domingo, 21 de septiembre de 2008

Mi fábula pendiente.


Driver nos invitó a ser aves. Debo de ser ave nocturna. El cuento ha salido de corrido. Pero durante el traspaso de un día a otro día nuevo. Mi gaviota sigue a mi lado, trabajando. Y yo me he acurrucado bajo sus alas saboreando la dulzura de un vuelo compartido.


"Ave de paso …
Todos somos aves de paso .
Aves de paso por un tiempo que toca no apearse.
No toca reposar.
Tal vez repostar lo necesario para seguir volando.
Infancia ...
Adolescencia…
El ave de paso encuentra otra ave de paso.
Probamos un vuelo conjunto, a medias.
Un vuelo conjunto, compartido.
Y el vuelo de dos diseña unas líneas que no son paralelas.
Una leve desviación reclama un vuelo más apretado.
Y unimos como una sola ave nuestro vuelo nocturno.
Tú gaviota .
Tus círculos envuelven mi vuelo sin fronteras.
….
Y un día encontramos una frontera y un nido.
Ahora soy gorrión, te dije.
Un gorrión de alas cortas.
Un gorrión de sangre caliente.
Mira tus polluelos, te dije.
Y fui gorrión de plumas cálidas para mis polluelos.

Mi gaviota sigue dando círculos al anochecer.
Es su danza de amor.
Es su agradecimiento por su nido, su gorrión y sus polluelos.

Ayer los gorriones crecieron.
Todos menos uno.
Mis alas de gorrión anciano llevaban lastre.
No te podían alcanzar.
Y te extendiste, majestuoso.
Tu danza, cada vez más cercana, barrió el polvo de los años.
Aligeró mis alas cansadas.
El último polluelo emprendía el vuelo.
Qué tarde.

Siempre hay tiempo para un último sueño.
Aunque las alas lleven rasguños como cicatrices.

Y mi gaviota me llevó en su ala derecha.
Y después en la izquierda.
Un vuelo más lento, más dulce.
Un vuelo de dos.
...
En poco tiempo me presentó el Cantábrico, furioso.
El Mediterráneo, de noches templadas y olas suaves.
El Atlántico, rudo y frío.
Y el cielo ancho y profundo.
Y el cobijo de las nubes para descansar.

Siempre queda mañana.
Y mañana, un día es hoy.
Siempre queda tiempo para volar.
Para bailar en el vuelo.
Un vuelo de amor.
...
Al final del trayecto,
ni una frontera,
ningún nido.
...
Gaviota y gorrión."
(Sunsi)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"El cuento ha salido de corrido".
Me alegra poder leer un cuento que salga así.
Es la señal inequívoca de que el cuento es un trozo de alma.
Si hay que corregir, reconstruir, solventar cuestiones sintácticas o de estilo, entonces es un trabajo.
Respetable como todos, pero un trabajo.
...
Pero si dejas el alma suelta, sobre el teclado corren los dedos de un ser vivo, que acaricia las palabras, arma frases valerosas, construye párrafos con sentimientos expresos.

Y eso no tiene precio.

De hecho no se puede pagar.
...
Esta noche he soñado con un libro hecho a mano. Un gran cuaderno de esos de dibujo, con un formato enorme.
En todas y cada una de las páginas de la izquierda, aparecían dibujos de aves. En las de la derecha, cuentos cortos, donde lo único que había en común era un lugar en el mundo, un ave y un concepto filosófico.

Así que tengo por delante un montón de trabajo: repasar el libro de filosofía de cou, para empezar; luego vendrán los libros de viajes con descripciones de bellos lugares; y tendré que leer algo de aves.

Cuando tenga tiempo de mezclar, yuxtaponer y enfrentar la filosofía, la geografía y la ornitología; entonces empezaré a escribir y dibujar el libro que regalaré a mi hija mayor cuando haga el próximo mayo la 1ª comunión.
Todavía no sé el título, pero creo que "Aves del Paraíso" está bien.
Seguro que existe ese nombre. Pero a mi hija no creo que le importe.
Ni a las aves.
...
Empezaré con las palomas de Barna.
Las que se cobijan en los Templos Sagrados.
...
Sólo tengo siete meses por delante para completar el libro.
...
Veo muchas noches de insomnio.
...
Mientras mi sector va a sufrir la mayor crisis de los últimos años, me veo volando entre letras y dibujos.
Tal vez eso nos salve.
Tal vez la escritura nos redima.
Tal vez Nuestro Señor nos regaló esa capacidad por algo.
...
Pero tendremos que hacer muchos vuelos nocturnos, para ver un solo amanecer.
...
El último amanecer.

sunsi dijo...

Para tu hija,un regalo confeccionado con tus dedos de poeta trovador, con cánticos de aves que encuentran la felicidad, la libertad, la bondad, el amor, la justicia... surcando el cielo. Aves de paso que se detienen donde les regalan cobijo y vuelven a volar cuando la lluvia arrecia y el frío se cuela en sus alas.

Precioso regalo. No tiene precio. Ni se compra ni se vende.
El regalo de papá que se reviste de plumas para mostrarle a una hija dónde le lleva cada vuelo de la vida.

Mejor idea, imposible.
Saludos.

Anónimo dijo...

Ups, increible, desde luego!!! En lo que pueda te ayudo, ok? no sé dando ideas...Lo de empezar por las palomas de Barna, un detallazo.
Tu hija debe estar encantada de tener un padre como tu, sin ninguna duda.
MK