sábado, 18 de octubre de 2008

¿Hacia dónde vamos?




Los experimentos genéticos que tal vez sean considerados inocentes, positivos, en favor de una mayor calidad de vida no difieren demasiado de los que ya practicó el nazismo. Si no van a ser "perfectos", mejor que no nazcan. ¿Qué es ser "perfecto"? ¿Quién va a decidir qué seres tendrán el privilegio de poder nacer y a cuántos vamos a eliminar? Me repito, sé que me repito. Pero es necesario saber que en el momento en el que empezamos a cuestionarnos la vida, podemos terminar en un peligroso proceso de selección humana. Y eso tiene un nombre: eugenesia.

No seamos cínicos. Tan espantosos fueron los campos de exterminio de la Alemania nazi como los macabros experimentos que se practicaron con el fin de "confeccionar" una raza "pura": la raza aria.

Cuelgo un artículo que lo ilustra.



¿Primer mundo? El síndrome de Down desaparece en España.

Según un artículo publicado por el periódico madrileño El Mundo, el 95% de las mujeres españolas aborta cuando se detecta la alteración cromosómica que da origen al SD; el número de nuevos casos se ha reducido más del 50% desde 1980


El informe periodístico se presentó en oposición a la reciente afirmación de Sarah Palin, candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, quien a pesar de que las pruebas prenatales detectaron la anomalía, decidió seguir con el embarazo, lo que representa una excepción a la tendencia general manifestada en el primer mundo.


A partir de las mejoras técnicas en diagnóstico prenatal y la aprobación de la actual Ley del Aborto española, se ha registrado una notable disminución de nacimientos de portadores de esta condición. En 2006 se registraron un 56% menos de casos que en 1980. Este descenso ha sido aún más drástico en el caso de los bebés cuyas madres son mayores de 35 años: un 85% menos. Estos datos proceden del Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC).


Debido a que las madres en edad de riesgo acceden sistemáticamente a la realización de una amniocentesis (la prueba diagnóstica más certera, pero también invasiva y riesgosa), al conocer el resultado positivo la mayoría de ellas (el 95%) opta por la interrupción voluntaria del embarazo.


Pero los datos arrojados por el ECEMC muestran también una tendencia a la baja de nacimientos de niños con la alteración de madres menores de 35 años. Según Jesús Flórez, asesor científico de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, la interrupción voluntaria del embarazo está conduciendo a una tasa de uno por cada 1.000 nacimientos en muchos países.


Por su parte, María Luisa Martínez Frías, directora de este estudio y experta en la temática, recalcó el espectacular descenso que han experimentado todas las anomalías congénitas desde 1980, y que según su entender, “estamos buscando el hijo perfecto”.


Similar es la opinión de María Orera, directora médica de Laboratorios Circagen, quien indicó que en las últimas tres décadas se ha realizado el diagnóstico prenatal de síndrome de Down, pero la tecnología permite detectar muchas anomalías más: “ahora podemos identificar 50 enfermedades genéticas a partir de la amniocentesis; dentro de cinco años podremos llegar a 200 y, en 15, a lo mejor las abarcamos todas”, augura. Siguiendo con este razonamiento y teniendo en cuenta que en la práctica la totalidad de las mujeres decide abortar cuando se detecta una malformación, cree que “puede ser que llegue un momento en que no nazcan niños”, interpelando a la sociedad y al mundo científico sobre quién establece los límites dentro de esta tendencia.


Para Orera se ha perdido el objetivo primario del diagnóstico prenatal y hay que desvincularlo de la interrupción voluntaria del embarazo, ya que “se trata de proporcionar una información útil. Su fin último no es acabar con las enfermedades genéticas, ya que esto tendría connotaciones eugenésicas”.


Con este controversial informe ha salido a la luz la gran paradoja de estas sociedades, ya que el aumento de la aceptación social de las personas con esta alteración cromosómica se produjo en forma paralela al incremento de su esperanza de vida, pero también del número de padres que deciden abortar al confirmar el diagnóstico.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo puedo decir que estamos muy orgullosos de haber tenido a Cristina, sí nació con SD.Ese día fue duro, muy duro... sobre todo porque en su caso tenía una cardiopatía grave, cuando la diagnosticaron ya aseguraba que venía asociada a SD, pero no acepté que me hicieran la amniocentesis, quería a mi hija igual, o si me apuras más porque iba a necesitar mucho de nosotros. Esta prueba, que la venden como el mejor de los avances, conlleva riesgo de aborto.
Tuve la suerte de tener a mi marido, familia y amigos a mi lado en todo momento y por supuesto, a mi ginecólogo, que fue uno de los que me apoyó más en la decisión de no hacérmela. Ni necesité psicólogos, ni ayuda alguna para aceptar a la hija que tuvimos, que conste que me la ofrecieron antes de que naciese.¡Qué curioso!la que no ofrecen,según tengo entendido, a las madres después de abortar, arrastrando ese trauma el resto de su vida.Si hoy en día se justifica el aborto de la manera más frívola, y se supone que en un 90% no vienen con ninguna discapacidad,cuando hablamos de estos casos puede parecer una quimera.Todo fruto de una sociedad carente de valores, y totalmente deshumanizada.

Desire dijo...

Hola Sunsi por casulidad he visitado tu blog y creo que lo hare a menudo desde ahora. Comparto plenamente tu post. hoy en dia ya vemos parejas que elijen a parte del sexo del bebe, el color de ojos, piel y cabello, como si lo estuvieran pidiendo por catálogo! Hasta donde llegaremos con todo esto. Dicen que los niños con sindrome de Donw son un regalo de amor de Dios, es terible lo que esta pasando en España al respecto de eliminarlos antes de nacer. Quienes somos nosotros para saber quien es mas apto o no. Si asi hubiese sido siempre personas como Bethoven hubiesen sido abortados por sus problemas congénitos causado por la sífilis de sus padres. Saludos, visitame

sunsi dijo...

Conchita... qué puedo decirte que ya no hayamos hablado tanyas veces. Sólo darte las gracias por tu comentario: un testimonio escrito por ti, que lo has vivido. Sé de tu alegría mientras tuviste a Cristina con vosotros, de tus desvelos para que saliera adelante y de la aceptación de que Dios se la quisiera llevar.

Gracias de nuevo, amiga del alma...

sunsi dijo...

Hola desiré. Bienvenida. Me hace ilusión , mucha ilusión que se descuelgue gente nueva y que comente. Me paso por tu blog.
Una abrazo desde Tarragona