, presa del pánico, se miraría el ombligo y no podríamos hacer nada para mejorar el inminente naufragio.
Veo elevarse al joven carpintero, aferrarse al mástil de la barca, otear el horizonte y gritarnos:
"No temáis compañeros, si vamos a morir hagámoslo con dignidad, rememos en dirección a poniente con todas nuestras fuerzas, pensemos en nuestra gente y rememos con fe, tal vez muramos en el intento, pero os aseguro que tras aquellas olas, tras las amarguras de este temporal pasajero, os espera una playa de amor".
Y me figuro a los pescadores remando con brío, venciendo su miedo, alimentados por la fe que surge cuando, temosos y descarriados, escuchamos un grito en medio de la tormenta.
El grito que nos marca el camino de la simpleza.
La ruta del amor.

sunsi dijo...

Querida Militos. Gracias por pasarte y felicitarme. Es un detalle precioso. Disculpa la tardanza. Acabo de llegar a casa. Felicidades a ti también. De todas formas, ahora me pasaré por tu blog.
Besos

sunsi dijo...

Driver... conocía este cuento. Pero da igual porque me gustó muchísimo la primera vez que lo leí y hoy me parece nuevo.

Sí , estoy contenta. Muchas gracias por haber comentado de nuevo.

Saludos desde Tarraco. Hoy sopla la brisa fresca del Mediterráneo con más intensidad.

Anónimo dijo...

Que tal guapísima! me encanta lo que has escrito, sobre todo lo del capellán con los botones, por cierto ¿ cuantos llevaba? es broma, ja,ja,ja. Te voy a hacer mi comentario, como tu ya sabes el Opus Dei es muy especial para mí, desde que lo conocí, mi vida ha sido muy distinta, porque realmente he sabido lo que es el AMOR verdadero, y te aseguro que es tanta la felicidad que sientes y palpas con el día a día, luchando, cayendo, levantándote...pero siempre por AMOR,y con sentido verdadero sin penumbras y te aseguro que sales de un vendabal y vuelves a coger fuerzas para otro, esta lucha es maravillosa, la fe mueve montañas.Doy muchísimas gracias al Opus Dei, a la gente maravillosa que siempre tiene un hombro para apoyarte y la paciencia de escucharte y siempre buscando el lado bueno de las cosas, sean como sean, con un fín, el AMOR a Dios. Gracias a mi hijo también, pues en ciertos momentos ha tenído el coraje de ponerme las cosas claras, por supuesto, gracias a la formación recibida en el Opus Dei y a su "VOCACIÓN". Muchísimas gracias a todos y para ti queridísima Sunsi un besote. Os quiero¡ Bona nit¡
Tu amiga Esther..

sunsi dijo...

Mi amiga Esther...

Ya sé que te cuesta comentar. Por eso valoro más todo lo que explicas.

Para los que no la conocéis. Esther es mi amiga del alma. Una mujer fuerte que tira de su carro sola. Que hace el pino con las orejas y con lo que haga falta. Y siempre está contenta. Es evidente que su alegría no es superficial porque su horno nunca está para bollos.

Esther es... como mi hermana. Y un hermano que se apoya en el hermano es una ciudad amurallada.

Sempre fent pinya, Esther!.
Petons.

Anónimo dijo...

Yo yengo que aportar que de pequeña nunca conté los botones de la sotana de un sacerdote simplemente por que yo crecí ya después del Concilio...quien pueda entender...También yo pertenezco a la Prelatura y naaaaadie de mi familia lo es...ni por descuido. Mis padres no me enseñaron a rezar y yo empecé a ir a Misa en serio en la adolescencia justo cuando muchos se plantean dejar de ir(...ay, ay, ay, siempre este espíritu de contradicción...)pero creo que no pueda encontrar dos padres más buenos que los que tengo; con el tiempo se han ido convenciendo de que yo era feliz y eso bastaba. Cuando una empieza a rondar los 40 hace balance de su vida...Mis padres quizá no me enseñaron a rezar pero sí a respetar a las personas, a decir siempre la verdad, a contemplar la naturaleza, a maravillarme ante la vida, tanto humana como natural, a ser honesta, a asumir los errores, a no estirar más el brazo que la manga, pusieron una base fantástica para el resto de mi vida. Hace un par de dias celebraron sus 54 años de matrimonio y esa es sin duda el mejor testamento que me han dejado: una trabajada fidelidad pese a todos los vendavales...
Quizá no me enseñaron a rezar pero me demostraron con su vida lo que es la Vida...para ellos (a quienes internet les supera y no leeran esto) y a todos los que tratan de vivir con esa transparencia va esta reflexión; me doy por bienvenida a este blog ;-)

sunsi dijo...

Marta. Bienvenida a este blog. Ya sé que te has dado por bienvenida. Pero quería decírtelo.

Cómo me ha gustado tu comentario. Es tan necesario...
No sé si te has dado cuenta de que me has llamado vieja :)))...lo digo por lo de los botones .

Bueno, a lo que íbamos. Que me ha emocionado todo lo que has escrito. Sobre todo lo de tus padres. Tanto, que transcribo un trocito. "Mis padres quizá no me enseñaron a rezar pero sí a respetar a las personas, a decir siempre la verdad, a contemplar la naturaleza, a maravillarme ante la vida, tanto humana como natural, a ser honesta, a asumir los errores, a no estirar más el brazo que la manga, pusieron una base fantástica para el resto de mi vida.". Te enseñaron a ser persona, a tener una conciencia recta... Lo demás ya depende de uno. Me das la oportunidad de ORO para decir que la vocación no se hereda. La da Dios. Y los hombres somos libres de decir que sí o no. Gran tema el de la libertad. Y Dios se sirve de las cosas más variadas para asomarse a la vida de su hijos.

Seguría y seguiría, Marta. Pero acabo agradeciendo tu aportación y la posibilidad de haberte conocido "en vivo y en directo"
Un abrazo

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Bien, bien, ya estoy aquí: ¡felicidades! Perdona que haya tardado tanto y que haya tenido que ser después de una merecida reprimenda... Vago que es uno para visitar a las amistades y leer sus MAGNÍFICOS artículos y comentarios.

La verdad es que el 2 fue un día maravilloso, me llamó más gente que nunca, y en la blogosfera ha sido una fiesta. Ahora tenemos que prolongar esta alegría en el día a día y sus cosas pequeñas.

Felicidades también a todos los comentaristas.

Me ha gustado mucho el logo de los 80s.

sunsi dijo...

Alberto...¿vago que es uno o es que uno está de trabajo hasta la cabeza?.
Gracias por pasarte por el blog y felicitar a todos.
El logo se lo robé literalmente a Don Enrique Monasterio. No pude resistir la tentación.
Saludos desde Tarraco. El resto de España con frío y aquí luce el sol y todavía calienta. No eran tontos los romanos...